Hani terminó de hacer el té de aquella tarde, Min Yoongi sonrió satisfecho de que sea preparado ahora frente a sus ojos, con la llegada de Seo Yeji, no podía estar calmado.
—Estoy sorprendida, pensé que su alteza lo castigaría después de enterarse lo de la concubina Seo.
—Supongo que es debido a que ya me favoreció que no tomó represalias conmigo—afirmó con tranquilidad aquel omega—, aunque no entiendo como la señora Kim llegó tan rápido a mi palacio con sus guardias.
Hani frunció el ceño y alzó su mirada, un tanto preocupada.
—Mi señor, se que esto puede sonar mal: ¿Pero será que habrá alguna espía en este palacio?
Min Yoongi tomó su té, le dio un sorbo, fijando su mirada tras la puerta al pensar que si podía existir una mujer que trabajara para la madre de su esposo, rió con amargura al darse cuenta de esa situación, no era imposible.
—Ve donde MinHo y ordena que investigue al respecto. Ese día, alguna doncella debió salir a comunicarlo en el momento en que se dio la situación, o cualquier doncella que haya salido a esa hora.
—Le avisaré al respecto. Por cierto, las concubinas se encuentran afuera.
—¿Eh, por qué ellas están aquí?
—Parece que desean decirle algo.
Yoongi se levantó y salió de aquel cuarto, logrando ver a las tres concubinas que conversaban entre ellas bastante emocionadas. Cuando el consorte Noble apareció frente a ellas, le hicieron una reverencia, con una sonrisas en su rostro.
—¿Se les ofrece algo?—inquirió con el ceño fruncido.
—Consorte Noble, escuché que su alteza irá al palacio de entrenamiento, recogerán nuevos soldados para el palacio y para la guerra, escuché que será nuestro señor que les hará los exámenes y-...—Kim Jennie sonrió avergonzada cubriendo sus labios—, queriamos pedir permiso para ir al campo de entrenamiento.
—¿Por qué me deben pedir permiso? pueden ir.
—Es que no podemos salir sin usted presente.
Min Yoongi notó la mirada de emoción de aquellas concubinas, suspiró un tanto cansado, no quería salir del palacio, además, debía ser un viaje de una hora para ir al palacio donde su esposo se encontraba, bueno, no es como si tuviera algo mejor que hacer en ese lugar.
—Me prepararé para que vayamos juntos.
—¡Gracias, Consorte Noble!—exclamaron en coro el trío y empezaron a reír conversando entre ellas muy emocionadas.
Min Yoongi solo enarcó una ceja e ingresó a su cuarto para que Hani lo ayudara arreglarse.
Kim Taehyung se acercó a un soldado y le ofreció un golpe en la cabeza. Ese dia se haría una selección de nuevos hombres, solo quedarían los mejores, pero algunos parecían tomarse en diversión aquella situación. Seojoon solo veía a la lejanía a su amigo y señor, quien tenía en su mano derecha una espada de madera.
—¡Esto no es un campo de juegos de niños, son soldado que irán a la guerra!—gritó mostrando sus afilados caninos, los soldados pasaron saliva con dificultad, entrenando entre ellos con sumo temor—, ir a la guerra es ganar o morir, no quiero hombres débiles e inútiles.
—¡Si, General!—gritaron en coro aquel grupo de hombres.
Kim Taehyung le pegó un golpe en la espalda a uno y le agarró la mano para posicionarlo bien.
—Agarra bien la espada, idiota. Puedes fracturarte la mano en un mal movimiento, si no te matan, lo haré yo por lo inútil que eres.
Taehyung siguió pasando entre las filas de grupos de soldados y suspiró, abatido. Nadie era bueno en cuanto a manejar una espada, incluso esos novatos, morirían con solo dar dos pasos en el campo de batalla, si hubiera una persona que lo igualara en cuanto a pelea, sería Park Seojoon, su amigo; pero de allí, todos eran unos debiluchos. Escuchó un ruido y como algunos hombres empezaron a murmurar y sus miradas se concentraron en otro lugar.
Si el de cabelleras rubias pudiera pensar en algo en ese momento mientras su carruaje llegaba al palacio de entrenamiento, era: "¿Ese lugar era en sí un palacio?" las paredes exteriores eran toscas, viejas e incluso había hiedra creciendo en los viejos muros. El omega se bajó con ayuda de su doncella, tocando bajo las suelas de su zapatos, el lódo de tierra, tropezó de forma torpe; pero Choi MinHo lo agarró a tiempo para que no se fuera de bruces al suelo. En sus vidas pasadas ni siquiera salió del palacio del General o el palacio principal, era la primera vez que tocaba esas tierras, sentía mucho nervios,con pasos toscos, ingresó y tras él, las tres concubinas que habían cubierto la mitad de su rostro para no ser vistas por otros hombres, debido a que eran concubinas y parejas de un principe.
Incluso, no tenían permitido salir sin el permiso de la señora de la casa; pero debido a que se habían subyugado al poder y bajo la tela de protección del Esposo Consorte, tuvieron la oportunidad de salir.
Aunque claro, de seguro recibieron una reprimenda por la señora Kim: ¿Pero ella podría tocar al esposo de su Alteza y General de la guerra, quien asumiría la responsabilidad? no lo creían.
Cuando pasó la puerta principal, una oleada de feromonas de alfas lo hicieron casi sucumbir, algunas miradas se posaron sobre él, como si estuviera en la guarida de unas bestias. MinHo se mantuvo calmado a su lado y le indicó donde debía ir, ya que conocía bastante aquel lugar. Las tres concubinas solo se mantenían muy tranquilas, con sus cabezas en alto, elegantes y esbeltas siguiendo al Consorte Noble, Min Yoongi trataba de mantenerse en pie lo mejor que podía y no verse tembloroso.
—Mi señor ¿Se siente bien, está seguro?
—Está bien...las concubinas estaban emocionadas por ver a su Alteza, no las puedo defraudar—musitó zalando un bañuelo y cubrió un poco su nariz. Notó el rostro de preocupación de aquel alfa—. Te preocupas demasiado, soldado.
¿Cómo no preocuparse, si su pellejo estaría bien si no le pasaba nada malo a ese omega?
Siguieron caminando hasta que llegaron a otra entrada, escuchando algunos gritos de personas que parecían ejercitarse del otro lado. MinHo conversó con el guardia que custodiaba aquella puerta, quien sorprendido fijó su mirada en el Consorte Noble y sus acompañantes, nervioso ingresó al lugar, buscando informar a alguien.
Park Seojoon estaba mostrando a unos jóvenes soldados como debían ponerse su uniforme, estaba muy concentrado, hasta que se distrajo por ver al guardia de la puerta, corriendo hacia él con un enorme rostro de preocupación.
—Mi señor...mi señor...¡Mi Señor!
—¿Cuántas veces me tienes qué decir: "Mi señor"?—le pegó en la cabeza, molesto—. Escuché a la primera, no es necesario que lo repitas como un idiota.
Aquel alfa se acercó a la puerta y al ver al Consorte Noble, junto a las concubinas, se sorprendió de su visita, hizo una reverencia de respeto hacia el esposo de su Alteza.
—Lo saludo, Consorte Noble. No me avisaron que vendría esta tarde al entrenamiento de los soldados.
—Lamento venir sin un aviso anticipado, me disculpo—comentó con suma pena—, las concubinas deseaban ver a su alteza, querian ver como es el entrenamiento. Si no se puede, regresaremos y-...
—¡Oh, no! ordenaré que le preparen un lugar donde pueda estar comodo usted y las concubinas, ha sido un viaje largo para venir acá—sonrió con amabilidad aquel soldado y miró en dirección de uno de sus subditos, haciendo un gesto para que fueran a preparar un lugar digno—. Lamento que el lugar no se encuentre en un buen estado, se esta haciendo nuevas reformas al edificio después de la última guerra que nuestro General tuvo.
—No se preocupe, soldado. Hemos sido nosotros que hemos interrumpido.
Yoongi contempló a su alrededor, tratando de guardar en sus memorias aquel lugar. Unos hombres llegaron y empezaron a poner tablas de madera sobre la tierra y hacer un camino, sorprendiendo al Consorte y las concubinas. Seojoon sonrió gustoso y orgulloso del trabajo de aquellos hombres.
—Consorte Noble, no ensucie su vestimentas y camine sobre las tablas.
—Es...usted muy amable—comentó con suma sorpresa aquel omega que empezó a caminar sobre la madera, siendo seguida de las concubinas, empezando a caminar con cuidado y elegancia.
Seojoon lo empezó a guiar al lugar donde se sentarian. Luego de varios minutos de caminar, subieron unas pequeñas escaleras, quedando en una parte alta donde podían ver la cancha de arena del entrenamiento. Eran unas butacas hecha de silla de madera, le acomodaron un techo para que no se asoleara e incluso una mesa con comida, el omega no salia de su asombro por la eficiencia de esos tipos.
—Espero que se sienta cómodo, si necesita algo, puede pedirlo a uno de los muchachos que cuidarán abajo, le avisaré al General de su llegada-...
—No es necesario, no queremos interrumpirlo—suplicó Yoongi un poco nervioso.
—Entendido, Consorte Noble.
Aquel soldado hizo una reverencia de despedida y salió de aquel lugar, bajando las escaleras y ordenando a los soldados que estaban custodiando que hicieran bien su trabajo o serían ratas muertas.
El omega buscó entre aquellos cientos de hombres a su esposo, hasta que lo encontró, viendo al alfa con el pelo atado y algo desordenado, alzando la voz a unos pobres soldados que temblaban buscando mantener bien la espada pesada entre sus manos. Desde esa distancia, Kim Taehyung parecía un hombre inalcanzable y poderoso, como si fuera el hijo de un Dios, alguien de quien nunca podría estar a su altura.
—¡Vaya, su Alteza es increíble, resalta entre todos esos pulpos!—exclamó ruborizada Kim Jennie, divertida. Las demás concubinas soltaron suaves carcajadas ante la ocurrencia de la segunda amante.
—En eso tienes razón, nuestro señor nació bendecido, desde muy joven sobresalió en sus estudios y en el manejo de la espada, incluso...—miró a los lados para empezar hablar en bajo—, se rumorea que es mejor que los hijos de su majestad.
—Ten cuidado—ordenó Yoongi que logró escuchar un poco la conversación de la señorita Han hacia las otras dos—, podrían cortar tu cabeza si te escucharan hablar mal de los hijos de su majestad.
—Me disculpo, Consorte Noble—respondió nerviosa aquella concubina.
Min Yoongi enarcó su ceja derecha para alzar el rostro.
—Pero si es mejor.
Las tres concubinas alzaron el rostro y sonrieron divertidas en bajo para proseguir a hablar de otros asuntos de la corte.
Kim Taehyung se empezó a dar cuenta que los nuevos soldados que serían recluidos, no estaban muy bien concentrados y su mirada se estaba fijando hacia cierto punto.Con el ceño fruncido y molesto, alzó su rostro viendo a la derecha, notando como entre uno de los palcos de aquel lugar, se encontraba su omega y concubinas: "¿Qué hacia allí su esposo? ¿No podía darse cuenta que estaba siendo visto de forma descarada por esos degenerados y sucios hombres?" Seojoon se acercó a su señor para avisarle de la llegada.
—Mi señor el Consorte-...
—Ya lo vi, no es necesario que me lo digas.Nadie me dijo que vendría.
—Fue algo de sorpresa, su alteza—musitó nervioso aquel soldado al darse cuenta que Kim Taehyung no estaba muy feliz de aquella llegada.
—Dile a estos tipos que si siguen viendo a mi esposo, les arrancaré los ojos y quedarán como unos malditos ciegos y eunucos.
—S-si, su Alteza—afirmó nervioso Seojoon.
Aquel alfa le dio unos suaves golpes sobre el hombro a su soldado y se dirigió donde Min Yoongi, el omega al darse cuenta que su esposo iba hacia ellos, se puso tenso, recordando bien aquella noche en que pasaron juntos, maldijo en sus adentros, si bien creyó que alejar a Kim Taehyung en esa vida era un buen plan, para evitar la muerte por parte de las demás concubinas, le sería imposible cumplir algo así, no podía liberarse de aquel hombre. Es como si estuvieran destinados a estar atados como alfa y omega. Por lo que solo le quedaba deshacerse de aquellas concubinas, en la vida pasada, pensó que lo lograría: «¿Pero en qué fue lo que falló, qué pasó por alto?»
Notó al alfa acercarse y subir las escaleras, por lo que se levantaron e hicieron una reverencia ante su prescencia, Kim Taehyung les ofreció una sonrisa.
—Si hubiera sabido que vendrían, ordenaría que le den un mejor lugar.
—Lamentamos nuestra falta de respeto—comentó bajando su mirada—, quise complacer a las amantes, ellas buscaban ver su entrenamiento.
Kim Taehyung hizo un "Oh" silencioso, había pensado que Min Yoongi fue a verlo; pero la realidad era otra, forzó una sonrisa, bueno, no es como si su esposo fuera a quererlo de la noche a la mañana. Pero sentía que algo era diferente desde la primera noche que pasaron juntos.
—Es solo que este lugar no es apto para ustedes, hay muchos hombres pocos dignos—recalcó y miró a su izquierda, notando como la mirada de algunos hombres aun se mantenia puesto sobre su esposo, el alfa dejó ver sus ojos amarillos en forma de amenaza hacia los tipos, quienes pasaron saliva con dificultad y miraron a otro lado—.No puede quedarse aquí mucho tiempo.
—No se preocupe, su alteza, solo será un rato—confirmó el omega con sus manos juntas.
—¿Quiere tratar de usar una espada?—preguntó aquel alfa con tono tranquilo.
—¿Eh?—Min Yoongi se sorprendió ante aquella pregunta.
—Alteza, soy un Consorte, no un guerrero... jamás he usado un arma.
—Entonces esta seria tu primera vez—inquirió y tomó la mano de su esposo.
Las concubinas se contemplaron entre ellas un tanto divertidas, viendo como aquella pareja bajaban las escaleras y se dirigen al centro de entrenamiento, Seojoon se quedó perplejo al ver como el omega ingresaba a la arena. Los soldados bajaron la mirada, no estaba bien visto ver por mucho tiempo a la pareja de un príncipe, aunque también era prohibido que salieran del palacio principal, las concubinas de su majestad y la Reina Consorte solo podían verlas personas importantes de la corte.
Taehyung acomodó en el centro a Min Yoongi, quien al ver a su alrededor, vio que los tipos mantenían su cabeza baja e incluso algunos dieron la vuelta, el alfa se le acercó con una espada de madera.
—Toma—se la entregó y le ofreció una sonrisa.Yoongi soltó un pequeño quejido cuando sintió el peso de aquella espada y trató de levantarla, sin logro alguno—¿Tan débil eres?
—S-su alteza, como dije...no soy un guerrero.
—Busca mejor un arco—ordenó con tono divertido en dirección de su amigo de armas.
Min Yoongi se sintió avergonzado y cubrió su rostro, viendo como Seojoon se alejó a buscar algo, el omega se quiso ir; pero la mano de su esposo lo detuvo y lo acercó a él, rodeando su mano alrededor de la cintura ajena—, te pondré un maestro de armas, tengo mucho enemigos y si en un momento no estoy, debes saber como defenderte.
El alfa soltó al omega, Seojoon se acercó ya con un arco y se lo entregó en los brazos a Min Yoongi. Las concubinas conversaron entre ellas sobre que tipo de té deberían tomar esa tarde cuando regresaran al palacio.
Min Yoongi tomó el arco, por lo que el alfa se acercó, acomodando bien las manos entre el arco y la flecha, enseñando como debía agarrarlo para no lastimarse. Cuando se acomodó detrás del omega, ayudando a sujetar bien, el mayor se estremeció, sintiendo demasiado cerca el aroma de las feromonas de su esposo:« ¿Solo él se sentía nervioso? su corazón estaba latiendo bastante fuerte, demasiado cerca, lo distraía y no podía entender que le estaba hablando el General»
—Mantén tu brazo en línea, no lo bajes y entonces disparas—prosiguió explicando aquel alfa y bajó su mirada, olfateando a su esposo—hazlo.
Min Yoongi afirmó, acomodó bien su brazo y se concentró lo que mas pudo, disparó pero la flecha cayó a unos centimetros bajo su pie, Seojoon trató de contener un poso la risa y por lo tanto se tuvo que girar para que no se dieran cuenta, Taehyung abrió y cerró la boca.
—Eh...supongo que lo hiciste bien, siendo tu primera vez.
Min Yoongi se ruborizó y ocultó su rostro por la vergüenza, dejando caer a los lados aquel arco y se quiso retirar, pero su esposo lo detuvo para girarlo al frente.
—¿No se está divirtiendo mucho con mi fracaso?
—¿Qué dices? no te saldrá todo bien a la primera, en la vida puedes tener muchos fracasos, pero aprendes de los errores y te haces mas fuerte—se agachó, recogiendo el arco, lo limpió para entregarlo en las manos del mayor—trata de nuevo.
Las concubinas escucharon unos pasos de alguien subiendo las escaleras, al ver a su izquierda, vieron a la princesa Consorte Kim, quien estaba acompañada de la cuarta concubina, las tres jóvenes se levantaron, con sorpresa al verla allí.
—¿Su alteza, qué la trae por aquí?
—Escuché que las amantes de mi hijo habian salido del palacio sin permiso alguno, por lo que queria saber con que derecho se atreven a venir aquí.
Seojoon logró ver a la madre de su señor a la lejania, se acercó al General para susurrarle algo al oido. Min Yoongi contempló a ambos y se giró, debido a que ambos hombres miraban en un lugar en común.
—¿Por qué mi madre está aquí?
—Su alteza, acabo de enterarme.
Taehyung maldijo en su interior y se dirigió al palco, Min Yoongi le entregó aquellas herramientas al soldado Seo, para seguir a su esposo, debido a que si esa mujer se encontraba allí, no era buena noticia.
Cuando ambos llegaron, ella se giró a ver a Min Yoongi, quien solo hizo una leve reverencia pero sin verla, como si no fuera una mujer Noble importante.
—¿Quién te has creido para tomar a las concubinas y salir sin permiso del palacio, Min Yoongi?—interogó ella que se acercó a pasos fuertes, quedando a unos centimetros de aquel omega, Kim Taehyung frunció el ceño.
—Madre, no deberías estar aqui.
—¿Por qué no? tu esposo salió con las amantes, sin el permiso debido y-...
—Yo le di permiso—comentó con rápidez aquel alfa.
Las tres concubinas bajaron su mirada, tratando de contener una pequeña risilla burlona, al notar como el rostro de la cuarta, se quedó pasmado por lo que acaba de oir.
—¿Q-qué has dicho?
—Dije que tiene mi permiso, Min Yoongi no es mi concubino, es mi esposo Consorte. Le conte la noche que lo favorecí sobre que habria una nueva selección de soldados, que podía venir solo o acompañado para que viera mi trabajo ¿Es eso malo, madre? además...—contempló a la cuarta concubina—, puedo permitir a madre que venga, pero ella...no fue invitada.
—La invité yo—setenció la señora Kim.
—Su alteza—musitó Seo Yeji fingiendo inocencia—, se que soy nueva y aún no me favorece; pero mi admiración es real, quería ver tambien como era su trabajo y-...
—Bueno ¿Es así? entonces siéntense que justo vienen en la parte buena, esta tarde, atraparon a unos rebeldes de las fronteras y los trajeron para que le hagamos una muestra a los nuevos, como deben asesinar a sus enemigos.
Min Yoongi se iba sentar en su silla; pero la señora Kim se metió primero y lo movió de su puesto, el omega abrió y cerró la boca al darse cuenta de aquel acto, viendo como su esposo no se dio cuenta ya que iba bajando las escaleras para hacer la demostración.
Ji Eun se paró y le entregó su silla, el omega agradeció y cuando se iba sentar, Seo Yeji se sentó, quitando la silla.
—Mis piernas están muy cansadas—comentó la cuarta concubina.
—Es mi puesto, muévete—ordenó el Consorte.
—Min Yoongi, compórtate—voceró la señora Kim que se giró, abriendo su abanico y se dio aire—¿Acaso no puedes conceder un asiento, no tienes un poco de humildad? venimos de un largo viaje.
Min Yoongi rió con amargura y tomó del antebrazo a la concubina Seo y la levantó, la empujó a un lado, la concubina cayó de espaldas , dando un suave grito, su doncella personal corrió a ella para ayudarla a levantarse.
—Eres una concubina de cuarto rango, incluso la señoria Ji Eun que es la de tercer rango se atrevió a ceder su asiento ¿Quién te has creído?
—¡Min Yoongi, como te atreves a tratarme de esa forma-...—la cuarta concubina notó a la señora Kim levantarse y encarar al omega.
—¿Acaso deseas que todo se den cuenta de tu mala actitud?—preguntó la princesa con el ceño fruncido.
—No me importa—afirmó y se sentó con suma elegancia, ignorando por completo el reproche de su suegra—, ella debe de conocer cual es su lugar.
—Te dejaré en claro cual es el tuyo—amenazó entre dientes la señora Kim.
—Compórtese, señora Kim...hay muchos ojos puesto sobre nosotros. Baje la mano, si piensa que me puede abofetear. Hágalo; pero entonces todos se darán cuenta de la situación, de como usted permitió que una concubina de cuarto rango permitió que me faltara el respeto a mi, que soy el esposo Consorte del General, dirán rumores sobre que no sabe nada sobre la decencia básica de las etiquetas.
—Ella es una señorita noble, hija del séptimo ministro de este-...
—Y yo soy el hijo del primer ministro y esposo Consorte, en el palacio del General, no importa hija de quien eres si no...el nivel en el que te encuentras.
Kim Taehyung contempló todo aquella escena desde abajo, mientras algunos soldados metieron a la arena a los prisioneros, rió un poco divertido al darse cuenta de los nervios de acero de su esposo, no era un hombre que se doblegaba y no tenia miedo de las represalias, era incluso capaz de enfrentar a su madre, que era una Princesa Consorte, de un rango más alto que él.
—Princesa Consorte—intervinó Lee Ji Eun—, su Alteza esta viendo hacia acá, es un día especial para él, por favor, si hacemos un escándalo, puede que nos tengamos que abstener a las consecuencias—musitó un tanto nerviosa.
La señora Kim soltó un pesado suspiro y se giró sobre sus talones para sentarse sobre su silla, Min Yoongi solo alzó el rostro, visualizando a la cuarta concubina que se tuvo que quedar parada a un lado y con el rostro agachado, en silencio y resignada.
Al ver al frente, vieron a cinco hombres que estaban vistiendo de blanco, con tela de manta, Min Yoongi notó el físico desgastado y sucio de aquellos tipos, debían ser los prisioneros.
Kim Taehyung empezó a conversar y explicar algo a los soldados, mientras mantenía una espada en su mano, los hombres escuchaban interesados, hasta que el cuchillo de su Alteza, pasó por el cuello de aquellos prisioneros y con una fuerza sorprendente, cortó la cabeza. Las concubinas desviaron la mirada, asustadas ante lo que acaban de ver e incluso la señora Kim se cubrió la boca con el pañuelo,la escena era asquerosa. Seo Yeji trató de contener las ganas de vomitar pero no pudo, por lo que bajó las escaleras buscando un lugar apto.
Sin embargo, a Min Yoongi aquella escena no le generó ninguna reacción, se mantenía sereno, con un semblante fuerte sobre su silla, pestañeando con lentitud. La señora Kim miró a su derecha y cuando notó que el esposo de su hijo no reaccionaba a algo así, sintió un temor. Kim Taehyung tiró la cabeza a un lado y se giró a ver en dirección del palco, mientras limpiaba la sangre de su rostro, viendo como sus amantes y madre parecían consternadas pero su esposo, solo suspiró con aburrimiento.
—¿Acaso eres un monstruo, cómo puedes estar tan tranquilo?—musitó en bajo la señora Kim y se levantó nerviosa queriendo contener las arcadas.
—Si tengo miedo a algo así, entonces no sería digno de ser el esposo del General de la Guerra, señora.
Kim Taehyung se fue acercando y fijó su mirada con suma intensidad hacia aquel omega, el cual bajó su rostro, dejando ver sus ojos celestes y solo desvió la mirada.
—¿Y la señorita Seo?—preguntó un tanto burlón y contempló a su madre—, madre, cuida tu salud, una imagen así puede ser fuerte para alguien como tú.
Ella bajó su rostro viendo a su hijo, era claro, su hijo le habia dado una advertencia, era una amenaza completa sobre lo que podía pasar con ella si le ponia una mano encima a Min Yoongi: «¿Cómo era que su hijo le perdió respeto? ese omega, lo había embrujado y por eso era despreciada por su propio hijo, era un peligro para su familia, iba hacer caer a todos, debía deshacerse de él,de forma silenciosa.»
Min Yoongi se giró a ver a las concubinas y se levantó.
—Su alteza, las amantes no se sienten bien, temo que sería mejor regresar para que el médico las revise.
—Bien, puedes retirarte—afirmó aquel alfa.
Min Yoongi hizo una reverencia y le hizo un gesto a las tres concubinas, que se levantaron y se fueron tras él, ignorando por completo la prescencia de la señora Kim. El omega se giró a ver a la señora de la casa y su ceño se frunció. En su última vida, había logrado deshacerse de todas las amantes que quisieron caso pero olvidó a alguien en especial, era esa mujer: "Kim Tae Hee."
En esa vida, no permitiría que ella buscara hacerle daño, por lo que debía deshacerse primero de ella, para asi, tomar el control completo del palacio del General, pero debía buscar cual era la debilidad o algún secreto con la cual, podría hundirla.
24.04.2024:
No pude actualizar el Lunes pero no podía dejarlos sin su dosis de capítulo de cada semana. Gracias por su apoyo, besos y abrazos y muchos solecitos para que iluminen sus almas.
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