No soy tu princesa.©

violetslay

1.5M 75.4K 9.2K

"― Yo de ti no jugaría a fútbol. ― dijo, acercándose más a mí, de modo que tuve que levantar un poco la cabez... Еще

No soy tu princesa.
01. ¡Idiota!
03. En el mismo equipo.
04. Pizza y más pizza.
05. ¿Enemigos?
06. De nuevas y principiantes.
07. Polos opuestos.
08. Bajo el mismo techo.
09. Algo no va bien.
10. Rupturas y helado.
11. Primer partido.
12. Annielleta.
13. Corazones rotos y fiestas.
14. Pruebas.
15. Algo como amigos.
16. ¿Conocerme?
17. Preguntas.
18. Gracias, Parker.
19. Antes del desastre.
20. Acampada.
21. Reencuentros y problemas.
22. Recuerdos.
23. Enamorado.
24. Una nueva guerra.
25. Operación mortadela.
26. Chicos, soy gay.
27. Indirectas y cambios.
28. El ¿amor? está en el aire.
29. Hakuna Matata.
30. Y los problemas vuelven.
31. Recuerda eso, Parker.
32. Perdiendo el norte.
33. ¿Estás nerviosa?
34. Nick Carter.
35. Intento de Cupido.
36. Baile, zorras, y un idiota enamorado.
37. Te quiero, idiota.
38. Esto no se ha acabado.
39. Algo más que eso.
40. Alma de la fiesta.
41. Último partido.
42. Colores, miradas y una llama.
43. Alguien diferente. [Parte I]
44. Te lo prometo. [Parte II]
Especial uno: Princesa.
Especial dos: Brianna Smith.
45. Cuento de hadas. [Final]
Epílogo.
Agradecimientos y aclaraciones.
¡Gracias por los 1M! ♡

02. Mala suerte.

60.6K 2.7K 597
violetslay

― ¿Qué hace este en mi casa? — dije, y alcé una ceja.

James y Chris se giraron en mi dirección, y este último me miró de arriba a abajo.

— Bonitas zapatillas. ― dijo finalmente, y sonrió burlón.

Suspiré, terminé de bajar las escaleras y fui directamente a la cocina.

¿Cuánto tiempo más voy a tener que aguantarle?, suspiré.

Como no tenía ninguna intención de cocinar, agarré una bolsa de snacks y una bebida y subí a mi cuarto de nuevo, cerrando la puerta con llave detrás de mí.

Me senté en mi cama con la bolsa a mi lado, cogí mis auriculares y puse música mientras trataba de leer un libro que había encontrado en la estantería del cuarto de mi madre hacía unos días y lo comencé a leer, ya que parecía interesante.

Trataba de una sociedad dividida en cinco facciones, y cada una era diferente, pero en una ceremonia anual se podían cambiar de facción.

Creo que su nombre estaba algo relacionado con detergente, o algo así.

El ruido que hacían mi hermano y su amigo no me dejaba leer, así que puse el libro a un lado y me tumbé sobre mi cama.

¿Cómo puede ser posible? ¿Qué he hecho yo para merecerme esto?

No, al karma no le bastaba con tener que poner a este imbécil en mi camino, sino que también resulta que es amigo de mi hermano.

Cuando me cansé de oír tanto ruido, me levanté, salí de mi cuarto y bajé las escaleras hacia el salón.

― ¿Os queréis callar ya? ― dije, sin intentar siquiera sonar amable. Los dos apartaron la vista de la televisión y voltearon a verme.

― No. Venga, ¿por qué no juegas una partida? — dijo mi hermano, mientras cogía un nacho del bol. 

― Porque tengo cosas mejores que hacer que perder mi tiempo con dos retrasados. ― solté.

― Venga, sólo una, por favor. ― suplicó mi hermano.

― ¿En serio piensas que me creeré eso? ― rodé los ojos y alguien me agarró del brazo.

― Por favor, Annie. Y bajaremos el volumen. ― suspiré.

― Ugh, vale. Sólo una. ― me senté en el sofá al lado de mi hermano.

Me tocaba jugar primero contra Chris, así que lo hice lo mejor que pude con tal de callarle la boca con su teoría de que los chicos pueden hacer cosas que las chicas no pueden.

En realidad, Annie, hay 'determinadas' cosas que los chicos hacen y las chicas no pueden hacer.

Preferí ignorar a mi conciencia y concentrarme en la partida, pero de todas formas me ganó, no sabía cómo, pero algo tenía claro y era que aquello no se iba a quedar así.

― Esto no se va a quedar así. ― le dije, mientras le miraba con mi cara más vengativa.

En cambio, cuando jugué contra mi hermano sí que le gané, lo cual no era ninguna novedad.

― Ya está, ahora dejad de hacer ruido. ― dije a la vez que me levantaba del sofá.

Subí las escaleras, volví a mi cuarto y cerré la puerta detrás de mí.

No tenía nada mejor que hacer, así que me tiré en la cama y intenté dormirme.

Aunque, obviamente, mi hermano y su amigo tenían otros planes... de nuevo.

Después de un rato oí un timbre, así que me levanté y bajé las escaleras.

Mi hermano había ordenado una pizza, al verme me hizo una seña para que fuera y dejó la pizza sobre la mesa.

Comí dos trozos de pizza y subí las escaleras con la intención de volver a mi cuarto. De todas formas, ¿qué iba a hacer yo ahí?

Porque aguantar a esos dos, desde luego que no.

No me malinterpretéis, no soy una persona antisocial ―al menos no taaan antisocial―, es sólo que, ya sabéis lo que dicen; mejor sola que mal acompañada. O acompañada por idiotas, en mi caso. 

Cuando llegué al pasillo, ni siquiera pude entrar a mi cuarto cuando sentí que alguien me empujaba contra la pared.

Abrí los ojos y ví a Chris, quien me estaba acorralando contra la puerta de mi cuarto, y demasiado cerca para mi gusto.

― ¿Enfadada porque te he ganado la partida, rubia? ― dijo, y sonrió de lado.

Lo admito; sí, era guapo. Demasiado, de hecho. Y a esa distancia podía ver sus perfectos ojos verde esmeralda, y sus rosados labios, y...

Demonios, ¿¡en qué mierda estoy pensando?!

Conseguí liberarme de su agarre, entré en mi cuarto y fui a cerrar la puerta, pero ya sabéis quién puso el pie impidiéndome cerrar la puerta.

― ¡Déjame tranquila! ― dije, empujando la puerta, aunque, claramente, él era más fuerte que yo. ― Eres más pesado que mi profesora de educación física, y irónicamente.

― Es que es divertido hacerte rabiar. ― rió. Un día de esos le mato, en serio.

― Mantén tu testosterona lejos de mí, Parker. ― le amenacé, y éste quitó rápidamente el pie haciendo que tropezara dándome con la cara en la puerta.

Bueno, en parte, tú te lo has ganado. Le dijiste que se fuera, ¿no es así?

Agh, cállate ya, maldita sea.

Desconecté una parte de mi cerebro y apreté los puños.

― Idiota. ― murmuré aún con la cara en la puerta, y al parecer lo oyó porque se escuchó una carcajada desde la escalera. Me niego a aguantar a ese imbécil.

Me alejé de la puerta y me dirigí al baño para mojarme la cara, en la cual se me había quedado el golpe levemente marcado.

Suspiré, observando la pequeña marca morada en mi frente. Genial, ahora parecía un extraterrestre, y ponerme maquillaje encima no iba a servir de nada.

La puerta del baño se abrió de repente y me dí la vuelta con un cepillo en la mano, preparada para enfrentar a Chris de nuevo, pero no era nadie más y nadie menos que mi mejor amiga.

― ¿Diana? ¿Cómo has entrado aquí? ― dije, y rió ante mi cara de confusión.

― ¿Te acuerdas de que hay una escalera que lleva directamente a tu ventana? ― asentí, y enseguida lo entendí todo. ― Pues puede o puede que no haya subido por ahí y entrado a tu cuarto desde tu ventana.

― Recuérdame que quite esa escalera de ahí. ― ambas reímos y Diana frunció el ceño.

― No sabía que te gustaba disfrazarte de extraterrestre, Annie. ― sonrió de lado y rodé los ojos.

― Ni me lo recuerdes; el idiota de Parker me ha cerrado la puerta en la cara. ― me quejé, y me abrazó en forma de consuelo.

— Tranquila, ya nos ocuparemos de ese tal Parker. ― dijo, en un tono de voz maternal. ― Bien, mañana tenemos exámen, así que ¿qué tal si vamos a estudiar y luego me ocupo de esa marca que parece digna de alguien del planeta Marte? ― reí y nos dirigimos a mi cuarto de nuevo, para luego sacar mi libro de inglés.

— Oh, gracias por animarme. ― dije sarcásticamente, y me senté sobre mi cama al lado de Diana, la cual rió antes de volver su vista a su libro de inglés.

***

Cuando finalmente conseguimos terminar los deberes —ya que mi hermano estaba cada dos por tres interrumpiendo porque no encontraba algo y me acusaba a mí de habérselo quitado―, Diana bajó por la escalera de mi ventana de nuevo, y bajé al salón a ver si, con suerte, Chris ya se había ido.

Pero no, no se había ido, y estaba comiendo galletas.

Esperad... mis galletas. Estaba comiéndose mis galletas.

¿Acaso era esto una declaración de guerra? Oh, pues si quería guerra, guerra iba a tener.

― ¡¿Se puede saber por qué ese simio no evolucionado tiene sus sucias manos encima de mis galletas?! ― grité.

― ¡Annie! ― gritó mi hermano, a la vez que intentaba matarme con la mirada.

― Está bien, Jay. Son las hormonas. ― rodé los ojos, y dejó el paquete de galletas encima de la encimera.

¿Las hormonas, yo? ¿Acaso este chico sufre de algún tipo de retraso mental o algo?

― Ah no, Parker, no vas a robarme mis galletas y irte de rositas. ¡Devuélveme mis galletas! ― dije a la vez que corría para abalanzarme sobre él, pero mi hermano me subió sobre su hombro impidiéndomelo.

― ¡Pero si ya me las he comido, ¿cómo quieres que te las devuelva?!

Gruñí, Chris sólo se empezó a reír. Mucho. De hecho, se cayó al sofá de la risa.

¡Enfoiré! ¡Va te faire enculer! ― grité, y éste rió más.

Tardó unos segundos en calmarse, levantarse y acercarse a mi hermano.

― Bueno, mejor me voy ya antes de que tu hermana me mate. ― dijo, para luego mirarme y guiñarme un ojo, y chocaron las manos ― Nos vemos mañana hermano.

Mi hermano se despidió y cerró la puerta detrás de él.

― Te tengo fichado, y eso no es bueno. Nada bueno. ― dije mirando a mi hermano, y retrocedí lentamente en dirección contraria a las escaleras.

Продолжить чтение

Вам также понравится

2.6M 130K 80
-¿¡Qué intentas hacer idiota, bájame!?-grite enojada, esto ya superaba mi gran paciencia. El gran idiota me tenia sobre sus hombros, ¿su objetivo? ti...
Never Again [Editando] aa-maria

Подростковая литература

312K 11.1K 83
Ellos podrían ser fácilmente el Cliché más perfecto que van a encontrar. Porque eso son. Pero también hablamos de la superación de un corazón roto...
4.1K 539 19
500 años han pasado, ya todos se han ido, una propuesta de una nueva vida sorprenderá a Gokú, quien acompañado por alguien especial, comenzará una nu...
988K 48.2K 72
#1 libro. Ten cuidado al cruzarte en el camino de Nicholas Anderson. Nisiquiera pienses en dirigirle la palabra por que cuando abre su boca no hay v...