A la mañana siguiente sentí que alguien tocó la puerta de mi habitación. En ese momento me di cuenta que aparecí en mi cama por arte de magia.
-¿Quién es...? -pregunté media dormida con cara de zombie.
-Soy Ittoki -dijo la voz desde el otro lado de la puerta. Oh mierd*... había olvidado que estaba viviendo en mi casa ¿Qué pasará si me ve con la cara de cadáver que tengo ahora?- tu madre ya se fue al trabajo, pero me dijo que debía levantarte a esta hora para ir a la escuela.
-Y-Ya veo -dije yo- g-gracias, Ittoki.
-No hay problema -respondió él- el desayuno está listo así que puedes bajar a desayunar primero si lo deseas.
¡¿Qué?! pensé para mis adentros... miré el reloj y efectivamente eran las 6:30 am. Realmente este chico es una máquina... me miré al espejo y tenía el peinado de Goku ¿Qué debía hacer? sería muy vergonzoso si me viera en esta pinta. Yolo, no tenía otra opción, así que me peiné un poco con la mano y salí de mi cuarto.
Otoya no estaba por ningún lado, por lo que lentamente me asomé al cuarto de mis hermanos con suma confianza, los cuales estaban durmiendo placidamente aún. Malditos suertudos que pueden dormir hasta tarde...
Bajé las escaleras y vi que en la mesa habían dos tazas de té recién preparadas, junto con un par de sándwiches con mantequilla.
-Buenos días, (t/n) -me saludó Ittoki con una voz cansada, apareciendo desde la cocina. Tenía puesto un pijama con algunos botones desabrochados que dejaban mostrar un poco la piel de su pecho, pero lo que me pareció más divertido era que su traje para dormir tenía ositos de felpa estampados como todo un macho.
-Buenos días -le saludé mirando su pijama y hablando en broma- lindo pijama, Ittoki...
Ittoki miró su pijama y soltó una risita al igual que yo, realmente sigue teniendo una esencia de niño pequeño, aunque eso no me molestaba en absoluto. De hecho es muy adorable.
Ambos nos sentamos en las sillas que estaban alrededor de la mesa para empezar a comer.
Ittoki cerró los ojos y al parecer agradeció el desayuno. Hice lo mismo que él y empecé a tomar ligeros de sorbos hasta que terminé.
Ittoki al terminar, se levantó de la mesa al igual que yo para preparar nuestros uniformes.
-Ittoki, lamento lo que te pudo haber dicho mi madre ayer, me quedé dormida junto a Kazuki en el sofá y más encima mi madre debió cargarme hasta mi cama -le dije- así que no escuche todo lo que te dijo.
-En realidad... -dijo Ittoki con vergüenza- yo te deje en tu cama anoche.
-¿D-D-De verdad? -pregunté totalmente roja. Qué vergüenza... de seguro me vió con la media cara de muerta, mientras me subió por las escaleras anoche ¿Y si ...estaba roncando?
-Si, lo siento -me contestó subiendo las escaleras para alistarse- tu madre también se quedo dormida apenas me mostro mi nuevo cuarto y como no encontré una manta para cubrirte te llevé a tu habitación.
-Oh bueno -le respondí subiendo a mi habitación para prepararme también.
[...]
Al terminar de alistarnos, ambos comenzamos a caminar hacia la escuela en silencio total. Ahora que lo pensaba... debía verlo la mayoría del día en la escuela también.
-¿Ittoki, qué más te dijo mamá ayer? -le pregunté sin querer escuchar la respuesta realmente.
-Bueno... -dijo Ittoki apoyando ligeramente su dedo indice sobre su mejilla, mientras pensaba- lo que más me repitió fue que mantuvieramos en secreto el tema de mi trabajo en tu casa como niñero y sobretodo que vivíamos bajo el mismo techo. Pues probablemente si alguien se entera podrian pensar que...
-Ah entiendo -dije mirando hacia otro lado, mientras caminabamos- al fin llegamos.
Ittoki y yo entramos al establecimiento, donde de inmediato Tora al verme, se alejó de Yamada y se lanzó a mis brazos como si fuera una bebé.
-¡Baka! -me dijo, mientras me abrazaba- me tenías preocupada ¿Estas bien?
-Lo siento -me disculpé correspondiendo su abrazo- estoy bien, Tora. No te preocupes.
-Tsk... miren quien apareció -dijo Yamada refiriendose a mi.
- Ca-lla-di-to -le dije recalcando mucho la palabra, mientras lo miraba feo.
-Ittoki kun ¿Comerás con nosotros otra vez? -le preguntó Tora al pelirrojo con mucha confianza.
-Claro -sonrió éste con timidez.
-¡Eso es genial! -celebró Tora sin notar lo celoso que estaba Yamada.
-Hoy no -dijo Yamada de brazos cruzados mirando a Ittoki.
-¿Eh? -preguntamos confundidas Tora y yo mirando a Yamada.
-Tenemos que competir en carreras contra el equipo de la clase A -explicó Yamada- de hecho, es en un par de minutos el entrenamiento.
-Clase A... es la clase de Nanami chan ¿verdad? -pregunté.
-Exacto -dijo Yamada- pero claramente solo compiten los varones, así que simplemente ella apoyará a su clase.
-Ehh -se quejó Tora- ¿Quieres decir que ustedes dos no estarán en todo el día con nosotras?
-Lo había olvidado la verdad -dijo Ittoki.
-Yo no conozco a ningún chico de la clase A... -dijo Yamada- así que no sé que tan rápidos sean.
-Cecil Aijima... -dije en voz baja de forma inconsciente.
-¿Qué dijiste, (t/n) chan? -me preguntó Tora. Yo no quería volver a decirlo, pues probablemente me preguntarian como lo había conocido.
-Ah no es nada -dije con una incómoda sonrisa.
-Bueno, iremos a apoyarlos sin duda alguna -dijo Tora besando la mejilla de su novio- nos vemos luego entonces.
-Adiós, osita -dijo Yamada corriendo hacia otro lado junto a Ittoki.
-Adiós -nos despedimos de ambos.
[...]
Las clases realmente fueron muy aburridas, no ocurrió nada interesante la verdad, pues Tora y yo solamente esperabamos el almuerzo para ver a Ittoki y Yamada correr contra la clase A y el resto de los chicos de nuestro salón.
-¡Al fin es hora de almuerzo! -celebró Tora con alegría- ¿Podrias guardarme un lugar? vuelvo enseguida.
-Claro -dije recibiendo el bento de Tora- te guardaré un lugar para que podamos ver la competencia mientras comemos de nuestros almuerzos.
-Vale, gracias -dijo Tora corriendo hacia otro lado. No entiendo que estaba planeando mi loca amiga...
Apenas Tora me entregó su almuerzo, corrí a guardar un lugar cerca de la cancha de la escuela para ver a nuestros compañeros de clase correr.
Empecé a mirar a la cancha y en ese momento vi a Ittoki con su polera deportiva de la escuela junto a Yamada. El pelirrojo al verme sonrió y me hizo una seña con la mano ,a la cual totalmente sorprendida, respondí con el mismo gesto.
-¡Vamos, Cecil-san! -escuché un grito desde atrás de mi. Al voltearme pude observar con claridad a la persona que menos esperaba... era Nanami chan.
-N-Nanami chan -dije mirando a la chica de cabello naranja.
-Oh (t/n) -me dijo ella mirandome con una sonrisa- ¿Nos sentamos juntas?
-C-Claro -asentí retrocediendo un asiento para quedar junto a ella- había olvidado que Cecil era de tu clase por un segundo.
-Así es -me contestó entre risitas- le prometí que le daría todo mi apoyo.
-¿Qué hay de Ittoki kun? -le pregunté de forma inconsciente. Diablos... ¡Qué tonta soy!
-¿Ittoki kun? -me preguntó Nanami sorprendida y con inocencia.
-Ah pff olvidalo cosas mias -le dije tratando de cambiar el tema.
-¿Huh? -preguntó ella.
En ese momento las carreras iniciaron y nuestro equipo ganó un par de carreras aunque no era suficiente. Ya era el turno de Ittoki kun, el cual debia correr contra Cecil Aijima. El destino hizo de las suyas...
Cecil se acercó al punto de inicio junto al pelirrojo, pero antes de ponerse en posición, miró hacia el público y cuando nuestras miradas se encontraron él me guiñó el ojo de forma muy coqueta.
¡¿Q-Q-Qué fue eso?! ¿Me habrá confundido con Nanami chan o algo asi? Nanami sin notar lo que hizo Cecil empezó a darle gritos de apoyo, que misteriosos son los hombres ¿no?
La verdad es que la carrera fue más corta de lo que pensé, Cecil llegó a la meta en menos de 10 segundos, dejando rápidamente a Ittoki en el último y segundo lugar al final del recorrido. El pelirrojo apenas la carrera terminó se mostró algo decaído, pero de todas formas con una ligera sonrisa fue a felicitar a Cecil. Qué lindo.
-¡Bien hecho, Cecil san! -gritó Nanami aplaudiendo con alegría.
-Ittoki kun ... -dije preocupada mirandolo desde mi asiento. Podía sentir la tristeza a su alrededor, al igual que la desilusión de no ser apoyado por la persona que ama...Nanami chan.
-¡(t/n)! -escuché un grito desde atrás- ¿Quién ganó? estaba haciendo mi tarea a última hora jeje.
Al voltearme vi a mi amiga Tora, la cual venia totalmente cansada después de tanto correr.
-Ganó Cecil Aijima -le contesté a mi amiga- tu novio ganó la carrera contra un tal Tanaka de la clase A.
-Oh bueno, Yamada logró ganar al menos -dijo Tora un tanto triste- no pude verlo correr...
-Hola, Tora-chan -dijo Nanami saludando a mi amiga de forma realmente femenina. Admito que se vió muy kawaii al decir eso.
-Hola Nanami -sonrió Tora abrazando a la chica de cabello corto- ¿Qué tal estas?
-B-Bien -dijo sonrojandose como un tomate, entregandonos un sobre con un papel adentro - p-por cierto... ¿Podrian entregarle esto a Ittoki kun?
...
Mierda
¿Porqué
estoy
tan
enojada?
-Claro -sonreí falsamente recibiendo la supuesta carta.
-¿Estas segura que podrás entregarle ese papel? -me preguntó preocupada, mientras por dentro la curiosidad me asesinaba.
-Claro -le dije con una sonrisa- Ittoki de seguro se alegrará de recibir una carta de tu parte...
-¿Es una declaración de amor? -preguntó Tora.
En momentos así me pongo a pensar con total honestidad: Tora, muere... porfavor.
-¡N-N-No! -negó Nanami rápidamente con las mejillas coloradas.
-Ehh lo siento entonces -se disculpó mi amiga entre risitas- bueno, chicas, debo ir a felicitar a mi novio así que...
-Oh entiendo -dijimos Nanami y yo al mismo tiempo. Lo cual provocó que ambas nos observaramos y soltaramos una risita.
Tora se había ido a buscar a Yamada, dejandome sola con Nanami chan. Las dos estabamos en silencio sin decir nada. Hasta que de pronto sentimos una voz muy kawaii desde atrás, era un chico rubio con cabello muy alborotado y unos lentes que destacaban sus ojos verde claro.
-¡Nanami! -gritó el muchacho corriendo hacia nosotras.
-Oh, Shinomiya-san -dijo Nanami con una sonrisa mirando a aquel muchacho de cabellos rubios.
-¿Quién es tu amiga? -preguntó el chico observandome con los ojos brillosos- ¡es muy kawaii!
-H-Hola, soy (t/n) (t/a) -le saludé un tanto confundida, al ver que aquel muchacho de lentes no paraba de abrazarme.
-¡Deja de molestar, baka! -dijo otro chico de pelo rubio acercandose a nosotros, la gran diferencia era que su altura era mucho menor que la de aquel joven llamado al parecer "Shinomiya" y su voz mucho más grave.
-Pero es tan kawaii -le respondió Shinomiya a aquel pequeño chico.
-Bueno... -suspiró el muchacho pequeño observandome- ¿Quién es tu amiga, Nanami chan?
-O-Oh ella es (t/n) (t/a) -me presentó Nanami chan con una sonrisa- es su primer año aquí.
-Ahh -dijo aquel chico sonriendome- bienvenida entonces, yo soy Syo Kurusu y ese tipo raro que tienes pegado a ti, se llama Shinomiya Natsuki. Somos de la clase C... ¿Eres de la clase B?
-Si, un gusto -sonreí buscando con la mirada a Ittoki. Maldita sea... ¿Qué estoy haciendo en un momento así?
-¿Buscas a alguien, (t/n)? -me preguntó Syo.
-O-Oh no -le dije dandome un golpecito en la cabeza.
-¡Kawaii! -dijo Natsuki de la nada, lo cual me avergonzó muchisimo- kawaii como piyo chan~
-¿Piyo chan? -pregunté entre risitas.
-Ignoralo -me dijo Syo con seriedad- está chiflado.
-¡Syo kun! -le dijo Nanami un poco enojada- no seas malo.
-B-Bueno, chicos, debo irme -les dije a los tres mirando mi reloj- mis hermanos no deben estar tanto tiempo solos en casa.
-De acuerdo, (t/n) -respondieron los tres al unísono.
-Cuidate -se despidió Syo con una gran sonrisa.
-¡Piyo piyo chan! -dijo Natsuki alzando la mano.
Admito que fue gracioso el verlos hablar a todos al mismo tiempo, pero ya debia volver a casa para ver a mis hermanos.
[...]
Al llegar a mi hogar, lentamente abrí la puerta y me encontré con una gran sorpresa, vi a Ittoki durmiendo en el sofá con Kazuki en un brazo y Momo en el otro.
Me senté en el sillón que estaba junto al que ellos dormian y empecé a observarlos ¿Sonaría muy psicópata si digo que el pelirrojo se veia muy lindo mientras dormía? algunas mechas de su hermoso cabello rojizo descansaban sobre su frente, mientras que sus labios y párpados se mantenían inmoviles y sus brazos cansados que sostenian a mis hermanos se veian muy fuertes.
-Ittoki kun... -dije para mi misma, fue en ese momento cuando recordé la carta que Nanami me encargó para él. No pensaba despertarlo, así que la deje junto a la mesa para que la leyera mañana apenas despertara, pues debía estar cansado debido a la carrera que tuvo hoy.
Aunque, realmente me pregunto que tipo de cosas diria Nanami para él en aquella carta...