Todos se quedaron quietos y al instante los gritos cesaron, nadie se movió al ver la intervención de los agentes de el Gran Laboratorio, y dos de ellos fueron por el hombre inconsciente.
Un hombre armado tomó un megáfono y habló.
—¡Todo esta en...! —fue interrumpido, pues escuchó ruidos extraños entre júbilos de alegría —¡Todos adentro de los locales! —pero nadie se movía —¡Ahora!
Se desató el caos, otra vez. Las personas corrían a esconderse al tiempo que otras diez o veinte personas de ellos llegaban.
Todos gritaban lo mismo.
—¡NOS SALVARÁ!
Llegaron otros dos camiones del G.L. y todos se preparaban. Se escuchó el sonido de helicópteros y efectivamente lo eran pero no por parte de el oaboratorio, sino de televisión, querían grabar lo sucedido. Daphne no quiso saber lo que sucedería después, ya que estaba segura de que no sería nada bueno, tomó a Mike de la mano y corrieron lejos de ahí.
Dejando su cuaderno de apuntes en la mesa, olvidado.
Sintió su teléfono vibrar en su bolsillo, pero no atendió.
Corrieron hasta donde estaba el auto de Daphne, quién abrió la puerta del piloto y una vez adentro, quitó el seguro de la otra puerta.
—¡Vamos, entra! —le exclamó a Mike, quién no dudó en hacerlo.
Daphne arrancó a toda velocidad, rechinando las llantas.
—¿Que era eso? ¿Una pelea? —le preguntó una vez que se alejaron de la escena.
—No tengo idea —se quejó Daphne, pero mentía, porque sí sabia quienes eran y ella los había visto en ese "recuerdo" no tenía caso decirle a Mike sobre ellos, había visto su reacción cuando leyó su.. —¡Mi cuaderno! —exclamó y se llevó la mano a la frente —¡Deje mi cuaderno en la mesa!
—¿Tu cuaderno?... ¡Ah, ya recuerdo! Pero no era nada importante, sólo cuentos de ficción —se encogió de hombros.
No era sólo historias de ficción, era importante para mí.
—Supongo que no hay remedio —hizo una mueca, tendría que buscar nuevamente toda la información —Olvidemos eso, mejor, dime ¿Quién es Irene? —inquirió la ojiverde.
—¿De verdad no la conoces? Está en tu clase de cálculo, la vi entrar contigo.
—¿Quién es? —volvió a preguntar. No se refería a quién era, de que si la había visto o no.
—Mi novia.
La respuesta le cayó como un balde agua fría. Se sintió triste al saberlo, pero eso fue reemplazado por enojo. Pisó el freno de golpe, haciendo que Mike casi se golpeara contrabel vidrio del coche.
—¡¿Y porqué no me dijiste eso antes se intentar besarme?! —le gritó molesta.
—No, no lo intenté. Te besé, es un hecho —sonrió aún sin despegar la vista de la carretera —Ten más cuidado al manejar ¿si?
—Me dan ganas de golpearte ¿Puedo?
—No, no puedes.
—Pues igual o haré —y molesta, le dio un buen golpe en el hombro.
—¡Auch! Eso dolió —se río, no se tocó la parte afectada porque manejaba, la miró, sorprendido —¡Tienes fuerza! Me das miedo —negó de nuevo.
—Soy ajena a tu dolor. Cómo sea, ¿Por qué no me lo dijiste?
—Porque tu no me lo preguntaste.
Y se rió.
Fue cuando tuvo ganas de tirar a Mike por las escaleras.
Daphne tuvo que dejar a Michael en su casa, puesto que su auto estaba todavía en la ciudad, esperaría a que la grúa lo llevara a otro lugar para poder ir por él.
Sin embargo, al regresar a casa, a Daphne sólo le esperaban problemas.
—¿Porqué no atendiste mi llamada? ¿No sabes lo preocupada que estaba? —le gritó su madre, echa un manojo de nervios.
—¡Lo siento, pero no tenía tiempo para platicar mamá! ¡Había gente... atacando las calles! —le exclamó, molesta por la actitud de su madre.
—Daphne no le hables así a tu madre —le regaño Carlos —¡Y no quiero más mentiras!
—¡No son mentiras!
Y se dirigió a su cuarto sin decir otra palabra.
Cerró la puerta detrás de ella, se acostó en su cama, con muchas preguntas invadiéndole la mente. Decidiendo ignorar el problema con su madre. Tenía otros asuntos más importantes que una llamada no contestada.
¿Qué quería decir ese hombre con "Los salvará" ? ¿Las personas de las camionetas eran realmente las que ella vio en aquel recuerdo?
Y aún así, a pesar de cargar armas, ir conduciendo esos monstruosos vehículos, los rostros de la gente se aliviaron un poco al verlos y ella creyó escuchar como algunos susurraban "Que alivio" o "Es el G. L. " "Estaremos a salvo" ¿Qué era lo que sabían todos, que ella desconocía? Necesitaba saber respuestas a todas sus preguntas y no había nadie que tuviera la información necesaria.
Ella imaginaba que sus padres no sabían nada al respecto, pues de haberlo hecho, habrían entendido el por qué tuvo que no contestar la llamada. Estaba Mike, pero él sabía tan poco o menos que ella. ¿Qué debería hacer? Ya había empezado a buscar información por su cuenta y la había perdido ¿Intentar hablar de nuevo con Alba?
Se fue por la segunda opción, pero ¿En dónde estaba ella ahora? No era como si pudiera llamarle o algo parecido. No sabía si tenía número de teléfono o un celular siquiera.
Hablaría con ella, pero cuando la volviera a ver, porque aún tenía que buscar de nuevo su información perdida.
🔥💧🌪️🌱
La volvió a ver, casi una semana después.
Ella se encontraba sentada en la silla frente a la ventana, ya que la nueva casa en esa ciudad, no tenía balcón. Miraba a fuera, de manera tranquila, sin preocupaciones.
—... ¿A-alba? Necesito... Hablar contigo —le dijo, un tanto dudosa de decir su nombre como si de una persona se tratara.
—¿Que sucede? —preguntó en respuesta.
Pero aunque pareciera así tan tranquila y despreocupada, ella veía algo extraño en... Alba, pues en algunas partes de su piel, parecía tener moretones o unas áreas más oscuras de lo habitual. Era la primera vez que la encontraba sobando esas partes, como queriendo hacer desaparecer el dolor y de esa manera se pudiera quitar. Pero ella no podía sentir dolor ¿O si? Y más aún, ¿Por qué tenía el espectro esas machas que oscurecían sus brazos?
—¿Recuerdas lo que te conté, sobre esa "alucinación"?
—Sí, claro ¿Que pasa con ellos?
—Yo... Salí hace unos días y aparecieron esas personas —la reacción de su compañera, le hizo entender que sabía algo al respecto —Eran veinte o treinta quizás, y todos decían los mismo. Lo que quiero saber es-
—¿Nos salvará? ¿Eso decían? —le interrumpió, esta vez se giró para verla.
Alba siempre sabía algo sobre lo que ella le quisiera contar, pero la pregunta, esta vez, era ¿Cómo? ¿Acaso había ella estado allí?
—¿Cómo lo sabes? —se notaba la curiosidad en su voz —No estabas ahí.
—Es lo que van diciendo desde hace casi un mes. Los he escuchado en varias ocasiones.
—Pero ¿cómo sabes tú eso?
—Todo a su tiempo —sonrió.
Ya estaba ella cansada de que le dijera lo mismo, de que le ocultara las cosas, que no le dijera la verdad. Su compañera sabía cosas importantes, ¿Por qué se negaba a decírselo? ¿Qué no había llegado ya ese momento del que tanto le hablaba?
—Alba, dímelo.
—¿Cuantas veces te lo digo? Lo que quieras saber... —empezó, pero Daphne la interrumpió.
—¡Tú sabes cosas, que te niegas a decirme! ¿Por qué? —la paciencia no era algo que necesitara aplicar en ese momento. Llevaba con la duda desde que encontró esa primer maldita piedra hace años.
—YO no puedo decírtelo —respondió remarcando el Yo pero Daphne pareció no notarlo.
—¡Dímelo! ¡Basta de secretos, estoy harta!
—¡No insistas Sara!
Quiso decirle otra cosa, pero entonces se dio cuenta de que algo estaba mal, no, era la manera en que la había llamado.
Ese no es mi nombre.
Se quedó callada. ¿Sara? ¿Quién era ella? justo entonces, escuchó algo, pero el sonido resonaba en su cabeza.
Encontraremos a Sara... juntos
Las palabras volvieron a entrar en su mente, ¿Quiénes decían esas voces? ¿Porqué volvía a escucharlas?
Se llevó una mano a la sien derecha, volvía a dolerle.
—¿Estás bien? —le preguntó preocupada y se acercaba a ella para ayudarla.
—Déjame —pero Daphne se alejó y dejó de masajearse la sien —¿Me dirás porqué me dijiste "Sara"? Alba, actúas muy raro... ¿Puedo confiar en ti?
Pero ella se quedó callada, con sus manos atrás en su espalda y miró hacia abajo.
—De mis labios no saldrá nada sobre eso.
—Bien, lo averiguare yo misma.
Tomó su chaqueta y las llaves de su auto, se dirigió hacia la puerta. ¿A dónde iba a ir? Ella ni si quiera tenía idea. Y cuando tenía una mano en la perilla...
—¡Entiende! ¡No puedo decirte nada aún! Si lo hago, ¡Harás que haya sido en vano todo lo que ellos han hecho por ti! —le gritó.
—¿Ellos? ¿Ellos quienes? -—inquirió.
Su amiga se calmó un poco, respiró varias veces, despacio y al cabo de un rato le respondió.
—Te diré sólo lo que necesites saber, no por curiosidad o interés, sólo por necesidad.
¿Curiosidad? Bueno, algunas si lo eran. Pero habían otras preguntas que en realidad necesitaban una respuesta.
—Bien. Supongo que deberé conformarme con eso.
—¿Qué es lo que quieres saber?
—¿Quiénes eran las personas que salían a la cuidad, los "diferentes"? —preguntó recordando dicho suceso.
—Les dicen Alterados —al ver que Daphne no decía nada, siguió —Los llaman así porque, algunos de ellos son el resultado de un experimento de los científicos, por eso el que viste tenía el poder de controlar las las vegetación o como ellos lo llaman "Las plantas".
Alterados. Debía recordar bien esa palabra.
Bien, eso responde muchas cosas, pero deja más preguntas, pensó Daphne.
—¿Por qué me dijiste "Sara"? —hizo comillas con los dedos.
Alba dudó, ella sabía que estaba mal si se lo decía, pero se lo estaba pidiendo. ¿Que haría?
—Porque...—¿Inventaría una mentira? ¿O le diría la verdad? —porque... Ellos...
Tocaron la puerta. Sara giró el rostro, encontrándose con su madre, Regina.
—Vamos a salir ¿Quieres ir? —le preguntó.
—¿Eh? Ah, si ya voy.
Su madre asintió y dijo un "Te esperamos abajo entonces" y cerró la puerta.
Cuando Daphne salió por la puerta, observó de nuevo su habitación y cómo cada que pasaba, estaba sola.
Esa chica tenía una manera muy rara de hacerse presente, siempre después de despertar estaba ella.
No tuvo oportunidad de preguntarle cómo había llegado ahí o cómo se iba.
Bien, cuando la volviera a ver, le haría más preguntas.
Sin embargo, ella ya no volvió a preguntarle.
El resto de la semana pasó rápido, y Daphne seguía sin tocar el tema. Alba sabía que debía de decírselo, pero aún no era tiempo no hasta de de verdad pudiera ella controlar los elementos.
El día domingo, estaban los cuatro en la sala, Regina leyendo un libro, Carlos arreglando un reloj de pared, traía sus lentes puestos, su hermano viendo la televisión y ella con su lap top en las piernas buscando información sobre los "Alterados".
No encontró mucho ya que algunas páginas habían sido bloqueadas. Pero en una encontró información que quizá podría serle de uso, pero se dio cuenta de que era lo mismo que le había dicho Alba. Suspiró, cansada.
—Ya niño, dejame ver un poco las noticias —dijo Carlos al tiempo que dejaba su reloj de pared por un lado y tomaba el control remoto.
Daphne se hubiera ido a su habitación, de no ser porque la información que decía la presentadora, llamó su atención.
"En esta semana ya van tres desapariciones que ocurren, la más reciente es de Marlene, cuyo apellido aún es desconocido, de 14 años de edad, si alguien la ha visto, se le pide por favor contacte a el número que aparece en pantalla
Entre otras noticias, también se han hallado cerca de diez cuerpos, aún sin identificar, cerca de el río de la ciudad, al parecer lo único que tienen en común puede ser su rango de edad de quince a veinte años, las autoridades están buscando a quienes hicieron tal atrocidad"
Cambió el canal del televisor.
🔥💧🌪️🌱
"Son el resultado del experimento de los Científicos"
Pero ¿Cómo era que lograban encontrar a tantas personas que estuvieran dispuestas a que les hicieran cosas terribles como esas? ¿Porque dejarían que les hicieran algo así?
A partir de ese día, ella comenzó a reunir más información. Visitó bibliotecas, consultó en otras páginas de internet e incluso preguntó a las personas en varias ocasiones.
Todo lo que ella tenía entendido hasta ese momento, era que había un grupo de personas, científicos, que tomaban a las personas y las sometían a experimentos dolorosos, volviéndolas Alterados. A veces, uno que otro de ellos se escapaba de el laboratorio donde los tenían atrapados, pero volvían a ser encerrados en cuanto los encontraban.
También se enteró de que habían personas con diferentes habilidades, a parte de la del hombre que vio en la calle aquel día.
Existían siete: Los cuatro principales, Agua, Viento, Tierra y Fuego, luego estaban los que se derivaban de éstos, el rayo, las plantas, éste sólo se refería a lo que eran árboles y desde luego, plantas, no tierra, luego estaba el hielo, uno sumamente curioso ya que era el resultado de dos elementos, de éste había más personas con esa habilidad de lo que parecía. En realidad no se les consideraba un elemento puesto que sólo la derivación de éstos cuatro primeros.
Las personas sólo podían tener un Eeemento, no dos ni tres, ya que podían morir. Pero cada cincuenta años nacía una persona que era capaz de controlar los cuatro. Le llamaban "El Cuatro Elementos" .
Los científicos querían encontrar a esta persona, ella aún no encontraba la razón del por qué la buscaban. Pero también tenían otro trabajo, información de la cual sólo encontró un pedazo, decía que ellos querían crear un Quinto Elemento.
-karimodelarosa.
¿Les gustaría que les dedicara capítulos? Y ah, si los emojis de los elementos son por mientras, quiero hacer un separador en su lugar ¿que piensan?