Una noche un hombre transitaba de prisa por un camino en medio del bosque, la razón por la cual pisaba a fondo el acelerador no era para mas, y es que el lugar era conocido como “El Bosque de los Suicidios” debido a la gran cantidad de personas que había pisado el lugar para acabar con su vida.
De pronto se vio en la necesidad de frenar bruscamente, pues en medio del camino, había una pareja de jóvenes tendida en el suelo, la chica estaba inmóvil, pero el chico agitaba los brazos en señal de ayuda, de inmediato el hombre bajó del coche dispuesto a ayudar. También un poco molesto por lo ocurrido le reclamó al joven –Pero ¿que están pensando?, ¿qué hacen ahí tirados a medio camino?, pudieron haber ocasionado un accidente- el chico agitado le respondió al hombre: -Venimos a suicidarnos… teníamos planes de casarnos pero nuestros padres lo impidieron, pero estoy arrepentido, por favor llévenos a un hospital…-.
Después de escuchar la confesión del chico y la mirada de consternación en su rostro, decidió acabar con los cuestionamientos y prestar la ayuda necesaria, llevó cargando hasta el coche a la chica que no se movió durante el trayecto y regresó por el joven, que lucía muy mal.
Durante su travesía el joven estaba muy nervioso contantemente preguntaba al conductor -¿Está lejos el hospital?…Por favor dese prisa…-. Cuando estuvieron en la entrada del hospital el hombre bajó gritando por ayuda: -¡Socorro!, por favor, traigo a dos personas muy graves-Mientras las personas eran ingresadas el buen samaritano explicaba lo sucedido al personal del hospital. El chico parecía haber perdido el conocimiento.
Fueron largos momentos de espera, hasta que el médico encargado del caso salió para hablar con el hombre:
-¿Qué pasó Doctor?, ¿Cómo están los jóvenes?-
-Siéntese… Vamos a ver, según lo que explicó los encontró en el bosque, ¿verdad?-
-Sí- respondió el hombre de prisa
-¿Hace cuánto tiempo?- insistía el medico
-No será más de una hora-
-Y dice que habló con el chico- asentía el Doctor un poco desconcertado
-Sí, la chica no estaba consciente pero el chico me explicó lo sucedido y todo el camino me presionó para apresurarme-
La cara del médico no expresaba convencimiento ante las palabras el hombre, hasta cierto punto lucia algo confundido, y terminó por decir con un poco de duda:
-Es que… eso no puede ser posible… ambos llevan muertos más de cinco horas…