Narra Mangel
Escuche un disparo. Me habían dado. Una me dieron en el abdomen y otro en mi pierna. Sentía que la vida se iba. Solo podía escuchar las voces. Llamaron a una ambulancia. Cada vez me costaba mas respirar. Era más acelerada. Solo podía escuchar es Ruben lamentarse. Escuche que llego una ambulancia. Me pusieron en la camilla. Me estaban dando respiración. Llegamos al hospital y me pusieron en una sala. Me revisaron donde te las balas. Me sacaron la de la pierna y luego la del abdomen.
-Doctor-escuche que una voz femenina dijo, era una enfermera.
-No...-dijo el doctor con la cabeza baja-me temo que le tenemos que avisar a sus familiares.
Los dos salieron. No me podía mover. Vi para todos lados. Me estaban pasando sangre. Me sentía débil. Pase solo como 10 minutos. Escucho que abro la puerta. Alguien entro. Ruben.
-Mangel-dijo con ya con algunas lagrimas, en sus ojos verdes-Lo Siento, todo esto es mi culpa-dijo mirándome fijamente, sin apartar la mirada-perdón, por dejarte solo, seguís siendo mi mejor amigo, sabes que te quiero y-estaba apunto de gritar del dolor que sentía-joder, no te mueras-dijo llorando en la cama-Puedes morir Mangel Rogel-dijo agarrado me la mano.
Le quiero hablar y no podía, estaba inmóvil. No podía hablar, no podía mover ni un solo dedo. Que me hecho ?Que ha pasado ?
Vi que Ruben se levanto. Quería darle una señal. De que estaba bien, de decirle todo lo que le pude decir, por todo el tiempo que pasa juntos y se fue. Me quede solo.
Cada día me sentía más débil. Todos los días venia Ruben a dejarme presentes. Era tan lindo. Pero cada día me sentía más débil.
Me sentía arrepentido de lo que había hecho, de lo que había pasado. Me siento mal por no despedirme de Ruben, me siento por la persona en que me convertí.
Todos los días enteraba una enfermera a revisar las cosas, todo estuviera en su lugar y todo fuera bien. Y el doctor para revisarme.
Cada día era mas sufrimiento el que sentía. No podía respirar. Casi no comía. Pálido.
Hoy llego el doctor y la enfermera. Otra vez. Estaba vez, fue para mal, muy mal.
-Doctor, El paciente Miguel Ángel Rogel...-dije la enfermera mirando la lista que tenía.
-Lo siento señorita Stela, el paciente, no vivirá-dijo mirándola a los ojos-Me temo decir que yo daré la mala noticia a sus amigos y familiares.
El doctor salió y la enfermera, también.
Moriré. Estaba en estado tranquilo, no sabia como asimilar todo. La puerta se abrió de golpe. Vi a un Ruben con ojos lloros, rojos, inchados, de llorar. La nariz la tenía tapada. Tenía una sonrisa falsa. Cerro los ojos. Suspiro. Cayeron dos lagrimas. Lo abrió y luego avanzo así mi. Se sentó en la cama, su respiración era acelerada.
-Mangel-dijo con la nariz tapada y quitándose unas lagrimas-Yo, lo siento-agarro aire por la boca, el monitor donde estaban mis latidos cada vez se iban haciendo más débiles y yo también. Ruben respiro lo ma rápido que podía-Lo siento, por no estar contigo, por dejarte-estaba siendo sincero-Quisiera corregir mi error y poder volver a ver, a abrazar-tomo aire-Ti haz sido la mejor persona que he conocido, me cambiaste la vida Miguel Angel Rogel-se quito un poco lo tapado de la nariz-Gracias, por tototodooo-dijo casi sin poder hablar, tartamudeando-No tengo palabras para decirte todo lo que cambiaste mi vida, haz formado gran parte de ella, no tengo palabras para agradecerte cada cosa que hiciste por mi y que sin ti nada va ser igual-dije sonriendo de una forma que nuca la había visto-No te vayas-Se escucha menos mi latido, en el monitor-Te amo Miguel Angel Rogel-dije agachando la cabeza-Ust-dijo intento sonreír un poco pero fue en vano, fuera para que mas llorara. Ruben estaba acostado en mis piernas-Rubelangel-dijo y luego escuche. El pitido. De que había muerto. Recuerdo, escuchar unos gritos y luego todo se volvió nublando. Estaba muriendo. Corrijo. Había muerto. Escuchando algo que nunca, ni en la vida, ni en la muerta iba a olvidar.