Leader di Tutti [Kookv]

By Mr_Ataraxia

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Después de pasar por un trágico suceso, no volvió a ser él mismo y es que el Taehyung que alguna vez conocier... More

⚠️ ADVERTENCIAS ⚠️
Preludio
Capítulo 0: Dolor
Capítulo 1: El que manda soy yo
Capítulo 2: La misión asignada

Capítulo 3: Nuevo trabajo

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By Mr_Ataraxia

"El pasado nunca se va del todo y menos cuando se tiene tan presente, son cadenas que te mantiene cautivo en un lugar que dejaste ir años atrás"

°°🍷°°

—Joven, ya casi llegamos.

Jungkook quien se mantenía con los ojos cerrados y la cabeza recostada contra el vidrio abrió los ojos los cuales dieron con el chofer que le indicaba que ya había llegado a su destino.

Se incorporo en su asiendo mientras estiraba un poco sus brazos, estos le dolían por la mala postura en la que había dormido en todo el viaje, reconociendo por donde iban se asomó por la ventana del auto observando a lo lejos la gran casa que se encontraba encima de un pequeño cerro, esta tenían grandes verjas negras que perfectamente podían medir los cuatro metros de altura a su alrededor impidiéndole la entrada a cualquiera que desease entrar sin autorización, dándole la vuelta a la cuadra la cual era abarcada por la gran casa pudo legar a la entrada de esta, al estar frente a la entrada vio un gran portón lujoso con dos grandes columnas de piedra que lo sostenían, al lado derecho del portón se encontraba una pequeña casetilla de seguridad con tres guardas dentro y al lado izquierdo había ocho guardas bien armados quienes vigilaban la entrada a la lujosa casa.

El taxi se acercó más a el portón, los guardas al ver que el auto se acercaba se pusieron alera, no dudaron en acercarse al vehículo con paso cauteloso cuando este se aparcó al frente del portón.

—¿Quiénes son? —preguntó uno de los vigilantes, viendo con cuidado el interior del auto, notando la presencia del azabache en la parte trasera del vehículo.

—Soy Jeon Jungkook, vengo por el trabajo de guardaespaldas del señor Kim. —Le informó, mientras veía al de seguridad asentir.

Vio como el hombre se alejó unos pasos del auto y habló por uno de sus audífonos y luego se acercó a la caseta donde se encontraban los tres guardas, Jungkook vio como uno de estos le enseñaron algo desde una tablet y después de asentir el guardia se acercó nuevamente al auto analizando detalladamente cada movimiento del azabache.

—Repítame tu nombre de nuevo —ordenó, tras analizarlo y verificar que si era a persona la cual esperaban.

—Jeon Jungkook —respondió, viendo como el guardia asentía y seguido de eso asiéndole una señal a su compañero el gran portón se abrió.

—Pueden ingresar. —Le informó, mientras se apartaba del frente dándole paso para ingresar a la propiedad.

El conductor ingreso en el lugar y Jungkook pudo ver lo lujosa que era la mansión, hace años no venía a el lugar donde una vez vivió.

Pero la gran casa estaba distinta, ya no era como la última vez que la vio.

Había sido remodelada.

Su mano se apretó en un puño y su mandíbula se tensó, los recuerdos del pasado lo golpearon asiendo que ojos reflejaran todo el odio que sentía por la persona que le robo lo que era de él.

Pero sus pensamientos fueron interrumpidos por la puerta del lado del chofer que fue cerrada de golpe, el auto ya se había detenido y el conductor se había bajado de el para bajar sus maletas.

Se bajo del vehículo y se acercó al chofer para pagarle por su servicio y cuando lo hizo vio a el conductor subirse de nuevo al auto y marcharse por donde habían entrado.

Observo con atención a su alrededor, toda la gran casa había sido remodelada, había arboles nuevos en el patio delantero, también había una pequeña mesa redonda de sementó bajo un árbol que antes no estaba ahí y sin contar que ahora había una fuente en medio del patio.

Se veía linda.

Su vista se dirigió a una de las esquinas del enorme patio y vio un árbol en este con una pequeña cruz tallada en el tronco, su rostro en esos momentos reflejaba nostalgia ya que él había hecho esa cruz ya que ahí había enterrado a su conejo cuando tenía tan solo diez años, sus labios se curvaron en una risa melancólica ante el recuerdo, pero esta rápidamente fue borrada.

Restándole importancia a la melancolía de estar en la casa donde creció volteo a ver para todos lados y no encontró a ninguna persona a su alrededor, excepto los guardas que vigilaban la entrada y algunos otros que estaban merodeando alrededor de la gran casa.

No había nadie en la entrada así que acercó a esta y toco la puerta, espero un rato y nadie abría la puerta, levanto su mano en un puño para tocar nuevamente, pero la puerta se abrió dejando ver a una chica bajita de piel clara y cabello castaño lacio, sus labios eran de color rosados, sus ojos eran rasgados y de color café oscuro, era muy bonita.

—Hola linda —dijo con una sonrisa de lado mientras veía fijamente a la chica—. Soy Jeon Jungkook

—Se quién eres. —Lo interrumpió, su rostro se encontraba impasible mientras veía atentamente al que iba a ser el nuevo guardaespaldas de su líder—. Disculpe la tardanza, me encontraba ocupada.

—Tranquila linda, tú puedes tardar todo lo que quieras que yo estoy para esperarte. —Le respondió, en su rostro dibujándosele una sonrisa coqueta mientras que le guiñaba un ojo a la muchacha quien hizo todo el esfuerzo del mundo para no rodar los ojos con fastidio, pero no se limitó a dirigirle una mirada de aburrimiento que claramente ofendió al pelinegro.

—Puedes esperar en la sala de estar, iré a buscar a el jefe —informó la muchacha con voz gélida.

—¿Tan rápido te me vas guapa?

La muchacha no respondió y simplemente se retiró dejando al azabache solo en la habitación quien sonrió divertido ante la actitud de la chica.

Ya tenía un nuevo objetivo a la vista.

Cuando ya no vio a la chica observo la gran sala de estar, la sala tenía un aspecto minimalista, no tenía color, las paredes eran blancas y los sillones de un gris oscuro, había un mueble donde posaba el televisor y a su lado un estante con libros, también vio que solo tenía tres cuadros colgando en una de las paredes y estos eran de un color sombrío, lo único que había de color era una planta que había en una esquina de la habitación.

Aburrido, le pareció el lugar.

Era mucho más colorido cuando el habitaba en la gran casa.

Su vista dio con la enorme escalera antigua, la única que dejaron intacta, la escalera, de diseño antiguo, contrarrestaba el diseño moderno de la sala, pero eso le daba lujo al lugar.

Siguió observando con detalle el lugar hasta que otra vez se encontró con los tres pequeños cuadros que estaban en la pared y dejándose guiar por la curiosidad se acercó a los tres y los observo atentamente.

En dos de los cuadros estaban dos gemelos, pero al parecer eran de distintas fechas ya que en uno de los cuadros los gemelos se veían más pequeños y lo confirmo cuando abajo de las fotos decía la edad años y en el otro años pero la última foto le llamo la atención y es que había una mamá elefante dejando ir a su pequeño hijo hasta el cielo y a un lado de la imagen la frase "La joya más hermosa del cielo es el ángel que una vez llevé en mi vientre" estaba escrita en una hermosa cursiva y la curiosidad le invadió.

"El líder había perdido un hijo" pensó, su mente divagó en miles de preguntas y es que después de haber investigado tanto la vida de Taehyung nunca subo que este había tenido un hijo.

Un carraspeo lo trajo de vuelta en sí, así que se giró y se topó con una persona que lo veía fijamente desde el borde arriba de las escaleras, vestía con un traje completamente negro y sobre este tenía una gabardina negra que le llegaba hasta los tobillos solo dejando ver sus pulidos zapatos negros los cuales aparentaban ser muy costosos, su cabello azabache el cual poseía algunos mechones rebeldes tapaba parte de sus ojos gatunos que poseía dos cuencas negras que lo veían con superioridad, no dejaba de analizarlo de arriba abajo manteniéndose alerta ante cualquier movimiento del contrario y con su expresión seria levanto una de sus cejas claramente disgustado ante el husmeó que había hecho el que iba a ser el nuevo guardaespaldas de su líder.

Jungkook al reconocer a la persona que estaba arriba de las escaleras no pudo evitar alzar la comisura de sus labios en una casi imperceptible sonrisa, la persona que lo estaba viendo desde lo alto de aquella escalera no era nada más que aquel que una vez fue su fiel amigo de la infancia, hacía años no lo veía en persona más supo volver a la realidad cuando sintió los ojos pesados del contario todavía puestos en él.

—Disculpe. —Se apresuró a decir Jungkook cuando vio que la otra persona no iba a hacer ni el amargo intento de hablar—. Soy Jeon Jungkook, nuevo guardaespaldas del señor Kim. —Se presentó cortésmente y seguido de eso se inclinó haciendo una reverencia hacia el contrario que simplemente se limitó a bajar las escaleras con pasos firmes y con aires de grandeza, al ya estar abajo se paró a unos metros de su persona aun con su mirada analítica encima suyo.

—Sé quién eres —dijo finalmente, su vos helante y grotesca hizo que un escalofrió le arremetiera más lejos de intimidarlo le causó cierta gracia—. Soy Min Yoongi, la mano derecha del líder y si te vas a referir a el señor Kim será como líder Kim. —Jungkook solo asintió y sus labios amenazaron con embolsar una sonrisa la cual pudo disimular perfectamente.

Al parecer Yoongi no lo había reconocido, justo como esperaba.

Aunque no era de extrañarse había cambiado mucho su apariencia tras el pasar de los años que no era de sorprenderse que la persona que fue su amigo no lo reconociera.

Su amigo, una persona la cual una vez perteneció al mismo bando que él ahora estaba con su enemigo y creyéndose el dueño de la que era su casa.

—Siento la tardía mi agencia me asigno aquí un poco tarde. —Se excusó por su tardanza al llegar, su rostro inexpresivo era una clara señal de desafío que claramente Yoongi pudo percibir.

Yoongi enarco una ceja y lo quedo viendo fijamente para luego asentir ante lo último dicho por Jungkook, alzó la cabeza y sus ojos gatunos chocaron nuevamente con los ojos del azabache –que le parecieron extrañamente conocidos– quien no apartaba la mirada quedando los dos en una pequeña guerra que ninguno estaba dispuesto a abandonar.

—Lo sé, tus compañeros ya están aquí y ya se instalaron en sus habitaciones —dijo finalmente Yoongi, apartando la mirada dando por concluida el pequeño duelo que tenían.

La sala quedo en un pequeño silencio por unos segundos hasta que el sonido reluciente de unos pasos aproximarse los saco del silencio sepulcral que se había instalado en la habitación.

—¿Me mando a llamar señor Min? —preguntó un chico de baja estatura parándose a la par de Yoongi.

Este era de mejillas un poco regordetas, sus labios eran un poco gruesos y de un color rosado suave, sus ojos eran de un color verde tal cual esmeralda, simplemente preciosos, su con flexión era firme, tenía la mandíbula bien marcada y sus hombros eran un poco anchos, su cabello café rojizo se encontraba perfectamente peinado y lucía un traje completamente negro que se encontraba bien planchado, no se le veía ninguna arruga en el traje que se notaba que estaba hecho justo a la medida el cual se amoldaba perfectamente a su diminuta cintura.

Era un doncel muy hermoso.

Del oído del chico colgaba un pequeño audífono dejando en claro que era parte de la seguridad de la mansión más el arma 9 mm lista para disparar se asomaba a un lado de su cadera confirmaba sus sospechas, era de seguridad.

La voz de Yoongi hizo que dejara de ver al hermoso doncel que estaba al frente y se concentrara en la conversación que estaban manteniendo esos dos.

—Si Park, los presento, él es Jeon Jungkook el nuevo guardaespaldas del líder Kim —respondió Yoongi mientras lo señalaba—. Jeon, él es Park Jimin, es el encargado de toda la seguridad de la gran casa, también es el jefe de los guardaespaldas y va a ser el encargado de mostrarte todo lo que necesitas saber para trabajar aquí.

Jungkook hizo una pequeña reverencia en forma de saludo la cual fue correspondía por Jimin.

—Si, señor Min —respondió Jungkook, viéndolo de nuevo a los ojos de manera retadora.

—Me retiro —informó Yoongi, restándole importancia a la mirada que le dirigía Jungkook se dirigió a Jimin quien le presto suma atención—. Park muéstrale todas las reglas.

Sin decir más Yoongi se retiró de la sala dejando solos a Jimin y a Jungkook quien se voltearon a ver y se regalaron una pequeña sonrisa amistosa.

—Tus compañeros llegaron ayer. —Le dijo Jimin despacio, llamando la atención de Jungkook quien lo volteo a ver prestándole atención a lo que el pelirrojo le decía.

—Mi agencia me informó tarde —respondió, mientras le regalaba una pequeña sonrisa de lado.

Jimin solo asintió despacio pues ya sabía esa información.

—Bueno, empecemos —empezó a relatar Jimin, mientras empezaba a caminar y deteniéndose a unos pasos de Jungkook cuando se dio cuenta que este no lo seguía por estar observando cada detalle de la casa, negando con la cabeza con cierta gracia y es que no lo culpaba ya que cuando el empezó a trabajar en la casa hizo exactamente lo mismo, observo con admiración lo linda que era, pero lo que no sabía era que Jungkook no observaba lo grande o lo linda que era si no buscando cada punto débil del lugar para poder llevar acabo su plan.

Jimin le hizo una pequeña seña con su mano a Jungkook para que lo siguiera de cerca y así poder darle el recorrido a la casa que Jungkook conocía a la perfección.

—Aquí se trabaja de manera sencilla, nada más que hay ciertas reglas las cuales tienes que cumplir. —Le contó Jimin, mientras le enseñaba cada lugar de la primera planta.

Jungkook se quedó sorprendido al ver que no solo el exterior y la sala habían sido remodelado si no toda la gran casa, pero no le dio tiempo de analizar todo el lugar porque lo último dicho por Jimin llamo su atención así que decidió preguntar por eso.

—¿Hay muchas reglas?

—Solo cinco.

—¿Nada más cinco?

—Si, pero son muy importantes y de eso depende tu estadía aquí o tu vida —murmuró esto último, pero aun así el pelinegro pudo escucharlo a la perfección y levantando la comisura de su labio lo vio por el rabillo del ojo con cierta gracia en sus ojos oscuros ya que sabía a qué se referiría.

—¿Cuáles son? —Decidió preguntar, restándole importancia a la advertencia disimulada del que ahora en adelante seria su compañero de trabajo.

—No dirigirle palabras al líder a menos de que él lo haga, se dirigirá al líder como líder Kim y con respeto, no andar divagando por la gran casa, no hablarle, acercarse o tocar a los hijos del líder Kim y por último todo lo que se ve o se escucha aquí no sale de esta propiedad.

—¿Esas son todas las reglas?

—Si, pero como te dije son importantes y si quieres tener una buena estadía aquí deberás cumplirlas. —Le advirtió casi sonando como una amenaza sin embargo Jimin se detuvo cuando llegaron otra vez al borde de la gran escalera y lo vio fijamente, su expresión amable cambiando a una seria e intimidante—. Sé que antes de llegar a esta casa firmaste un contrato donde trabajarías un año bajo los servicios del líder Kim y sé que ese contrato incluye confidencialidad así que pase lo que pase o escuches lo que escuches no salgas de esta casa o no vivirás para contarlo, el contrato te prohíbe renunciar o irte de esta casa sin haber cumplido el año así que será mejor que no intentes nada. —Terminó de decir lo que claramente fue una amenaza.

Jungkook solo asintió y vio a Jimin subir las escaleras, lo siguió hasta que vio como Jimin se detuvo en medio de estas y volteo a verlo con una mirada más dura que la anterior y sin ninguna expresión en su rostro.

—Yo te dije que había cinco reglas en esta casa más yo quiero agregar una más por el bien tuyo y es hazle caso a todo lo que diga el líder sin contradecirle nada, él líder es una persona muy complicada y no la pasaras bien si le desobedeces.

Jungkook se quedó analizando las palabras que dijo Jimin y si bien sabía que Taehyung era actualmente una de las personas más peligrosas de Corea no sabía que tan intimidante o amenazante podía llegar a ser, el estudio, observo e incluso siguió cada movimiento hecho por Kim Taehyung pero claramente aun le faltaba cosas que conocer de su enemigo, aun que le hubiera investigado casi toda su vida Taehyung se había encargado de eliminar las más importantes dejando huecos los cuales no coincidían con su vida, llegando a la conclusión que lo único que sabia del Leader di Tutti no era más que lo superficial.

—Entiendo. —Le respondió.

Jimin sin decir nada más siguió subiendo la escalera y cuando llegaran al segundo piso se encargó de mostrarle todo.

Mas su expresión se oscureció cuando paso por una puerta la cual reconoció a la perfección, esa puerta daba a su antigua habitación, aquella habitación la cual almacenaba los mejores recuerdos de su infancia.

La puerta de la habitación se abrió y de esta salió la misma chica que vio antes y tras ella se encontraban dos niños viéndolo atentamente.

—Ella es Nayeon, la encargada de mantener todo en orden dentro de la casa —presentó Jimin a la chica que hasta ahora le desconocía el nombre.

—Soy Nayeon, un gusto. —La chica se inclinó dándole una leve reverencia la cual él correspondió con una sonrisa coqueta, Nayeon quien al notar la sonrisa que le era dirigida simplemente la ignoro—. Tengo cosas que hacer me retiro. —Nayeon se fue dejando a un Jimin muy desconcertado por su acción mas no le tomo importancia y siguió presentando a Jungkook.

Jungkook al notar los dos pares de ojos que lo veían atentamente se volteó a ver a los gemelos, que lo veían con una gran sonrisa en el rostro y manos atrás de la espalda, le pareció graciosos, ya que eran exactamente iguales, lo único que los diferenciaba era que uno tenía su cabello negro despeinado a diferencia del otro, con un cabello bien peinado y unos lentes redondos puestos, fuera de eso, los dos eran idénticos y difíciles de reconocer.

—Ay vaya al parecer estoy viendo doble —dijo mientras veía cómo ambos niños lo veían con ojos brillantes y atentos.

—Ellos son los hijos del Líder Kim. —Los señalo Jimin y estos hicieron una pequeña reverencia ante Jungkook sin quitar aun las sonrisas de sus rostros—. Él es JeongHoon —señaló al niño de cabello despeinado quien ensancho más su sonrisa —Y él es JungHoon —señaló esta vez al niño de lentes quien repitió la misma acción de su hermano.

Jungkook se acercó a los gemelos quedando frente a ellos pero manteniendo un poco su distancia ya que se había acordado de la regla que le había dicho Jimin minutos antes, vio a Jimin por el rabillo de su ojo y noto como este se había puesto en posición de ataque al ver como Jungkook se agacho a la altura de los gemelos, la mano de Jimin se encontraba puesta en el arma listo para sacarla y dispararle si llegaba a acercarse más a los gemelos más se relajó cuando noto que Jungkook no era una amenaza para los niños, pero aun así no dejo de estar alerta y no quito su mano del arma.

Jungkook poso su vista del que minutos antes le habían dicho que era JeongHoon para luego posarla en JungHoon y con una sonrisa se presentó con los niños.

—Soy Jeon Jungkook y voy a hacer el nuevo guardaespaldas de su papá. —Les dijo con una sonrisa viendo como los gemelos le correspondían la sonrisa—. Que tiernos —dijo viendo esta vez a Jimin quien se encontraba detrás suyo, volteo a ver a los gemelos y vio como estos lentamente borraron su sonrisa quedando con sus rostros completamente serio mientras lo veían fijamente dejando en claro que no les gusto como fueron llamados.

—Tiernos tu abuelo. —Le contestó JeongHoon mientras se cruzaba de brazos y lo veía con una mirada amenazadora.

—¿Cuántos años crees que tenemos, tres? —siseó JungHoon mientras negaba con su cabeza en modo de desaprobación.

Jungkook se irguió en su lugar y retrocedió quedando donde antes estaba, pudo escuchar la suave risilla de Jimin que por más que pudo no logro retenerla así que lo volteo a ver regalándole una para nada amigable mirada que hizo que Jimin parara su risa, con el ceño fruncido se giró a ver a los gemelos quienes tenían una sonrisa inocente en sus rostros pretendiendo que nada paso.

Malditos demonios.

—Parecen de tres —bramó Jungkook claramente disgustado por lo que le dijeron los gemelos.

—Y usted de cincuenta. —Le contestó JeongHoon, claramente eso ofendió a Jungkook quien se llevó una mano al pecho totalmente indignado y es que le dio justo por done más le dolía, su gran ego.

Esta vez pudo escuchar la sonora carcajada que había emitido Jimin y es que esta vez no pudo aguantar la risa, Jungkook volteo a ver a los gemelos quienes lo veía con una risa burlesca, ellos sabían perfectamente que le había dolió lo antes dicho.

—Tengo veinte tres —reprochó aun indignado.

—Y nosotros ocho años —contestó esta ves JungHoon quien le dedicaba una mirada retadora que le hizo enarcar una ceja—. Así que agradecería mucho que tú no nos trates como niños.

—Son niños —replicó Jungkook mientras que se cruzaba de brazos mientras veía a los gemelos de manera retadora acciones que los gemelos imitaron al mismo tiempo.

—Y somos tus jefes —dijo esta ves JeongHoon con una media sonrisa en su rostro dejándole en claro que había ganado la pequeña guerra entre ellos.

"Malditos enanos" pensó. No podía creer que unos mocos lo habían dejado en ridículo y por más que le doliera aceptarlo eso futuros granos en el culo tenían razón.

Iban a ser sus nuevos jefes.

—Bueno nos tenemos que ir tengo que enseñarle el resto de la casa a Jeon —habló Jimin finalmente llamando la atención de los tres presentes.

—Nos vemos Jimin Hyung —dijeron los gemelos al mismo tiempo regalándole una tierna sonrisa a Jimin, pero cambiando sus expresiones a una mirada seria, pero sin quitar sus sonrisas de sus rostros cuando los ojos de ellos toparon con los suyos.

Jungkook podía jurar que esas sonrisas de ángeles habían cambiado totalmente por una malévola cuando lo vieron a él cosa que le causo cierto escalofrió.

—Esta es la oficina del Líder Kim. —Jimin señalo una gran puerta de madera barnizada la cual conocía muy bien.

Era esa la oficina en la cual compartió muchos recuerdos con su padre, esta vez los recuerdos no los pudo controlar y su mente divagó por todos aquellos momentos en los cuales convivo con su padre, estos azotaron en su mente de manera brusca.

Recuerdos de un niño el cual no podía dormir tocando la gran puerta de madera de la oficina de su padre para que este le empezara a cantar y así poder quedarse dormido.

Los estruendosos sonidos de los relámpagos no dejaban dormir a el niño que se encontraba cubierto hasta el cuello con la cobija, por más que intentaba dormir de manera cómoda no lograba conciliar el sueño más la tormenta y la pesadilla que había tenido tan solo hace unos segundos no ayudaban.

Un rayo cayó cerca de su casa iluminando toda la habitación donde dormía, el miedo invadiéndole todo el cuerpo se levantó rápidamente de su cama y tomando el pequeño oso de peluche con el cual dormía todas las noches abrasado se levantó de la cama y dándole una rápida mirada a su conejo que se encontraba durmiendo cómodamente en su jaula en una esquina de su cuarto salió de la habitación dirigiéndose al único lugar de la casa en el cual se sentía seguro, la oficina de su padre.

Sabiendo que su padre se encontraba en la oficina ya que siempre solía trabajar a altas horas de la madrugada no dudo en tocar la puerta siendo está abierta por un hombre de aspecto imponte, su cabello azabache el cual tenía algunas canas como siempre se encontraba bien peinado y con aun su traje de trabajo puesto se encontraba con un cigarrillo entre sus labios.

El hombre al ver a su adorado hijo jalando su oso de peluche en una de sus manos y con la otra echa en un puño se restregaba uno de sus preciosos ojos los cuales fueron heredados por él no dudo en soltar una carcajada cargada de ternura.

Dándole una última calada al cigarro lo apago con la suela de sus zapatos elegantes y tirándolo en el bote de la basura soltó el humo que tenía y es que no le gustaba fumar frente a su adorado hijo, regalándole una sonrisa llena de amor a su hijo que lo veía con esos ojos brillantes y lo tomó en sus brazos cargándolo, recostando la cabeza de su pequeño en su hombro propinándole caricias suaves en sus hebras azabaches también heredadas por él.

Su hijo era su viva copia.

—¿Qué haces despierto a las tres de la mañana? —preguntó con amor en cada palabra mientras le daba un beso en la cabeza.

—Tuve una pesadilla y los truenos no me dejan dormir —respondió en un susurro soñoliento disfrutando las carisias que su padre le daba en su cabello.

—Eso si es un problema grande ¿Verdad? —El pequeño solo asintió con un pequeño puchero en sus labios causándole más ternura a su padre quien solo sonrió.

DakHo llevo a su hijo aun en sus brazos a la enorme silla que tenía tras su escritorio y tomo asiento ahí poniendo su hizo en su regazo y recostando su cabeza en su pecho.

El niño se recostó ahí con gusto escuchando los calmados sonidos del corazón de su padre que lo hacían sentir seguro, disfrutando las caricias que su padre le daba en su cabello todavía decidió preguntarle algo que en todo el día le había dado vuelta en su cabeza.

—Papi. —Lo llamó el pequeño capturando toda la atención de su padre que sin parar sus caricias lo volteo a ver expectante a lo que su hijo le iba a decir—. ¿Por qué me llamo Jiwon?

—Bueno tu madre fue la que te puso ese nombre —respondió con cierto desagrado en cada una de sus palabras al recordar a esa mujer que según él era la rencarnación del diablo.

—¿A ti te gusta?

—No me gusta, pero tu madre quería ponerte así y yo no podía hacer nada.

—¿Cuál nombre te gustaba entonces? —preguntó con curiosidad el pequeño.

DakHo sonrió con nostalgia al recordar el nombre que había escogido a su hijo, pero su ex esposa no le permitió ponérselo.

—Jungkook. —Le respondió con una sonrisa.

—Jungkook —repitió Jiwon—. Lee Jungkook, me gusta.

DakHo solo una sonora carcajada que llamo la atención de su hijo.

—No. —Le contestó negando con la cabeza—. Te ibas a llamar Jeon Jungkook.

—Pero tu apellido es Lee.

—Cuando me case con tu madre adopte el apellido de su familia, pero mi apellido es Jeon.

—Si tanto te gusta el Jungkook puedes decirme así —propuso Jiwon, DakHo río otra vez y Jiwon vio como su padre lo veía con tanto amor que lo hizo sentir feliz quitándole todo el miedo que antes había sentido.

—No. —DakHo negó con la cabeza—. Te llamas Lee Jiwon y aun que no me guste ese nombre no puedo hacer nada.

—Papi. —Lo llamó Jiwon—. Te prometo que cuando sea grande me voy a cambiar el nombre y me voy a poner Jeon Jungkook así que cuando me llames va a ser por ese nombre.

DakHo le regalo una gran sonrisa a su hijo la cual este le correspondió, Jiwon recargo su cabeza en el pecho de su padre nuevamente y este empezó a entonar una suave melodía que lo hizo caer dormido en el regazo de su padre, esa noche Jiwon no tuvo más pesadillas, al contrario, soñó como su padre lo llamaba Jungkook en un futuro, lo que no sabía es que él si había podido cambiarse el nombre, pero su padre nunca podría llamarlo de aquella manera.

—Jungkook. —Lo llamó Jimin mientras lo movía del hombro y así logrando sacarlo de su ensoñación—. ¿Te encuentras bien?

Jungkook parpadeo varias veces intentando ocultar cada recuerdo en lo más profundo de su alma y corazón aun si ocultar esos recuerdos le hacía daño.

Le dolía recordar todo su pasado, pero también le dolía ocultarlo más ese dolor lo llenaba de determinación para acabar con la persona que lo llevo a la ruina, su deseo de venganza lo hacían continuar de pie y estar en ese momento de pie bajo la casa del asesino de la persona la cual más quería, admiraba y la misma persona que lo dejo en la cabella.

Kim Taehyung le había quitado todo.

Y él se lo iba a devolver, le iba también a quitar todo.

—Jungkook —llamó otra vez Jimin, esta vez un poco más fuerte.

Jungkook volteo a ver a Jimin y en este había un pequeño rastro de preocupación, el azabache negó con la cabeza y se obligó a sonreír aparentando que todo estaba bien, como lo venía haciendo desde hace años atrás.

—Ah sí, no es nada —respondió, aun un poco ido.

—¿Seguro? —Volvió a preguntar, esta vez un poco más relajado.

—Si, es que me acorde de algo —dijo, regalándole una sonrisa a Jimin quien asintió no muy seguro con lo que le había dicho Jungkook.

En eso un hombre de cabello blanco y mirada seria abrió la puerta de la oficina, este portaba un traje bien elegante y traía un maletín en su mano, su mirada lo analizó de arriba abajo, su rostro no expreso emisión alguna y su mirada juzgándolo lo ponía los pelos de punta.

—Él es Jung Hoseok, abogado del Líder. —Los presentó Jimin—. Hoseok él es el nuevo guardaespaldas del Líder.

—Un gusto, Jeon Jungkook. —Se presentó mientras le daba una reverencia la cual fue correspondida.

—Jung Hoseok.

—¿Qué venias a hacer Hoseok? —preguntó Jimin con notable interés.

—Viene resolver unos temas con el líder, pero ya todo se resolvió —contestó con una sonrisa—. Pero ya me tengo que ir, tengo que resolver algunos encargos que me mandaron a hacer, con permiso.

Haciendo una reverencia Hoseok se marchó del lugar no sin antes dedicarle una mirada algo extraña a Jungkook quien se extrañó por como lo vieron.

Ambos se quedaron en un pequeño silencio hasta que Jungkook lo rompió.

—¿Cuándo veré a el líder Kim? —preguntó extrañado ya que desde que llego no había visto ni rastros del que iba a ser su jefe.

—Cuando sea el momento correcto. —Fue lo único que le dijo Jimin mientras lo guiaba a lo que era una habitación un poco alejada del segundo piso.

—Esta va a ser su habitación la cual va a compartir con los otros guardaespaldas —informó Jimin mientras señalaba una puerta blanca.

—¿Las habitaciones de los empleados no debe de estar en el primer piso o bien alejadas de la casa principal?

—Así es, pero en estos momentos se están construyendo más habitaciones para los empleados ya todas han sido ocupadas por los momentos les tocara dormir en una de las habitaciones de huéspedes hasta que la construcción esté terminada.

—Entiendo.

—Bueno te dejo para que te instales hoy, ya tus cosas se encuentran dentro de la habitación y ya mañana a las seis de la mañana los veré en la sala principal. —Dicho esto Jimin se disponía a irse, pero antes se volteó para decirle una última cosa a él azabache—. Ah y Jungkook, no se te olvide las reglas que te dije.

Con eso Jimin se volteó y se fue del lugar dejando solo a Jungkook quien sin perder tiempo ingreso a la habitación viendo tres camas individuales en la habitación con su respectivo ropero y escritorio.

Sus pertenencias se encontraban encima de la cama vacía que estaba al final de la gran habitación.

—Jungkook, viejo, pensé que nunca llegarías. —Lo saludó Namjoon, apenas ingreso a la habitación.

—Ya sabes lo que es la jefa —respondió, mientras caminaba hacia la que sería su cama.

—Te informo tarde ¿verdad? —dedujo Jin y Jungkook solo asintió.

—Estoy cansado, el viaje es muy largo —dijo Jungkook mientras veía como Namjoon y Jin asentían recuerdo con él.

Jungkook se acostó en la cama y se quedó viendo al techo, estaba cansado después de estar sentado seis horas en el coche para llegar allí, su mente divagó en las reglas que le habían dicho y en cómo estaba la casa tras años de no verla hasta que una pregunta invadió su mente.

—¿Como es el líder Kim? —Les preguntó a sus compañeros los cuales pararon el juego de cartas que habían empezado para ponerle cuidado.

—No lo hemos visto —respondió Jin mientras observaba la mueca inconforme que había aparecido en el rostro de Jungkook.

Ciertamente esa no era la respuesta que esperaba Jungkook.

—Lo único que emos visto es la casa y los empleados, Jimin nos dio el recorrido y nos presentó a varias personas, nos dijo las reglas, pero cuando le preguntamos sobre el Líder nos respondió que lo veríamos a su debido tiempo —contestó Namjoon mientras Jin asentía estando de acuerdo.

—Es un completo misterio —respondió Jin.

Jungkook quien se había sentado al borde de la cama para ponerle atención a sus amigos y movió su pie con impaciencia se levantó de la cama para salir de la habitación.

—¿Qué vas a hacer? —preguntó Jin con curiosidad viendo como su amigo se dirigía a la puerta de la habitación listo para salir.

—A buscar que hacer y si veo al líder mejor —respondió con simpleza viendo como Namjoon negaba en desacuerdo.

—Y hay vas de nuevo, no llevas ni una hora aquí y ya rompiste dos de las reglas. —Le dijo Namjoon soltando un suspiro de cansancio—. Siempre es lo mismo, llegas a algún lugar y rompes las reglas, está prohibido hablarle al líder y vagar por la gran casa.

—Lo sé y de hecho son tres reglas las que rompí —respondió con gracia mientras veía a Jin soltar un suspiro pesado—. Le hablé a los hijos del líder, esos gemelos son unos demonios.

—Procura no meterte en problemas —advirtió Namjoon mientras le regalaba una sonrisa divertida.

—No prometo nada. —Le respondió antes de salir de la habitación.

Jungkook se quedó viendo el largo pasillo en donde estaba el cual era adornado únicamente con grandes columnas que pegaban del suelo al techo y este era igual que la sala, de un color blanco y sin ningún cuadro en sus paredes.

Muy aburrido para su gusto.

Siguió caminando por el pasillo hasta ver la puerta de la oficina, se quedó parado viendo la puerta que le traía tantos recuerdos que no se dio cuenta cuando se empezó a abrir lentamente, su cuerpo reaccionando se hizo a un lado ocultándose en una de las grandes columnas que había.

Pudo escuchar como la puerta de la oficina se cerró y cuando se asomó para observar quienes eran lo único que pudo ver fue que a lo lejos iban dos siluetas de dos personas las cuales se dirigían hacia la escalera, no pudo identificar quienes eran, pero restándole importancia salió de su escondite y observo el pasillo y la puerta de la oficina.

Sin pensarlo mucho tomo el pomo de la puerta y lo giro viendo como la puerta se abrió a sí que se adentró a la oficina cerrando la puerta detrás de sí.

La oficina seguía igual a como la recordaba, no hubo ninguna modificación a exención de algunos muebles que fueron cambiados por unos más modernos, pero la biblioteca, el escritorio seguía siendo los mismos.

Con la melancolía adornando su rostro con paso lento se dirigió a la gran silla que estaba atrás del gran escritorio y con su mano temblorosa la toco, sus labios formaron una pequeña sonrisa mientras que por una de sus mejillas resbalaba una lagrima salada la cual limpio con brusquedad.

Por estar metido en sus más preciados recuerdos no escucho como la puerta fue abierta dejando ver a una persona totalmente disgustada con su presencia.

—¿Como entraste aquí? —Una voz la cual se encontraba grave por el disgusto lo trajo de vuelta en sí y quito rápidamente la mano de la silla sin voltearse a ver quién era.

Su cuerpo se tensó y su respiración se entrecorto.

No podía ver a su enemigo cuando se encontraba mentalmente tan vulnerable así que como método de defensa utilizo su humor para salir de su apuro y sin limitarse a nada contesto con lo primero que le cruzo por la mente.

—Por la puerta.

Claramente eso no le gusto a la persona que se encontraba a sus espaldas, pues lo confirmo cuando un sonido disgustado emergió desde su garganta el cual pudo escuchar claramente.

—¿Qué haces aquí? —volvió a preguntar la persona que estaba detrás de él y pudo escuchar los pasos de está acercándose más.

Soltando un suspiro pesado se dio la vuelta sin mucho ánimo, levanto su cabeza y se quedó anonado con el hermoso ser que estaba frente suyo, definitivamente las fotos que vio de Kim Taehyung no le hacía justicia.

"Él era su nuevo jefe"

"Su líder"

Hola mi gente, espero les haga gustado el capitulo y espero enserio que les este gustando mi historia

Siento mucho no actualizar en tanto tiempo pero e estado muy ocupada y esta ves si es enserio jajkaj

No se les olvide que los quiero y no se les olvide comentar que los estaré leyendo con gusto

Bye mis amores ❤️💫

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