Pasaron los días sin mucha novedad, la campaña iba súper bien, todos estaban enamorados de los diseños de Caro. En este tiempo Caro, Mar y yo habíamos creado un lazo, digamos que ahora éramos amigas, si sé que es difícil de creer pero era imposible no tomarle cariño a Caro.
Hoy es viernes y hemos quedado con Caro en un restaurante, ya que había tanto trabajo que no habíamos podido conversar mucho. También va con nosotras Mandy ya que llevaba mucho tiempo molestando porque quiere conocer a Caro, así que este es el momento perfecto.
Llegamos al restaurante antes que Caro, así que mientras la esperábamos miramos la carta.
- ¿Anto que te pasa? Te noto inquieta.
Desde que habíamos llegado he tenido muy mal presentimientos, apenas nos sentamos yo ya me quería ir, no les había dicho nada a las chicas para no echarles a perder la noche, pero para variar no disimule bien y Mar se dio cuenta de ello.
- Nada - Suspiro - Solo tengo un mal presentimiento como que algo va a pasar. Deben se cosas mías no me hagan caso. - Miro a Mandy - Antes que se me olvide, Caro me conoce por Dulce, así que no me vallas a decir Anto.
- Ok! Igual no era necesario muy rara vez te digo Anto. - Mandy me decía de todo menos mi nombre.
Levante la mirada hacia la puerta cuando lo vi, esto tenía que ser una broma que hacia él aquí.
POV Alex
Después de mucho rato logre convencer a Caro que me dejara acompañarla, bueno la verdad solo conseguí que me dejara conocerlas. Es que desde que Thiago conoció a Mar no deja de hablar de ella y yo tengo que conocerla, tengo que conocer a la chica que logro "domar" al mujeriego de mi hermano.
Cuando llegamos al restaurante nos dijeron cuál era la mesa cuando mire hacia allá, no podía creer lo que mis ojos veían, esa mirada solo podía pertenecer a una persona, Antonella.
No podía ser ella, a quien engaño claro que era ella, esos hermosos ojos eran inigualables. ¿Pero que hacia sentada en la mesa de las amigas de Caro? ¿Sera que se conocen?
Estaba tan concentrado mirándola, que no me di cuenta que me había quedado en el lugar hasta que vi que Caro se devolvía a buscarme, ya que en todo este rato había llegado a la mesa y las había saludado.
- ¿Amor estas bien? ¿Pasa algo?
- Nada, no me pasa nada - No le podía sacar los ojos de encima a Antonella - Vamos a ver a tus amigas.
Caminamos hacia la mesa, yo no le quitaba los ojos de encima a Anto porque sé que apenas tenga la oportunidad va a salir corriendo. Cuando llegamos Caro nos presentó.
- Bueno chicas, les presento a mi novio Alex - Las tres se miraron
- ¡Hola! - Contesto la que supongo que es Mar, ya que es a la única que no conozco.
- Alex, ellas son Mar, Amanda y Dulce. - ¿Dulce? ¡Interesante! Tal vez por eso nunca la encontré ni supe de ella, se había cambiado de nombre.
- Un gusto chicas - Anto a penas escucho mi voz reacciono, ya me parecía extraño que no se haya ido.
- Eehh - Me mira - Bueno yo me tengo que ir - Dijo nerviosa, está loca si cree que la voy a dejar ir.
- ¿Pero por qué Dulce? - Dije sarcásticamente si quitarles los ojos de encima.
- Es que... - No termino de hablar porque salió corriendo
Apenas la vi salir corriendo fui detrás de ella. Se me había arrancado una vez y esta no iba a hacer la segunda.
Iba corriendo cuando la encontré tomando un taxi, pensé que no la iba alcanzar pero no, la suerte por fin estaba de mi parte. Cuando llegue a su altura la tome del brazo antes de que subiera al taxi, ella cuando sintió mi agarre dijo algo que me desconcertó.
- Tenía que pasar tarde o temprano - Suspiro
- Si tenía que pasar - Suspiro - ¿Antonella me podrías explicar que haces aquí?
- De lo que yo sabía la gente viene a un restaurante a comer ¿o no es así? - Hasta en las peores circunstancias Anto no podía dejar de ser sarcástica.
- Ja ja - Sarcástico - No le veo la gracias - Me pose serio - Estoy hablando enserio.
- Yo también - Suspiro, nunca iba a cambiar.
- Tenemos mucho de qué hablar - Dije mirándola a los ojos.
- Yo no lo creo - Si las miradas matasen en este minuto Antonella Parker estaría 1000 metros bajo tierra - No creo que aquí sea el mejor lugar para hablar ¿o me equivoco? - Refiriéndose a que estábamos en la mitad de la calle.
- Tienes razón. Vamos a otro lugar - Con solo mirarla sabía que estaba buscando alguna manera de arrancar, pero estaba muy equivocada si creía que lo lograría.
- Ok! - La mire extrañado, esa fue la última respuesta que me imagine de ella - Pero creo que tienes que ir a darle una explicación a Caro, porque no se merece que la dejes así - Parece que como no encontró la manera de huir estaba buscando la manera de atrasarlo lo máximo posible.
- Creo que no soy el único que tiene que darle una explicación, Dulce. - Dije sarcástico, ya que yo no era el único que debía darle explicaciones a Caro, ya que ella le mintió con respecto a su nombre, ¿por qué lo habrá hecho? Con esto solo comprendo que Antonella no es la misma de antes.
- Cállate y vamos.- Camino rumbo al restaurante, deje que fuera adelante mío porque no iba a aceptar que volviera a huir.
Apenas entramos lo primero que hice fue disculparme con Caro, ella no se merecía todo esto.
- Perdón por irme así.
- No importa, te entiendo - Mira a Anto - Veo que regresaste Antonella. - Parece que las chicas ya le habían explicado a Caro.
- ¿Cómo me llamaste? - Dijo extrañada
- Antonella, a si te llamas ¿o no? - Miro a Mandy y Mar, Anto al ver ese gesto entendió que las chicas ya le habían explicado todo.
- Si, siento haberte mentido.
- No te preocupes entiendo - Sonríe, nunca entenderé como Caro puede ser tan comprensiva. En este mundo falta gente como ella - ¿Y qué decidiste quedarte a comer con nosotras?
- Hablando de eso, justo veníamos a eso. Lo que pasa... - Caro me interrumpe
- ¿No que venias a saludar y te ibas? - Odio cuando Caro me mira alzando la ceja, porque siempre que lo hace me deja sin argumentos.
- Si, pero... - Me vuelve a interrumpir.
- Sabes que se las hago mas fácil, anda vallan y arreglen sus cosas - Nos sonríe.
- ¿No te molesta?
- No mi amor, ve tranquilo. Después hablamos.
- Caro yo... - Empezó a decir Antonella, pero como se le estaba haciendo costumbre está a noche, Caro la interrumpió.
- No Antonella tranquila, nosotras mañana hablamos. - Le sonríe para que vea que todo está bien entre ellas.
- ¡Ok! ¿Chicas podrían decirle a saben quién que voy a llegar tarde y te podrías hacer cargo Mar? - ¿De qué estaba hablando? ¿A quién tenía que decirle que va a llegar tarde, a su novio? ¿Y de que se tenía que hacer cargo Mar? Cada vez entiendo menos.
- Si Anto anda tranquila que yo le digo. Y no te preocupes que va a estar bien sin ti un poco más de tiempo. - Le sonríe.
Qué diablos me pasa, yo estoy con Caro no puedo tener celos de Antonella y mucho menos preocuparme con quien está o no esta. Pero es que esta tan linda, mejor de lo que la recordaba. Alex basta, ella te dejo acuérdate. Tiene que darte muchas explicaciones.
- Esta bien, nos vemos chicas. - Anto se despide.
- Un gusto conocerte Mar, Thiago te manda saludos. - La veo sonreír, parece que mi hermanito no fue el único que quedo flechado. Después miro a Amanda - Amanda es bueno volver a verte.
- Igual Alex.
Seguí a Antonella fuera del restaurante, una vez afuera.
- ¿A dónde vamos? - Me pregunta Antonella, de verdad no podía creer que estuviera dispuesta a hablar conmigo,
- Vamos a un lugar donde podremos hablar tranquilo - Ya sabía cuál era el lugar perfecto para conversar.
- Ok! Pero que sea cortito que me están esperando.- Me moría de ganas de preguntarle quien, pero con toda la fuerza de voluntad del mundo me aguante.
Nos subimos a mi auto y conduje hacia el parque que tenía mucho significado para nosotros.
- Tenía que ser justo aquí - Suspira - No podía ser en otro lugar - La traje a aquí a propósito, necesitaba saber si este lugar seguía siendo importante para ella, y por lo que veo lo sigue siendo.
- No le veo nada de malo.
Salimos del auto y nos fuimos a sentar en una banca al centro del árbol, al igual que él parque la banca que elegí también tenía su porque.
- ¿Tenía que ser justo en esta?
-Veo que todavía de acuerdas de ella. - Hace años atrás en entre mismo parque y en esta misma banca le había preguntado si quería ser mi novia.
- No vine a hablar del pasado.
- Claro que si - Claro que tenía que hablar del pasado, si las explicaciones que me tiene que dar debería habérmelas dado hace ya 4 años.
- ¿Que me querías decir? - Esta pregunta me tomo por sorpresa, ¿que tenía que decirle? Si la que tenía que hablar aquí era ella.
- Mejor dicho que tienes tú que decirme - La mire fijamente
- ¿¿¡¡Yo!!?? - Se hizo la extrañada - Que yo sepa el que quiere hablar eres tú, así que habla.
- Por lo que veo no estas dispuesta a hablar por ti sola así que tendré que preguntar.
- Pregunta y yo veré si te contesto.
- ¿Por qué te fuiste si decirle a nadie, ni siquiera a tus padres?
- No tienes ningún derecho a pedirme explicaciones - ¿QUE? ¿Que no tenía derecho? ¿Es que acaso está loca? Hace 4 años éramos novios y se fue sin decirme nada, claro que tenía derecho a saber porque se fue.
- ¿Que no tengo ningún derecho? - Me estaba empezando a enojar - No tienes idea de todo lo que sufrí porque no estabas en ningún lado - Tome aire, si seguía así iba a terminar explotando - Ni te imaginas todo lo que te busque -Cerré los ojos - Y ahora me dices que no tengo derecho.
- Como ya dije no tienes derecho, así que ni siquiera lo intentes no te voy a decir nada.
- Tarde o temprano tendrás que decírmelo - Estaba empezando a colmar mi paciencia.
- Nunca - Se acerca y me mira fijamente a los ojos - Escúchame bien y grábatelo en tu cabecita - Puso su dedo en mi cráneo - Nunca te voy a decir porque me fui, porque no tienes ningún derecho.
- ¿Dónde diablos has estados todos estos años? - Si no respondía porque se fue, por lo menos que me responda esto.
- Y a ti que te importa.
- Que no entiendes que eres súper importante para mí - ¿Qué? Como fui capaz de decir eso - Como diablos no me va a importar... no ves que todavía te... - Me interrumpió, menos mal que lo hizo porque no sé qué me pasa, jamás debería haberle dicho eso, creo que un espíritu se tomó mi cuerpo, si eso debe ser no puede haber otra explicación para lo que estuve a punto de decir.
- Ni se te ocurra decirlo - Su mirada trasmitía odio, era una mirada que había visto antes pero nunca dirigida a mí - Que tú no sabes qué es eso - Cierra los ojos y respira - Nunca lo supiste y nunca lo sabrás - ¿De qué mierda está hablando? ¿Cómo me dice eso? Si yo la ame como nunca ame a nadie.
- Qué diablos me estás hablando - La mire fijamente, para que vea que estoy hablando enserio -Claro que lo sé.
- No, no lo sabes. No tiene idea de que estas hablando, nunca supiste lo que es amar, si lo hubiera sabido nunca hubieras hecho lo que hiciste - ¿De qué diablos está hablando? ¿Que hice? ¿Amarla como un loco?
- ¿Qué cosa? ¿De qué hablar? Lo único que hice fue amarte con un imbécil.
- No me refiero a eso, ya que es mentira - Me lanza una mirada fría - Me refiero a lo otro y sabes perfectamente de lo que estoy hablando. - Claro que no lo sé, si lo supiera no le estaría preguntando.
- No tengo la menor idea de que hablas - La miraba fijamente para intentar descifrar que está sintiendo, ya que Anto tiene o tenía una mirada súper expresiva, pero la mirada que tiene ahora no se parece en nada a la de 4 años atrás.
- No cambias - Suspira - Paso el tiempo y sigues siendo el mismo mentiroso de siempre. - Si había una persona a la que jamás le mentí, fue a ella.
- ¿Mentiroso por qué? ¿Me podrías decir en que te mentí? Jamás te dije una mentira, yo era un libro abierto para ti, con solo una mirada te decía todo mis secretos - Tomo aire, ya que tengo un nudo en la garganta esta conversación está siendo más difícil de lo que pensé - La única mentirosa aquí eres tú. Fuiste tú la que se fue sin decir nada a nadie, la que no le importo dejar a toda la gente que la amaba sin explicación , fuiste tú la que desapareció por 4 añ... - La mano de Antonella contra mi mejilla me interrumpió, me había golpeado
- No me vuelvas a llamar mentirosa en tu vida - Con la mirada que me lanzo, ahora sería yo el que estuviera bajo tierra - Me oíste.
- Que cambiada estas, me sorprendes. - La Antonella que yo conocía nunca me hubiera pegado, solo llegaba a manos como último recurso. Su arma siempre fueron las palabras.
- Abrí los ojos.
- No te creo...
- Que te importa a ti lo que yo haga o deje de hacer - Claro que me importaba aunque lo negara - Mejor preocúpate de Caro.
- Es la primera vez en toda la noche que dices algo cierto - Anto no es la única que sabe hacer daño con las palabras, ya que yo aprendí de la mejor, de ella...
- Mira quien habla - Dice sarcástica
- Sabes esto queda aquí por ahora - No había que ser muy inteligente que no iba a sacar nada seguir hablando con ella, pero eso no significaba que lo seguiría intentando - Pero no creas que no volveremos hablar porque me debes muchas respuestas. Y las voy a tener quieras o no.
- Yo a ti no te debo nada, mejor me voy de aquí. - Empezó a irse, estaba loca si pensaba que la iba a dejar irse sola a esta hora, podremos llevarnos pésimo pero yo jamás dejaría sola a una mujer a esta hora-
- ¡Estás loca! - Se voltea a verme - ¿Cómo te vas a ir sola, no vez la hora que es? - Me acerque a ella.
- Me se cuidar bien solita.- Siempre de terca.
- Yo te llevo -Hice como si no la escuche.
- Mira como me voy contigo - Dijo sarcásticamente alejándose de donde estaba.
- Elije te vas por las buenas o por las malas. - Aunque armara el medio escandalo la iba a ir a dejar a su casa quiera o no.
- Ni por las peores. - Como dije, siempre de terca.
- Ok, tú lo decidiste - Me acerque a ella y la tome en brazos, como saco de papas.
- Bájame ahora mismo - Gritaba mientras pataleaba intentando bajarse.
- Aunque grites y patalee no te voy a bajar.- Ya estábamos llegando al auto.
- Voy a gritar más fuerte y decir que me quieres violar. - Parece que su ingenio no cambio.
- Grita todo lo que quieras, pero te vas conmigo si o sí.
Empezó a gritar, pero como no pasaba nadie no recibió ayuda no le quedo de otra que aceptar y callarse.
- Esta bien, tu ganas por esta vez. ¿Me puedes bajar?
- Si claro, te voy a creer ese cambio de actitud. - Cuando quería podía ser muy convincente pero yo la conocía muy bien para saber que está mintiendo y a cualquier oportunidad va a salir corriendo.
Llegamos al auto y la subo, y corrí al lado de piloto antes de que Antonella se le ocurriera salir corriendo.
. Veo que era verdad tu cambio de actitud. - Dije poniendo en marcha el auto.
- ¿A dónde me vas a llevar? - Ignoro mi pregunta, como hizo toda la noche.
- ¿A tu casa? - Pregunte extrañado, ¿a dónde más la iba a llevar? No la iba a llevar a la mía.
- ¿Y cómo sabes dónde vivo? - Eso no me lo esperaba
- Siempre he sabido donde queda la casa de tus papas.
- ¿Y quién te dijo a ti que vivo con mi papas? - ¿Acaso vivía sola? ¿Con novio?
- ¿A no?
- No - Respondió tajantemente
- ¿Y con quien vives? - No pude evitar preguntarle
- Que te importa.
- Tienes razón, no me importa - La mentira más grande de la noche- Dame tu dirección.
Me dio su dirección, y no podía creer que viviera tan cerca mío y nunca la haya visto.
- Vives cerca mío, ¿porque nunca nos vimos?- Tuve que preguntárselo.
- Que se yo.
Cuando llegamos a la casa, quede impresionado cuando vi cual era, amaba esa casa cada vez que pasaba por aquí me quedaba como tonto mirándola. Estaba mirándola tan fijamente que cuando se abrió la puerta, no pude creer lo que mis ojos vieron.
- ¿Qué hace Lucas aquí?
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Alex y Anto en la multimedia.