Atrévete a dominarme {Wigetta...

By Guti_chica

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Portada realizada por sallyxmonagas1, todos los créditos dirigidos a ella. Guillermo regresa a el pueblo en e... More

Prólogo
Capítulo uno.
Capítulo dos
Capítulo tres
Capítulo cuatro
Capítulo cinco.
Capítulo seis
Capítulo siete
Capitulo ocho
Capítulo nueve
Capítulo diez
*Extra*
Capítulo once
Capítulo trece
Capítulo catorce
Aviso
Capítulo quince
Capítulo dieciseis
*Extra dos*
Capítulo diecisiete
Capitulo dieciocho
Capítulo diecinueve
Capítulo veinte
Capítulo ventiuno.
Nota para mis bonitas/os lectoras/es
Tag del Escritor
Capítulo ventidos
Capítulo veintitrés
Capítulo venticuatro.
Capítulo Veinticinco
Capítulo veintiseis
Respuestas
Capítulo veintisiete
Capítulo veintiocho
Capítulo veintinueve
Para los interesados en ello.
Capítulo treinta.
Tag 40 cosas sobre mi.
Capítulo final.
Epílogo.

Capítulo doce

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By Guti_chica

Me sobaba el culo mientras bajaba las escaleras para encontrarme a todos preparados en el salón, y a Samuel -el cual nos había venido a recoger-, incluido. Pero yo aún no estaba listo, ¿Porque no me habían avisado?

-¿¡Aún andas así!? -gritó mi madre, nerviosa.

-Bueno, nadie me aviso que ya era la hora. Y nadie se preocupó por si me había roto algún hueso en la ducha - dije mientras empezaba a abrocharme apresuradamente los botones de la camisa.

Y es que era verdad, en la ducha había resbalado y había estado al menos quince minutos tirado en el plato de ducha esperando a que mi culo dejase de palpitar debido al golpe. Remetí mi camisa por el interior de los pantalones y comencé a pelear con la corbata, pero esta se resistía enormemente a ser abrochada.

La culpa es tuya imbécil, que no sabes ni ponerte una simple corbata.

Mi madre se acercó a mi para terminar de ponerme la corbata, y después me empujó al exterior, donde ya nos esperaban todos. Rubén y Sandra estaban montándose en el coche mientras que Samuel esperaba como todo un caballero para abrirle la puerta a mi madre. Cuando cerró la puerta del copiloto, donde mi madre había montado, me miró sonriente.

-Te ves genial - afirmó.

Con las mejillas coloradas monté en la parte trasera del coche, y el resto del viaje lo pasé alternando la vista entre el retrovisor -donde casi siempre coincidía con Samuel, que sonreía picaro-, y la ventana. Podría haber estado pendiente de si faltaba mucho o poco, pero había un problema, y es que nunca había ido a la casa de Samuel y Carlos. En realidad creo que muy poca gente había tenido el privilegio de hacerlo, así que supongo que no debería sentirme ¿ofendido? Fueron quince largos minutos de camino, y es que la casa estaba a un buen trecho de las afueras del pueblo. El coche se adentró por un camino de tierra alumbrado con farolillos que colgaban de los arboles que lo bordeaban. Cuando nos acercamos a una valla Samuel hizo algo así como una seña con los faros y los encargados de abrir la valla la abrieron tan rápido como pudieron.

Entonces Rubén silbó como albañil salido, Sandra gritó como colegiala emocionada, y mi maldibula simplemente cayó hasta el suelo. Me esperaba algo grande, digno de un apellido como el de De Luque, pero lo que mi imaginación había creado no se parecía en lo más mínimo a la realidad. Esto era una mansión seguramente del año... No se el año, pero seguramente sea de finales del siglo quince o dieciséis. Samuel aparcó el coche al final de una hilera que ya había formada, con todos los coches de los invitados. Observé detenidamente la casa antes de comenzar a subir las escaleras que conducían al interior. Tres pisos son los que tenía esa enorme casa más un sótano seguramente. Ventanales enormes al estilo gótico casi me hicieron babear, pero es que Dios... No me hubiera imaginado algo así ni en cinco vidas diferentes. Subí las escaleras lentamente junto con Rubén, pues era el único que me había esperado.

-¿Tienes miedo? - preguntó Ruben, mirándome con una sonrisa torcida.

-No tengo ni idea.

Cuando entramos había una joven muchacha que había visto varias veces en el instituto, creía recordar que se llamaba Sofía, y siempre andaba con un par de trenzas rubias que desgraciadamente le quedaban de escandalo. Ofreció una copa de lo que seguramente era champán, pero lo rechacé y me adentré a la enorme sala donde todo el mundo hablaba animadamente entre alguna que otra mesa con aperitivos y unos sillones donde los que quizás eran los más vagos se sentaban a hablar. Por no se muy bien que motivo, me sorprendió ver gente joven en esa sala, pero al fin y al cabo en este pueblo las familias solían tener varios hijos. Gorka estaba por ahí -era el hijo de uno de los concejales del ayuntamiento-, y me saludó sacudiendo su mano antes de volver a prestar atención a lo que su padre le decía a otro hombre.

-Buenas noches - dijo Mangel parándose ante mi y Rubén, extendiendo su mano.

-Dejate de formalidades, Mangel - le pedí sonriente.

-¿Como lleváis la noche? - preguntó, pero estaba más que claro -al menos para mi-, que se refería concretamente a Rubén.

-Anda, Gorka me esta llamando. Os dejo solos. - dije para salir de esa extraña situación y salí casi corriendo entre la gente.

¡Sentía envidia! Mi lado cursi había florecido y casi podía imaginar pétalos de rosas flotando alrededor de Mangel y Rubén mientras estos se miraban fijamente y sonreían como bobos. Vomité arcoiris mentalmente y después me reí yo solo. Durante unos minutos observé detenidamente casi todas las mesas repletas de aperitivos, hasta que encontré el más sencillo que había en toda la sala, seguramente. Eran algo así como simples pastelitos rellenos de nata, crema, fresa, y chocolate. Estaba apunto de coger uno cuando una voz me sobresaltó.

-Te recomiendo los de nata, están deliciosos. Aunque los de chocolate son muy dulces - dice Samuel, cogiendo uno de nata.

-Probaré ambos - dije cogiendo también uno de nata.

No pude evitar reír cuando al girarme y verle pude apreciar como un poco de nata en la comisura derecha de su boca. Y es que más de un pensamiento indecente cruzo mi mente en ese momento, haciendo que el color rojo se instalara de manera casi instantánea en mis mejillas. De nuevo estaba ahí ese lado cursi.

Deje de reírme y simplemente le sonreí, a la vez que ambos nos mirábamos en silencio fijamente. Estiré mi mano y limpié la nata que había quedado en sus labios con mis dedos. Una tos finjida me hizo apartar la mano casi de golpe. Martín estaba a tan solo un escaso metro de nosotros, y tenía las manos metidas en sus bolsillos y mirando al suelo.

-¿Podríamos hablar a solas un momento Guillermo, por favor? - preguntó echándole una mirada extraña a Samuel.

Asentí ante la mirada de este último, y se fue andando entre la gente después de dedicarme una sonrisa.

-¿Qué quieres Martín? - pregunté, molesto por su insistencia.

-No creas ni por un momento que quiero tu perdón. - dijo ,mirándome detenidamente - Pero mi padre - dijo inclinando la cabeza hacia un lado, y cierto era, tras su espalda a unos pocos metros el alcalde nos observaba con los brazos cruzados. Le sonreí y le devolví mi atención a Martín -, ha insistido en que me disculpe ante ti por educación. No se porqué pero lleva todo el día diciendo que eres alguien de mucha importancia en este pueblo.

-¿Que gano yo finjiendo que acepto tus disculpas? - pregunto sonriendo ampliamente de manera falsa.

-Quizás que no te rompa la cara en el primer momento que tengamos a solas - respondió, alzando una de las comisuras de su boca.

-¿Crees que con amenazas vas a comprarme? - dije cogiendo otro pastelito y mordiéndolo detenidamente. Samuel había tenido razón, eran muy dulces.

-Si crees que te voy a andar haciendo trabajos o favores estas más que equivocado. Yo no soy ningún friqui. - dijo apretando sus puños a ambos lados de su cuerpo.

-Creo que a tu padre no le haría mucha gracia que le desobedecieras - comento, haciéndome el indiferente.

-¿Que cojones quieres? - dijo, para después fingir una carcajada, como si en realidad hubiera escuchado un chiste. Pude ver como su padre descruzaba los brazos y alzaba ambas cejas.

-¿Te acuerdas de aquel vídeo que subistes a youtube hace tres años en el que te reías de mi? - pregunto, y esta vez río de verdad cuando observó la cara de zombi que pone Martín. - Pues me gustaría que hicieras otro nuevo pidiéndome perdón. Pero como soy tan buena persona no te voy a pedir que lo subas a youtube, aunque quiero que todos en el instituto lo vean.

-Está bien - dijo golpeando mi hombro, y aunque no lo pareciera en realidad había sido mucho más fuerte de lo que cabía esperar.

Se giró y andó hasta su padre, y el hombre posó su mano sobre el hombro de Martín y le dijo algo sonriente para después mirarme a mi, no me quedó otra opción que sonreirle.

-Cualquier otro tipo hubiera aprovechado la ocasión para burlarse o quizás reírse de él. - comentó Samuel, que de nuevo había regresado.

-¿Escuchastes la conversación? - pregunté alzando una ceja.

-Súper oído, ¿recuerdas? - dijo señalándose la oreja.

-¿Crees que he hecho bien?

-Eres un chico demasiado bueno, no hay maldad en tu persona. Eres un ejemplo de bondad Guille, has hecho bien en no rebajarte a su nivel. - comenta poniendo una mano en mi hombro.

-Gracias por tus consoladoras palabras - digo dramatizando, provocando la risa de ambos.

Pasamos casi una hora más hablando de cosas normales y comunes. Le hablo sobre mis estudios y mis escasos planes de futuro, y él me habla de las diversas carreras que ya ha sacado. Medicina, ingeniería, arquitectura, y creo haber entendido también magisterio. Toda una mente inteligente. En cierto momento, mientras paseabamos entre los invitados hablando de más cosas sin sentido, escuché la risa de mi madre. Su pecho estaba casi pegado al de Carlos, y ambos reían por algo que habrían dicho. Mi madre puso su mano en el homrbo de Carlos y él puso la suya sobre la cintura de mi madre. Un momento, no. No no no... ¡Ag! Nadie quiere ver a sus padres besándose ¿cierto? Y menos si se puede ver como sus... y se mueven...

-Deberías ver la cara de espanto que acabas de poner - dijo Sandra, que apareció a mi izquierda. - Llevan tonteando prácticamente toda la noche - nos contó -, creo que ya era hora de que terminaran besándose. Y si crees que eso es desagradable, es porque no has visto como coquetean como adolescentes.

-Calla por favor - dije exagerando mientras Samuel reía.

Entonces Carlos se dio cuenta de nuestra presencia y se acercó a nosotros con mi madre agarrada a su brazo. Esta sonreía resaltando el tono rojizo de sus mejillas, mientras que Carlos sonreía casi como el gato de Cheshire.

-¿Que tal lleváis la noche? - preguntó mamá.

-¿Os lo estáis pasando bien? - dijo Carlos sonriendo.

-Vale, me marcho - dijo Sandra riendo-. No mas cursilerías por esta noche.

-¿No crees que ya va siendo hora de hacerlo, Guillermo? - me preguntó Carlos.

-¿Hacer el qué? - dije, arqueando una ceja.

-¿El que va a ser? Presentarte como mi hijo. Al fin y al cabo esta fiesta ha sido organizada con ese fin, ¿no?

Pasé saliva pesadamente mientras Carlos se volvía y comenzaba a llamar la atención de todos los presentes. Sentía como mis pulmones no absorbían todo el aire que podían, y mi corazón estaba a punto de salirse de mi pecho. Estaba tan nervioso que mis manos habían comenzado a sudar y a temblar como la gelatina. Tenía ganas de salir corriendo, nunca había sido una persona a la que le gusta tener la atención de todo el mundo sobre él. Si no todo lo contrario, todas las miradas de todas las personas presentes me estaban intimidando, y eso que ni siquiera todas estaban encima de mi persona.

-Calmate, Guille. Nadie va a asesinar a nadie. - dijo Samuel, y si me calme un poco, pero su pequeña broma no me hizo gracia ni de lejos.

Con mis temblorosas piernas avancé hasta Carlos, que con su brazo extendido hacia mi había provocado que finalmente todas las miradas de la sala estuvieran encima mia. Ni un solo susurro se escuchaba en la sala, pero yo escuchaba los latidos de mi corazón como si estos estuvieran ampliados por mil. Cuando llegué al lado de Carlos este me sonrió y dejó caer su mano sobre mi hombro.

-Y finalmente, tan orgulloso como soy capaz de estar, me gustaría presentar de una manera oficial a Guillermo como mi hijo.

(N/A: Hola! Uh, a Guillermo esta apunto de darle un ataque cardíaco de tan nervioso que se ha puesto... Espero que os haya gustado el capítulo.

Besotes ♥)

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