-lamento haberte dejando sola-dijo Damián llegando a mi lado. Como siempre el todo un caballero.
-no te preocupes, estaba platicando con mi hermana.
-claro-sonrió ella con malicia-le preguntaba ¿Qué para cuando la boda?
Damián se le quedo viendo y se soltó riendo. Me alegraba que el tomara el comentario de mi hermana como si no fuera nada, me moriría de la pena de ser distinto.
-créeme Ashley los niños llegan primero antes de casarme-rio aún mas, por fin respirando de alivio.
-oh dios mío-dijo mi hermana hipócritamente-estas embarazada-dijo tapándose la boca, haciendo su actuación mas creíble.
Dylan abrió los ojos a tal grado que casi se salen de las cuencas. Damián paso su brazo por mis hombro y vio a mi hermana risueñamente.
-pues si vas a ser tía.
-Damián-dije mirándolo-sabiendo que eso no era verdad, porque ni siquiera me había tocado en todo este tiempo.
-no puede ser verdad-fue la voz de Dylan la que nos sorprendió a todos-Tú no puedes estar embarazada-dijo su voz sonaba dolida. Por dios él no podía ser tan obvio no por favor, a mi lado Damián se tensó totalmente y con toda la jodida razón del mundo, Dylan está dando señales de que aún le importo y no es que antes no me lo haya dicho o demostrado antes, pero era un momento muy incómodo.
Solté la carcajada ante el momento de tensión, todos me miraron, vi a Damián y reí de nuevo.
-por dios Ashley ¿de verdad crees que estoy embarazada?-entonces Damián suspiro y dio una pequeña carcajada.
-estamos más protegidos que la casa blanca-beso mi cabeza.
-solo espero que no le den nietos a mi madre antes que Dylan y yo, eso sería trágico-dijo mi hermana acorrucándose al lado de Dylan.
-oh Ashley no te preocupes, ya hablaremos de hijos después de que tu hermana termine su carrera-dijo abrazándome de nuevo.
-tienes razón aquí mi hermana cerebrito es lo que más quiere, una carrera, familia, hijos etc. espero sea tan feliz como yo-roso los labios de Dylan cuando termino de hablar, mi garganta se reseco así que, le di un trago al te.
-guapa vamos quiero que conozcas a mi tía, es muy parlanchina, pero es muy agradable-dijo riendo antes de jalarme fuera de la mesa y encaminarnos hacia otra mesa.
-gracias-dije apretando su mano.
-no te preocupes creo que los dos nos salvamos de ese momento incómodo.
Nos habíamos librado de uno incómodo para ir a otro más incómodo, su tía casi nos investiga de pies a cabeza y cuando pregunto si teníamos relaciones casi muero de vergüenza, nos dio métodos para cuidarnos y todo, no había podido estar más avergonzada en toda mi vida.
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