07. TENSIÓN
JACKSON. WYO
6:43 am || día 06
ELLIE TERMINÓ DE AJUSTAR LA SILLA DE Estrela y comenzó a tirar de las riendas, el sol aún no había salido del todo, estaba un poco oscuro, era raro que la niña se despertara tan temprano, pero para ser honesta, no lo había hecho. Incluso logré dormir bien.
Su cabeza nunca había estado tan desordenada, se hacía preguntas tan simples y no podía responder a ninguna. Ayer el día había sido tan agitado que la dejó confundida sobre tantas cosas que ni siquiera podía nombrar.
—¿Qué pasó? Estas rara—comentó Jesse, su amiga incluso se había olvidado de que estaba allí— Es extraño verte tan temprano, ¿está todo bien?
—Si lo estoy. ¿Qué camino vamos a tomar hoy?
—El de la montaña—la amiga la analizó—¿Dónde está Aria? Pensé en harias patrullas con ella por ahora.
—Creo que hoy va a ayudar a Clarisse, o algo así.
Mintió. Anoche insistió en que la rubia descansara esta mañana. No fue fácil convencerla, pero lo logró, de hecho, Ellie también era terca. No quería que Hoffman abriera sus puntos, ya se había lastimado demasiado. Esa chica no sabía cuándo parar.
—¿Entonces estás así porque tu amiguita no está?—bromeó Jesse.
—Lo va a arruinar—la pelirroja puso los ojos en blanco.
—De todos modos, ¿has estado hablando con Joel? Todavía se mete conmigo mientras patrullamos.
—¿Me estás tomando el pelo?—Ellie alzó las cejas.
—Quien me diera—se rió el asiático— ¿Cómo van las cosas entre ustedes?
Bueno, no lo eran, ya que no hablaban, tal vez porque Ellie no podía hablar. Pero ella quería, no había nada en el mundo que deseara más que hablar con Joel, pero ¿qué diría si no pudiera perdonarlo?
—Están bien.
—Entiendo—dijo Jesse sabiendo que su amiga no quería entrar en el tema.
Los dos terminaron de arreglar los caballos y los sacaron del establo, había algunas personas más que tomarían otras rutas de patrulla, pero por suerte para Ellie, Joel no estaba allí hoy.
—Mira hacia allá, tu pequeña novia—dijo Jesse y señaló el exterior de la cerca.
—Cállate—Ellie puso los ojos en blanco y miró en la dirección que señalaba su amiga.
Y allí estaba Aria, apoyada contra la cerca y saludando a Ellie, quien por alguna razón sintió que su cuerpo se aceleraba cuando vio a la rubia. Jesse notó que su expresión cambió al verla y soltó una carcajada, lo que hizo que su amiga frunciera el ceño de inmediato.
Ellie dejó a Jesse riéndose solo y se acercó a la valla donde estaba su amiga. Desde ayer, sintió algo cuando vio a Aria, o cuando ella se reía exageradamente fuerte y hablaba de mierda con su voz tranquila, era extraño, y Williams no quería permitirse sentirlo.
—¿Aria? ¿Qué estás haciendo aquí?—preguntó la pelirroja colocando su mano en la cerca.
—¡Tu abrigo! Yo lavé—Aria se lo entregó—Sé que lo dejas en tu mochila como una mascota, así que pensé en traerlo antes de que te fueras.
—Claro—Ellie lo atrapó— ¿Estás mejor?
—Un poco, pero no pude dormir nada, todavía siento dolor—suspiró la rubia—Quería ir a patrullar...
—No jodas, no lo harás—Ellie la interrumpió.
—Está bien, sé que no lo haré. Sólo vine a saludar—Aria sonrió, haciendo que la pelirroja sintiera que algo dentro de ella se aceleraba.
—Deberías tomar un descanso.
—Lo haré, ¿podemos hacer algo cuando regreses? Me aburriré—preguntó la rubia poniendo la mejor cara de perro abandonado que pudo, lo que hizo reír a Ellie.
—Puede ser. ¿Qué querrás hacer?
—Jonas me pidió que fuera al bar esta noche, así que te invito a ti también.
—¿A que hora esta noche?
—Probablemente alrededor de las siete o seis, ¡Te veo allá!—Aria miró detrás de su amiga y vio a Jesse saludando—Creo que Jesse te está llamando.
—Ay, qué dolor—Ellie miró hacia atrás e hizo una señal con la mano, indicando que ya se iba — Entonces te veré en la noche.
—¡Te veo más tarde! Feliz patrullaje Ellie—Hoffman sonrió y comenzó a alejarse de la cerca.
Y mierda, Ellie solo quería no sentir tantos escalofríos, ¿qué le estaba haciendo Hoffman? Se volvió cada vez más difícil ignorarlo.
La pelirroja suspiró y regresó a donde estaba, donde Jesse la esperaba con una sonrisa engreída, dispuesto a realizar varias provocaciones.
—Ustedes dos se ven lindas juntas—se rió, devolviéndole las riendas de Estrela a su amiga.
—Púdrete.
JACKSON. WYO
7:36 pm || mismo día
Ellie se puso las botas y salió de la casa, ya estaba oscuro, y tal vez llegó un poco tarde, no es que a nadie le importara. Consideró no ir unas siete veces, pero terminó yendo, después de todo, fue Aria quien lo invitó.
No podía negar que estaba un poco cansada por la patrulla, el perímetro de la montaña tenía más personas infectadas de lo normal, lo que hizo que ella y Jesse llegaran a Jackson a las cinco de la tarde, normalmente llegan alrededor de las dos.
—¡Hey! ¡Ellie!—la llamó una voz que conocía muy bien, Ellie se detuvo en seco cuando vio a la morena acercarse.
—Hola Cat, ¿qué pasa?—preguntó un poco impaciente.
—Nada, solo quería saludar— Cat sonrió sin mostrar los dientes— ¿Vas al bar? Vi que los novatos también iban allí.
—Sí, voy para allá.
—¿Te importa si voy contigo? Hace tiempo que quiero hablar...
—En realidad, me importa—la interrumpió Ellie, sinceramente no le tenía paciencia a la chica— Llego tarde, nos vemos por ahí, Cat.
Cat incluso abrió la boca cuando quiso responder, pero Ellie aceleró el paso y dejó a la asiática parada allí hablando sola. Nunca le había hablado así a Cat, incluso con todos los inconvenientes de la chica, intentaba ser al menos agradable. Pero por el momento, tenía más de qué preocuparse que su ex.
No pasó mucho tiempo para llegar al bar, Jesse y Jonas estaban bebiendo en el bar, mientras Rissa intentaba miserablemente cantar alguna canción extraña, haciéndolos reír a ambos. Elliot y Clarisse también estaban allí, y para sorpresa de Ellie, los dos estaban hablando en una mesa con Joel, era extraño ya que el viejo no era tan bueno para hacer amigos.
Buscó el lugar con los ojos, que estaban llenos, y encontró a Aria, que reía extrañamente feliz junto a Dina, en una mesa al fondo de la barra. Al acercarse, notó que la rubia estaba bebiendo, lo cual era bastante extraño, ya que en la fogata había hecho saber que no le gustaba.
—¿Estas bebiendo?—preguntó Ellie con el ceño fruncido, Aria se sobresaltó un poco ya que no había notado la llegada de su amiga.
—No—dijo, tomando otro sorbo de su cerveza.
—Sabes, ella nunca lo había probado, así que le hice tomar unos sorbos—explicó Dina con voz ahogada y una pequeña sonrisa, seguramente ya había bebido más de lo que podía soportar.
—¡Tu tardaste demasiado! ¡Siéntate! Dina y yo estábamos hablando de ti—Aria se rió, su voz tan nerviosa como la de Dina.
—¿Se emborrachó?—preguntó Williams a Dina, sentándose en la silla en medio de los dos.
—¿Qué es eso? Ni siquiera estamos borrachas—dijo la rubia riendo
—Es cierto, Hof sólo bebió dos vasos—dijo Dina sonriendo.
—¿Hof?—preguntó Ellie confundida.
—Ese es el apodo que me puso Dina.
—Sí, le queda bien, ¿no es lindo?—preguntó la morena, y bueno, ¿no es así, las dos hablaron durante dos horas y ya tenían apodos?
Ellie se recostó en su silla y suspiró, estaba con dos borrachas felices que se reían de cualquier cosa que se moviera, sería gracioso si no fuera trágico.
—Dina, se acabó, ¿puedes traerme más?—preguntó Aria mostrando su vaso vacío, definitivamente se había tomado más de dos, Dina es una mentirosa.
—¿No crees que has bebido demasiado?—preguntó Ellie.
— No— respondió ella simplemente, inclinándose sobre la mesa.
—Tomaré más, ¿no beberas, Ellie?—preguntó Dina tomando los dos vasos de la mesa.
—No vale la pena.
—Está bien, ya vuelvo, Hof, para que podamos continuar con nuestros chismes— dijo la morena y se levantó, tropezó en el aire por lo borracha que estaba, pero no se cayó.
—No tardes mucho Dina—habló Aria tartamudeando, la morena asintió y se fue tambaleándose.
—¿No deberías tomar medicamentos para tus heridas?—preguntó Ellie apenas Dina se fue.
—Oh, debería hacerlo—se rió la rubia— Pero tenía mucho dolor y el medicamento no ayudó, así que decidí tomar uno o dos vasos para ver si me ayudaba.
—¿Y entonces?
—Ahora ya no siento nada, creo que estoy entumecido.
—Eso es genial Aria.
—Estoy de acuerdo—Hoffman volvió a reír, sin notar que Ellie estaba siendo sarcástica.
—¿Desde cuándo tú y Dina son tan unidas?—preguntó la pelirroja, como si no fuera gran cosa.
—¿Estás celosa, Williams?—preguntó Aria, con una sonrisa engreída. Bueno, fue la bebida haciendo efecto.
—¿Qué? No—Ellie se cruzó de brazos, ocultándolo.
—No te preocupes, siempre serás mi mejor amiga aquí en Jackson—bromeó, curvando un poco la lengua y acercó la silla a Ellie— Oh, que no lo sepa Jonas, me desmembraría.
La pelirroja estaba a punto de responder, pero María apoyó la cabeza en su hombro en el mismo momento, lo que hizo que Ellie contuviera la respiración.
—Está frío—dijo la rubia acomodándose en el hombro de su amiga— Dina fue amable conmigo, cuando la vi empezamos a beber y hablar de nuestras vidas. Creo que dije demasiado.
Ellie se rió de la forma en que hablaba Aria, estaba completamente borracha y pasaba la lengua por cada palabra. Lo que más le molestaba era su proximidad, no es que no fuera mala, pero tener a la rubia apoyado en su hombro le provocaba sensaciones extrañas.
—Creo que Dina me dejó plantada—dijo Aria y señaló el mostrador, donde Dina acababa de besarse con Jesse— ¿Han vuelto?
—Ni siquiera sabía que habían roto.
—Ella dijo que no quería hablar más con él, porque él no la escuchaba—dijo la rubia, bostezando poco después.
—Ya he oído algo así antes, siempre vuelven.
Aria se rió, encontrándolo un poco lindo, antes de que Dina hablara de que Jesse era un tipo increíble, pero que pensaba más en Jackson que en él mismo, tal vez los dos no podían hablar correctamente, eso explicaba el ida y vuelta.
La rubia se acomodó más en el hombro de su amiga, estaba cómoda y el sueño ya se estaba apoderando de su cuerpo. Hoffman nunca bebía, por lo que no tenía tolerancia al alcohol, lo que cortó todas sus inhibiciones.
Por el rabillo del ojo, pudo ver a Cat en una mesa con algunas personas, la mujer asiática la miraba con una expresión no muy buena, como si estuviera calculando cada movimiento que Aria hacía alrededor de Ellie.
—Cat me ha estado mirando fijamente desde que llegó— se rió la rubia.
—¿Enserio? Tonterías—dijo Williams sin importarle mucho, sinceramente no le importaba nada de lo que hiciera Cat, especialmente sus inconvenientes.
—Ella cree que te voy a robar.
—¿Y lo harás?—preguntó Ellie por impulso, pero al poco tiempo se arrepintió, fue como un pensamiento intrusivo que se escapó de su boca.
Quizás la cercanía de Hoffman le hizo decir eso, no sabía por qué, pero no podía dejar de mirar fijamente a la rubia, o decir que estaba bromeando. Y esta vez, Aria no rompió el contacto visual, tal vez fue la bebida, tal vez no, Ellie no podía decirlo, pero sabía que se estaba acercando y eso hizo que su cuerpo se sintiera caliente.
—¿Quieres que te robe?—preguntó Aria con su voz casi un susurro, tan cercana que hizo temblar a Williams, y sí, definitivamente quería hacerlo.
Pero la tensión se rompió tan pronto como Aria rompió el contacto visual y comenzó a reír, como si fuera una broma, y bueno, tal vez lo era, ya que estaba borracha.
—Es broma—dijo Hoffman entre risas alejándose de su amigo.
Era obvio, aunque Ellie sabía que era una broma, en el fondo quería que no lo fuera. Pero al final, era sólo una estúpida atracción que pasaría en un par de días, y estaba más que claro que Aria no lo veía así. Estaba bien, no era como si fuera la primera vez que esto sucedía.
—Creo que iré al dormitorio—dijo Aria y comenzó a levantarse de la silla, pero estaba demasiado borracha así que se tambaleó y se sentó de nuevo—No lo vas a creer, pero creo que bebí demasiado.
—¿Enserio lo piensas?—Ellie se rió, tratando de ocultar lo incómoda que se sentía con el chiste de antes—¿Quieres ayuda?
—Lo negaría si pudiera, pero no puedo—se rió la rubia, de hecho, se reía de todo ahora que estaba borracha.
Ellie se levantó y ayudó a su amiga, Aria puso su brazo sobre los hombros de la pelirroja, y murmuró algunas cosas que Williams no escuchó, luego comenzaron a salir del bar, la caminata no fue nada fácil, ya que la rubia se tambaleó y tropezó cada vez que pudo.
— ¿Cuántos vasos bebiste? Sin mentir—preguntó Ellie, esforzándose por evitar que Aria cayera.
— Dina dijo que eran dos—se rió—Pero eran cinco, y dos shots.
—Lo sabía, Dina es una mentirosa.
Aria volvió a reír y Ellie suspiró, si le dijeran que Hoffman era un borracho feliz al que le encantaba burlarse de los demás, no lo creería.
El camino a los dormitorios fue difícil, Aria se cayó dos veces y quedó riendo en el suelo, después de eso siguió hablando de cosas sin sentido, sinceramente, beber no era para ella.
Tan pronto como entraron a la habitación, la rubia se arrojó sobre la cama, sentía que su cabeza daba vueltas y parecía que su cuerpo iba más rápido de lo normal, podía vomitar en cualquier momento.
—Ya sabes, una ducha fría ayuda—dijo Ellie, parada al lado de la cama.
—¿Para que? Ni siquiera estoy tan borracha—murmuró con la cara en la almohada— ¿Me ayudas?
—Creo que soy oficialmente tu niñera—Ellie se rió y le tendió la mano a Aria, quien la tomó y se levantó con dificultad.
—Pero ya hace demasiado frío para que la ducha esté fría—se quejó la rubia mientras entraba al baño.
Ellie la ignoró y abrió la ducha para ponerla tibia, tardó un poco en calentarse y mientras tanto hizo que Aria se sentara en el inodoro y la ayudó a quitarse las botas. La rubia solo se quitó el abrigo, se metía a la ducha con la ropa puesta, al fin y al cabo no era una ducha, solo era para quitarse un poco de ese efecto del alcohol en ella.
—Está bien, puedes entrar—dijo Ellie apenas notó que el agua de la ducha era aceptable.
—Okey—Aria le agradeció y se levantó del baño.
Fue un gran error por parte de Ellie haber pensado que sería capaz de dar dos pasos sin tambalearse, apenas la rubia se puso de pie se sintió increíblemente mareada y en su primer paso tropezó en el aire. Pero ella no se cayó antes de intentar agarrar a Ellie, lo que provocó que ambos cayesen y, lo que es peor, ambos cayeron dentro de la ducha, mojándose.
Por suerte para Aria, o por desgracia para Ellie, la rubia cayó encima del cuerpo de su amiga, lo que amortiguó su caída, pero Williams no pudo evitar gemir de dolor cuando su espalda golpeó el suelo mojado, con Hoffman encima de ella. .
—Ni siquiera lo pienses, maldita Aria— se quejó Ellie sintiendo como el agua de la ducha se mojaba.
—Creo que voy a vomitar—dijo la rubia, aún encima de su amiga, el agua caía sobre su espalda y su blusa ya estaba completamente mojada.
—No, bájate—Williams habló sin paciencia, pero Aria no se movió.
La rubia la estaba mirando nuevamente, con la misma expresión que en la barra, solo que esta vez, con sus cuerpos casi pegados y con el agua de la ducha mojando todo su cabello.
—Perdón por el chiste tonto en el bar—dijo, su voz era baja y ronca.
Poco después, la banda que cubría su ojo izquierdo se cayó, probablemente porque estaba empapada, tal vez Hoffman estaba demasiado borracha para darse cuenta de esto, o demasiado concentrado en mirar a Williams, esperando alguna respuesta.
Ellie no entendía por qué Aria cubría esa cicatriz que la hacía tan hermosa, incluso con sus ojos blancos, parecía como si hubiera sido hipnotizada, cada detalle era hermoso.
—¿Me disculpas?—preguntó Aria nuevamente, lo que hizo que la atención de Ellie se dirigiera a su boca.
Estaban tan cerca que habría jurado que podía escuchar los latidos del corazón de Hoffman, sentir su pecho subir y bajar, y apenas le importaba que el agua mojara toda su ropa. Si Aria no la dejaba pronto, tal vez ya no podría responder por sí misma.
—Será mejor que te bajes—preguntó Ellie.
—¿Te enojó el chiste?—insistió Aria en la pregunta, acercándose unos centímetros.
Tal vez no quería separarse de su amiga, tal vez estaba disfrutando de esa aceleración, del cálido cuerpo de Ellie debajo del suyo y sintiendo su respiración entrecortada. Probablemente era el alcohol el que le jugaba una mala pasada, pero ¿a quién le importaba? Bromear con Williams se sintió tan bien.
— Detente, estás borracha—habló Ellie, casi como una súplica.
—Quizás no estaba bromeando—dijo mirando fijamente los labios de la pelirroja.
No tenía idea del efecto que tenía en Williams, de todas las sensaciones que causaba en su cuerpo, y si esto fuera otro juego, Ellie definitivamente caería en su juego.
—Quizás quiero robarte para mí—Aria se rió entre dientes, acercándose aún más a los labios de Ellie, tal vez todo su coraje vino de la bebida, pero no le importaba.
—No hay nada que te detenga—habló Ellie, y su voz ronca fue el detonante para que Aria se acercara a sus labios en el mismo momento.
—¡Aria!—alguien gritó mientras tocaba la puerta varias veces, haciendo que ambas se asustaran bastante y se alejaran al mismo tiempo—¿Estás ahí? ¡Yo voy a entrar!
Fue la voz de Rissa, lo que hizo que Aria se desesperara y se levantara, a pesar de que estaba tambaleándose en la ducha, Ellie se levantó poco después, estaba completamente empapada.
Las dos escucharon la puerta abrirse, y mierda, se olvidaron por completo de cerrarla, parecía como si los hubieran pillado en el acto.
—¿Aria?—Rissa la volvió a llamar—¿Estás en el baño?
Hubo tiempo suficiente para que Ellie cerrara la ducha y la puerta del baño se abrió, la expresión previamente preocupada de Rissa rápidamente se convirtió en confusión.
—Está bien, ¿por qué están ambas mojados? No, en realidad, ¿por qué estás en el baño de mi hermana?
—Creo que voy a vomitar—advirtió Aria y se apoyó en la ducha.
—¡Mierda! Bebiste mucho, ¡no lo puedo creer! Me preocupé muchísimo cuando desapareciste del bar— Rissa suspiró—¿La trajiste Ellie? Gracias.
—Sí, intenté que se duchara, pero no funcionó—respondió la pelirroja, un poco desconcertada por lo que había pasado—En fin, ya me voy, adiós.
Ellie no esperó respuesta y salió del dormitorio, completamente empapada. ¿Qué carajo había pasado? Si Rissa no hubiera llegado, las cosas habrían empeorado.
¿Aria era impredecible, primero la llamaba amiga y luego intentaba besarla? No podía entenderlo, y tal vez todo fue una broma de mal gusto, después de todo, ella estaba borracha.
Pero Hoffman no debería jugar así, era peligroso y dejó a Williams con ganas de más y más.