Emma subió por las escaleras algo apresurada a su habitación. Ella encendió la luz y después su computadora, se sentó en su cama y esperó a que su lenta computadora cargara "Skype" se miró en el espejo e intentó arreglar un poco su aspecto. Miró la caja que le había llegado hace unos días por correo para después apretar el botón de "llamar" y poder hablar con Rubén como habían acordado días antes.
Él contestó al instante, estaba sonriendo, con el cabello castaño desordenado, una camiseta negra, su piercing en la oreja izquierda y la muñequera (ya que sólo se veía de su torso para arriba).
-¡Feliz Navidad año 2011!-prácticamente gritó Rubén haciendo que Emma se tapara los oídos.
-Feliz Navidad a ti también-le respondió riendo levemente-¿tienes mi regalo?
-oh si nena-dijo intentando sonar sexy mientras la mostraba por la cámara.
Emma se levantó, tomó la caja que le había enviado Rubius y después volvió su mirada a él, a través de la pantalla.
-A las tres...-susurró Emma-uno, dos... ¡Tres!
Ambos abrieron sus cajas a la vez y Emma se tapó la boca de la emoción. Era un libro de partituras de Chopin, una camiseta (que era de Rubén, e incluso tenía olor a perfume de hombre), una de sus muñequeras y una gorra plana que se nota que él la eligió.
Por el otro lado del mundo, Rubius abrió su caja y sonrió con ternura. Había una carta (que después leería), una camiseta que él quería desde hace tiempo, una gorra y después un collar. El frunció el ceño al ver el collar con un corazón dorado. Lo tocó y después vio que se podía abrir, entonces, al hacerlo vio que en un lado había una foto de él y en el otro una foto de Emma.
-Feliz Navidad, Rubius.
-Feliz Navidad, Emma.