-Hola, Ross, ¿como va todo?
Pongo una sonrisa falsa cuando Adam me palmea la espalda.
-Bien.
-¿Qué harás despues de esto?- me pregunta sentandose junto a mí en la barra.
-No lo se, lo que sea que ______ quiera.- le digo buscándola distraídamente con la mirada.
-¿Necesitan que los grabe? Podría ayudarlos. O mejor aún, uno de mis moteles queda en el edificio de al lado.-dice riendo.
Yo lo miro completamente serio.
-¿Es en serio?
-Wow, dije grabarlos, no participar.- agrega tambien riendo.
Este es el hombre más estupido que hay en el mundo.
"Dije grabarlos, no participar".
Me imagino a _______ desnuda, conmigo...y con Adam...
Wow.
Me recordaré que nunca más debo pensar en eso.
Acabo de comer.
Bebo un poco más del vino que nos han puesto en la mesa.
Adam está desconcertado por mi poco entusiasmo hacia él.
-No entiendo que te pasa.- dice.- No entiendo porque tu y yo no podemos ser amigos.
¡Amigos!
¡El muy cabrón quiere que seamos amigos!
Suelto una risa sarcastica.
-________ es mi esposa, creo que eso es suficiente.- le digo.
-¿Y?- insiste.
Es más estúpido de lo que creía.
-¿Y?- repito.- ¿Crees que no he notado como la miras? ¿Crees que no he notado que te mueres por estar con ella?
-No se de lo que hablas...
-¡Claro que lo sabes! La sigues a todos lados...
-Pues tal vez tú deberías seguirla a todos lados.
¿Qué?
¿De que habla ahora?
-Explícate.- me digo irritado.
-Cuando te vayas en tour, ¿Quien se va a quedar con ella? Tu no puedes tener una vida con ella cuando apenas estas en casa.
¿De dónde saco eso?
-No se donde escuchaste eso, pero estas muy equivocado. Además es nuestra vida. No te metas. Ella es mí esposa. Mía. Puedes follarte a las mujeres que quieras, pero no a _______, ¿entendido?
Le doy un golpe a la mesa y luego me pongo de pie.
Demonios.
Toda esta energía es nueva para mí.
Quiero golpear algo.
Necesito salir de aquí.
No tengo cuidado cuando cruzo la pista de baile.
Ni siquiera quería venir a esta fiesta, solo lo hice por _______.
Y ¿dónde demonios está ella?
Quiero ir a casa pero no la puedo dejar sola.
Adam me pone tan molesto que hasta considero dejar a mi esposa en esta maldita fiesta de estreno solo para no respirar el mismo aire que él.
-Lo siento, permiso.- les digo cuando empiezan a quejarse por mis toscos empujones.
_______ se mete en mi camino cuando estoy por llegar a la puerta.
-Hey.- dice con una sonrisa.
Tengo que concentrarme para no mirar sus pechos.
-Ya me voy.- le informo.
-¿Qué?- dice ella y no se aparta de la puerta cuando le pido permiso.- No.
-Quiero salir de aquí, permiso...
-¿Pero porque te quieres ir?
Extiende una mano para tocarme el brazo y yo la aparto.
Sus ojos se vuelven atentos.
Ya notó que no estoy bien.
-¿Qué pasó?- pregunta en voz baja.
No quiero tener esta conversación con ella acá.
Solo quiero irme.
¡_______, quitate del medio!
-Nada.- digo.
Frunce el ceño.
-¿Alguien te dijo algo del video?
-No, nadie mencionó el maldito vid...
Oh, mierda.
Me congelo.
El video.
"Uno de mis moteles queda en el edificio de al lado."
Los moteles Black.
Adam Black.
El mismo en el que nos quedamos en Nueva York.
Mi mente reproduce una y otra vez lo que dijo Adam.
Él es el dueño de ese motel.
Estoy seguro de que tengo la boca abierta por toda esta información.
-¿Ross?- pregunta _______.
Ya ha tomado mi mano y me mira con preocupación.
-¿Adam estuvo en Nueva York con nosotros?
-¿Qué?- me pregunta confundida.
-Adam fue a Nueva York cuando estuvimos allá, ¿cierto?
Lo recuerdo junto a ______ mientras yo hablaba con el señor Collins.
-Sí, vino después porque tenía cosas que hacer.
-Espera, espera. ¿Vino a donde?
-A los Teen Choice Awards.
-Pero llegó a Nueva York en la mañana, antes que nosotros.
Ella asiente.
-Él se encargo de encontrarnos una habitación vacía en el motel, todas estaban llenas.
Y eso es todo.
Eso es todo antes de que me de la vuelta, busque a Adam.
Tire de su camiseta hasta llevarlo al baño.
Cierre la puerta atrás de nosotros y lo lanze contra la pared.
Ignoro la mirada de los otros hombres que están allí.
-¡Eres un maldito hijo de puta!
Lo empujo y se da la cabeza contra la dura pared.
Emite un grito.
-No se de que hablas.- dice mientras trata de soltarse.
-Claro que sabes. Tu fuiste el asqueroso que puso las cámaras en nuestra habitación.
-¡¿Qué?! Yo no puse nada.
-¡Esos son tus moteles!
-¿Quién te dijo eso?- empieza a preocuparse.
Oh, Adam. Ya se tu secretito.
-¡Tú! ¡Maldito hijo de...
-¡Yo no fuí! ¡No tuve nada que ver! ¡Lo juro!
Lo golpeo en el abdomen hasta que se queda sin aire.
Gíme.
Algunos de los hombres salen del baño para evitar presenciar esto.
Mejor si no hay testigos.
-¡Ross!
-¡Ahora no, _______!
Pero oigo el sonido de sus tacones llegar hasta mí.
Se pone delante mío y me dice que me aleje.
-Tranquilo.- agrega.
-¿No lo entiendes, _____?- le digo sin quitar las manos de Adam mientras él jadea en busca de aire.- Él, él puso las cámaras en nuestra habitación, él grabó el video.
_______ me mira como si me hubiera vuelto loco.
Y es que lo he hecho.
-Yo...no...puse...n....nada....
Lo golpeo otra vez y esta vez dejo que caiga al suelo.
________ grita.
-¡Ross, basta!
-¡No me digas que hacer!- la empujo y la quito de mi camino.
Estoy tan furioso que no mido lo que hago.
Pateo a Adam en el abdomen con toda la fuerza que contengo hasta que él cierra los ojos de dolor.
_____ me empuja y se arrodilla junto a Adam.
Toca su rostro y luego de asegurarse de que respira le dice algo.
¿Cómo puede seguir tratandolo así?
-Adam, Adam.- lo llama.- ¿Estás bien? Oh, gracias a Dios. Por favor, mírame.
Lo abraza y lo ayuda a sentarse con la espalda apoyada en la pared. Lo acerca a ella y luego lo besa en la frente.
Es peor de lo que creía.
Grito con frustración y pateo un contenedor de basura que hay en la salida del baño.
Esta vez empujo a todos los que se meten en mi camino y llego a la salida.
Llego al estacionamiento y vuelvo a patear un contenedor.
Nuestro auto está más allá y Will se acerca hasta mí.
-¿Quieres que te lleve a casa?- me pregunta.
-No, quedate y asegurate de que no le pase nada a ______. Está en el baño de hombres, ve y por favor ocúpate de ella. Yo me tengo que ir.
-¿Puedo saber a donde vas? Estoy seguro que a tu esposa le va a gustar saber donde estas.
-No.- respondo.- No me menciones, por favor.
-¿Vas a dejar a _____?
-Que tengas una buena noche.
Cogo las llaves y subo al auto.
Cuando estoy por llegar a casa suena mi móvil y yo tengo una leve esperanza de que sea _______ para pedirme que vuelva o que la recoja.
Pero no, es el señor Collins.
¿Qué quiere ahora?
-Hola.- digo.
-¡Ross! ¿Dónde estás? Oigo mucho viento.
Cierro la ventana del auto.
-Estoy conduciendo, ¿qué es lo que pasa?
-¿Harás algo esta noche?
Mierda.
Quiere que vaya a su club.
-En realidad...- digo algo desanimado.- No.
****
-¿Así que no vienes seguido?
-No realmente, pero empezaré a hacerlo.
Sus piernas cortas intentan llamar mi atención pero no lo logran.
Me parecería bonita si dejara de usar su cuerpo para llamar mi atención.
-¿Y que te hizo venir hoy?- me pregunta con su voz super aguda.
-Mi hermano, el Dj que vez allá, me pidió que venga con él.
-¿Entonces vendrás cada sábado?- veo lo emocionada que se pone.
-Eso planeo.
El señor Collins me mira con una sonrisa detrás de las ventanas oscuras que hay del otro lado y me indica que me acerque.
Le pido permiso a la chica (no recuerdo su nombre) luego voy hasta él.
-Coqueteando con Katie, ¿uh?- dice sonríendo.- Su padre es uno de los dueños de los clubs más populares en el país.
-¿Así?- le pregunto.
Katie tenía cara de ser la típica chica de papi.
Él asiente.
-¿Qué tal si haces tu magia y consigues el número de su padre? Me gustaría hablar de negocios con él.
-Oh, no creo que quiera darmelo.
-¿No me oiste? Dije "haz tu magia".
-Y eso significa...
-Ya sabes.- dice frunciendo los hombros. Mete una mano a su bolsillo y saca una llave.-En el segundo piso hay una habitación...
-¡No!
-Shhh, Ross, vamos esto me ayudaría mucho.
-¡Estoy casado! Y aunque no lo estuviera no me gusta acostarme con la que sea que encuentre.
-Por favor.
-No, Señor Collins.
-_______ no tiene porque enterarse.
Lo miro con completo disgusto.
Que hombre para tan mentiroso.
-Yo amo a mi esposa, lo siento.
El señor Collins me coge el brazo antes de que pueda irme.
No me va a convencer.
-Esta bien, nada de sexo, pero que tal sí...
Giro y me encuentro com Katie.
Espero que haya oído lo que decíamos.
El señor Collins la saluda con mucho entusiasmo.
-Me preguntaba si podrías enseñarme el camino a los baños, la última vez que fuí sola me perdí.
-En realidad, ya me voy...
-¡Pero solo será un segundo!- interrumpe el señor Collins, yo lo miro con toda la desesperación posible.- Vamos, acompañala.
Genial.
-No puedo entrar al baño de mujeres.- voy a mi último recurso.
-No hay nadie en los baños a esta hora.- agrega Collins.
Mi vida es una mierda.
Trato de mantenerme un poco lejos de Katie mientras atravesamos la pista de baile y ella toma mi mano mientras salimos de ella.
Le indico que es hacia la derecha y ella me sonríe.
Me detengo frente a la puerta del baño esperando que ella entienda que hasta aquí llegaré.
Por favor, solo déjame ir.
Pero Katie tira de mi mano con una clara y no inocente sonrisita.
-Katie...- le digo antes de que ella ponga sus labios sobre los míos.
-Shhhh...
Parece un pez fuera del agua.
Frota su cuerpo contra el mío y besa mis labios con desesperación.
¿Qué?
Le pongo las manos en el abdomen y la empujo para que se aparte.
Pero ella salta y me coloca las piernas alrededor de la cintura.
-No...
-¿No te gusto?
Aprovecho que ha dejado mis labios para alejar su cuerpo del mío.
-Es que...
-¿Novia?
-No exactamente.- respondo sin pensármelo.
Esposa.
-Bueno, ¿Y donde está ella? ¿Por qué no está contigo?
-Ella está...
Besando a Adam en la frente.
O quien sabe donde más.
Lo ha besado cuando él fue el que hizo todo esto.
Y ella lo sigue queriendo.
Su amigo Ed la besó y ella nunca más lo quiso volver a ver.
¿Pero porqué se quedó con Adam?
"Siente algo por él, Ross"
Todas las salidas...
Todas las veces que han estado juntos...
Katie me mira expectante mientras espera mi respuesta.
-¿Dónde está ella?- insiste.
-Ella...no está viendo esto.
La tomo por la cintura y la subo sobre los lavabos. Suelta un pequeño chillido por la sorpresa pero no pierde el tiempo.
Besa mis labios mientras saca mi corbata, yola sujeto de la espalda mientras su vestido sube con demasiada facilidad.
¿Qué estás haciendo, Ross?
Los labios de Katie van a mi cuello.
Gimé mientras me siente mi perfume.
Mi polla se endurece.
Cierro los ojos y me obligo a no pensar en nada.
Quiero creer que no estoy conciente.
Katie vuelve a besar mis labios y tira de mi cabello.
Gimo.
Me mira sorprendida.
-Hazlo de nuevo.- pide.
-¿Hacer qué?
Vuelve a tirar de mi cabello y vuelvo a gemir.
Ella gime en respuesta.
Se acerca más a mí y frota mi erecto miembro con su sexo.
Eso me pone más caliente.
-Ross.
Su voz se hizo más grave o...
Katie mira detrás de mí.
¿Qué? ¿Qué pasa?
Por un instante creo que es _______ y la sangre se me congela.
Pero por el reflejo del espejo descubro que se trata de Ryland.
Giro para verlo.
Me mira como un hermano mayor miraría a su hermano pequeño.
Acusadoramente.
Sabe que he hecho algo malo.
Pero él es mi hermano menor.
Es aún peor.
-Sube al auto.- me ordena.
-No lo haré.
Esto es lo que quiero hacer.
Él suspira como si estuviera esperando oir eso.
-________ llamó.
________.
-¿_________? ¿Es ella tu novia?
-Es su esposa.- le dice Ryland y le lanza un fea mirada.
-¿Esposa?- dice Katie. Se acomoda el vestido y baja hasta estar de nuevo en sus tacones.- Yo no salgo con hombres casados.
Claro que lo haces, cariño.
Katie sale del baño sin antes darle un recorrido con la mirada a Ryland y luego nos deja solos.
-Sube al auto.
La hago caso.
Otra vez atravesamos la pista de baile, esta vez nadie me lleva de la mano. Y caminamos hasta llegar al auto de Ryland.
Ambos subimos en silencio y salimos del estacionamiento sin decir nada.
Yo trato de no pensar y solo observo por la ventana.
Ha caído una pequeña lluvia y ha dejado las calles húmedas, parece más tarde de lo que es, pero en realidad mo se que hora me encuentro.
Cuando deje la fiesta y a _____ eran un poco antes de las 12.
-¿Qué es lo que te pasa?
Ryland rompe el silencio.
-Sabes, dices que amas a ______, pero no te lo creo.
-La amo.
-No, no lo haces. Por que si la amaras no la hubieras engañado.
-¡No la he engañado!
-Si lo has hecho. Eso era exactamente lo que hacías antes de que llegara a detenerte.
Y se que es cierto pero no me lo quiero creer.
-La primera vez no te dije nada porque estabas muy borracho y creí que era eso. Pero esta vez...¿Qué mierda tienes, Lynch?
Sí.
¿Que mierda tengo?
-La amo.- digo sin saber porque.
El detiene el auto frente a mi casa y me indica que baje.
-Espera, no me dijiste para que llamó _______.
-Ella no me llamó, solo lo dije porque sabía que era la única que te podía sacar de allí. Ahora saca el infierno de mi auto.
Salgo de su auto y luego me detengo en la ventana.
-No le vas a decir, ¿cierto?
-Dejaré que tu mismo jodas tu matrimonio.
Y se va.