Capítulo 2: El cambio de Draco Malfoy
Narrador P.V.O
Hermione se lo agradeció con una mirada y subió, pero se acordó de que aún no sabía en qué habitación iba a dormir por lo que bajó y tuvo la intención de preguntárselo a Ginny, pero la vio dormida en el sofá y fue en busca de Harry.
- Quería preguntarle a Ginny cuál es mi habitación, pero se ha quedado dormida.
- Puedes escoger la que más te guste. Tengo que subir a Ginny nuestra habitación. Los dos decidimos tener una casa así, para poder tener compañía y ahora que estás tú pues ...nos alegramos mucho.- explicó Harry.
- ¡¡Gracias!! Eres una de las mejores personas que existen en el universo.- le agradeció la castaña.
- Acuérdate de esto siempre, Hermy, mi casa es tu casa.
Y Hermione, con esa frase en mente, escogió una habitación, se metió en la cama y se durmió.
Hermione, después de dormir seis horas a partir de la una de la madrugada, se despertó y con el pensamiento de que por fin era sábado, se metió en la ducha. El agua, aunque estaba tibia, era muy refrescante para la castaña, ya que había pasado muchos días sin poder bañarse decentemente.
Como era temprano, las siete da la mañana, decidió agradecerle a sus amigos la ayuda, por lo que se puso manos a la obra e hizo un estupendo desayuno. El desayuno que les llevaría consistía en dos huevos revueltos, dos tostadas, unas salchichas, un poco de mermelada y un café/té para cada uno. Tardó en hacerlo una hora, ya que no estaba muy segura de que el Ministerio de Magia le dejara preparar todo eso sin magia. Como ya eran las ocho de la mañana se propuso llevarles el tan preciado desayuno a Harry y a la minicomadreja. Subió las escaleras con bandeja en mano, pero al entrar en la habitación casi se le cae la bandeja. No había ni rastro de Ginny ni de Harry. Recordó que habían quitado la restricción de la ley del Patronus, por lo que decidió(por el bien de sus amigos) mandar su Patronus, que tenía forma de nutria, a buscar a Harry y Ginny y les diera éste mensaje: He estado muy preocupada, quería haceros una sorpresa y al ver vuestro dormitorio vació casi me da algo. Bueno ...espero que los dos estén bien.
En diez minutos aparecieron Ginny, cogida de la mano de Harry en la puerta y se apresuraron a pedir disculpas.
- Lo sentimos mucho Hermione, no queríamos asustarte. Nos fuimos a la playa a ver el amanecer.- dijeron al unísono.
- Vale ...pero para que lo sepáis, os había hecho el desayuno.- dijo Hermione señalando la bandeja llena de comida que estaba encima de la mesa.
- Si quieres para recompensar ese susto, podemos ir a visitar a Ron. ¿Te parece bien?- intentó arreglarlo Harry.
- ¡Me encantaría! No le veo después de esa estúpida Batalla Final. Ya sabes, después del beso.- la castaña se sonrojó un poco.
- Tranquila, vamos a verle, seguramente mi madre está despierta. Ya sabes como es ella, no se queda quieta nunca.- dijo la minicomadreja.
Se fueron por Red Flu de chimeneas, pero no sin antes comerse todo lo que había en la bandeja del desayuno de Hermione y agradeciéndole su esfuerzo. Al llegar de repente por la chimenea de la Madriguera a la señora Weasley casi le da un infarto.
- ¡¡GINEVRA MOLLY WEASLEY!! Antes de marcharte te dije que podías visitarme cuando quisieras, pero no hace falta que te aparezcas en la chimenea como se aparecían Fred y George cuando estábamos en la Orden del Fénix.- Molly, al recordar sus palabras nombrando a Fred, se le escaparon unas lágrimas.
- A todos nos afecta mucho la pérdida de Fred.- se apresuró a decir Hermione ya que ni para ella ni para Harry las lágrimas de la mujer pasaron desapercibidas.- Queríamos venir a ver a Ron porque no sé de él desde la guerra ...Por cierto, ¿¿soy la única que escucha discutir a Ron con ... Malfoy??
Y en ese mismo instante bajó Ron, muy rojo por la rabia igual que su pelo.
- ¡¡¿¿POR QUÉ HAS TENIDO QUE TRAER A NUESTRA CASA A ESA ESCORIA, A ESA CUCARACHA SIN ALMA, A ESA ALIMAÑA, A ESE HIJ ...??!!- gritó enfurecido Ron, sin darse cuenta que sus dos mejores amigos y su hermana pequeña estaban ahí.
- Cariño, compréndelo, estaba vagabundeando por las calles, solo, casi hasta llegar al borde de la locura.-intentó decir Molly, calmada.
- ¡¡ES UN MALDITO MORTÍFAGO!! ¡CASI MATA A DUMBLEDORE!! ¡¡ESTUVO PRESENTE Y NO HIZO NADA PARA EVITARLO!!
Todos se quedaron en silencio al ver una cabeza rubia platinada, con ojos grises fríos como el hielo. En ese momento Malfoy habló.
- ¿Por qué me miráis así? Fue Molly la que me arrastró a regañadientes hasta esta casa.- le sonrió a la señora Weasley de manera agradecida.
- Sólo veníamos a ver a Ron, hurón mal-teñido. No te des muchos aires.- se quejó la castaña.
- ¡Te atreves a hablarme, asquerosa sangresucia!- Hermione se acercó con la varita en la mano apuntándolo, pero lo pensó mejor y bajó la varita. Todos en ese momento soltaron un profundo suspiro.
- Por Dios, Granger, pensaba que no serías tan miedica y retrasada después de vencer al Señor Tenebroso. - la provocó Malfoy. Pero en ese instante Hermione se replanteó lo que quería hacerle al hurón, se acercó a éste y él sin esperar la reacción de la castaña le lanzó un Crucio a la chica segundos después del tortazo de Hermione.
- ¡¡AAAAAAAAHHHHHHHH!!- Hermione se retorcía en el suelo ante el dolor.
- Soy un buen caballero y dejo la tortura, pero a mí nadie, y escúchame bien, nadie me pone las manos encima.
Hermione intentó levantarse, pero el dolor que le había hecho sentir el Crucio del hurón, la detuvo y volvió a caer en el suelo.
- Te odio Malfoy ...
- El sentimiento es mutuo, sangresucia.- se ablandó un poco al ver en los ojos castaños de la chica unas lágrimas silenciosas.
- Mamá, ¿puede Hemione quedarse aquí? Si quieres le puedes dar mi cuarto. No creo que Herms pueda viajar por Red Flu o aparecerse con Harry.- interrumpíó Ginny que no había hablado desde que llegaron a la Madriguera.
- Cariño, si ella quiere, para mí sería un placer.- dijo la señora Weasley.
- Gracias, señora Weasley.- le agradeció Hermione.
- Ahora volvemos, Hermione. Vamos a por tus cosas.- dijo el moreno.
- Gracias, Harry pero solo me quedaré esta noche. No quiero ser un estorbo para Molly.
- No seas tonta, siempre serás recibida con los brazos abiertos.- interrumpió Molly.
Eran las nueve de la mañana por lo que a las nueve y diez tuvo todas sus cosas en el cuarto Ginny. Hermione salió al jardín a leer un libro que George le había prestado. Algo le hacía sombra, por lo que se volvió y se hizo realidad su temor, la persona que le hacía sombra era el estúpido hurón mal-teñido y engreído. En ese momento se acordó de que era un Slytherin, amigo de Theodore Nott, y sin poder reprimir las ganas de hacer la pregunta lo soltó.
- ¿Has hablado con Nott, Malfoy?- dijo la castaña sorprendida de su propio atrevimiento hacia el hurón.
- No. ¿Y esas confianzas con Theo?- respondió la cabeza mal-teñida de mala manera.
- Por saber, aunque no lo creas somos amigos. Y ahora si no te importa puedes moverte, me estás haciendo sombra.
Pero el rubio ni se molestó en hacerle caso a la sangre sucia, permaneció en pie detrás de la chica que se molestó.
- De acuerdo, si no te mueves, me tendré que ir yo y ...no te atrevas a seguirme, porque si lo haces puedes acabar muy mal.
- ¿Eso es una amenaza, sabelotodo?- preguntó el rubio mientras que Hermione se alejaba de él en dirección al callejón Diagon, dejando la pregunta del hurón sin responder.
Al llegar al callejón Diagon, lo primero que hizo la castaña fue ir a Gringotts, el banco de los magos. Cuando hubo sacado el dinero que necesitaría para comprar, sus pensamientos se desviaron hacia una lechuza parda con los ojos anaranjados y decidió ir a comprar una lechuza a la que cuidaría mejor que su última mascota, Crookshanks. La castaña se quedó maravillada al entrar en el Emporio de la Lechuzas. Le apetecía comprar todos los animales que había en esa tienda, pero recordando su propósito, centró toda su atención en las lechuzas y se quedó enamorada de una de color gris, con grandes ojos verdes azulados. Le preguntó a la dependienta cuál era el valor de tan hermosa lechuza y Hermione se asombró mucho por la respuesta de la chica.
- Solo quince galeones, querida.
- Pues en ese caso me la llevo.- la castaña pagó el dinero impuesto por la joven, sin dejar de sonreír. Pensó que ese día era demasiado magnífico como para volver a la Madriguera a verle la cara a Malfoy.- Muchas gracias, que tenga usted un buen día.
Se dirigió a la heladería Florean Fortescue, pidió un helado de chocolate con menta, se sentó en una mesa al aire libre y escribió una carta dirigida a Harry, Ron y Ginny:
"Querida Ginny:
Dile a Ron y a Harry si les gustaría ir a visitar Hogsmeade como
cuando estábamos en Hogwarts. Tú, obviamente, estás invitada.
Pensé que sería buena idea recordar los buenos momentos que
que pasamos allí. Me imagino las caras de Ron y Harry cuando
se enteren de que pueden volver a visitar Honeydukes y la tienda
de artículos de broma de Zonko. Nos vemos dentro de media hora en
el Caldero Chorreante. Espero que vengáis.
P.D: Cuidado, la lechuza me la acabo de comprar, no sé si muerde.
Un beso de,
Hermione"
Hermione fue al Caldero Chorreante a esperar a sus amigos, cuando éstos aparecieron, la castaña ya se había tomado dos vasos de cerveza de mantequilla, pero eso no le impidió saludarles. Acordaron aparecerse, pues ir andando era muy agotador y a Hermione le daban miedo las alturas como para ir en escoba. Todos propusieron un nombre para la nueva lechuza de la castaña.
- ¿Que tal ...Books?- propuso la comadreja pelirroja.
- No, es un nombre un poco ...raro.- se quejó Hermione.
- Yo pienso, que debería ser un nombre que identifique el carácter de Hermione.- ofreció el moreno.
- ¡Harry, cariño, no sabía que tú pensabas!- dijo Ginny. Todos se empezaron a reír en mitad de una calle de Hogsmeade, incluido Harry.
- Creo que lo llamaré Letras.- concluyó la castaña.- Harry, ¿todavía tienes el Mapa del Merodeador?
- Sí, pero solo te enseña los terrenos de Hogwarts.- dijo él lacónicamente.
- ¿Me lo puedes prestar?- preguntó la chica.
- Sí, claro todo tuyo ... espera, ¿vas a volver a Hogwarts?
- Es que, me gustaría volver a recordar ...- le explicó la castaña.
- Tranquila, Herms, tienes tus motivos, en cuanto lleguemos a casa te lo doy. Te enviaré a Hedwig a la Madriguera con el mapa, creo que ahora no interceptan las lechuzas.
- ¡Gracias, Harry!¡No sé que haría sin ti!- le agradeció Herms dando pequeños saltos de alegría.
Ginny quiso acompañar a Hermione a la Madriguera, mientyrtas que Harry iba a su casa a buscar el codiciado mapa. Hedwig llegó y la miniWeasley cogió el sobre y se lo entregó a la castaña. Ron había preferido quedarse en Honeydukes para después pasear por Hogsmeade.
- ¿Me acompañas a Hogwarts, Ginny?- preguntó una muy animada Hermione.
- No sé, Herms, tengo que hacer los preparativos de la boda.- respondió la pelirroja- Ups. Debí callarme seo.
- ¡¡Qué bien, Ginny!! No pasa nada si no vienes conmigo a Hogwarts, tu boda es más importante.
- Lo siento mucho.
- No pasa nada, tontita.- la tranquilizó la castaña.
Hermione se apareció en Hogwarts, cerca de la cabaña de Hagrid, o por lo menos, lo que quedaba de ella. Abrió el mapa, apuntó hacia éste con la varita y susurró:
- Juro solemnemente que mis intenciones no son buenas.
Se acercó a los jardines del castillo y con muchos Reparo consiguió arreglar durante dos horas la torre de Astronomía y gran parte de la torre de la casa de Luna Lovegood, Ravenclaw. Volvió al traslador, lo activó y se dirigió a la casa de los Weasley. Sintió ese extraño tirón en el ombligo, mientras pensaba que era mejor aparecerse, ya que no le agradaba mucho esa sensación. Llegó a la Madriguera y vio que Harry la estaba esperando.
- Herms, había pensado que como murió ...Sirius y Kreacher,- dijo éste con mucha pena al recordar a su padrino- podrías ir a vivir allí, yo ahora no utilizó esa casa ya que estoy viviendo con Ginny. Bueno, pero si estás a gusto aquí puedes quedarte.
- ¡Me encantaría! No es que no me guste estar aquí, pero necesito estar tranquila, rehacer mis prioridades ...- Harry al oír la respuesta de la chica sacó del bolsillo derecho de su chaqueta marrón una llave.
- La contraseña permanente es: "Orgullo sangre Black."
- ¡¡Gracias, Harry!! Te vuelvo a repetir ...¡No sé que haría sin ti!- agradeció Hermy.
La castaña utilizó el hechizo Baúl Locomotor y sus cosas se bajaron por las escaleras acomodadas en un baúl marrón canela. Se despidió de sus amigos y les dijo que los visitaría muy pronto. Se apareció en el que fue el Cuartel General de la Orden del Fénix y dijo la contraseña. Una vez dentro subió las escaleras con la jaula de Letras y ésta dentro, y su baúl a una habitación. Subiendo las escaleras sintió un cansancio enorme de repente, por lo que no deshizo su maleta y se acostó en la cama a dormir.
Cuando se despertó vio su piel, y se asustó al verla verdosa desagradable. Llamó a Hrry asustada. Marcó su número y habló
- Hola, Harry, me fui a dormir y me he despertado con la piel verdosa y no sé por qué además estoy continuamente cansada. Ayúdame.
- Viruela de Dragón.- murmuró el moreno- Bueno, yo no puedo ir allí pero envío a alguien a que te lleve a San Mungo, probablemente a Malfoy.- colgó rápidamente para no escuchar las quejas de la chica.
Malfoy llegó con cara de pocos amigos llamando a gritos el apellido de la castaña. Hermione le devolvió los gritos pero con una voz más apagada.
- ¡¡MAAAAAAALFOOOOOOYYYYYYYYYY!!
- Joder..., Granger, ¿qué diablos te ha pasado?- dijo Draco cogiendo aire, pues había ido hasta aquella casa corriendo y, para terminar el cansancio, las escaleras del mismo modo.
- Según Harry, tengo Viruela de Dragón, pero no tengo ni idea de qué es eso, hurón albino.
-¡Qué extraño que la sabelotodo no lo sepa! Nos vamos a la de ya, Granger- dijo Malfoy tajantemente.
Se fueron a San Mungo y Draco dejó a la chica de recepción a cargo de Hermione. A ésta la dirigieron a la segunda planta, dejando a al príncipe de Slytherin en la sala de espera. Un sanador de esa planta, Enfermedades Mágicas Contagiosas, era alto, con los ojos marrones, el pelo castaño claro, guapo y vestía una bata blanca, la revisó y le aseguró que tendría que quedarse allí para el tratamiento. El sanador la dejó sola y fue a la sala de espera, se situó junto al rubio y le preguntó:
- ¿Es tu novia?- al ver la negación del chico hizo otra pregunta, extrañado- ¿Tu mujer?
- No, ninguna de las dos, ¿por...?
- Porque me temo que se tendrá que quedar aquí la chica, su enfermedad es muy grave y necesitamos su colaboración acompañándola, ya que se sentirá sola y recordará los peores momentos de su vida. Si conoce a alguien que sepa Legeremancia y Oclumancia le pido que nos lo comunique.- explicó el sanador.
- Ah ...- el rubio se estaba decidiendo si decirle al sanador que el tenía esas habilidades, sin llegar a decir, que las había obtenido siendo mortífago.- Yo sé Oclumancia y Legeremancia.
- ¡Perfecto! En ese caso solo tiene que acompañar a la señorita ya que se sentirá muy sola cuando empecemos el tratamiento. Puede venir si quiere dentro de media hora. Buenas tardes, señor...
- Malfoy.
El sanador se fue por donde vino y el Slytherin se encaminaba hacia la puerta de salida cuando una voz conocida le llamó.
- Hola, Draco.- saludó una voz soñadora- ¿Qué te ha pasado?¿Por qué estás aquí?
- Hola, Lunática Lovegood. He venido por Granger.
- ¿Hermione?¿Qué le ha pasado?- preguntó Luna, preocupada.
- Tiene Viruela de Dragón. Creo que está en la planta de ...¡¡ENFERMEDADES MÁGICAS CONTAGIOSAS!!- gritó el rubio al ver que la Lunática se marchaba corriendo por las escaleras.
Cuando llegó a la planta que quería, tenía su bonito pelo rubio como si le hubiesen dado una descarga eléctrica y sus preciosos ojos azules soñadores con lágrimas a causa del estado en el que su amiga podría encontrarse. Abrió la puerta con el número doscientos ochenta y cinco y casi le da un patatús al ver a Hermione en la camilla con la piel de un tono verdoso poco saludable.
- Pobrecilla, seguro que han sido los Nargles los que te han enfermado.
- ¿Qué son los Narg ...?- empezó a decir Hermione, replanteándose si hacer o no la pregunta.
- Espera un momento, voy a ponerme un traje anti-contagio. Supongo que sabes que esa enfermedad solo se coge cuando estás en lugar donde hay mucho polvo.
- No, no lo sabía.- la voz de Herms sonó débil.
Luna se fue y Hermione se quedó sola. Como un remolino de ideas, la castaña se sumergió en una especie de pensadero imaginario y recordó sus peores momentos ...
"Allí estaba ella, en el salón de la mansión Malfoy con Bellatrix Lestrange y la daga de la mujer en su brazo, tatuándole la palabra << sangresucia >>(mudblood) y diciéndole a la tía materna de Malfoy que ella no había robado la espada de Gryffindor de su cámara de Gringotts ..."
Sintió la sensación de sumergirse en un pensadero y volvió a la realidad. La leona pensaba que había pasado una eternidad. Giró la cabeza hacia un lado y vio que allí estaba el rubio mirándola con pena, sintiéndose culpable del sufrimiento de la chica, culpable de haberse convertido en mortífago. Dejó sus pensamientos a un lado y dirigió sus palabras a la joven.
- Lo he visto todo. No es que me sienta muy a gusto, puesto que ocurrió en mi casa, pero sé que mi tía no es una "santa" y haría cualquier cosa, y escúchame bien cuando te digo esto , cualquier cosa para conseguir su propósito.- la chica se puso roja al pensar que Malfoy había visto su sueño o lo que fuese.- Te recuerdo que hice acto de presencia en la ...escena- el muchacho se estremeció al recordar esos momentos.
El chico iba a cambiar el traje protector de la Viruela de Dragón por su ropa normal, pero Hermione le llamó y el concentró toda su atención en las palabras de la castaña.
- Quédate por favor, ...Draco.- le pidió la chica.
- De acuerdo, espera un momento, ya vuelvo ...Hermione.- Draco sonrió de medio lado (esa sonrisa tan típica de todos los Malfoy.)
- Gracias.
El hurón albino se apareció en su mansión completamente desierta (toda su familia había muerto a manos de Voldemort, de la Batalla Final o de Molly Weasley, el caso de Bellatrix). Cogió un par de cosas de su habitación para estar en el hospital esa noche y cuidar de la chica (era bastante grande la habitación, con una cama verde y en una de las paredes sus enemigos y sus amigos, éstas estaban tapizadas de una tela de color plateado que hacía recordar las habitaciones de Slytherin, y se apareció otra vez en la habitación donde Hermione descansaba. Se sentó en una silla al lado de la chica y sacó de una mochila enorme una guitarra. Tocó unos acordes, miró la cara de la castaña en la que se reflejaba una sonrisa y empezó a cantar.
- 'Cause I live to get lost on lazy afternoons with you.
And what I'd give for any cause to turn a day into a few.
'Cause just one kiss is all I need.
Take my hand and let me lead.
Far away to an empty place.
I live to see your face smiling back at me after kissing you.
Got a trick right at my sleeve if i'm missing you ...
'Cause all l need to do to is close my eyes.
And you'll be right by my side.
'Cause all l need is you.
You're in my mind, everything's gonna be allright.
'Cause a thousand miles wouldn't keep me.
From seeing you. (Seeing you).
A thousand miles wouldn't keep me from seeing you.
So if l'only have one day left in my life.
I'd make you my wife.
I'd take your hand.
Fly to the warm sand.
That would be grand.
And in my last few hours.
I'd find you some flowers.
And for once, l wouldn't need my guitar.
'Cause right now l'd rather be in your arms.
Yeah you heard it right, i wouldn't need my guitar.
I'd rather be in your arms.
You're right, you can keep my guitar.
I'd rather be in your arms.
'Cause all i need to do is close my eyes.
And you'll be right by my side.
'Cause all i need is you.
You're in my mind.
Everything's gonna be allright.
'Cause a thousand miles wouldn't keep me from seeing you.
'Cause all l need is you, you're in my mind.
Oh yeah.
'Cause all l need to do is close my eyes.
And you'll be by my side.
'Cause all l need to do ...is be with you.
Everything's l do. I do it, girl, for you.-el príncipe de Slytherin terminó de cantar la canción y viendo la cara de la castaña se rió- La he compuesto yo, se llama All I Need.
- Es buenísima, ¿desde cuándo compones?- preguntó la chica, estaba maravillada.
- Desde que estuve a punto de perder la cordura por ser mortífago. He compuesto hasta ahora veintitrés canciones
- ¡Qué bien!-la chica dio un bostezo profundo- Creo que me dormiré, estoy muy cansada.
- Puedes dormir tranquila, yo me quedaré a cuidarte.
- ¿¿¡¡Qué!!??¿Por qué no puede cuidarme Harry, Ginny, Molly, Ron, George, Arthur ...?
- Por que ninguna de los que has nombrado tiene las habilidades de la Legeremancia y la Oclumancia, excepto Potter que sí las sabe pero no se le da muy bien.
- Vamos, que tienes que leerme la mente para poder sacarme de ese sueño de locos.
- Te ves guapa cuando te enfadas.- la castaña su puso roja como un tomate y el chico se rió- Y también cuando te sonrojas.- la leona le miraba extrañada- Puede que sea un capullo, pero reconozco las cosas cuando son verdad.