—Burbujita, déjame explicarte...
—¿Burbujita? Que apodo tan ridículo —Se burló Emily.
—¡Cállate! —Le grité.
Miré a Mackenzie, quién tenía lágrimas acumuladas en sus ojos, pero no las dejaba caer. Esa es mi chica fuerte.
—Mack...
—Terminamos, Christian —Me interrumpió.
—No, no, no, por favor, déjame explicarte —Supliqué.
Ella se dió media vuelta y caminó rápidamente fuera de la casa, la seguí y la detuve justo después de que cruzara el umbral.
—¡Te odio, te odio! —Gritó, dejando que las lágrimas escaparan. Esa escena si que rompió mi corazón —¿Cómo pudiste hacerme esto, eh? ¡Eres un imbécil!
Hice lo primero que se me vino a la mente para cesar sus gritos; la besé. Pero ella se alejó de mi al instante y me golpeó. Cariño, tienes un muy buen gancho.
—¿Y te atreves a besarme? ¡Ve a besar a esa perra! —Gritó. En otras circunstancias me hubiera molestado que alguien llamara así a Emily, pero esta ves no fué así por dos razones: Primero, amo a Mack, y segundo, Emily se ganó ese nombre hoy.
Reí.
—Bien, sigue riendo.
La subí en mi hombro derecho mientras seguía riendo, me resultaba gracioso escuchar a Mackenzie celosa, ¡Y gritando esas cosas! Ella seguía golpeándome la espalda. Golpeaba muy fuerte, pero no le daría el gusto de decirle eso. Caminé con ella hasta el interior de la casa y pasé por la sala de estar, donde mi madre estaba gritandole Emily. Escuché a Mackenzie reír un poco, pero luego siguió pidiendo ayuda. Entré en mi habitación y cerré con botón.
—Eres un idiota —Se cruzó de brazos.
—Sólo te amo a ti, Mackenzie.
—¿Y ella quién es? —Gritó molesta.
—Mi prima, siempre quiere espantar a mis novias, pero es una buena chica después de todo —Sonreí.
Ella dudó por unos segundos.
—¿Por qué debería creerte?
—Si ella fuera una amiga o algo, mi madre no estuviera gritándole, ya la hubiera echado a patadas —Reí y ella rió junto a mi.
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Capítulo nuevo, ¿Alguien más odia a Emily? ._./