Ciudad de Mentira

By _MichBlack_

446 103 22

La cabeza de Arise se resume a un inalterable espacio en blanco cuando despierta en las oscuras alcantarillas... More

P A R T E I
Dedicatoria.
Episodio 1
Episodio 2
Episodio 3
Episodio 4
Episodio 5
Episodio 6
Episodio 7
Episodio 8
Episodio 9
Episodio 10
Episodio 11
Episodio 12
Episodio 13
Episodio 14
Episodio 15
Episodio 16
Episodio 17
Episodio 18
Episodio 19
P A R T E II

Episodio 20

3 1 0
By _MichBlack_

La redención.

Quietud.

Y el silencio absoluto.

Es lo que hay justo antes de que la bertura en mi dedo índice se abra y se desate el caos.

Todos apuntan hacia mí pero soy más rápida así que en un abrir y cerrar de ojos voy cambiando de posición por toda la habitación causando que varios se disparen entre ellos, Zero apunta y dispara a medida que se mueve dejando muertos tras su paso, no soy yo quién está moviendo el cuerpo es como ver una película en primera persona en dado caso pero no puedo negar que se siente genial.

Saber que tengo el poder de aplastar una vida, de hacer justicia por mis propias manos y hacerlos sufrir por todos esos años de miseria que me hicieron sufrir y nadie nunca me ayudó, saber que mi vida será un fracaso por siempre por su culpa y ahora puedo verlos tenerme.

Sentir ese éxtasis que recorre mis venas.

Es como un licor acariciando mi garganta, como probar la nata suave en la base de mi lengua, deslizar un cuchillo por la mantequilla o el placer de acariciar un gatito, sumamente hipnotizante de formas que son incorrectas pero que no puedes evitar sentir al flor de piel.

Zero destroza columnas vertebrales con solo sus manos, saca brazos de su lugar, parte cráneos con patadas y dientes a balazos en lo que parece un festín de venganza que hace reír a mi adolorido corazón y eso me asusta, porque sé que no debo pero es un placer culposo.

Todo el caos se arremolina a nuestros pies con cadáveres cayendo unos sobre otros pero no parece interesarle a nadie, según una vez leí una de las facultades del chip cerebral era la capacidad de hacer cálculos a gran velocidad, lo que hace para Zero fácil tener una puntería perfecta, tanto, que  mueve nuestro brazos a una velocidad alucinante para dispararle a las balas justo antes de que impacten en nosotras y desviar su trayectoria.

Van cayendo uno a uno, toda un habitación de treinta hombres armados son incapaces de mantenerse vivos en una batalla contra Zero y entonces entiendo realmente por qué le tienen miedo, porque no pueden frenarla, crearon algo tan aparentemente perfecto que ahora les resulta inalcanzable la tarea de frenarlo.

Y temen porque la hicieron enfadar, temen porque saben que tenemos razón, porque saben lo que podemos significar para todo un pueblo doblegado.

Finalmente Zero usa mis piernas para terminar con último hombre disperso que queda, le saca la mandíbula de lugar al morderse la lengua de una pata brutal contra la quijada.

Mortal.

Hay una fila de cuatro hombres apiñados delante de Killiam para protegerlo, pero ni siquiera eso detiene a Zero, primero se mantiene en movimiento constante para apuntar y dispararle al primero de la derecha. Cae inerte. Ellos se sorprenden mientras apunta al siguiente y dispara. Cae inerte. De pronto avanza hacia ellos agachada y antes de que se den cuenta estamos a su lado, basta una patada potente con estas prótesis de alta potencia para lanzar a los dos hombres contra la pared con un sonido seco de sus cráneos. Caen inertes.

—Soñé con esto demasiadas veces Soprano. —La voz profunda y llena de promesas de muerte que sale de mí es de Zero— Una lástima que no pueda repetir este momento eternamente para conmemorar cuando acabé con tu organización de homicidas. —Le dispara en una pierna haciéndolo gritar bajo su fría mirada.

El hombre se retuerce tirado en el suelo mientras se pega con todas sus fuerzas a las puertas del ascensor, en un deseo iluso de escapar al piso de arriba.

—Nunca esperé que tú fueras un monstruo también Arise —masculla con la voz ahogada.

Zero me deja controlar de nuevo la lengua para poderle responder a Kiliam.

—Cierto, pero ahora ya no es Arise, ya no más, ahora somos Zero, el proyecto que ustedes crearon y que ahora va a destruirlos —decreto con ira en mi voz.

Zero le dispara de nuevo en el hombro mientras Kiliam grita de dolor y su respiración se agita en desesperación, la sangre cubre todo el piso y hay salpicaduras en la bata blanca que me había dado Mike hace horas, varios envases de las repisas están rotos con sus contenidos colgados de ellas o tirados en el suelo sumando más caos al mar de vísceras, las mesas están rotas y las dos cápsulas tienen los cristales rotos. Noto con pesar que el individuo que seguía adentro de la cápsula terminó con los vidrios encajados en todo el cuerpo, probablemente ya está muerto, por otro lado la cápsula dónde estaba Danger Marcovitz está vacía y entre tanto caos no sé si es porque despertó y le dispararon o si se está escondiendo.

Zero regresa su atención al hombre que se está desangrando a sus pies con extremo placer, le agarra una mano aún contra toda la fuerza que un tipo de cuarentena y tantos puede ofrecer para torcerle cada dedo en una dirección distinta, se deleita con sus gritos.

Y aunque debería sentirme igual, la verdad es que siento cierta repulsión hacia la sensación que me embargó antes, la adrenalina ya está pasando un poco, puedo darme cuenta de lo perturbador que sería que me encariñara con el placer de hacer daño. Así que lo niego, desconozco ese sentimiento de éxtasis y ahora solo queda el peso de lo que la dejé hacer, claro que esta vez al menos estoy consciente que no había otra opción.

—Eso va a durar demasiado poco para todo el mal que causaste Soprano.

Él resopla y contra todo pronóstico sonríe haciendo hervir nuestra sangre.

—¿Crees que conmigo se acaba todo? —apenas logra reírse pero esa mirada soberbia permanece todo el tiempo— Ilusa, hay muchas más sedes mucho más poderosas y hay demasiada gente con más dinero del que podrías imaginar, ellos te van a encontrar y te van a matar —promete.

—Una lástima, —Zero lo interrumpe antes de que siga hablando disparándole en la cabeza— al final duraste menos.

Vuelvo a tener el control del cuerpo justo para sentir el remolino de dolor de las heridas que no había notado que tenía, creí que Zero había sido lo suficientemente genial como para enfrentarse a tanta gente sin salir herida, pero supongo que eso sería demasiado pedir.

Tengo cortadas por todo el cuerpo por los vidrios de los instrumentos científicos que estallaron en el tiroteo, un oído me duele por un rose de bala dificultándome mantener bien el equilibrio y tengo un impacto en el muslo.

Me arde el cuerpo en niveles distintos de dolor que me hacen retorcerme, siento punzadas y como si fuera a quedarme paralizada hasta dejar de respirar con solo enfocarme en la herida de la pierna.

¿Cómo no sentí antes todo esto?

Es la cancelación de dolor, puedo bloquearlo con el chip pero necesitaba que fueras consciente del daño ocasionado al cuerpo antes de volverlo a cancelar, tienes que llevarnos rápido a un lugar donde podamos tratar estás heridas.

Podrías hacerlo tú misma, no puedo manejar ni sé cómo tratarlas.

Vas a tener que resolver Arise, después de esto es probable que quede inconsciente un buen tiempo, estoy muy cansada justo ahora después de usar tanto las prótesis.

Asiento con un suspiro.

El sonido de fragmentos de vidrio al romperse llaman mi atención a mis espaldas, el piso es una mezcla lúgubre de cuerpos, partes de cuerpos, pedazos de piel y quién cuánto más, entre todos ese caos noto a uno de los hombres que Zero atacó no está muerto, tiene un buen golpe en la cabeza mientras me ve de pie detrás de mí pero sin duda aún respira.

—¡Muere maldito fenómeno! —Levanta el brazo y dispara al otro lado de la habitación.

Arrugo el entrecejo sin saber qué le apunta.

Se oye un chasquido y pronto un estallido de fuego que lanza contra las puertas del ascensor, el tipo disparó a uno de los tubos de gas que estalla en llamas quemando todo a su paso.

La onda de energía me impacta cubriéndome de un calor lascerante toda la piel mientras me lanza con el ascensor en un golpe seco, me golpeo la cabeza contra las puertas del metal que me hace rechinar los dientes y sin más caigo al suelo sobre el cuerpo de Kiliam Soprano.

Me pega una punzada en la sien que mi hace ver manchas blancas aún con los ojos cerrados, probablemente ahora también tengo la cabeza rota en alguna parte.

Abro los ojos tirada en el suelo, me siento mareada y algo desorientada cuando enfoco la mirada hacia arriba justo cuando uno de los estanques de agua con un niño mutante adentro empieza a caer hacía mí, pero no soy tonta, sé que no puedo detener la caída y que esos vidrios se me van a encajar en la piel hasta matarme.

Casi me estoy resignando.

Casi.

Pero unos brazos me jalan justo antes de que el tanque impacte contra el suelo matándome al lado de Kiliam, eso habría sido una pesadilla, pero en cambio unos brazos me aprietan contra un pecho frío, pálido y lleno de cicatrices que distorsionan los tatuajes que se ha hecho.

Una mirada a los ojos de Danger me hace casi soltarle una plegaria por haberme salvado, también es un poco difícil no fijarse en su atractivo masculino aunque no me vea directamente y estemos envueltos en un laboratorio subterráneo encendido en llamas.

—¿Estás bien? —pregunta mirando a una esquina.

—Sí gracias —musito saliendo de sus brazos.

Escaneo el lugar ver la gravedad del incendio pero claramente es grave, esa tubería debió haber desatado un estallido en cadena en el resto del edificio, es cuestión de tiempo para que las columnas cedan y quedemos sepultados aquí.

Debería llevar a Danger conmigo quizás así puedo salvarlo.

No, será una carga tenemos que irnos rápido.

Pero Zero debe sentirse desorientado, podríamos cuidarlo.

No, sabes que no es una buena opción, nos busca toda Ciudad Laika si va a estar bien es lejos de nosotras, sobretodo ahora que van a buscarnos todos los guardias de este lugar en cuanto salgamos.

Suspiro resignándome, ciertamente está vez tiene razón.

Usa el ascensor de carga por el pasillo de celdas, allí saldremos directamente al estacionamiento y llamaremos la atención de todos, con suerte se quedara despejado y él podrá salir.

—Danger usa el ascensor detrás del tanque de agua roto, voy a salir con el otro para distraerlos y darte tiempo para que escapes —le ordenó aunque su mirada de mueva erráticamente por todo el lugar.

Frunzo el ceño extrañada.

¿Qué busca?

Veo que asiente mientras se levanta y comienzo a irme pero me genera ruido interior haber casi cruzado todo el espacio y no haber escuchado aún el ascensor abrirse, cuando me volteo veo a Danger avanzando lentamente con la mano puesta en la pared mientras tantea el suelo con un pie, aún está viendo hacia arriba y entonces entiendo.

Está ciego, ellos le quitaron la vista.

Siento el impulso de regresar para ayudarlo pero Zero me detiene antes de intentar devolverme, mis piernas se resisten a mí en una muestra de rebeldía.

Vámonos, tenemos que salir antes de que Danger logre pisar el piso superior o lo van a matar.

Me muerdo los labios antes de hacerle caso resignada, espero en serio que Zero no esté mintiéndome para abandonarlo por no creo que se lo pueda perdonar.

Quiero creer que Danger va a salir de este lugar, quiero creer que al menos he podido salvar a alguien.

Avanzo por la única otra puerta en el laboratorio mientras los tanques van cayendo por toda la habitación con el fuego quemando los cuerpos muertos, el agua de los tanques mantiene a raya el incendio dándonos tiempo a Danger y a mí pero el vapor es como si tuviera un par de manos asfixiándome.

Atravieso las dos puertas de metal ardiendo al rojo vivo con una patada que las vuela de sus bisagras, más allá hay un pasillo blanco impecable con celdas medias confinadas por puertas de vidrio blindado.

El fuego está empezando a esparcirse por aquí pero como sospechaba la tubería si estalló por todo el edificio, porque toda la hilera de celdas que estaban justo detrás de esa tubería contiene a sus presos gritando en agonía, solo hay ocho celdas en el espacio y ya cuatro víctimas están muertas.

Me asomo a la primera celda a mi derecha con la esperanza de encontrar a alguien vivo, pero me asombra y aterra encontrar una enorme serpiente con el grosor de una cocina de cuatro hornillas en su lugar, la veo sisearme mientras se levanta en seis patas de araña peludas antes de intentar atacarme con una mirada violenta de sus seis ojos. El golpe fuerte contra el vidrio me hace un respingo hacia atrás antes de pasar a la siguiente celda. La otra tiene un oso con una enorme armadura de metal soldada a su columna, me gruñe en intento furioso por devorarme con sus dientes artificiales de aguj. Nuevamente el vidrio evita que se acerque y en la siguiente celda hay otra mutación que intenta comerme en otro intento fallido.

Me asomo en la última celda.

Y casi pierdo el aliento.

Hay una chica suspendida en el aire por cadenas gruesas hierro que se anclan a sus manos, pies, cintura y cuello desde todas direcciones de la celda, me atrevería a decir que hay al menos veinte hileras de cadenas aprisionándola además del bozal afianzado a su cara que me dirige una mirada expectante, tiene una sencilla ropa de hospital cubriéndola.

Y aún desde aquí, sin verle la cara por completo sé que es la persona más hermosa que he visto, con ese largo cabello lacio que llega a sus tobillos que combinan con las pestañas rizadas que enmarcan una mirada de un hermoso color verde tan pálido que casi parece blanco.

Me acerco al panel en la celda para liberarla antes de irme lejos de aquí.

No sé si deberías sacarla.

¿Por qué?

Algunas creaciones deberían quedarse aquí, es decir, no sabemos qué hacen o si son afines con la causa de Oasis.

¿Es en serio? Zero son víctimas, rehenes como tú y yo como yo, ¿prefieres dejarlos morir solo porque Oasis decidió en cerrarlos? Porque tú y yo estuvimos acá encerradas probablemente.

Bueno, por esta vez haremos lo que dices.

La escucho ceder mientras acciona el mecanismo de la celda abriéndola y desactivando los grilletes eléctricos en las articulaciones de la chica, cae al suelo con un sonido aparatoso contra las cadenas que le magullan el cuerpo.

Probablemente eso le rompió algo, su cuerpo se ve muy frágil.

Vuelve a verme detenidamente en un movimiento débil, y sus ojos, sus ojos son probablemente la mirada más vacía y desolada que he visto nunca, es ver a una muñeca sin brillo en la pupila, hermosa, pero decididamente rota y me hiela la sangre de solo pensar qué tanto habrá sufrido.

Me limito a darle un asentimiento y seguir con mi camino esperando que ella sepa cómo salir de ese lugar.

Tengo el estómago revuelto después de verla, me hizo recordar la mirada que tenía el Sr. Romanov y la de todos los asesinos que he conocido aquí, no sé si pueda ahora culparlos del todo debo admitir que la sensación al matar y descargar la ir con violencia es embriagadora. Pero es un error, una aberración que debe ser corregida porque yo no soy así, yo jamás sentiría eso y probablemente no es mío ese sentimiento sino de Zero.

Cómo sea, no soy una asesina y ese placer por matar no provino de mí.

Entro al ascensor de carga donde hay un auto estacionado lo cuál me parece un poco raro hasta que Zero me explica que lo tienen ahí para poder meter y sacar cosas sin que nadie vea, marco el piso superior en el ascensor. Subo al vehículo rompiendo una ventana de un puñetazo, Zero me indica cómo encenderlo sin usar las llaves y que cables conectar haciendo encender el carro en suspiro.

Para cuando el ascensor se detiene y abre sus puertas yo ya estoy saliendo a toda velocidad llevándome guardias por el medio, todos me disparan pero ninguno logra darme y Zero hace que el portón se abra usando el sistema de Oasis una última vez, mientras salimos a la calle sorteando las llamas que recubren todo el edificio.

Zero maneja a toda velocidad por la carretera pero ya no podemos volver a casa de Mocka ni a la casa abandonada, ahora no hay donde escondernos ni a quién recurrir además de nosotras dos.

Maneja esquivando carros con la mini man en un control seguro de sí misma, pero basta un vistazo a la pierna para saber que tengo que salir rápido de esto para ir a un médico. Zero tiene activa la cancelación de dolor así que por ahora no son una molestia pero lo será si no las atiendo, el desplazamiento por las calles llama la atención de todos pero no es como si a los tipos malos les importara a quién le disparan por accidente cuando persiguen a alguien.

Esto será un bonito recuerdo en los noticieros de hoy en la noche.

Pero más que eso quiero que sea un mensaje para esos bastardos que lideran a Oasis y el gobierno, quiero que sepan que voy por ellos, que nadie nos va a detener.

Quizás antes éramos Zero la chica máquina y Arise la chica asustadiza, una tan fría como las matemáticas de un reactor nuclear y la otra tan suave como las pétalos de una flor . Y lo seguimos siendo. Ahora la diferencia es que las dos estamos tras un mismo objetivo, porque sí, quizás podría ser mucho más fácil largarme lejos y comenzar una nueva vida dónde mis fantasmas no me alcancen, pero todas las personas que sufrieron por mí lo habrían hecho en vano y la verdad es que:

Ya no soy la misma de antes.

Y voy a dar todo de mí para ser la pesadilla de ese mal que distorsiona este mundo.

El sonido de las sirenas de la policía persiguiéndome con sus autos y el aspa del helicóptero tronando llaman mi atención durante mi avance, sonrío un poco feliz, no sé si por matar al hombre que me hizo la vida cuadritos, por liberar a dos víctimas de Oasis o si es por esta sensación de adrenalina que me hace desconocerme por completo pero se siente muy adictiva.

No puedo esperar a que todos conozcan quiénes somos.

Que somos el proyecto Zero.

Continue Reading

You'll Also Like

1K 92 62
En la poesía tenés la posibilidad de identificarte e interpretar a tu manera , nunca hay una respuesta correcta , solo personas que se reflejan en si...
3K 54 41
ahora que Alexander y Alison sabian la verdad nadie sabía que es lo que iba a pasar ahora la vida de ambos iba a cambiar al igual que la vida de sus...
3K 680 31
Todo comienza con un mensaje de Adán Cooper, Sofía ha estado enamorada de él desde que eran solo unos niños, a medida que van pasando los meses Sofía...
597K 46K 55
❝ Y todos los caminos que tenemos que recorrer son tortuosos, y todas las luces que nos conducen allí nos están cegando. Hay muchas cosas que me gust...