Cuando entro a la cabaña 6 algunos de mis hermanastros están sentados sobre sus literas tratando de recuperar el aliento, otros se hidratan y estiran sus músculos.
-¿Qué paso?- Después del almuerzo, había ido con Quiron, para informarle sobre el asunto escolar de Percy y mis hermanos habían estado a cargo de Malcolm.
-Los hijos de Ares pasaron- refunfuño Sofía, una nueva campista que había llegado, según me informan la semana pasada, tenía 11 años y se adaptaba rápido.
-Son hijos de Ares, les gusta meterse en problemas y su oficio son los conflictos bélicos- pongo mis ojos en blanco al recordar que ellos usan la fuerza sin pensar antes una estrategia- luego hablare con Clarisse, ¿alguna otra cosa?-
Todos se miraron nerviosos, como si quisieran decir algo y nadie se atreviese, mire hacia donde se encontraba Malcolm, el segundo al mando en busca de información, sus ojos grises me miraron fijamente sin dar ninguna señal.
-Sabemos que te traes algo entre manos- por fin dijo el, dejando su daga sobre su baúl de objetos personales-algo está pasando, ¿qué es?-
Los mire a los ojos fijamente, uno por uno a todos mis hermanos, eran hijos de Atenea, no tenía caso tratar de ocultárselo, bien sabía yo que, aunque Clarisse, Quirón y yo, fuésemos en extremo cuidadosos y no dijéramos nada a las otras cabañas, no podíamos ocultárselo a mis hermanos, eran demasiado intuitivos e inteligentes.
-Hay una misión, muy importante- tome aire- creemos que Cronos quiere atacar el Campamento-
-Las fronteras mágicas nos protegen, ¿no?- dijo Sofía.
-Si pero él está buscando entrar de otra manera, a través del Laberinto, el de Dédalo, pero eso no tiene sentido, no hemos encontrado ninguna entrada dentro del campamento, pero, si es que hubiese una entrada aqui, Cronos solo necesitaría...
-...Encontrar una manera de guiarse dentro del Laberinto, que es muy confuso, y si lo lograra, puede llevar a su ejército de monstruos a cualquier lugar, al Olimpo, o adentrarse en el Campamento sin ser percibidos hasta su arribo - termino por mi Malcolm.
-Nunca antes se ha visto- susurro uno de mis hermanos.
-Annabeth, tu sabes que...-
Fue interrumpido cuando, Silena Beauregard, entro en la habitación con una sonrisa al estilo pasta dentífrica de marca registrada. Ella era buena onda y toda la cosa, al inicio pensaba que todas las hijas de Afrodita eran superficiales, amantes del color rosa, ella me hizo cambiar de opinión, es la mejor en equitación de Pegasos y sabe pelear.
-Vaya, vaya, ustedes siempre tan cerebro...organizados- analizo rápidamente la habitación, fijándose en todos los detalles- Muy bien, pero sigo pensando que un poco de color no afectara y esos mapas, eso si están muy a la moda siempre y cuando no sean, olvídenlo- Volvió a sonreír y le guiño un ojo a unos de mis hermanos antes de salir, dejando un rastro de perfume. Eso sí que había estado cerca.
-Nadie debe enterarse- dije tras unos segundos de vacilación- esto no sale de la cabaña 6, ¿entendido?-
Todos asintieron con la cabeza.
-Bueno, ¿tenemos algo planeado?- dijo una hermana- ¿alguna actividad?
-Veamos- dije sacando una tabla donde anotábamos Malcolm y yo las actividades de la semana, no había nada escrito, mire a Malcolm y mascullo algo como "Humm, lo siento", como yo llegue hoy, el tenia que encargarse de eso-Muy bien, tenemos 2 horas,45, no 46 minutos para la cena, Grace, necesito que ayudes a Sofía con sus clases de Griego clásico, los demás tienen la tarde libre, pueden preparar equipos para las carreras de canoas , Malcolm, pregúntale a las demás cabaña si quieren algunas actividades con los hijos de Atenea. ¿Preguntas?- podía ver sonrisas ladeadas, a todos les entusiama una tarde libre- No, perfecto-
Los siguientes minutos se me fueron volando, primero estuve con Grace dándole clases de Griego a Sofía, luego fui con Malcolm por ahí, pase con unos hermanos una carrera por el bosque, cosas típicas de semidiós.
Faltaba poco para la cena y estaba bajo un árbol pensando en lo que estaría pensando Luke, es decir, se que está enojado con los dioses, pero, este campamento se convirtió en su hogar, me pregunto si no sentirá nada al saber que Cronos planea atacar al campamento, con todos esos semidioses inocentes, ¿que si cuando pasa todos están durmiendo y no están preparados? ¿Qué si yo no estoy preparada? ¿Pensara en mi?, estoy segura que sí, lo ha demostrado y yo sigo pensando en él. Pero...
-Hey Annabeth- mis ojos grises entornaron a Malcolm que llevaba dos arcos sobre su espalda y sonreía ligeramente, me tendió un cupcake rosa- te reto a una competencia de tiro con arco-
-Claro- dije parándome y estirándome-¿Qué quieres perder?- tome el Cupcake dándole una mirada suspicaz y lo mordí, sabor a fresas silvestres inundo mi boca, delicioso.
-Muy bien, veamos será una apuesta, sin apuesta si es que así se puede decir, solo es por ver quién es el mejor con tiro con arco-
-Okey, solo no llores cuando tu hermanita menor te gane- Nos dirigimos a la arena y me dio un arco- Bueno...
-Dos de tres gana, las damas primero- dijo el-¿En qué pensabas?-
-En nada en particular- dije ajustándome el arco, mire alrededor, el sol se estaba ocultando y el campamento parecía tener un aura mágica, más de lo que ya es, tenía ganas de oler flores, tirarme en el pasto a observar las nubes, observe una en particular, tenía forma de una patito, le sonreí al patito-nube, de pronto el arco que preparaba parecía muy pesado, ¿qué tal si lo dejaba e iba a pasar el rato con unas náyades? Nunca hablaba con ellas. O con Silena, daba muy buenas charlas sobre la diferencia entre los tonos de moda.
-¿Algo te pasa hermanita?- dijo arrogantemente Malcolm- Te sientes, ¿diferente?-
-¿Por qué preguntas?- solté una risotada al mirar la cara de el- Todo esta per-fec-to-
-¿No tienes ganas de, hum, ya sabes ir con las de Afrodita?, oí que se están arreglando el cabello-
-Me pregunto si me podrán hacer un par de trenzas, se ven muy monas- Un momento, ¿hablaba de trenzas con mi hermano?, esto se me hacía malo...
-Okey, solo tira tres veces, solo tres y te podrás ir con ellas-
-Qué aburrido eres Malcolm- me posicione y tire una vez, no toco ni siquiera la diana, fruncí el seño, no era de mis fuertes pero tampoco era tan mala.
-Annabeth, Silena me dijo que si querías podrían hablar de ya sabes que-
-¿De ya sabes qué?- me prepare y tire, esta vez dio en la diana, pero muy lejos del blanco- No sé de qué hablaba, me siento rara Malcolm-
-Después de esto podrás a ir a preguntarle, solo te falta una, vamos tira Annie-
-¿Alguna vez te has preguntado por qué el aqua es el color tendencia de esta temporada?, es decir, ¿Quién determina eso?
-Es una pregunta realmente interesante, apunta-
-Mandón- solté una risita y dispare, a unos 3 lugares del blanco- ¿Feliz?
Él se preparó y tiro flecha por flecha, las tres dieron en el blanco, bueno, la segunda un poco a la derecha.
-Le gane a la pequeña Annabeth- sonrió el
-Oye- me queje dando brinquitos al darme cuenta de lo que me había hecho- me diste algo raro en ese cupcake
-No, ¿Cómo te atrevéis a culparme de tales cosas?
-Eres un, un tramposo, ya verás cuando se me pasen estas ganas de ir a arreglarme el cabello, y después de una relajante ducha, ya verás, te, te arrepentirás!- refunfuñe- eres un malote- el solo se rio, ¿Qué rayos? Pensé vagamente. Podía no estar en este momento en pleno uso de mis facultades mentales, pero ya vería, cuando se me pasar él se iba a arrepentir, o si, la venganza iba a ser dulce como la tarta de fresa.
El resto de la tarde fue de lo más raro. Por un lado estaba el loco impulso de ir a recoger flores y pintarme las unas, intentar encontrar un Spa como el de la isla de Circe, o bien ir con las hijas de Afrodita a contarles sobre aquel Spa para verlas morirse de Celos cuando les cuente sobre aquel masaje. Y por el otro lado estaba mi lado razonal, que me decía que tenía que controlarme.
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Cuando el efecto "tarta de fresa" pasó, se puede decir que no estaba de muy buen humor, lo último que quería era ver a Jackson sonriendome amablemente, ¿Cómo se supone que estaría enojada con él cuando sonreía así? Esos pensamientos solo servían para enfurecerme más. Intenté ignorarlo y prestar atención a Quintus.
Mañana continuo!
Besos.