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By ggkminlvrs

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Jungkook es un alfa puro que se niega a serlo, rechaza sus instintos y por ello siempre ha pasado como beta... More

، 🐺 : Prólogo.
، 🐺 : Todo tiene un inicio.
، 🐺 : Dos seres, un destino.
، 🐺 : No hay retorno.
، 🐺 : Nos pertenecemos.
، 🐺 : Nos salvamos.
، 🐺 : No puedo dejarte.
، 🐺 : Como una fuerza de la naturaleza.
، 🐺 : Nos atraemos.
، 🐺 : Lejos de ti.
، 🐺 : Dulce despertar.
، 🐺 : Nací para servirte.
، 🐺 : Déjame ayudarte.
، 🐺 : Mi ser completo te adora.
، 🐺 : Tú eres el indicado.
، 🐺 : Yo lo soluciono.
، 🐺 : Perdóname.
، 🐺 : Te entrego un nido.
، 🐺 : Discúlpate.
، 🐺 : Eres un sueño, vida mía.
، 🐺 : Avergonzado.
، 🐺 : Me mostraste el amor.
، 🐺 : Sé que vas a sanar.
، 🐺 : Tu alfa.
، 🐺 : Tu terquedad.
، 🐺 : Tú y yo tenemos un lazo.
، 🐺 : Primera vez.
، 🐺 : Somos destinados.
، 🐺 : Feliz cumpleaños.
، 🐺 : Feliz navidad y feliz cortejo.
، 🐺 : Extra: novios.
، 🐺 : Enojado por tus besos.
، 🐺 : ¿Enlazados?
، 🐺 : Tú eres perfecto.
، 🐺 : Juntos en cada vida.
، 🐺 : Desde mis ojos.
، 🐺 : Juntos somos perfectos.
، 🐺 : Debo doblegarme.
، 🐺 : Un gran y nuevo año.
، 🐺 : Celo.
، 🐺 : Un día conmigo.
، 🐺 : Casa nueva.
، 🐺 : ¡Sorpresa!
، 🐺 : Destino cumplido.
، 🐺 : Extra: premio y castigo.

، 🐺 : Dónde aterrizamos.

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By ggkminlvrs

Después de hablar un momento más con sus tres amigos, Jimin caminó directamente a la habitación de Jungkook; tendría que hablar con él seriamente, conversar sobre cómo puede ayudarlo y marcar los límites que crean convenientes para que sus naturalezas no se vean afectadas si no, beneficiadas.

—Hola de nuevo —entró a la habitación con precaución pero su rostro se vio angustiado al notar que el alfa no estaba descansando en lo más mínimo—. Yo... quiero hablar unas cosas contigo —trataba de no lucir tan torpe y expresarse como lo haría normalmente, pero el dolor de su interior no lo dejaba; Jungkook se ve tan pálido y cansado.

—C-Claro, adelante —asintió, sus ojos trataban de mantenerse abiertos y trataba de respirar adecuadamente, pero no lograba demasiado.

—¡Oh, ricitos! —no pudo resistirlo más—. ¿Podría marcarte con mi aroma? —sabe que eso cruza los límites de lo permitido; aunque Jungkook aceptara su naturaleza y fuera un alfa en todo su esplendor, la gente no va por ahí marcando a los demás, es algo muy intimo.

—No —negó, sus cejas se fruncieron con desconcierto.

—Sé que no vas a aceptar tu naturaleza, y es precisamente de lo que quiero hablarte, pero necesito que estés bien para charlar —pidió acercándose a la cama—. Por favor —sus ojos eran suplicantes, tan brillantes ante el temor de otra negativa. El alfa de su interior rasguñaba en su pecho, ansioso por portar el aroma de su omega, desesperado por cumplir las peticiones del ojiazul, pero el raciocinio de Jungkook estaba por encima de eso, no puede negar que el aroma de Jimin le es fascinante y que toda la noche deseó tenerlo consigo para descansar, pero no puede perder ante sus instintos, ese no es él—. Por favor, Jungkook... —pidió de nuevo y el ojiverde se odio a si mismo por rendirse.

—Está bien —asintió apenas, Jimin sonrió gustoso ante la obediencia del alfa, caminó hacia la puerta y la cerró, bajó también las persianas para cubrir la pared de cristal.

—Lo siento, pero nunca había hecho eso y para mí sería algo incómodo si me ven —se disculpó ante sus acciones.

—Lo es —aceptó el alfa—. E-Es algo íntimo, no sé por qué mi alfa lo hace sin cuidado alguno, lamento eso —se sonrojó tanto como su palidez lo permitía.

—No hay cuidado —sonrió tímido y su mano alisó la tela que cubría la camilla, justo al lado de la mano del paciente; por algún motivo, Jungkook sintió escalofríos solo al sentir el mínimo contacto que tuvieron—. Yo... ¿podría recostarme a tu lado?

—A-Adelante —seguía hablando tan suavemente como la falta de oxigenación le permitía, pero los nervios embargaban poco a poco cada espacio de su cuerpo.

Jimin se colocó delicadamente a un lado de él, lo rodeó por la cintura con uno de sus brazos y su omega comenzó a actuar por él; era extraña la ocasión que dejaba a su lobo tomar el control pero ésta vez su pecho estaba rogando por hacerlo, y ahí estaba, frotando su mejilla por la fuente de aroma del alfa; la vainilla y el café se apoderaron de la habitación. Fue involuntario cuando el alfa ronroneó gustoso ante el contacto, suspiró aliviado cuando su pecho dejó de doler y una nube de ensoñación lo rodeó por completo adormeciendo cada músculo y relajándolo como nunca antes. No puede negar que el contacto que tiene con el omega lo hace sentir mejor, su alfa estaba en su interior, tranquilo como si estuviera agitando una colita imaginaria por mera felicidad; por primera vez no luchaba por hacerse notar, lo sentía presente, pero no quería tomar el control.

Sin saberlo unas lágrimas bajaron por sus mejillas, Jimin notó eso y se apresuró a lamerlas para retirar todo rastro de ellas, frotó su mejilla contra la del alfa cuidando de no lastimar su cuerpo. Decidido a que era suficiente y debía dejar al alfa descansar, se levantó cuidadosamente y acarició el cabello del más alto, sus ojos estaban cerrados y se veía un poco más relajado, estaba dormido.

—Iré a dar mi ronda, ricitos —avisó sabiendo que no era escuchado—. Charlamos en un rato —se despidió y salió rápidamente de la habitación, revisó a sus demás pacientes, uno a uno fue recorriendo sus habitaciones, pasado algún tiempo se encaminó hacia la oficina de su jefa, tocó la puerta y fue invitado a entrar.

—Hola, Chaeyon —saludó.

—Hola, cariño —respondió la beta con una sonrisa tranquila en su rostro.

—Quería pedirte un favor, sé que va en contra de las reglas pero... —fue interrumpido.

—Pero quieres pasar tus horas de comida en la habitación de Jungkook —completó burlona—. ¿No es así?

—Yo... si —admitió—. No sé si él acepte tenerme tanto tiempo ahí pero... —volvió a interrumpirlo.

—Pero tienes que pasar tiempo con él para que sane porque es tu alma gemela y no tienes otra forma de hacerlo si no es aquí.

—Si pero...

—Pero aún no sabes si él accederá porque se niega a aceptar sus instintos, además los dos están confundidos con todo eso de los destinados —lo completó de nuevo.

—En resumen, si —asintió sonrojado pero agradecido por no tener que decir en voz alta todos aquellos datos que lo avergüenzan un poco.

—Claro que puedes, no creo que sus padres se molesten, después de todo estás tratando de ayudar —se encogió de hombros.

—Si, yo voy a hablar de eso con ellos —sonrió tímido.

—De acuerdo, cielo —lo miró devolviéndole la sonrisa—. Solo avísame si tienes algún problema con esos asuntos, recuerda que tú eres su enfermero primero que todo y no tienes ninguna otra responsabilidad con él, a menos que así lo acuerden ambos —Jimin salió de la habitación apurado, era hora de visitas, así que debía llegar rápido a la habitación del alfa si quería ver a alguno de los señores Jeon para poder solicitarles el permiso para ingresar alimentos a la habitación sanitizada de su hijo. Se encontró a Hyungwon ahí dentro, sentado en una silla a un lado de la cama de su cachorro quien permanecía dormido, lo saludó contento como normalmente lo hace.

—Buen día, señor —sonrió.

—Buen día, Jimin —respondió—. ¿Cómo está mi cachorro?

—De eso quería hablarle —dijo dudoso—. Pasó muy mala noche debido a los dolores y a que las heridas no están cerrando como deberían, pero eso se lo informarán los doctores después... Yo quiero hablar sobre el presunto motivo —se sentía nervioso.

—Claro, dime —asintió atento el alfa.

—Sé que el doctor Moon les informó a usted y la señora Jihyung sobre el asunto de los destinados y esas cosas —agitó su cabeza de izquierda a derecha, no estaba tan cómodo de hablar de esos temas, seguía sin creerlo, vio al mayor asentir y continuó—. Bueno, al parecer el alfa de Jungkook estuvo algo inquieto toda la noche, por eso quiero hablar con él para ver si... —suspiró frustrado, tendría que decirlo porque al parecer el alfa no tenía el poder de Chaeyon—. Ver si deja que mi omega esté con su alfa durante algún tiempo.

—Oh... —el alfa asintió algo apenado—. El doctor Moon nos lo informó y estamos contentos de que nuestro niño encontrara a su destinado así que si él acepta estaremos encantados —sonrió.

—¿Ustedes creen en eso? —el omega cuestionó intrigado.

—¡Por supuesto! Son una de las cosas más bonitas que tiene nuestra naturaleza —asintió—. Tal vez tú no lo creas, pero todo eso es real y sé que tú y Jungkook lo averiguarán juntos —Jimin bufó cansado, al parecer todos creían en esos cuentos que ahora no parecían tan cuentos; no lo malentiendan, sabe que sus almas no estaban mágicamente destinadas a encontrarse, pero el sentimiento que tiene al ayudar y cuidar a Jungkook es algo tan extraño que lo hace pensar que sus naturalezas son más especiales de lo que cree.

—Otra cosa de la que quería hablarle es que... si Jungkook lo acepta, claro, yo podría pasar mis tiempos de comida con él, ya sabe por eso de que no tengo otra forma de que pasemos tiempo juntos —vio al alfa sonreír gustoso—. Pero tengo que solicitar su autorización por aquello de la sanidad y esas cuestiones.

—La situación de Kook es delicada pero no implica nada de riesgo el que tu pases tiempo con él en tus comidas, al contrario, tal vez lo beneficie, así que no te preocupes por nosotros.

—Gracias —sonrió amable hacia el hombre mayor—. Bueno, yo voy a ver a mis otros pacientes y regresaré en un rato con Jungkook, nos vemos mañana —se despidió y salió del cuarto.

✧✦✧

Llegó a la habitación de los alfa 30 minutos después, tenía un contenedor con comida en una mano y su termo con jugo en la otra; aún no tiene el permiso de Jungkook pero él está dormido, no tiene por qué enterarse... Además la sala de descanso está ocupada. Se sentó a un lado de la camilla y comenzó a comer descuidadamente hasta que escuchó una risa a su costado.

—Tienes comida en la nariz —el alfa rió bajito, haciendo que el omega se sonrojara por la sorpresa de verlo despierto y sobre todo por la humillación de su mala forma de comer.

Jungkook se veía un poco mejor, sin las manchas moradas debajo de sus ojos, o al menos no tan pronunciadas, su piel se veía de un blanco un poco más saludable y su oxigenación se encontraba anormal, pero no de manera tan alarmante como la de hace unas horas.

—¡Siempre me pasa lo mismo! —negó avergonzado y quiso cambiar de tema—. ¿Descansaste un poco?

—Sí —suspiró—. Gracias por eso.

—No hay de qué —sonrió y llevó otra cucharada de comida a su boca.

—A-Antes dijiste que... —tomó un respiro—, querías hablar.

—Si, yo quería preguntarte sobre... —tomó aire para darse valor—, si dejarías que yo te ayude, ya sabes... como omega —dice rápidamente—. Sé que es una estupidez y que tú no quieres nada de eso que tenga que ver con tu alfa, pero de verdad comienzo a creer que te ayuda —agachó la mirada avergonzado—. No te conozco, ni me conoces, lo sé pero podemos hacernos amigos, no necesariamente pareja y esas cosas que ellos piensan —siguió divagando—. Además creo que puede ayudarte a conocer a tu alfa y que puedas controlarlo.

—Si.

—Sé que vas a negarte pero debes pensarlo, es algo que te hace mejorar y tu cuerpo se curaría y... ¿Qué? —preguntó extrañado.

—Creo que si ayudas —respiró agitado pero sin tanto problema—. No sé si creo que seas mi omega o esas cosas fantasiosas, p-pero si me siento mucho mejor cuando me tocas o cuando huelo tu aroma —inhaló más aire y continuó—. Veamos a dónde va esto —se encogió de hombros.

—No esperaba que aceptaras tan rápido —rió—. Pero bueno... entonces vendré a comer aquí todos los días —sonrió mucho más tranquilo.

—Bien —asintió y desvió la mirada—. ¿Jimin, podrías darme la mano? —pidió sonrojado, reconoce que es demasiado rápido para tener confianza de pedir favores a Jimin, pero por algún motivo que no va a investigar, no se siente incorrecto o avergonzado a grandes niveles.

—Claro —colocó el contenedor sobre su regazo y tomó la mano del alfa mientras comía con la otra; el alfa se quedó dormido poco después y el castaño lo soltó con delicadeza para no despertarlo y luego salir de la habitación, no sin antes ponerle sus medicamentos y revisar sus signos vitales. Realizó el recorrido acostumbrado nuevamente, los pacientes de terapia intensiva requieren cuidados y atención excesiva debido a sus estados de alto riesgo, cuando su turno terminó, volvió a la habitación del ojiverde encontrándolo despierto.

—Hola de nuevo, ricitos —saludó—. Voy a quedarme contigo hasta que duermas porque mi padre no puede venir por mi hasta dentro de dos horas, porque... —se interrumpió a sí mismo—. Lo lamento, te estoy hablando demasiado —rió avergonzado.

—Me agrada —el alfa negó, un poco soñoliento—. Siempre lo haces.

—¿Disculpa? —preguntó confundido.

—Cuando... dormía —sonrió ante el término usado—. Yo escuchaba todo lo que decías, hablas mucho —los ojos azules se abrieron con sorpresa.

—Siempre creí que los doctores decían que escuchabas para dar ánimos a tu familia —alzó las cejas impactado—. Pero bueno, también creía que los destinados no existían y míranos —dijo en tono sarcástico y riendo, el alfa rió con él.

—Buena comparación —siguió riendo el ojiverde aunque sus risas eran un poco entre cortadas por la falta de aire.

—Oye... —soltó de pronto—. Yo estuve pensando que tal vez tu lobo se siente apegado a mí porque te he estado cuidando unas cuantas semanas, pero quizá se desapegue si tiene otro u otra omega —un gruñido salió de lo más profundo del pecho del alfa que no tuvo tiempo de contenerlo; el omega solo rió y lo ignoró para continuar—. Además los alfas siempre buscan omegas, es mero instinto.

—No —dijo rápidamente, esta vez Jungkook estuvo de acuerdo porque no quería otra persona a su lado; Jimin es agradable.

—Osea piénsalo, tal vez es solo confusión por todo lo que pasaste —miró a los ojos del alfa y se encontraban oscuros, con las pupilas dilatadas así supo que el alfa había tomado el control.

—No —repitió nuevamente con la voz profunda.

—Deberías intentarlo —insistió de nuevo para tratar de dialogar con él—. Seguramente alguno de tus amigos u amigas sea buena opción porque tendrás más cariño y tu lobo sentirá más afecto que conmigo y será más fácil para ti, le comentaré a tus padres para que... —un jalón lo tiró a la cama.

Tú eres mi omega —dijo usando su voz de mando, el alfa lo rodeó en un abrazo mientras lamía y besaba su cuello repetidas veces; Jimin se asustó por el movimiento brusco, pero su voz no tuvo grandes estragos en su omega, al contrario, algo cálido se instaló en su pecho llenándolo de comodidad y confort al ser reclamado. Trató de alejarse pero los labios de Jungkook sobre su piel se sentían bien.

—Alfa, detente... —dijo el omega algo aturdido porque Jeon estaba besando la zona de apareamiento. El ojiverde se detuvo de inmediato pero solo para comenzar a marcarlo con su aroma, su nariz acarició una y otra vez la piel de su cuello e hizo círculos en el lugar de la marca; un gruñido posesivo gorgoteaba en su pecho.

La simple idea de que otro omega se acercara a él era inaceptable, revolvía su estómago y hacía que sus entrañas vibraran de furia; Jimin es su omega, solo Jimin.

—Tú eres mío, mi omega —repetía con voz gruesa pero sin llegar al mando.

—Tuyo, alfa —soltó sin pensarlo; aprovechando la ensoñación en la que se encontraba, su omega se había colado entre su ser y había hablado por él para calmar al que tontamente reclamaba como su alfa.

El rizado gruñó, esta vez gustoso por las palabras que habían salido de los delicados labios del castaño. Se acurrucó a un lado del más bajo, recargó su mejilla en el hombro de él y comenzó a refregarse ahí, buscando atención y mimos; el omega lo entendió así que comenzó a acariciar los rizos del chico delicadamente.

—No te vayas —pidió el alfa seguido de un respiro triste.

—Lobito, no comiences —Jimin había recobrado la razón que nunca debió perder—. Mañana volveré, como todos los días... Menos sábado y domingo.

—Pero te necesito —rogó con ojos llorosos, Jimin se sintió tan débil aunque no debería.

—Voy a marcarte con mi aroma, así podrás descansar —se levantó de la cama, al hacerlo notó unas pequeñas gotas de sangre en la camisa de dormir del más alto—. ¡Jungkook, tus heridas! —se apresuró a desabotonarla y retirar los vendajes cuidadosamente. Debajo se encontró con 2 heridas paralelas. Se veían profundas y no tenían sutura exterior debido a que normalmente los alfas sanaban rápidamente, pero el caso de Jungkook estaba tomando más tiempo del debido; retiró el apósito viejo, realizó la limpieza debida bajo la atenta mirada de Jungkook quien ya se encontraba bajo el control de su lado humano.

—Jungkook, yo... —agachó la mirada—. Podría tratar de sanarte —ofreció.

—Jimin... —iba a hablar pero fue interrumpido.

—Puedo hacerlo... Quiero hacerlo —lo miraba fijamente para demostrar su seguridad, pero estaba jugando con sus dedos, nervioso; para las castas omega y alfa los rituales de sanación son algo muy íntimo, incluso más que cuando se marcan con su aroma. Hablar de una sanación es algo que haces solo cuando estás emparejado o estás en el proceso de cortejo. Sólo se hace a alfas u omegas como los que va a aparearse, es gracioso hasta cierto punto que pueden tener relaciones sexuales con personas al azar, pero la sanación siempre ha sido algo muy respetado y sagrado para las castas.

—Pero... —su alfa estaba peleando con él, el lobo alegaba que era su omega y podía permitírselo y la parte racional también quería y eso lo confundía aún más. Jungkook ha sido siempre la persona más alegre que la gente podría conocer, su personalidad es muy desinhibida y no hay cosa que no se crea capaz de hacer, pero las cosas referentes a su casta son un asunto muy aparte. Ha coqueteado en bares desde hace años, ha visitado departamentos desconocidos muchas veces, sin embargo, nunca permitió que alguien lo marcara con su aroma, nunca durmió en compañía a alguien más, pero ahora de un día para otro, llegó Jimin con su aroma fabuloso que quiere tener a su alrededor a cada momento, Jimin, con sus manos suaves que le calman el dolor; de un día para otro tiene a Jimin, un omega dispuesto a sanarlo y de un día para Jungkook otro tiene ganas de que Jimin lo cuide.

Pero lo peor es que... Se siente correcto apesar de ser tan repentino.

—De acuerdo, omega —los ojos azules se oscurecieron y el omega asintió.

—Iré a hablar con la jefa de enfermeros, vuelvo en unos minutos —Jimin se apresuró a hablar con Chaeyon, había dejado la herida del alfa descubierta y no podía charlar demasiado, solo lo informó acerca de lo que pasaría y pidió que no fueran interrumpidos, la beta aceptó rápidamente sabiendo que eso representaba un bienestar para su paciente. Caminó de nuevo donde el alfa, revisó la herida y sus ojos se dirigieron de nuevo a las esmeraldas frente a él—. ¿Seguro que puedo?

—Puedes —asintió con una mínima sonrisa para transmitirle confianza.

—De acuerdo —retiró la camisa del alfa por completo y también sus pantalones dejándolo en ropa interior; la vergüenza no existía en algo tan puro como la sanación porque es algo que va más allá de lo físico, es un poco de sus almas interactuando para curar el exterior. El ojiazul subió a la cama y colocó una mano y una pierna a cada lado del torso del alfa para no lastimarlo. Se vieron a los ojos convencidos y confiados, la parte animal de Jimin tomó de nuevo el control de si y guio sus movimientos; la nariz del omega se dirigió a la del contrario, rozándose en un beso esquimal suave y delicado, besó los pómulos del alfa con cautela, casi sin tocarlo y éste solo cerró los ojos relajado ante el ínfimo toque.

El omega continuó besando lentamente el rostro del más alto, apenas eran roces pero enviaban escalofríos a todo su ser, después se dirigió al cuello y dejó huellas de saliva al pasar su lengua por el lugar. Besó nuevamente su piel y frotó su mejilla para marcarlo con su aroma, la vainilla y el café combinándose maravillosamente con la tierra mojada y el tabaco, el estómago de Jungkook hormigueó por la nueva experiencia.

El ojiazul recorrió cada extremidad del cuerpo del rizado, dejando besos y caricias suaves con la nariz y labios. Lentamente se acercó al torso lesionado del alfa y dejó un beso en la cercanía de la herida, haciéndolo sisear de dolor

—Lo siento, alfa —su rosto volvió a la fuente de aroma y dejó un beso ahí como disculpa. Regresó a las heridas y pasó su lengua repetidas veces, ignorando los quejidos de dolor hasta que el cuerpo del alfa se relajó y comenzó a liberar su fragancia; contento y feliz ante las atenciones de su omega. Jungkook nunca pensó sentirse cómodo ante un omega, es decir, estuvo con otro antes pero nunca sintió la cercanía y calidez que siente con el de orbes cerúleas, por eso aceptaba las acciones que su alfa estaba realizando. Las heridas comenzaron a cerrar, no lo hicieron por completo, pero su tamaño se redujo considerablemente, Jimin volvió al rostro del alfa y dejó caricias en la nariz de este, como al inicio. Ronroneó satisfecho por la obediencia y sumisión que el alfa mostraba hacia él, el rizado se dejó hacer mientras respiraba anhelante el aroma del omega.

Tan bueno, mi alfa —ronroneó de nuevo, acariciando la nariz del rizado con la suya, su aliento chocó contra los labios del mencionado haciendo que su piel se erizara por completo, no solo fue el lobo de Jungkook quien reaccionó, si no su parte humana, le había encantado como escuchaba eso saliendo de los labios de Jimin, tenerlo tan cerca.

Solo contigo, mi omega —llevó sus manos a la cintura del omega, sus manos picaban por hacerlo, contenerse era hasta cierto punto doloroso, así que lo acarició con suavidad por encima del uniforme mientras el omega lamía su cuello y lo besaba con dulzura, pero nuevamente cayó en el debate interno; no podía dejarse llevar por los instintos animales que tanto repudia, debía controlarse. Atrajo al omega a un abrazo de costado, la parte humana de Jimin poco a poco iba regresando a la superficie, su rostro aún se encontraba en el cuello del alfa pero estaba demasiado cómodo para salir tan rápido de ahí, por eso habló aún en la misma posición.

—¿Te sientes un poco mejor?

—Mucho —habló Jungkook, con voz ronca y profunda por el reciente momento—. Gracias —lo último fue con la voz más suave, indicando que recobraba la razón.

—No es nada —sonrió tímido. Jungkook no sabe cómo es que funciona la naturaleza, es algo extraño y tan sorprendente que hace un rato estaba tan adolorido y agotado, pero ahora, un momento después de que Jimin lo marcó con su olor y lamió sus heridas, está muchísimo mejor, lastima esa mejoría no dura demasiado, pronto su lobo se pone ansioso y molesto ante la lejanía del menor; Luego de un rato Jimin se alejó de sus brazos y se puso de pie para luego revisar algunas cosas en su mochila.

Jungkook sintió un vacío no solo en sus brazos, si no en su pecho; comenzó a doler como si el más afilado cuchillo lo hubiese atravesado, se sentía como una mala premonición. Algo le decía que Jimin debía quedarse entre sus brazos porque los peores peligros asechaban en las calles. Jungkook sabe que es su instinto pero su parte humana piensa que no está del todo equivocado; Las calles son peligrosas, sobre todo para los omegas. El castaño cerró su mochila y se la colocó en los hombros.

—Bueno, nos vemos mañana, ricitos —se despide con una sonrisa.

—¿Seguro que tu padre viene por ti? —pregunta al enfermo, el sentimiento de mal presagio taladrando en su corazón—. Es más de media noche.

—Si, ya me avisó que está esperando abajo —sonrió agitando su teléfono para que el ojiverde lo viera.

—Pero... ¿Y si te pasa algo?

—No va a pasarme nada —rió negando con la cabeza mientras sujetaba las correas colgantes de su maleta.

—Escuché de un tipo que pensaba igual —dijo como si estuviera contando una historia ajena—. Y a-al siguiente segundo su auto se volcó y terminó en coma por c-cuatro meses.

—Escuché lo mismo, pero supe que tiene un enfermero tan bueno que se despertó gracias a él —alzó las cejas, bromista.

—Le dan demasiado crédito —agitó la mano para restarle importancia siguiendo con la broma—. Pero enserio, puede pasarte algo.

—Sé que sólo estas así de paranoico por lo nuevo que resulta el instinto protector para ti y... —se acercó y tomó la mano del chico—. Eso es algo de lo que debes aprender, no siempre tienes el control de las cosas y cuando tengas un omega, beta o alfa real... —fue interrumpido por un gruñido, el omega solo rió—. Vas a tener que controlar a tu lobo, no siempre vas a tener a tu pareja a un lado para protegerle.

—Pero me dijiste que no debo reprimirlo —responde confundido.

—Y no estoy diciendo que lo reprimas, estoy diciendo que te comuniques con él —explicó—. Debes saber mantener el control pero sin tomarlo por completo, para nuestras castas las cosas se magnifican —Jeon frunció las cejas con duda así que el omega se explicó mejor—. Todos sabemos que el mundo es una mierda y debemos cuidarnos, pero tu alfa va a exagerar... Para los alfas, sobre todo los puros, el mundo es el peor de los infiernos y deben cuidar a todos los que los rodean, pero solo exageran, así que tú debes lidiar con eso y recordarte a ti mismo que las cosas no siempre son como tu lobo las percibe, debes aprender a diferenciar las cosas reales de la perspectiva alfa.

—¿Ves por qué no me gusta todo esto de ser alfa? —su ceño estaba fruncido y cruzó los brazos en su pecho, sus labios salían levemente en un puchero casi imperceptible—. Es tan complicado, pero todos lo hacen parecer lo más simple del planeta.

—Lo es —rió ante la actitud del alfa—. Perdona que te lo diga, pero tú pensarías lo mismo si hubieras establecido la conexión con tu alfa —reprendió—. Ahora él está un tanto asustado de que lo aturdas de nuevo y va a luchar contra ti —se encogió de hombros—. Estará más alerta y paranoico que los alfas comunes.

—Osea que todo es culpa mía.

—No, es completamente normal que tú no aceptes tu naturaleza —buscó tomar la mano del más alto y la apretó con afecto—. Y es comprensible que vuelvas a hacerlo después de curarte, pero por el momento será complicado para ti y para él, están en una constante pelea —Jungkook asintió en comprensión—. Solo debes intentarlo.

—Supongo que entiendo, gracias por explicarlo —sonrió y sus hoyuelos se formaron en sus mejillas, las puntillas del oxígeno apretaron sus mejillas de una forma tierna.

—¡Aw, tus hoyuelos! —lo miró con ternura y picoteó uno de ellos para luego sonrojarse por el exceso de confianza, de nuevo cambió el tema para no evidenciarse—. Bueno, ahora si me voy, hasta mañana, ricitos —salió agitando su mano mientras un alfa gruñón se hacía presente en el cuerpo de Jungkook.

Puede pasarle algo, ve con élordenaba el lobo.

Jungkook debatió consigo mismo y con su parte animal, debía mantener el control, Jimin se lo había recomendado y tenía sentido, obligó a su alfa a olfatear el ambiente y a tranquilizarse con el olor del omega, solo así el lobo se arrinconó en su pecho refunfuñando molesto pero al menos no salió corriendo tras de él...

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