Al día siguiente me pare sin mucha energía a pesar de que íbamos a ver la copa mundial de Quidditch, me levante y fui directamente al baño, me cepille los dientes, y tome una ducha. Me puse un vestido rosado con una chaqueta blanca y unas botas marrones. Me deje el cabello suelto.
Baje a desayunar y solo estaban la señora y el señor Weasley despiertos, Hermione y Ginny seguían dormidas en nuestra habitación.
-¿Madrugando?- pregunto el señor Weasley sonriendo.
-Sí, algo así.- correspondí a la sonrisa.
-Deberías levantar a los demás para que estén listos.
-Está bien.
Primero fui al cuarto de los chicos y desperté primero a Harry. Se puso los lentes y me miro.
-Estas preciosa.- me dijo.
Me sonroje y le dije "Gracias."
Luego levante a los demás, después de desayunar salimos y comenzamos a caminar. Una hora después vimos a un apuesto chico de cabello castaño y ojos grises y a su padre, muy parecido a él.
-Este es Amos Diggory, muchachos.- nos presentó el señor Weasley.- y este debe ser su hijo, Cedric.
Cedric me miro y me sonrió. Luego comenzó a caminar a mi lado.
-¿Eres _____ Millar, no?
-Sí.- dije sonriendo.
-Te he visto en Hogwarts, con tus amigos.
-¿De qué casa eres?- pregunte curiosa.
-Hufflepuff.-respondió.
-Ohh, genial :3- me quede pensativa un momento.- Ahh, ya se, tu eres el capitán del equipo de quidditch de Hufflepuff.
Se rio.- Si, y tú la cazadora de Gryffindor.
-Pues, sí. Pero ahora que se fue Oliver quiero ser guardiana. Quiero probar algo nuevo, si no sirvo para eso seguiré siendo cazadora.
-Creo que puedes lograr todo lo que te propongas.-me dijo mientras me miraba.
-Yo también lo creo.- dije mirando sus hermosos ojos grises.
Duramos mucho tiempo hablando hasta que llegamos al traslador, era una vieja bota, la tomamos, después de lo que se sintió una eternidad, el señor Weasley nos dijo que la soltáramos, eso hicimos. Cedric me tomo la mano y me dijo, "mueve las piernas" eso hice, sentí como si estuviera volando, y creo que así era, los mire a todos tirados en el suelo, vi cómo se paraban y nos miraban, especialmente a mí, que tenía agarrada la mano de Cedric.
Había muchas carpas en ese lugar, me despedí de Cedric con un abrazo y un beso en la mejilla.
Entre en la carpa que nos correspondía y vi que tenía un hechizo de expansión. Era fabulosa.
-Derecha las chicas, izquierda los chicos.- dijo el señor Weasley.
Harry, Ron y Hermione me acorralaron.
-¿Te gusta Cedric?- pregunto Hermione.
-Es obvio que no, Hermione.- dijo Harry, se veía un poco molesto.
-Eso no lo sabes.- le respondió ella.
-No, no me gusta... O bueno, no lo sé, no lo creo.
-Para mí que sí, y te gusta mucho.-dijo Herms con una sonrisa picara.
-Ya cállate, Herms.-dije un poco sonrojada.
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