La práctica de hoy había sido agotadora, sobre todo para Hoseok y Sunyeon. La presentación de este viernes era importantísima para todos, si lograban impresionar a los invitados de honor, el Soul Studio Dance seria uno de los más reconocidos de Seúl.
Hoseok y Sunyeon eran los mejores, por lo tanto, los encargados de hacer una presentación y coreografía genial. Como buenos amigos que son, decidieron hacerlo juntos, así es, baile de parejas.
Faltaban dos días para el viernes y hoy se habían quedado a ensayar muy tarde. La tía de Sunyeon, la cual era la dueña y encargada del Studio, tuvo que irse antes, dejándole encargado el lugar y que cerrara bien cuando de vaya. El lugar estaba solo, todos los cuartos de practica estaban oscuros, excepto el principal que era donde practicaban.
Pasaban de las dos de la madrugada y ellos apenas habían dado por terminado el ensayo de ese día.
"Bien hecho, twinkie." Hoseok chocó los cinco con ella por la practica de hoy.
Twinkie era el apodo que él le había dado a ella pues, en la recepción del lugar había una maquina expendedora, siempre que salían de clases o prácticas, se comían unos Twinkies. Ella los amaba.
"Será mejor ir a ducharnos, es tarde y tenemos que volver a casa." Dijo ella.
"Tienes razón."
Ambos tomaron sus mochilas y fueron a donde estaban las duchas. La duchas de mujeres estaban dos puertas antes que la de los chicos, Sunyeon entró en ella y dejó que Hoseok siguiera solo su camino.
Entró y sacó su reproductor y bocina inalámbrica. Hoseok no podía ducharse sin escuchar música. Puso en aleatorio el reproductor y dejó sonar la primera canción. Prendió el grifo de agua caliente y esperó a que calentara por completo mientras checaba algunas cosas en su celular. Cuando el vapor se hizo presente y los vidrios se empañaron, se desvistió, listo para tomarse una ducha rápida.
"Mierda." Antes de entrar se dio cuenta que no había jabón. Checo en las demás duchas y estantes, nada.
Tomó una de las toallas blancas y se la enrolló en la cintura, sin molestarse por cubrirse el torso pues estaba orgulloso de sus abs.
Salió de la duchas de chicos. Sonrió cuando escuchó la música proveniente de las duchas de chicas. Sunyeon. Abrió lentamente la puerta y el vapor escapó de adentro, parecía un sauna.
La música estaba muy alta. Demasiado.
"Eh, Yeonie ¿no tendrás un jabón nuevo por aquí?"
Pero no hubo respuesta aunque habló muy alto. Parecía no haber nadie, solo la música, pero el agua corría. Hoseok apretó los labios y se tapó los ojos, entró lentamente sin hacer ruido aun con los ojos casi cubiertos.
"Ah-ah... Ah... Hoseok-k..." Sus ojos se abrieron de golpe al escuchar a Sunyeon.
Ella gemía.
Aunque el cristal de la regadera estaba empañado por la temperatura del agua, podía divisar a Sunyeon sentada con las piernas abiertas, masturbándose.
Tragó en seco al presenciar aquella escena. Su amigo no tardó mucho en reaccionar pues ya sentía el bulto y reacciones. ¿Sunyeon gimiendo por él?... Eso era genial. No podía negar que siempre hubo atracción entre ellos y una que otra sexual.
Sin pensarlo tanto, dejó caer la toalla que colgaba de su cintura y caminó hacia la ducha donde estaba su amiga. Deslizó el cristal cuidadosamente, pero aun así, ella se dio cuenta.
"¡Hoseok!" Gritó asustada. "Yo, eh, no es lo que parece." Sunyeon estaba al borde de las lagrimas.
Vergüenza infinita era lo que sentía. Tanta era que ni se había percatado que Hoseok estaba desnudo y que ya se encontraba adentro también.
"Tranquila, twinkie." Sonrió y se puso de su estatura. "Permíteme ayudarte."
"¿Qué?" Lo miró sorprendido.
Hoseok sentía el agua caliente arder en su piel, pero no importaba porque el estaba igual o más caliente.
"Por lo que vi, tú hacías esto." Puso tres de sus dedos sobre el punto G de Sunyeon y empezó frotarlos muy rápido. "¿No?"
"Así es." Sunyeon habló entre gemidos.
"¿Y qué te parece esto?" Lamió su vagina.
"Oh por Dios." Sunyeon se retorcía contra el cristal.
"¿Y esto?" Dos de sus dedos entraron y empezaron a penetrarla.
"Jung Hoseok... ah... ah... ¡Ah!" Tuvo un orgasmo.
Un orgasmo por el dueño de sus fantasías sexuales, ¿acaso era una esta también?
"Gracias." Dijo apenada pero aun así feliz.
Hoseok solo asintió. Eso no había sido suficiente para él. Se sentó en el otro extremo y tomó su miembro, dando por empezado su trabajo. Sunyeon lo miró mientras se mordía el labio, eso la calentaba más. Gateó hasta él y aparto sus manos, tomando ahora ella el miembro de Hoseok. Empezó a masajearlo y después a subir y bajar con velocidad. Hoseok tenia la cabeza recargada en el cristal disfrutandolo. Sunyeon siguió un poco más, entonces lo introdujo en su boca, lo metía y sacaba.
"Ven aquí." Hoseok la tomó de los brazos y la sentó sobre él.
Sunyeon disfrutó los besos que repartía Hoseok en su clavícula y los mordiscos de le daba a sus hombros.
"¿Sabes lo mucho que soñé esto?" Dijo mientras suspiraba.
"¿Tanto me deseas?" Soltó una risa arrogante.
"Más de lo que te imaginas."
"Bueno, también quiero divertir contigo. Lo quiero desde hace un tiempo."
Ambos se miraron, sus ojos los decían todo. Hoseok la miraba como felino cazando su presa y ella como un inofensivo venado. Ambos se deseaban.
Hoseok chocó su boca con la de ella y no tardaron mucho para hacer una guerra de lenguas ahí mismo. Sunyeon estaba sobre él, disfrutando aquellos deliciosos labios que siempre quiso probar. Hoseok mordió su labio y después besó la oreja de la chica y mordisqueó su oreja, los besos bajaron al cuello y empezó a succionarlo sin importar dejar marcas. Cambiaron de acción y ahora ella lamia su cuello, pasando la puntita de su lengua por su quijada y después besándolo. Sus manos recorrían el torso desnudo de Hoseok y sus dedos delineaban sus abs. Hoseok apretaba el trasero de ella y paseaba sus manos por los muslos de Sunyeon.
La boca de Hoseok se apodero de uno de los senos de Sunyeon y el otro era atendido por su mano.
"Nunca antes había besado a alguien tan rico." Confesó él. Sunyeon sonrió satisfecha por eso.
Lengüetazos de él jugaban con los pezones de ella. Sunyeon presionaba el miembro de Hoseok con ella.
"Antes de hacerte mía por completo." Susurró en su oído. "Quiero ver como te das placer sola, otra vez."
"Eres un sucio, Hobie." Soltó una risita.
Se alejó de él y se sentó en el otro extremo de la ducha como hace unos momentos. Primero, masajeo sus senos y con sus dedos apretó sus pezones. Hoseok estaba sentado cruzado de piernas, con una mirada de diablo.
"Sigue twinkie, sigue." Gruñó.
"Debido a que soy pobre y no quiero que me descubran..." Tomó la botella de shampoo. "Uso esto."
Hoseok soltó una risita, pero se calentó más. Sunyeon puso el cilindro de plástico entre sus piernas y empezó a frotarlo sobre ella, la velocidad aumentó y sus gemidos se hicieron presentes.
"Hoseok, ah hmm, Hoseok." Decía su nombre entre gemidos.
"Más."
Sunyeon aumentó aún más la velocidad. Sus espalda se arqueó y con la mano libre jugaba con sus senos.
"Ah... ¡Ah! Jung Ho... ¡Ah!"
"Dame eso." Hoseok tiró la botella tras su espalda.
La tomó de la cintura y la sentó recargada en el cristal. El agua caliente caía sobre sus cuerpos. Él se puso de rodillas y abrió sus piernas.
"¿Eres virgen?"
"¿Creíste que me aguantaría las ganas?"
"Uh, chica mala."
"Tú chica mala."
Y esas fueron las últimas palabras de por medio. Hoseok metió su miembro en Sunyeon y de tan solo sentirlo, ella gritó del placer. La embestía rápido y duro. Sunyeon lo tomaba de los hombros y se movía también aportando algo de su parte. Se sentía genial y delicioso. Los gemidos de ambos se mezclaban y los suspiros de excitación también. Hoseok paró y se puso de pie, jalando a Sunyeon también.
"Muéstrame esa elasticidad que tanto presumes."
Sunyeon sonrió y estiró su pierna, estaba haciendo un perfecto split de pie. Hoseok no tardó en penetrarla de nuevo.
Sus pieles chocando, los besos que se daban, todo era perfecto y excitante. Hasta que llegaron al orgasmo.
"Sin duda, eres mejor que todos los demás."
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-;✿ Scar。