Su cuerpo dolía, pesaba y ardía como nunca antes lo había hecho, y con cada paso que daba se sentía cada vez más débil, pero no podía parar, no cuando a solo metros de él podía sentir el pútrido aroma del responsable de la muerte de su madre. Aquel que había acabado con la persona más importante en su vida, quien dejó a su manada para poder criarlo y quien lo convirtió en el hombre que ahora era.
Chaerin por mucho tiempo había sido su vida entera, lo único que conocía, o así era hasta que el vampiro que decía ser su padre llegó con un niño de cabello negro y ojos rojos que no demostraban más que miedo. Fueron esos ojos de cervatillo los que despertaron su instinto lobuno cuando apenas estaba entrando en la adolescencia, y es que conocer a Jungkook y saber que era su medio hermano lo lleno de un sentimiento que nunca antes había tenido, el de formar parte de una verdadera familia.
Para Yoongi fue su en ese entonces pequeño hermano el que lo ayudó a sobrellevar el no tener un hogar fijo, pues cuidar que nadie lo viera con sus características vampíricas en una ciudad humana, o evitar que escapara de noche cuando la sed de sangre lo enloquecía, lo ayudaron a aprender lo que era velar por el bienestar de alguien. Y que ahora el causante de tanto daño en su vida volviese a aparecer poniendo en riesgo su clan, la familia que tanto le había costado conseguir solo por matarlo, lo enfureció.
Por eso no le importo del dolor físico y mucho menos el emocional, Yoongi en su forma animal siguió corriendo hacia donde creía se encontraba el vampiro culpable de todo su dolor, guiado únicamente por sus instintos y por los breves alaridos que los upires emitían, dándole a entender que se encontraba cada vez más cerca.
Cada vez que una de esas bestias se lanzaba contra él para detenerlo o herirlo, con una rapidez que jamás imagino tener se deshacía de ellos, sin notar que cada vez que era alcanzado lo lastimaban siendo esta la causa de su agotamiento. Sus genes lobunos intentaban curarlo y que no parase ni por un minuto a descansar, provocaba que toda su energía se drenara cada vez más rápido, al punto que sus pasos ya no eran firmes como al principio, al contrario, cada vez se tambaleaba más y más.
Y esto fue notado por Minnie, la vampira del clan tailandés que en todo momento se mantuvo corriendo a su lado, o intentándolo pues sorprendentemente el mestizo era mucho más rápido que ella, pero luego de varios minutos de correr podía notar como el cuerpo del lobo se volvía lento con cada paso que daba, comenzando a preocuparla. Pero cuando intento detenerlo para que se tomara un momento y pudiera descansar, todo lo que recibió fue un gutural gruñido y que casi le desgarrara un brazo, por lo que aun cuando estaba verdaderamente angustiada por el bienestar del mestizo, solo pudo guardar silencio y continuar corriendo a su lado.
En menos de lo pensado llegaron al límite del bosque donde la vegetación era escasa y todo lo que se podía ver eran montañas y llanuras, un par de animales salvajes y, lo que sorprendió tanto al lobo como a la vampira, miles de cuerpos inertes bañados en maloliente sangre y sobre ellos un hombre vestido completamente de negro, con un amplio abrigo de grandes solapas y entre una de sus manos el níveo cuello de Taehyung.
-¡Suéltalo, maldito desgraciado! -Grito la rubia vampira mientras daba un paso al frente, siendo detenida por el empujón que Yoongi a su lado le dio.
Extrañada se volteo para preguntar por qué la detenía, pero al ver como el lobo gris se sentaba sin dejar de observar al vampiro frente a él, prefirió imitarlo, acuclillándose a su lado y atreviéndose a colocar una mano en el lomo del gran can quien no pareció inmutarse ante el suave tacto de la fémina. En cambio paseo sus enrojecidos ojos por los alrededor, evaluando la situación en la cual se encontraban pues podía estar muy cansado, por no decir agotado, pero todavía lograba pensar aun cuando su cabeza probablemente no estaba funcionando al cien por ciento menos después de llevar varias horas en su forma animal, algo que gracias a Jimin entendía no era bueno.
Siendo su primera vez como lobo no debería estar en cuatro patas por demasiado tiempo, pues esto conllevaría a que su lado más primitivo, su contraparte alfa, tomase el control de su cuerpo privándolo de la coherencia y apoderándose incluso de sus más profundos pensamientos. Pero después de casi tres horas como el inmenso lobo gris que no imagino ser, no se sentía diferente, solo horriblemente adolorido.
Pero todo el dolor, el cansancio y la fatiga comenzó a quedar en segundo plano en el momento que sus feroces ojos vieron el rostro bañado en lágrimas de una de las personas que más quería, mientras la piel de su cara parecía agrietarse por la fuerza con la que su cuello era sujetado. Pensando que llegar antes que todos los demás sería la mejor opción para prevenirlos respecto a lo que pudiera encontrar, Taehyung se dio cuenta del error que había cometido en el momento que su agilidad y rapidez se vio superada por la del enemigo, quien en cuestión de segundos logro derribarlo, arrebatarle la daga que Jungkook le había regalado y prácticamente hacerlo comer tierra.
-¡Pero que ven mis ojos! -La estridente voz del pelinegro vampiro sonó fuerte y clara, provocando que Yoongi poco a poco comenzara a gruñir mientras su lomo se erizaba y su boca comenzaba a salivar.- Un vampiro en cuatro patas ¡Que humillante!
Dispuesto a lanzársele encima se colocó de pie, sacudiendo su pelaje y con ello apartando a Minnie quien imitándolo se levantó colocándose en guardia, enfureciendo al escuchar la burlesca risa del vampiro que en ningún momento había soltado el cuello de Taehyung, quien para ese momento había perdido el conocimiento debido a la asfixia.
Ambos observaban coléricos al desgraciado que tanto mal le había provocado a las criaturas del bosque, era tanta la rabia que creían ver vapor brotar de las fauces abiertas del lobo el cual se extinguió en el momento que este volteo alarmado hacia su izquierda, cerrando la boca y comenzando a emitir un quejido que asusto a la rubia vampira pues nunca había escuchado ese sonido provenir de ningún lobo.
Todo cobro sentido en el momento que una daga pareció cortar el aire al ser lanzada con desmedida fuerza, asestando justo en el brazo que sostenía al pelimorado vampiro quien cayo inerte al suelo, siendo segundos los que tardo Jungkook en acercarse y jalarlo lejos del molesto pelinegro quien si no fuera por la segunda daga que se incrusto en su hombro derecho, los habría agarrado a ambos.
-¡¿Quién te crees, maldito lobo?! -Sus gritos eran ensordecedores, tanto que incluso las bestias que lo seguían se cubrían los oídos.
Y es que ser herido por un simple lobo era humillante para su estatus, pues en el momento que Jungkook lo bajo de su cuerpo, Jimin no perdió el tiempo en lanzar las únicas dos armas que tenía para liberar a Taehyung, y es que verlo tan herido e inconsciente había logrado hacer hervir su sangre al punto que todo se volvió rojo y lo único que pasaba por su cabeza era la palabra "proteger".
-Te juro que si vuelves a lastimar a nuestras familias, te hago mierda. -La voz seria y cargada de odio del omega sorprendió a todos, en especial a Yoongi que no perdió tiempo en acercarse hasta su pareja hasta cubrirlo con su cuerpo e impregnarlo con su aroma.
Para cualquier lobo que se les acercara sería muy notorio que entre ambos algo había, pues el aroma del chocolate, las cerezas y la menta los rodeaba completamente, haciéndolos sentir seguros y protegidos, siendo suficiente para que Yoongi comenzara a gruñir enseñando sus gigantescos colmillos mientras Jimin dejaba en la superficie su más salvaje instinto omega, dejando ver como sus celestes ojos casi parecían brillar mientras un par de orejas y su cola hacían acto de presencia en una trasmutación a medias.
-¡Ja! ¿Tú me harás mierda a mí? -Pregunto sonriente mientras se quitaba las molestas cuclillas de su cuerpo y comenzaba a caminar hacia el par de lobos, importándole poco pisar los cuerpos de los que alguna vez habían sido sus seguidores.- ¿Sabes acaso quién soy?
-¿Y qué carajos me importa a mi tu jodido nombre? Vampiro de cuarta. -No era momento de reír, pero el menor de los Min no pudo controlarse al escuchar la sucia boca del omega.- Después de que acabe contigo nadie recordara tu nombre, solo serás una mancha en la historia de este bosque.
Como si de un interruptor se tratara el enfurecido vampiro se lanzó sobre Jimin, siendo muy tarde el momento en que pensó sus movimientos pues sin perder tiempo Yoongi abrió su hocico de una manera monstruosa consiguiendo sujetar el hombro derecho de su enemigo, el mismo donde antes estaba la daga, y lanzarlo lo más lejos que sus fuerzas se lo permitieron.
No hubo momento para descansar o pensar pues al ver como su líder era atacado por el mestizo, los upires se lanzaron contra ellos en una nueva y sanguinaria lucha de la cual el peligris lobo no pudo ser parte pues en contra de su voluntad, tanto su hermano como su omega se encargaron de jalarlo hasta un árbol caído donde lo hicieron recostar junto a Taehyung quien poco a poco recobraba la consciencia.
-Se que quieres venganza, pero no eres capaz de mantenerte en pie. -Las palabras de Jimin fueron duras pero ciertas, provocando que el lobo comenzara a gimotear.- Te quedaras aquí con Tae y dejaras que nosotros nos hagamos cargo. -Al ver como Yoongi en su forma animal ladeaba la cabeza en confusión, se permitió sonreír.- Ahora mi manada es tu manada, y como tal cuidamos de los nuestros.
No faltaron más palabras para entender todo cuando la tierra bajo su cuerpo comenzó a temblar y un grupo de enormes lobos pasaron corriendo a un lado de él mientras gruñían, ladraban e incluso rugían, dispuestos a acabar de una vez por todas con todo ese caos que no les había traído más que desgracias.
Con un último vistazo al herido lobo que era su compañero, Jimin trasmuto a su forma animal uniéndose a su manada junto a Jungkook quien ya se encontraba desmembrado a una de esas bestias con ayuda de Chittaphon quien, en cuanto vio como los upires se les lanzaban encima, salió de su escondite con los lobos que lo habían acompañado y sus hermanas que permanecían ocultas junto a él.
El ruido de los huesos romperse, los alaridos de dolor y los gritos de agonía eran dignos de una película de terror donde el mal ganaba y los personajes principales perecían ante el enemigo, pero en esta ocasión no sería así. Eran los upires quienes agonizaban y los lobos los triunfantes, sintiéndose renovados luego de que un grupo de napeas llegarán a ayudar, sanando a los heridos y fortaleciendo a los débiles, todo por ayuda de un vampiro que daban por muerto.
Uno de los hermanos del líder tailandés había logrado huir y resguardarse junto a un grupo de napeas, las protectoras de los bosques, quienes sin pensarlo dos veces aceptaron socorrer a los lobos al enterarse como estaban siendo atacados por las mismas criaturas que habían dado muerte a varias de sus hermanas. Y ahora con fuerzas renovadas y la esperanza de terminar con esa masacre, la manada de Jimin se mostraba vencedora ante los upires.
-¡Kumpimook! -El grito de Chittaphon se escucho fuerte y claro, llamando la atención de las dos vampiresas a su lado quienes sonrieron al ver a su hermano rodeado de lobos mientras terminaba con la vida del upir entre sus brazos.
-¡Luchamos primero y el reencuentro después! -Vocifero Jungkook pasando entre los tailandeses quienes asintieron sabiendo que tenía razón.
Primero debían salir vencedores, luego podrían abrazar a su hermano y buscar a Chonnasorn, la quinta miembro de su clan y de quien no habían sabido nada, solo esperaban que al igual que Mook continuará con vida pues esa guerra ya se había llevado muchas vidas inocentes. Por ese motivo querían que toda la sangre y las lágrimas acabarán de una vez por todas, lejos de las manadas, de los clanes y las protectoras de los bosques, para que nadie más resultará herido por una guerra sin sentido.
Y es que nisiquiera Yoongi, el principal causante del regreso de Jiyong, el líder del ejército de upires, sabía porque había regresado cuando ya sus padres habían muerto y él había vivido toda su vida como un vampiro. Pues si no fuera por su presencia y el error de creer que era Jimin a quien buscaba por la descripción que había dado de un lobo blanco hijo de lideres cuando en realidad era un lobo gris hijo de difuntos lideres, sus genes lobunos nunca se habrían potenciado. Pero lo agradecía, muy en el fondo de su corazón agradecía todas las circunstancias que había provocado que el omega llegara a su vida, a sus brazos y a su corazón, donde estaría por una larga temporada pues no pensaba dejarlo ir por nada del mundo.
Por ese motivo y en contra de las palabras de Taehyung quien ya despierto intentaba impedir que volviese a luchar, se encamino entre los árboles ocultándose lo más que su metro y medio se lo permitía, corriendo cada vez que los gruñidos de los lobos o los upires se escuchaban demasiado cerca, y es que debía, necesitaba llegar junto a Jimin y saber que estaba bien, que seguía en una pieza y no desmembrado entre el lodo y la lluvia. Solo necesita verlo y cerciorarse que estaba sano y salvo, y si es que necesitará su ayuda intervendria pues se había percatado de lo bien que su potencial pareja luchaba tanto en su forma humana como en su forma animal, haciéndolo sentir orgulloso.
Pero lamentablemente ni toda la experiencia conseguida en años de entrenamiento con los lobos alfa de su manada, consiguieron que Jimin evitara los golpes y rasguños que el pelinegro vampiro le propinó cuando logró alcanzarlo. Y es que el muy cobarde había intentado huir al ver que las bestias que tenía por seguidores estaban en desventaja, para su mala suerte el escurridizo lobo blanco había logrado alcanzarlo y darle pelea, pero no la suficiente como para detenerlo.
Y ahora con el cuello del lobo entre sus manos mientras apresaba su cuerpo entre sus piernas, estaba dispuesto a acabar con él importándole poco lo que matar al hijo de uno de los líderes más poderosos de las manadas lobunas pudiera provocarle. Él desaparecería como si de un fantasma se tratara, había conseguido parte de su cometido matando a todo aquel que se le cruzo en ese lamentable bosque que en algún momento había sido su hogar, en otro momento volvería a darle caza al hijo de Lee Chaerin, al hijo bastardo de la mujer que tanto amo.
-Me saludas a Chaerin en el infierno. -Murmuró acercando su rostro al de Jimin cuando debido a la falta de aire volvió a su forma humana mostrándose completamente desnudo, golpeado y ensangrentado.
-Hijo... de... puta... -Artículo lo mejor que pudo, alzando sus manos con la poca fuerza que le quedaba e intentando golpear al vampiro, consiguiendo que este reforzará el agarre en su cuello y que se escuchase el grotesco sonido de huesos crujiendo.
El lacerante dolor que lo invadió lo preocupó, creyendo que quizás su columna vertebral estaba siendo destrozada, o que su tráquea había sido partida en dos. No lo sabía y quizás jamás lo sabría pues poco a poco la falta de aire comenzaba a adormecerlo al punto que no pudo continuar golpeando débilmente al pelinegro, dejando caer sus brazos a cada lado de su cuerpo mientras el poco aire que le quedaba abandonaba sus pulmones perdiendo la consciencia.
Al notar como el delgado cuerpo del lobo dejaba de moverse aparto sus manos y lo observo fascinado, pues entre toda la sangre, los moretones y el lodo se escondía un joven sumamente hermoso de cabello rubio tan brillante como la nieve, de curvas marcadas pero con un rostro de fuertes facciones que al estar inconsciente se volvían suaves y agradables.
De repente el rugido de un furioso animal lo espantó, siendo lo suficientemente rápido e inteligente para colocarse de pie con el inerte cuerpo de Jimin entre sus brazos y usarlo de escudo ante el imponente lobo gris que hacia acto de presencia entre los árboles, liberando saliva entremezclada con oscura sangre y con una gran cicatriz surcando su ojo derecho. El camino hacia Jimin no había sido tranquilo para nada, teniendo que pelear de igual manera con varios upires que creían poder vencerlo al estar solo, lo cual obviamente no pasó.
-Así que la historia se vuelve a repetir... -La voz cargada de malicia del vampiro frente a él lo molesto, comenzando a acercarse hacia él hasta que sus siguientes palabras lo detuvieron completamente.- Es tu pareja ¿No? Dime, atrocidad de la naturaleza ¿Qué pasaría si te arrebato lo que más amas igual como hizo tu jodido padre?
Yoongi negó para sus adentros al escucharlo, comenzando a desesperarse al pensar que Jimin, su Jimin, podría morir. Por eso volvió a avanzar esta vez rodeando al pelinegro, intentando buscar la forma de atacarlo sin lastimar aún más al omega, pues aún cuando varias de las visibles heridas comenzaban a sanar este no despertaba, asustándolo aún más.
-Digame, honorable conde Min ¿Qué pasaría si en este preciso momento le desgarro la garganta igual que a Chaerin? -Al escuchar el nombre de su madre se detuvo en seco, girando su rostro lentamente hasta Jiyong.- Oh ¿No lo sabías? Fui yo quien mato a tu bonita madre, y es que si no era mía, no sería de nadie.
Sus palabras eran vacías, tan vacías como su muerto corazón y es que de tan solo escucharlo el mestizo sintió lastima por él, lastima y rabia de que sus sospechas de años fuesen confirmadas. El vampiro frente a él había sido el causante de la muerte de su madre, de la loba alfa que dejó el liderazgo de su manada para poder cuidarlo y cuidar de Jungkook una vez el padre de ambos murió a mano de cazadores humanos. El vampiro que alguna vez visito su casa y escucho proponerle a su madre estar juntos, era el causante de su muerte y de todo el sufrimiento que él y su hermano tuvieron que pasar.
¿Cómo era posible que matara a la persona que decía amar? A una inocente mujer que lo único que hizo fue enamorarse de un vampiro y tener hijos con la persona que más amaba. ¿Solo por eso era necesario que muriera? ¿Solo por amar a otra persona y no al tirano vampiro frente a él? El mismo vampiro que ahora amenazaba con quitarle al omega del cual poco a poco se había enamorado, queriendo repetir la historia, el dolor y la pérdida. Pero no se lo permitía, si era necesario daría su vida con tal de salvar al lobo blanco.
-¿No temes morir, bestia? -La pregunta de Jiyong sonó burlesca al notar como nuevamente era acechado por el mestizo quien poco a poco se le iba acercando.- Pero imagino que tu compañero si me temerá ¿No?.
Todo lo que paso a continuación fue demasiado rápido incluso para los dos vampiros que acaban de llegar, pues en cuanto vieron que los últimos upires eran fácilmente controlados por los lobos, Jungkook y Taehyung fueron en busca del conde en cuanto el pelimorado vampiro dio aviso del escape de este. Esperaban encontrarlo luchando con el líder de los upires, o ayudando a Jimin a luchar con él, esperaban cualquier situación sangrienta, pero no lo que acababan de presenciar.
Ver como Jiyong abría la boca dejando a la vista sus colmillos listos para desgarrar para a continuación enterrarlos en el níveo cuello de Jimin, fue perturbador, más aun al ver como este abría los ojos a causa del dolor mientras rápidamente llevaba una de sus manos al cuello del vampiro donde empujo con todas las fuerzas que quedaban en su cuerpo hasta conseguir destrabar la mandíbula del pelinegro de su cuello y, en menos de lo que tardo en pestañar, la cabeza de este rodaba cuesta abajo por la ladera detrás de ellos, todo a causa de Yoongi.
En cuanto vio como el omega se quitaba a Jiyong de encima no dudo en lanzarse sobre ellos y degollarlo con toda la furia que albergaba en su cuerpo, dando fin al dolor, la pena y la rabia que los había hecho pasar por tanto tiempo. Y como si de magia se tratara volvió a su forma humana a tiempo para sujetar a Jimin fuertemente entre sus brazos y apartar el cuerpo descabezado de su enemigo con un fuerte empujón, comenzando a llorar inevitablemente al ver al rubio cubierto de la sangre que brotaba de su cuello y bajaba como una cascada por su pecho.
-No cierres los ojos ¿Me oíste, Jimin? ¡No los cierres! -Gritó ahogándose en su propio llanto y en la preocupación que verlo dormitar le causaba.- Mierda, Jimin... ¡Ayúdenme, maldita sea! -Volteando hacia su hermano y Taehyung volvió a gritar.- ¡Hagan algo, lo que sea!
La suave caricia que fue dejada en su mejilla lo hizo callar, bajando su rostro hasta dar con la suave sonrisa que Jimin le regalaba aun cuando sufría espasmos por el dolor y la pérdida de sangre la cual poco a poco dejaba de fluir gracias a las manos del peligris que intentaban frenar la hemorragia y su curación acelerada propia de los lobos. Aun así, sabiendo que su cuerpo estaba lo suficientemente bien como para comenzar a sanar, la sensación de estar muriendo no se iba y es que ver a Min Yoongi asi de roto, ver al cruel conde que se burlo de él la primera vez que se vieron para luego convertirse en el hombre más amable, cariñoso y protector que pudo conocer. Ver a ese fuerte mestizo de vampiro y lobo derrumbarse mientras lloraba desconsoladamente solo por él, hacia doler su corazón, tanto que creía morir.
-Por... favor... -Intentó hablar aun cuando sentía su garganta desgarrada, en el sentido literal.- Deja... -Una fuerte tos lo ataco, manchando el rostro del peligris de la sangre que brotaba de su boca.- No llores...
-¿Cómo me pides eso cuando estas así? -Sollozando aparto una mano del cuello del menor, pasando esta por la cintura del omega y abrazándose a su cuerpo, todo sin apartar su otra mano para prevenir que la mordida provocada por Jiyong continuará sangrando.
Movimiento a su costado lo puso en alerta, dejando que sus instintos lobunos aún en la superficie lo llevaran a gruñir enseñando sus colmillos sin él tener control de su propio cuerpo, arrepintiendose de su actitud al notar el brinco de espantó que tanto Jungkook como Taehyung dieron al verlo. Por lo que intentando controlarse bajo su cabeza hasta apoyar su frente sobre la de Jimin quien en ningún momento había dejado de acariciar su rostro, tanto para calmar al mestizo como para mantenerse consciente.
Al notar como el peligris se calmaba nuevamente avanzaron hacia ellos, siendo Jungkook el que se atrevió a colocar la chaqueta que momentos antes se había quitado sobre el cuerpo desnudo del omega mientras Taehyung hacia lo mismo pero colocando la suya sobre los hombros del conde.
-Creo que lo mejor en este momento es que Jimin intente volver a su forma animal para que su cuerpo sane más rápido... -La voz de su hermano lo alentó a levantar el rostro, notando la sonrisa de marcados colmillos que le regalaba.- Y tu también deberías hacerlo hermanito, así es más fácil cargarlos hasta la manada.
-Nos... -La voz rota y baja de Jimin se volvió a escuchar, haciendo que los tres lo miraran, siendo el vampiro pelimorado quien lo detuvo.
-Si Jiminnie, los cargaremos hasta tu casa, a ti porque estás herido y a Yoongi porque es tan terco como una mula que de seguro intentará hacerse el macho pecho pelado y querrá llevarte él cuando apenas y se sostiene el culo.
La risotada que dio el mayor de los Min ayudó a alivianar el ambiente tan lúgubre que los rodeaba, como también ayudó a que el rubio lobo al fin se calmara y que su corazón dejara de doler, y es que nunca en su vida volvería a hacer llorar al vampiro, lobo y hombre que había elegido como su compañero de vida, porque si, desde ese momento no tenía ninguna duda, Min Yoongi se volvería su alfa aunque la manada entera estuviera en su contra.
Y es que no lograba imaginarse una vida sin esa sonrisa de encías que dejaba ver unos tiernos colmillos, mientras los felinos ojos del mestizo se empequeñecian marcando pequeñas arrugas en sus costados. Y definitivamente no podría vivir sin el aroma a chocolate, café y menta que su futuro alfa liberaba intentando cubrirlo por completo.
Si Min Yoongi estaba enamorándose poco a poco, Kim Jimin estaba irremediablemente enamorado del burlesco vampiro que en su primer encuentro le pateo el trasero.