love belt › kim taehyung

Por dumbyeols

244K 10.8K 9.1K

Él solo quería una oportunidad. Ella pretendía ignorarlo cuando lo único que quería era aferrarse a sus braz... Más

2
3
4
5

1

126K 4K 4.8K
Por dumbyeols


«And I wish I never fell so deep in love with you.

Now ain't no way we can't be friends».





Sus tibias manos se deslizaban por la piel ajena, explorando más; desde la punta de la nariz hasta sus labios, sus esponjosos y rosados labios.

Como si de su canción favorita se tratara, como si de algún sueño poco común, como si un disparo hubiera dado en su corazón.

Su corazón es un estallido constante de fuegos artificiales.

Es la sensación de siempre, la sensación que la estremece cada vez que toca su piel, cada vez que se deleita con sus suaves cabellos, cada vez que puede sentir al menos el fino tacto de sus dedos chocar con sus pomposos labios.

Suspira con frustración.

¿Qué debería hacer en casos como estos?

—Hey—susurra, no quiere tocar más, no debería tocar más. No. —Deberías despertar, Kim. Tu novia te espera.

Sus labios murmuran incoherencias. Ella eleva la comisura de sus labios. ¿Por qué rayos debe ser tan bonito?

Es estúpido que esté tan embobada por un simple alumno de su padre.

Demasiado estúpido.

—¡Yah! ¿Es que no puedes hacer nada bien? Levántate, no quiero a una Byun en mi casa, no aquí ¿vale? —Aprieta con resentimiento la suave mejilla del chico y se estremece por completo. ¿Desde cuándo Taehyung tenía la piel tan suave?

—¿Mh? Qué... rico, blandito... Tan... Mmm.

—¡QUE TE LEVANTES PERVERTIDO! ¡LE-VÁN-TA-TE! —grita exasperada y en su ensimismamiento, aprovecha de tomar uno de los cojines del sofá preparándose mentalmente para la guerra.

¿Cómo terminaría todo esto?

No sabe con exactitud cómo pasa, pero está lamentándose por ser siempre la que pierde en una batalla de dos. Contra un oponente tan debilucho como él.

Pero fracasa, fracasa de la manera más simple posible.

Las manos de Taehyung están en su cintura y su corazón se descontrola, está luchando en contra de inevitables sentimientos. Inevitables sentimientos que desde un momento trató de evitar.

Su sonrisa ladina, sus ojos entrecerrados y su tacto, es simplemente... tan cautivador.

Suspira con dificultad, recuperando su cordura e infantería toma el cojín a su lado para seguir "jugando", pese a ello la distracción de la suave respiración de Taehyung la obnubila y es en ese instante que recibe un bruto golpe en su cabeza.

—Taehyung... eres un maldito—lloriquea sobándose la cabeza. Realmente se lo merece, porque ¿cómo iba a pensar que Taehyung iba a...? No. Definitivamente, no.

—Tú tienes la culpa, ¿quién te manda a despertarme de esa forma? Responsabilízate de tus actos—dice cruzándose de brazos, mira hacia los alrededores; no recuerda con exactitud dónde dejó sus materiales.

—¿Yo? ¿YO? Taehyung, estás en casa ajena, tú eres el que se debería responsabilizar de tus actos y tu maldita morbosidad—Harta de la situación, lo toma de la camisa dirigiéndolo hacia la puerta—. ¡Eres imposible! No puedes simplemente irte una vez que papá te ha dado las lecciones, sino que debes quedarte a dormir, ¡porque mi papá te ama! ¡Te ama! Ni a mí me da señales de preocupación tanto como a ti.

—Ya, ahora azota la puerta contra mis narices y está todo bien, lindura—dice con un deje de satisfacción. Aunque por dentro se está muriendo de ternura, es decir, el suave mohín de la chica cada vez que está enojada, cada vez que se sonroja, cada vez que junta sus cejas en señal de desaprobación... es ternura.

Recibe una última mirada aterradora y lo próximo es un terrible dolor en la punta de su nariz. Suspira pesadamente, ¿cuándo fue la última vez que la chica lo trató con amor?

Su espalda choca con la pared, resbalándose suavemente hasta dar con el suelo. ¿Por qué es tan difícil llegar a ella?

Siempre era lo mismo. Peor que el perro y el gato, peor que el gato y el ratón y viceversa.

Saca todas sus fuerzas para reírse de sí mismo y de la situación y de lo patético que se ve con la nariz casi hecha pedazos por un portazo.—Deberías darme una oportunidad para conocerme mejor, me caes bien.

La puerta se abre solo un poco, Taehyung se acomoda en el suelo y sonríe para sí mismo; no confía en él, pero tiene la mínima esperanza de que algún día la chica lo acepte.

—Tú no me caes, Kim—suspira pesadamente—. Por cierto, ¿cómo está tu nariz?

—Si no te caigo bien, ¿por qué te preocupas por mí?—pregunta, y solo recibe otro portazo más.

Lo próximo es sorprendente y de cierta forma, imposible.

Jong Min está llevándolo dentro de nuevo, tirando de él como si nada.—Me caes mal, eso es seguro, pero eres una persona como cualquier otra, no te mereces un portazo por mis estúpidos impulsos.

—Me... siento mal por ser el que aviva tus impulsos, Jong, pero me gusta a la vez ¿es eso posible?

Escucha un bufido por parte de la chica y trata de concentrarse en otra cosa que no fuera ella, pero es imposible.

Los finos rasgos de Jong Min atraen la vista de Taehyung.

Ella con el ceño fruncido trata de encontrar algo que sirva para tratar narices perfectas como la de Taehyung, pero no encuentra. Se siente fatal por ello aunque su semblante demuestre todo lo contrario.

—¿Q-Qué estás buscando?—Pregunta en susurros. No entiende por qué está tan nervioso, ha estado a solas con su novia antes, han estado en casi las mismas condiciones (quizás peores). ¿Pero por qué con ella es diferente?

—Lo necesario para sacarte esa sangre putrefacta de tu perfecta nariz—dice cogiendo un redondel de algodón y agua oxigenada. —Supongo que con tu cutis, esto será casi más que perfección para ti niño-con-piel-perfecta.

La suave risa proveniente de Taehyung le acelera el ritmo cardíaco. Sus mejillas se tiñen suavemente de carmesí y trata de calmar su respiración; no puede fingir cuando él está demasiado cerca.

Sus huesudas rodillas tocan el aterciopelado sillón, la mitad de su cuerpo está inclinado hacia Taehyung, y éste viéndola de una manera inexplicable.

Las inseguridades se van y poco a poco toma valor para restregar suavemente el redondel, limpiando delicadamente, rozando las yemas de sus dedos en la aterciopelada piel del chico a propósito y con la simple excusa de estar limpiando la zona afectada con un algodón muy pequeño.

Los orbes de Taehyung miran con ternura la figura de Jong Min, a pesar de su aparente odio sabe que la chica en verdad es de gran corazón.

Pero maldición, quiere ser el responsable de ése corazón.

Quiere ser el único en su corazón.

Su diestra se posa con delicadeza en la mejilla contraria, acariciándola, apreciándola y aprovecha de la comprometedora situación para acercarse más. Se siente en la obligación se acercarse, después de todo, no todos los días encuentras a la chica que te trae loco y la tienes a esos centímetros de distancia, joder.

Debe aprovechar.

—No deberías hacer esto... pero si te sirve de algo, va a quedar solo un rasguño a lo máximo un moretón. —Sonríe levemente acomodando el cabello de Jong Min— Te debo mucho desde ahora, más que me ha sanado la persona que creí odiarme desde siempre.

—¡Yo no te odio! Tú eres el que hace exasperarme, que es distinto, tus aires de grandeza me generan ganas de darte un puñetazo ¿sabes? —espeta frunciendo los labios. Está molesta consigo misma, nunca ha visto a Taehyung como un enemigo o algo así. Eso es mentirse a sí misma.

Solo considera molesta la forma narcisista en que la trata, eso es todo.

—Si controlara mis aires arrogantes, al menos ¿saldrías conmigo? Como amiga, quiero decir. —Con la chica en su regazo, se dedica a juguetear levemente con sus cabellos. La posición no les incomoda para nada, y no es como si alguno quisiera hablar de ello.

Jong Mi con expresión confusa, se olvida de los redondeles de algodón y de la sangre putrefacta que alguna vez existió en la nariz de Taehyung y se concentra únicamente en afirmarse con suspicacia en los hombros del chico.

—Sabes que si salgo contigo, me metería en problema con los Byun ¿verdad? —Sus ojos bailan hacia el rostro de Taehyung, sabe perfectamente que su cara está ardiendo en estos momentos y que se quiere morir de vergüenza al no ser consciente de sus actos.

El vaivén de sus dedos hacia el rostro de Taehyung es inevitable, su delicada piel es tan suave que le remese el corazón.

—Pero supongo que no es problema, que yo sepa desde que los conozco siempre se han llevado mal, que seas mi amiga no tiene nada de malo ¿o sí? —Con ternura posa su barbilla en el delicado hombro de Jong Min, debe recordar que no debe tener ciertas atribuciones demás hacia ella, pero es demasiado impulsivo como para controlarse.

—Después no me vengas a decir que no te lo advertí, ¿bien? —murmura luego de cerrar los ojos para sentir la tibia respiración de Taehyung contra su cuello.

Quiere saber por qué él la hace sentir así.

Quiere saber por qué él hace que su cuerpo reaccione así.

—¿Sabes cocinar? —Pregunta quedamente— Tengo hambre.

Jong Mi parpadea varias veces antes de contestar, es una buena pregunta considerando que sus artes culinarias han empeorado bastante el último tiempo.

—Taehyung, te iba a venir a buscar Byun ¿recuerdas? Ella lo más probable es que cocine para ti o te invite a comer a alguna parte—Con el dolor de su alma vuelve a su sitio en el sillón sintiendo el frío abrazar cada célula de su piel.— Vamos, está lleno de comidas rápidas fuera del apartamento no es como si ella no te invitara nunca a comer.

—No sabes cocinar, ¿verdad?

—Cállate.

Taehyung arruga la frente en señal de reprobación. Sabe que el padre de Jong Mi nunca está en casa, sabe que nadie cuida de ella por las noches y sabe perfectamente que ella es demasiado floja para cocinar algo decente para una sola persona. Entonces...

—Jong Mi tú sabes cocinar, ¿por qué...?

—No lo encuentro necesario, Kim. Es decir, prácticamente la casa está llena cuando mi papá te da lecciones o cuando vienen otros a por ello, él se va siempre de viaje, es innecesario cocinar solo para una persona, es decir, comer sola es una desgracia—dice jugueteando con su cabellos. Está recordando muy bien que se ha metido en problemas al aceptar la amistad con Taehyung, pero un problema más no vendría mal ¿no?

Taehyung arruga la frente por segunda vez.

—Pero tengo hambre, mucha hambre y ¡Jong Mi-ah! Tienes que alimentar a Kim hambriento—dice mientras se acurruca en el hombro de la chica. Ve los objetos de curaciones alrededor de la alfombra y lo hace sonreír tímidamente. Nunca había estado tan cerca de Jong Mi en mucho tiempo, ese era un gran avance para alguien como él.

—¡Eres un idiota! No te pienso cocinar, yo no tengo hambre. Estás buscando excusas para quedarte más tiempo acá, ¿no tienes casa?—gruñe mientras ladea su cabeza hacia Taehyung. —Tengo que estudiar, gran idiota.

—Son excusas para pasar más tiempo contigo, Jong, pero eres cabezota y no entiendes.

Jong Mi sostiene la mirada amenazante de Taehyung, detesta que sea tan directo para sus cosas, detesta lo bonito que es. De verdad lo detesta. Muerde su labio inferior en señal de nerviosismo, nunca debió de haberlo mirado de esa forma.

Quiere apartarse pero por algún motivo desconocido de un momento a otro, está siendo atrapada en un fuerte abrazo por parte del chico.

Y es incómodo porque la posición en que ambos están no es la más adecuada para un abrazo pero su cuerpo reacciona ante cada roce de Taehyung e involuntariamente sus manos recorren su tonificado dorso. Toma una corta respiración dejándose llevar por las cálidas sensaciones que la recorren y podría jurar que en ese momento Kim Taehyung es aquél oso de felpa que siempre quiso tener.

—Abrazarte da sueño, Kim—Miente dándole pequeños golpecitos en la espalda—. Quítate, tu novia va a venir a buscarte Taehyung, no sé por qué rayos se demora tanto...

—¿Por qué no quieres pasar más tiempo conmigo?

«Porque temo enamorarme de ti, Kim».

El sonido del timbre hace eco en el lugar, y la mirada dolida de Taehyung no hace más que estrujarle el corazón.

Su cabeza no piensa con determinación y sus pasos son más apresurados que de costumbre. Está molesta consigo misma y con lo que está a punto de hacer. Pero le duele que Taehyung la mire así, es débil, demasiado si se trata de una persona como él.

—¿Qué haces aquí, Byun?—Con ciertos aires de grandeza, se apoya en el umbral de la puerta con una posición poco femenina— No te dejaré pasar, que lo sepas.

—Vine por Taehyung, prometió llevarme a cenar—dijo cruzándose de brazos—. Y que yo sepa, hace bastante tiempo Taehyung ya debió irse de aquí, ¿qué le has hecho?

—Taehyung está conmigo ahora, me está ayudando a cocinar ¿algún problema? Oh sí, ha mencionado algo como que su cita se aplaza, ¿bien? —Sonríe divertida al momento en que ve el rostro sorprendido de la chica— Y no es porque te esté haciendo competencia pero solo quiero pasar tiempo con mi ahora nuevo amigo.

Se siente mal.

Realmente siente tratar a personas así, por más que sea la peor persona del mundo, nadie merece ser tratado así.

Pero Taehyung.

Su respiración se agita de repente, siente de alguna forma que todo aquello que está haciendo está mal y que no debería dejarse llevar por Taehyung. Pero maldita sea, le gusta más de lo que alguna persona puede imaginar y no puede evitarlo.

Aunque quisiera.

El golpe que recibe la puerta por parte de la otra chica la estremece, y sabe que él la está observando, sabe que está tratando de saber qué está pensando y no es muy listo con ello que digamos.

—No quiero que la eches por lástima, Jong. Hace un rato dijiste que no querías pasar tiempo conmigo, ¿por qué ahora sí? —Cruzado de brazos se acerca con cautela. Jong Mi se estremece.

—Está bien todo lo que me dices... Está bien. El problema es que quiero pasar tiempo contigo, Taehyung—confiesa y una tímida sonrisa se escapa de sus labios. ¿Por qué de repente pensar en pasar tiempo con él es lo más grandioso del mundo?

Taehyung trata de buscar alguna pizca de mentira en los ojos de Jong Mi, pero por más que los mira, más termina asegurándose de que es una de las personas con el corazón más dulce del mundo. Pero no entiende porqué es tan dura con los demás cuando todo de ella demuestra lo contrario.

Con una sonrisa, guía a Taehyung a la cocina. Realmente no es buena iniciando un tema de conversación, tampoco tiene muchos amigos y no es como si quisiera tenerlos. Y...

—¿Me puedo quedar en casa hoy? Mamá salió junto a papá y me molesta estar en casa... solo.

Cruzándose de brazos, Jong Mi entrecierra los ojos acusando a Taehyung—Temo que tenías planeado esto desde el principio, pero papá también se va después de tus clases a quién-sabe-dónde, y eso significa que sí... te puedes quedar.

«Después de todo, de algo te servirá ese pijama de Stitch que traes en la mochila, maldito loco»

—Tarde de películas, entonces. Quiero palomitas, la cena y si puedes, tu adorada compañía—dice mientras revuelve los cabellos de la chica—. Yo la elijo, no te preocupes por eso—susurra antes de alejarse con una triunfal sonrisa posada en sus labios.



🍎🍎🍎



Su visión es borrosa, aún somnolienta no es capaz de enfocarse bien.

De alguna manera, su cama parece extrañamente ser lo más cómodo del mundo, cosa que no pasaba a menudo.

Cálidamente confortada.

—Jong Mi, levántate, estúpida—susurra para sí misma, mientras se aferra a lo que sea que está bajo ella. A lo que está cálidamente aferrada.

A algo que definitivamente no es una almohada.

El tacto se siente tan tibio, blandito y de cierta forma, dulce. Rodea perezosamente lo que cree aún su almohada e inhala el extraño perfume varonil. No recuerda haber echado perfume de su padre en sus almohadas, ¿pero por qué huele como si realmente lo hubiera hecho?

Y no es como si fuera el perfume de su padre tampoco, mucho menos la loción que él posee después de la ducha.

Demasiado extraño.

Intenta abrir sus ojos, pero simplemente la pereza es más fuerte que ella. Acurrucándose más a lo que está aferrada, siente una pequeña presión en su cintura.

«¿Qué..?»

Lo primero que ve al abrir los ojos es a un sonrosado Taehyung con los ojos entreabiertos y a muy escasos milímetros de su rostro.

Cree haber visto un ángel o algo por el estilo, porque ¿cómo rayos Taehyung podía ser así de atractivo?

—Te juro que no fue culpa mía—murmura Taehyung—. Fuiste tú la que se quedó dormida primero, el sueño se contagia ¿sabías eso?

—Taehyung eres un idiota—gruñe mientras trata de zafarse de los brazos ajenos. Se sonroja cuando Taehyung posa sin vergüenza alguna sus manos en sus caderas. Están demasiado cerca, tan cerca que podría ser peligroso—. Tengo que irme, las clases empiezan pronto y Taehyung...

—¿Tú crees que eso a mí me importa? Quedémonos así un ratito más... Además, estás calentita y hace frío—Apegándola más así, Taehyung da pequeños soplidos en el cuello ajeno. Le gusta demasiado la cercanía de Jong Mi y espera que al menos ella sienta lo mismo que él.

Jong Mi se paraliza de repente.

Los orbes de Taehyung parecen ser la cosa más hermosa del mundo y los labios ajenos son aquél fruto prohibido que siempre quiso probar. No sabe cómo llegó a la situación de estar a casi milímetros de su rostro.

No sabe en qué momento empezó a cautivarse por el idiota de Kim Taehyung.

«Cerebro a Tierra, por favor, cerebro a Tierra»

Con la poca fuerza de voluntad que le queda, trata de zafarse del agarre de Taehyung. Pero cada vez que intenta, cada vez es más imposible alejarse de él. En un intento brusco por bajarse del sillón, el respaldar se inclina en su totalidad expulsando a ambos por igual hacia la afelpada alfombra.

Jong Mi tapa su rostro con ambas manos en señal de frustración.

Pero algo la distrae en medio del acto: la risa de Taehyung hace eco en el colorido living y una tierna sonrisa se posa en los labios de la chica.

No puede negar el hecho de que cada vez que él ríe.

Él la hace feliz.

Y ya no es algo que pueda esconder por mucho tiempo.

—¿Es que eres imbécil?

Taehyung quiere parecer serio, pero explota en carcajadas (otra vez) que Jong Mi no sabe identificar si son de nerviosismo, de felicidad o de alguna mezcla extraña entre ambas.

Ella ríe de una forma desmesurada junto con él.

Sabe con exactitud que desde que dejó a Taehyung dormir bajo su propio techo, cambiarían mucho las cosas.

El ceño de Jong Mi se frunce drásticamente, y Taehyung sabe que está en graves problemas.

El ceño fruncido de la chica siempre significa problemas.

—Después de esto, ¿me ignorarás? Es decir, ¿harás como si no pasara nada entre nosotros?—pregunta mirando fijamente al techo.

—¿Por qué preguntas eso? Te dije que a partir de ahora seríamos amigos, ¿qué parte de amigos no entiendes? No te negaría por nada del mundo, preciosa.

Su corazón se acelera más de la cuenta y sus impulsos superan su capacidad intelectual de evitarlos. Acercándose sigilosamente, le da un apresurado beso en su mejilla.

—Debes irte, pequeño Stitch.



🍎🍎🍎



Taehyung no puede estar más feliz.

Poco importa que reciba miradas expectantes a cada risa traviesa que escapada de sus labios cada que camina. Se había echado la loción varonil que se encarga de comprar su madre mensualmente (y que a veces, tiene que hacerlo por semana), no era necesario arreglarse mucho pero su loción para él era lo más importante, y sabía que a Jong Mi algo le provocaba.

Estaba absolutamente comprobado.

Especialmente cuando la había pillado días atrás oliendo descaradamente parte de su cuello, con la pequeña escusa de tener una pelusa—según ella, demasiado pegada a su cuello—de éste.

Su caminata vaga se detiene enfrente de lo que sería el casillero de Jong Mi y frunce el ceño al no verla por el lugar. Siempre está ahí a la misma hora de siempre, ¿por qué ya no?

Suspira con frustración mientras remueve con brusquedad su cabello. Todo de Jong Mi le confunde y lo peor es que le gusta ser confundido.

Eso es lo peor de todo.

Más cuando tiene una novia a la cual extrañamente ya no quiere de la misma forma en que creyó quererle. Y quizás existe la posibilidad (mínima siquiera) de que jamás la quiso de la manera en que pretendió alguna vez quererla. Menudo trabalenguas.

Desganado, comienza a abrir lentamente su casillero. Su cabeza no está cruzando por los mejores pensamientos y está cansándose de todo.

Siempre quiso a Jong Mi pero teme de alguna manera, que ella no lo quiera como él quiere.

Y eso le aterra.

—¡Taehyung! —La voz a sus espaldas lo espanta y por acto reflejo da un pequeño saltito poco masculino.

—Menudo susto que me has dado, Hoseok—murmura casi balbuceante—. ¿Qué pasa, Hobi?

—¿Te pasa algo? Te ves... diferente hoy.

—Nada de lo que no sepas, Hoseok —Se apoya con brusquedad en el frío casillero y su amigo amablemente le golpea el hombro.

—¡Anímate! Ella no ha venido por nada a dejarte eso en el casillero, ¿eres tonto? Casi me saca las costillas codeándome para que le diga la clave de las casillas, ¡tengo moratones por eso!—Hoseok se tranquiliza una vez que ha soltado la "bomba", su amigo está viéndolo con cara de confusión y en conciencia sabe que ha metido la pata.

Hasta el fondo.

—¿De qué me estás hablando?

—Oh, ¿es que no lo has visto? Mierda, no debí decirte, ¡debí haberte dejado abrir por completo el casillero! Jodido idiota, Hoseok—dice a medida que voltea a Taehyung y guía sus manos al casillero—: Abre esta jodida puerta, hermano, no sacrifiqué mis costillas por nada.

Taehyung perplejo, piensa que es otra de las tantas bromas de su mejor amigo. La última vez que dijo algo como eso fue cuando Hoseok hizo un extraño peluche con los calzoncillos de ositos de Taehyung, cosa que no fue para nada graciosa para él, pero que para Hoseok fue mejor que los chistes sin sabor de Min Yoongi a la hora del almuerzo.

Con cierto temor, abre cuidadosamente su casillero, ve todo intacto y en orden hasta que una bolsa de papel al final de éste lo sorprende. Él nunca utiliza bolsas de papel, menos de un color tan femenino.

Sus cejas se elevan con cierta preocupación.

Nunca recordó que Hoseok le gustara su novia como para darle la clave de su casillero o siquiera cruzar palabra alguna con ella, y también recordó que ella nunca hacía cosas por él.

¿Qué diablos está pasando?

Mira expectante la bolsa de papel, teme abrirla pero cuando lo hace su sorpresa es tan grande que Hoseok se aguanta las ganas de reír por la cara poco guapa de su amigo.

—¿Jong Mi...?—susurra embobado.

Saca un pequeño táper con un apetecible trozo de pastel dentro junto a un post-it.

Y esa es la pista definitiva.

Eso es aquello definitivamente le hace saber que es ella. No puede dudarlo, no cuando sabe con exactitud cuánto le gustan los post-it y de la colección que tiene guardada en el tercer cajón de su escritorio.

"Para: Bobo Kim. 🙄

Le debes una extensión de cabello a la Byun, Taehyung. Y no te atrevas a preguntar por qué, porque de seguro Byun te deja sin cabello también y tú ni yo queremos eso ¿no?

¡Espero que disfrutes tu desayuno!

Con mucho odio,

Jong Mi.

PD: Dile a Hoseok que me perdone todos los codazos que le di, pero era necesario."



Taehyung ríe anonadado mientras salta a los brazos de Hoseok.

—Esto es demasiado avance después de un mes ¿no crees, campeón? —Susurra palmeando su espalda— Está en la terraza, por si la estabas buscando.

Taehyung asiente energético mientras que con cautela posa la bolsa de papel en su pecho y corre, dejando atrás a un sonriente Hoseok dándole ánimos a lo lejos.

El nerviosismo se apodera de él al estar a una escalera de la terraza. Piensa en volver, piensa en los estúpidos que son sus impulsos de último momento.

Pero también piensa en ella.

Piensa en lo linda que es apoyada en las barandas de la terraza, en lo bonito que es su perfil y en lo maravilloso que es su corazón.

Sonríe como siempre suele hacer y con paso lento camina hacia ella. Su respiración es cada vez más tenue pero los latidos de su acelerado corazón parecen ir en aumento.

Sabe que Jong Mi le gusta demasiado y no puede negarlo.

Ya no más.

«Me gustas, Jong Mi, me gustas mucho.»





Seguir leyendo

También te gustarán

584K 78.7K 46
Una sola noche. Dos mujeres lesbianas. ¿Un embarazo? ¡Imposible!
322K 30.7K 33
"Dahee, ¿por qué la gente cree que los que somos felices estamos locos?"
9.6K 593 28
Esta es la historia de T/n, una chica que recibe una beca para irse a Seúl a estudiar la carrera que quiere, para no tener que aguantar una compañera...
780K 117K 99
Toda su vida fue visto de menos y tratado mal por las personas que decían ser su familia, estaba cansado de que todas las noches llorara por aunque s...