El año comenzó normal, quitando el hecho que los chicos todo el rato estaban callados. Rose no quería sospechar nada, pero podía que si fueran mortifagos. Siempre que Rose llega los chicos se callan.
En el comedor Rose ya no es la única que se hunde en sus pensamientos, todos los demás lo hacen.
Estaba más que confirmado, Voldemort estaba de regreso. Eso causó miedo en todos los estudiantes.
En clase, por fin, Snape ya no era profesor de pociones. Ahora es de defensas contra las artes oscuras. Slughorn es el de pociones.
— Buenos días alumnos, que hermosos día para aprender pociones— hablo el profesor.— Bien, ahora vayan a la pagina 32 y hagan la poción— ordeno sonriente.
— ¿Porfesor, solo nos dirá eso? ¿No explicará ni nada?— preguntó Hermione.
— Necesito ver que tal siguen las instrucciones— dijo.
Los chicos fueron a iniciar sus pociones. Normalmente la clase de pociones es de risas, ahora raramente ninguno decía una sola palabra.
El día acabo extraño, Rose quería preguntar, pero primero; claramente no le dirían si son mortifago, segundo, no quiere saber porque lo que sea que le digan que ella los expondría.
Rose estaba en su cama, Hasel ya se había dormido, en cuanto escuchó un suave toque en su puerta. Rose se levantó a abrir.
— ¿Te desperté?— pregunto Enzo con una sonrisa.
— Nop— ella le sonrió.
— ¿Puedo dormir contigo?— pregunto Enzo.
— Claro— Rose le dio el paso y los dos se acostaron.— ¿Todo bien?—
— Si, solo no puedo dormir— dijo Enzo.
— Está bien, descansa, lindo— dijo ella y Enzo puso su mano debajo del cuello de Rose para poder dormir.
Finalmente Enzo se durmió y poco después Rose.