Tenía una hora libre, apenas he dado dos clases y ya necesitaba salir de aquí, no me gustaba demasiado el instituto, y menos si la mitad de los estudiantes me fichaban cada vez que me miraban solo porque mi familia murió en un incendio, yo no les miraba de esa manera aún sabiendo parte de los cotilleos que se traían. Alguien me dijo que en esta hora los chicos entrenaban para el partido de Lacrosse, y sabiendo que Scott entrena, y es un novato en esto, podría convertirse en cualquier momento, o también podría matar a alguien, sinceramente espero que no lo haga. No me gustaba ser la niñera de nadie, pero era eso o tener que estudiar para la case de matemáticas.
Con parsimonia me acercaba a las gradas, vi desde lejos al entrenador gritar y tocar su silbato, como la mayor parte de las veces, todavía no sé como ese señor se quedaba sin aliento con tanto tocar el pito.
— Eh, McCall, ¿A qué estás esperando?
Le preguntó a Scott, mientras este último solo levantaba una ceja, parecía que se había quedado pillado como un juego de ordenador.
Todos los jugadores habían hecho una fila, Jackson defendía la portería, donde estaba Danny dispuesto a pararlas todas. Jackson era el mejor del equipo, y nadie pasaba a Jackson cuando estaban en esa posición, sobre todo de defensa, al menos lo era antes de llegar al instituto y antes de que Scott se volviera tan bueno jugando. Uno a uno fueron pasando por Jackson, fallando, como era de esperar, no es que tuviera devoción por él, pero era un buen jugador. Scott corrió intentando marcar, pero Jackson dio unos cuantos pasos y logró placarle.
— ¿Qué clase de idiota siendo hombre lobo no logra placar a un humano?
Pregunté, sentándome en las gradas a lo cual, Scott inmediatamente me miró, prestándome toda su atención, parece que me ha escuchado. Estaba enfadado, yo no tengo la culpa de que sea un paquete.
— Eh, McCall. Mi abuela se mueve más rápido que tú, y está muerta, ¿Crees que puedes moverte solo un poco más rápido que el cadáver de mi abuela.
Preguntó furioso el entrenador, haciendo que todo el equipo se riera de Scott y cuchichearan sobre él. Sin duda, su comentario había hecho demasiada gracia, pero no me gustaba cómo se rieran de él, y no con él.
—Sí, entrenador.
Asintió, murmurando Scott apretando la mandíbula, estaba agachando la cabeza, creo que estaba avergonzado.
— ¡No te oigo!
Le gritó el entrenador. Empezaba a pasarse demasiado con él, su trabajo era enseñar, no humillar a sus alumnos. Alcé ligeramente la ceja, esperando que no hiciera otro comentario de ese tipo, o yo misma me metería en medio.
— ¡Sí entrenador!
Le devolvió el grito. Estaba enfadado, demasiado, la cosa iba a ponerse fea. Podía ver el color de ojos amarillo brillante de Scott detrás del casco, las uñas rompían los guantes y el pelo salía de sus mejillas.
Scott volvió a su sitio, sin importarle la mirada de los demás, he hizo un giro de muñeca para coger con el stick una pelota. Volvió a repetir la jugada, placando a Jackson, pude escuchar como uno de sus huesos de Jackson se rompía, genial Scott ve dando pistas de lo que somos. Pero Scott tampoco estaba bien, aún no lo controlaba, tenía que buscar un ancla rápido, algo a lo que aferrarse para que no le costara tanto, y eso sólo se lo podía enseñar Derek, aunque no creo que esté muy dispuesto.
Stiles, el cual estaba mirando nervioso la situación, se acercó a Scott para llevárselo lejos de aquí, estaba convirtiéndose, y esto no era bueno para nadie. Puede que tenga que ir a ayudarle, no puedo permitirme que alguien salga herido estando yo cerca.
Me levanté rápidamente recogiendo mi mochila de las gradas y me dispuse a ir hacia el vestuario de los chicos, donde estaba escuchando movimiento con mi capacidad auditiva.
Recorrí los pasillos con un paso agitado y abrí nerviosa la puerta.Y como yo predecía, Scott estaba persiguiendo a Stiles. Me convertí para poder pararle, no lo hacía por Stiles, lo hacía porque si no, nos descubrirán a todos. Agarré uno de los brazos de Scott y lo empujé hacia las taquillas, mientras que él hizo lo mismo impulsándome con la pierna. Mierda. Stiles, mientras que Scott todavía estaba incorporándose, cogió uno de los extintores para rociarnos con él. La idea funcionó, haciendo que Scott volviera a ser él, pero también podría haberle enfurecido más.
— Stiles, ¿Qué ha pasado?
Preguntó aturdido mientras se levantaba e iba al lado de su amigo Stiles, yo me limité a rodar los ojos, estaba claro que no me había visto y que tampoco recordaba demasiado lo que acababa de suceder.
— Has intentado matarnos, aunque bueno, si la matas a ella no me importa.
Terminó por decir Stiles, señalándome. Espero que sea una broma, porque la gravedad de esto es superior a lo que él cree, nunca ha sido de esta manera, por lo que supuse que estaba enfadado conmigo por algo que pasó en el pasado.
— Stilinski, te recuerdo que estaba salvándote el culo.
Levanté mi dedo índice, señalándole como él lo estaba haciendo conmigo, también tenía el ceño fruncido. Stiles no tuvo más remedio que callarse la boca ante mi comentario, estaba vivo por mi intromisión.
— Lo desencadena la rabia, y si sigues jugando a Lacrosse, puede que mates a alguien en el campo, el sábado no juegas McCall.
Terminé diciendo, no es que quisiera ser su amiga o algo parecido, solamente quería que no hiciera algo que pudiera entrometernos, pues ya me había dado cuenta de que ese chico no era para nada el alfa. Suspiré, sentándome en uno de los bancos que tenía el vestuario, uno de los dos que tenía.
— Pe..pero soy titular.
Se quejó, tartamudeando y haciendo lo mismo que había hecho yo, pero no estaba sentándose a mi lado, creo que todavía no se fiaba mucho de mí, yo tampoco lo hacía de él. Estaba intentando ayudarle, no necesitaba que se acercara demasiado a mí.
— Ahora ya no.
Alegó Stiles. Era la primera vez que Stiles me daba la razón en algo, espero que no fuera la última, porque su amigo acababa de convertirse en algo que podría matarle cada vez que se enfadara.
— Todo es por vuestra culpa, si Derek no le hubiera convertido no estaría pasando esto, y tú... ¿No se supone que estabas muerta?
Preguntó Stiles, empezaba a molestarme que todo el mundo se creyera con derecho de preguntarme ese tipo de cosas y nos echaran las culpas de todo lo que estaba sucediendo en el condado.
— Derek no fue.
Me levanté del banco apretando mi mandíbula, intentando evitar la conversación de mi supuesta muerte, lo cual, no conseguí. Comencé a caminar hacia la puerta del vestuario, quería salir de ahí lo más rápido posible.
— Espera.
Me detuvo de nuevo, parecía que Scott había desaparecido de allí y solamente quedábamos nosotros dos. Pero empezaba a cansarme, quiero irme de aquí y él no hacía más que impedírmelo.
— ¿Por qué no moriste en el incendio?
¿Y a él que le importaba? Creo que para caerle mal era bastante curioso sobre mi vida personal, que fuera a preguntarle a cualquier otro o se metiera en los registros de su padre, eso se le daba bastante bien.
— Yo no estaba en mi casa.
Ahora sí, me di media vuelta y me marché del vestuario, el cual apestaba desde que llegué al instituto, a ver si lo limpiaban. Tampoco era mi intención contarle a esos dos lo que pasó en mi casa, solo quería quitármelos de encima.
Iba a salir por la puerta del instituto, pero me di cuenta de que no tenía coche y el estúpido de Derek no me lo dejaba. Tampoco es que se tarde tanto, simplemente andar sola por el bosque mientras hay un alfa maligno rondando por Beacon Hills, no me agrada. Sin embargo no tardé mucho en llegar, aproximadamente media hora, me costó demasiado andar por el bosque sin pensar en los peligros.
Cuando llegué había unos coches de policía frente a mi casa, me acerqué para poder ver lo que estaba pasando, alguien había desenterrado la mitad del cuerpo de mi hermana Laura que escondimos, nada más y nada menos que por Scott y por Stiles, lo cuales creían que el culpable fue Derek. Habían llamado al Sheriff Stilinski, y eso significaba que Derek iría a la cárcel por algo que no había hecho. No tardarían mucho en descubrir, que quien la mató, no fue una persona, fue un lobo, más bien, el alfa.
— ¿Que habéis hecho?
Me acerqué furiosa a ellos, observando como Derek estaba en la parte trasera del coche patrulla, y me miraba con algo de pena, supongo que no me quería dejar sola con esto estos días, pues no tenía miedo a que lo culparan, pues él no había sido.
— Encontrar al culpable.
Stiles hizo un gesto victorioso, mientras yo me pensaba seriamente si golpearle o no, alguna gilipollez más, y terminaría haciéndolo. De verdad lo haría, pero si lo hiciera no pararía hasta matarlo, y tampoco puedo permitirme eso.
— ¿Y quien se supone que es el culpable? ¿Derek?, porque no sabéis nada.
Me quejé, apuntándoles con el dedo, lo cual terminaron por asustarse y dar un paso hacia atrás, algo parecía estar haciendo bien. Suspiré, comenzando a masajearme las sienes con la yema de los dedos, me provocaban dolor de cabeza.
— ¿No fue Derek?
Preguntó Scott confuso levantando una ceja, Stiles terminó por mirar avergonzado la situación, o puede que se viniera venir un puñetazo de mi parte si volvía a abrir la boca. Estaban provocándome malestar, no sabía que me iba a resultar tan duro la vuelta a Beacon Hills.
— ¡No!
Le grité, haciendo que volvieran a retroceder otro paso, sabía que me tenían miedo, y eso era bueno, aunque no deberían tenérmelo, soy la amable de la familia, junto con Cora. Me atrevería a decir que soy la más simpática de todos ellos.
— Supongamos que te creo ¿Por qué habéis escondido la otra mitad?
Estaba siendo demasiado curioso, y de nuevo empezaba a enfadarme, creo que tengo pequeños problemas de ira, no sé de quién los habré sacado, Peter era el más parecido a mí en ese sentido.
— Para que no descubrieran los que somos.
Murmuré. Iba a gritar, pero había demasiados policías cerca, no quería ganarme problemas. Era lo más obvio, y seguro que Stiles lo hubiera adivinado si no se hubiera parado a pensar en teorías conspiratorias.
— Eso tiene sentido.
Stiles volvió a darme la razón a lo largo del día, pero solamente se limitaba a asentir con la cabeza y mover las manos. Claro que lo tiene, porque eso fue lo que pasó realmente, no creo que mi hermano fuera capaz de matar a alguien de su familia conscientemente,
— Sí, y como Derek no salga os juro que os mato.
No alardeaba, lo haría, y no tengo miedo de ello y me quitaría a dos problemas de encima, aunque estaba claro que me ganaría otros, pero creo que soy lo suficientemente inteligente como para que no pudieran sospechar de mí, solamente encontrarían pelo de animal.
— Nos las apañaremos para sacarle.
Sacudió Stiles la cabeza mientras se tocaba la nuca, no esperaba menos. Scott asentía rápidamente, parecía estar de acuerdo con su amigo, al menos estaban empezando a entender lo que llevaba días explicando.
(...)
Scott no logró poner escusa para el partido, lo cual le tocó jugar a pesar de lo que le había ordenado. Todo el mundo sabía que Jackson y Scott no se llevaban bien, pero todo el equipo estaba en contra de él, nadie le pasaba la pelota, y todo porque Jackson es el capitán. Eso no era lo peor, Lydia había hecho que Allison levantara una cartulina que ponía el nombre de Jackson y que le querían, porque había marcado, por segunda vez consecutivamente.
Habíamos ganado el partido por algunos goles que había metido Scott, pero tuvo que irse corriendo al vestuario si no quería herir a nadie. Fui a buscar a Stiles, corrimos hacia el vestuario en busca de Scott, pero para nuestra desgracia, había alguien con él en el baño, pero no la estaba haciendo daño. Allison.
Pudimos ver como Allison y Scott se estaban besando. No ha pasado mucho tiempo, pero tengo la sensación de que Scott ha encontrado un ancla, alguien iba a tener que explicarle lo que significaba.
—Stiles, Sarah.
Dijo Allison mientras se reía y salía por la puerta, a mí no me hacía gracia, pensaba que Scott estaba desgarrándole el cuello con sus garras. Abrí mis ojos como plato, los cuales seguían los pasos de Allison hacia la puerta.
— La he besado.
Dijo Scott sonriente cuando notó que Allison se había ido, a eso se refería cuando me dijo que estaban saliendo juntos, pero dudaba mucho que se hubieran besado anteriormente. Suspiré, terminando finalmente por cerrar los ojos.
— Lo hemos visto.
Stiles le dio una palmada en el hombro a Scott, bien contento por su amigo. Lo cual me hizo pensar, en si Stiles había besado a alguien alguna vez, al menos sé que sin lengua sí, fui totalmente consciente de eso.
— Ella me ha besado.
Todavía no se lo creía, sin embargo dio varios pasos hasta salir del vestuario, supongo que iría a buscarla de nuevo para seguir lo que habían comenzado, espero que no me deje sola con Stiles o terminaría yéndome a mi casa.
— También lo hemos visto.
Respondimos al unísono, negando lentamente con la cabeza para poder ver como poco a poco se iba alejando de nosotros.
— No sé qué miráis, vosotros también lo habéis hecho.