"Hay una diferencia entre conocer y comprender las dificultades de alguien"
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Yeong-Ja se apoyó contra la pared junto a la puerta mientras esperaba que Dong-Yul y su hermana salieran recogieron sus cosas, miró sus manos ensangrentadas y las flexionó y flexionó, haciendo una mueca ante el ligero escozor que salía de sus nudillos su cabeza se giró hacia la puerta cuando se abrió lentamente, vio como Dong-Yul salía con dos mochilas en cada hombro y una bolsa de lona en la mano mientras su hermana gemela salía detrás de él sosteniendo dos bolsas de lona en una mano, una una maleta pequeña en el otro y una mochila al hombro
Yeong-Ja sonrió levemente y tomó con cuidado una bolsa de cada uno de los hermanos antes de señalar con la cabeza hacia la puerta de su casa
-Vamos, hay un lugar donde ustedes dos pueden quedarse- La hermana de Dong-Yul miró en silencio a Yeong-Ja antes de mirar a su hermano, quien asintió levemente
Yeong-Ja caminó un poco por delante de los gemelos, sabiendo que querían su propio espacio, no prestó atención a sus susurros mientras caminaban hacia la parada del autobús, el autobús llegó justo cuando se detenían
-Vamos- Murmuró Yeong-Ja, dejando que los hermanos menores subieran primero
No había mucha gente en el autobús cuando todos se sentaron, pero Yeong-Ja pudo sentir los ojos sobre ella y se movió en su asiento cuando se dio cuenta de que estaban mirando el oscuro hematoma en su cuello
-Aquí- Yeong-Ja volvió la cabeza hacia a la hermana de Dong-Ja sosteniendo una bufanda gris oscuro, la mujer mayor la tomó sin decir palabra y se la envolvió alrededor del cuello con cuidado
Después de 10 minutos, Yeong-Ja les indicó a los gemelos que se bajaran Dong-Yul caminó junto a Yeong-Ja y miró entre ella y el edificio frente a ellos
-¿El estudio?- Dong-Yul cuestionó, Yeong-Ga asintió mientras la hermana de Dong-Yul miraba a la mujer mayor -¿No deberías llevarnos a tu casa? ¿No a este lugar?- Yeong-Ja no miró a los gemelos cuando entró en el edificio y abrió la puerta para los dos miró a la hermana de Dong-Yul
-¿Tienes algún otro lugar al que preferirías ir?- Ella cuestionó secamente, los hermanos compartieron una mirada antes de bajar la cabeza y caminar hacia el edificio
Yeong-Ja los lleva al cuarto piso, luego a la pequeña oficina privada al final del pasillo antes de volverse hacia ellos
-Saben dónde están las duchas, ustedes dos pueden limpiar primero y luego los arreglaremos- Su declaración fue dirigida a Dong-Yul, quien asintió y sacó a su hermana de la habitación hacia las duchas
Yeong-Ja se dejó inclinar contra el pequeño escritorio y suspiró profundamente, la mujer procedió a juntar los dos sofás para hacer una cama improvisada y fue a buscar sus mantas para que las usaran
Después de un rato, los gemelos regresaron a la pequeña oficina, recién duchados y con vendajes nuevos en sus heridas, Yeong-Ja les sonrió levemente y señaló con la cabeza hacia la cama improvisada
-No es ideal, lo sé, pero... será mejor que el suelo- Dong-Yul inclinó la cabeza y le envió una sonrisa a Yeong-Yul, acariciando a su hermana en las costillas
-Gracias- Ella murmuró en voz baja y Yeong-Ja simplemente asintió
-¿Han comido ustedes dos?- Preguntó Yeong-Ja y ellos asintieron con la cabeza, Yeong-Ja tarareó en respuesta y salió de la habitación, dándoles privacidad
Entró a la sala de descanso, tomó un vaso de agua y se sentó en el sofá, respiró hondo, se dejó caer hacia atrás y miró fijamente el techo
-¿Señorita Lim?- Dong-Yul entró en la sala de descanso y Yeong-Ja lo miró y notó que
tenia sosteniendo una bolsa de hielo, toallitas antisépticas, ungüento y una venda en sus manos
Ella lo miró confundida antes de que él le señalara el cuello y los nudillos, Yeong-Ja se aclaró la garganta y le sonrió agradecida, honestamente se había olvidado de sus propias heridas
-Gracias Dong-Yul- Dijo en voz baja y el niño tarareó y asintió, tomando asiento a su lado mientras ella comenzaba a limpiarse los nudillos haciendo una mueca de vez en cuando
-Sra. Lim... ¿Por qué... por qué hizo todo esto?- Yeong-Ja miró a Dong-Yul, quien miraba vacíamente al suelo y suspiró
-Es lo correcto ese hombre... No merece ser padre, no cuando lastima a sus hijos- Dong-Yul miró a su maestro y tragó saliva, moviéndose en su asiento
-Lo sé es solo que... La forma en que reaccionaste, es como si hubieras...- Yeong-Ja sonrió sin humor, entendiendo lo que estaba implicando y se tomó un momento, mirándose las manos antes de asentir suavemente y mirar hacia atrás
-Tienes razón- Yeong-Ja simplemente dijo, Dong-Yul la miró fijamente, sin saber qué decir -He pasado exactamente por lo mismo que tú y tu hermana están pasando ahora... La única diferencia es que no tenía a nadie que me ayudara, al menos no por un tiempo
Yeong-Ja habló en voz baja y le envió una sonrisa tranquilizadora mientras presionaba la bolsa de hielo en sus manos se sentaron allí en silencio por un rato, Yeong-Ja envolvió sus manos en el vendaje de compresión antes de mirar a Dong-Yul, quien comenzó a quedarse dormido
-Ve a dormir un poco, puedes quedarte aquí unos días y arreglaremos algo a partir de ahí- Dong-Yul suspiró, se levantó y comenzó a salir de la habitación, pero Yeong-Ja llamó su atención una vez más -Contacta a Dajoon también el está realmente preocupado por ti- Dong-Yul miró a Yeong-Ja y asintió suavemente
-Gracias por lo que hiciste- Dijo Dong-Yul y Yeong-Ja asintió enviándole una sonrisa antes de salir sin decir palabra de la habitación dejando a la mujer sola
Dejó escapar un gemido de cansancio antes de levantarse y caminar hacia el baño, llevándose todo consigo Yeong-Ja miró fijamente su reflejo, con el cabello revuelto y círculos oscuros bajo los ojos lentamente se quitó la bufanda, con los ojos fijos en el feo hematoma de color púrpura azulado en su cuello antes de deslizarse lentamente hacia el corte fresco, si ella no se hubiera alejado cuando lo hizo, él le habría cortado la vena
Yeong-Ja tomó la toallita antiséptica y se limpió cuidadosamente el cuello antes de aplicar el ungüento y cubrirlo con la venda se quedó allí durante unos minutos, sosteniendo la bolsa de hielo sobre su hematoma y dejando escapar un suspiro
Tendrá que usar una bufanda por un tiempo, o al menos hasta que sane lo suficiente como para poder cubrirla fácilmente con maquillaje
-Menos mal que hace más frío, usar una bufanda no llama la atención y no tengo clases hasta el final de la próxima semana- Murmuró para sí misma, dejando caer la bolsa de hielo en el fregadero y guardando el resto de los suministros médicos antes de regresar a la sala de descanso para descansar un poco
A la mañana siguiente, Yeong-Ja se despertó a las 5 am y se preparó para ir a trabajar, vestida con pantalones negros, una camisa negra, su abrigo y la bufanda gris que le había regalado la hermana de Dong-Yul la mujer había bajado a la pequeña panadería del primer piso para conseguir algo de comer para los gemelos y les había dejado un poco de su propio dinero para que lo usaran en lo que necesitaran, Yeong-Ja caminó silenciosamente hasta la oficina y abrió un poco la puerta, sonriendo para sí misma cuando los vio acurrucados en los sofás, profundamente dormidos
Mientras cerraba la puerta, su teléfono vibró en su bolsillo y una pequeña sonrisa se dibujó en sus labios mientras miraba el mensaje
Buenos días pollo en la azotea
Yeong-Ja se arrastró en silencio y puso los ojos en blanco, con el fantasma de una sonrisa todavía presente en sus labios Repartidor matutino
La joven apagó su teléfono y recogió sus cosas, escribió una nota para Dong-Yul y la colocó junto al desayuno y el sobre con el dinero
Aquí tienes un desayuno de la panadería del primer piso asegúrate de que ambos vayan a la escuela hoy, aquí tienes algo de dinero, no es mucho así que úsalo para lo que realmente necesitas espero que ambos regresen aquí antes de las 10 pm todas las noches mientras permanezcan aquí hablaremos sobre qué hacer a continuación cuando regrese. - Lim Yeong-Ja
Pasaron las horas mientras Yeong-Ja trabajaba en su turno, y de vez en cuando entraba al baño para ajustar la bufanda, paranoico de que pudiera deslizarse y la gente pudiera ver el moretón oscuro y el vendaje asomando desde debajo lo último que quería era que la gente la mirara y chismorreara, ya tenía algunas miradas inquisitivas en sus nudillos cortados y magullados, lo que le hacía desear tener guantes para ocultarlos
-Buenas tardes, Yeong-Ja- La abuela de Soo-Ho le sonrió a la joven y Yeong-Ja le devolvió la sonrisa al notar más ramen entre sus compras
-Debe amar esta marca- Yeong-Ja comentó en voz baja, la abuela de Soo-Ho asintió y suspiró al captar el comentario de Yeong-Ja
-Seguro que sí, lo extraño es que ha estado aquí varias veces esta semana diciendo que él mismo conseguirá algunos, pero siempre regresa con las manos vacías y diciendo que se habían agotado- Yeong-Ja frunció el ceño y sacudió la cabeza confundida -Este es uno de los artículos más populares, por lo que siempre nos aseguramos de que esté siempre en stock
La abuela de Soo-Ho inclinó la cabeza por un momento antes de agitar la mano
-Oh, no debe estar mirando en el área correcta, muchacho tonto ya basta de él, ¿cómo has estado querida?- Yeong-Ja se rió entre dientes y se encogió de hombros mientras empacaba los artículos
-He estado bien, solo trabajando-
-¡Oh! ¿Qué pasó con tus manos?- Exclamó la mujer mayor, interrumpiendo a Yeong-Ja mientras tomaba sus manos y examinaba sus nudillos
Los ojos de Yeong-Ja se abrieron ligeramente y se aclaró la garganta, quitando con cuidado sus manos del agarre de la mujer y ocultándolas de su vista
-N-Nada de qué preocuparte simplemente fui torpe...- Yeong-Ja se calló, antes de sonreírle con fuerza a la mujer mayor y entregarle las bolsas para que las tomara -Que tenga un buen día
La abuela de Soo-Ho le devolvió la sonrisa, la preocupación aún brillaba en sus ojos antes de asentir con la cabeza y hacer la compra
-Tú también, Yeong-Ja- Yeong-Ja observó cómo la mujer salía de la tienda antes de dejar escapar un suspiro y apretar las manos detrás de la espalda
Soo-Ho había llegado a casa después de la escuela y pudo dedicar un par de horas antes tenía trabajo, el joven entró y le sonrió a su abuela, quien le devolvió la sonrisa
-¿Que tenga un buen día?- Preguntó, apoyándose en la encimera de la cocina mientras su abuela comenzaba a cocinar
-Sí, fui a la tienda y compré tu ramen ¿Estás seguro de que estabas buscando en el lugar correcto las veces que fuiste allí?- Soo-Ho la miró con ojos alerta
-Por supuesto, estaban agotados- Respondió Soo-Ho, cruzando los brazos sobre el pecho
-¿En serio? Porque Yeong-Ja me dijo que siempre están en stock- Dijo su abuela con picardía, calibrando la reacción de su nieto
Soo-Ho se enderezó y sus ojos se dirigieron hacia ella ante la mención del nombre de la joven la mujer mayor se rió para sí y le apuntó con la cuchara de madera
-Nunca fuiste a la tienda a comprar ramen fuiste a ver a Yeong-Ja- Dijo con una sonrisa
Los ojos de Soo-Ho se desviaron instantáneamente mientras sacudía la cabeza y se burlaba con incredulidad
-¡No! ¡En serio no tenían ninguno! ¡Además solo la vi una vez!- Él se defendió, pero su abuela simplemente se quedó mirando a su
nieto avergonzado y asintió
-A veces todo lo que se necesita es una reunión te dije que era una mujer bonita- Bromeó con Soo-Ho, quien continuó negando sus acusaciones, Soo-Ho se rió y la despidió
Su abuela tarareó antes de que su sonrisa comenzara a desvanecerse mientras pensaba en Yeong-Ja, Soo-Ho captó su mirada y arqueó una ceja
-¿Qué pasa?- Preguntó Soo-Ho y observó cómo su abuela lo miraba, debatiendo si decírselo o no
-Bueno... Mientras hablaba con Yeong-Ja, noté sus manos, específicamente sus nudillos... Estaban cortados y magullados, le pregunté qué pasó y ella solo dijo que era torpe y que no era más que...- Ella se calló, Soo-Ho frunció el ceño y se enderezó
-¿Pero?- Presionó mirándola mientras ella suspiraba y le devolvía la mirada con una mirada preocupada en sus ojos
-Sus manos se veían exactamente como las tuyas cuando estuviste en una pelea se que no es de mi incumbencia, pero tengo la sensación de que algo le pasó- Soo-Ho asintió lentamente en respuesta, estaba a punto de hablar pero el cronómetro de cocción sonó, lo que hizo que su abuela saltara y se concentrara nuevamente en cocinar
Soo-Ho entró en el pequeño salón y se sentó en el sofá, jugueteó con su teléfono por un momento, perdido en sus pensamientos antes de hacer clic en el contacto de Yeong-Ja
Hola pollo de la azotea, ¿cómo ha estado tu día?
Observó cómo la burbuja de escritura de Yeong-Ja aparecía segundos después
Ha sido aburrido
Soo-Ho miró hacia la cocina antes de volver a concentrarse en la pantalla de su teléfono
¿Has estado bien? ¿No pasó nada?
La respuesta de Yeong-Ja fue instantánea
Nada destacable, todo está bien
Soo-Ho se quedó mirando su mensaje, y aunque no tenía motivos para no creerle o siquiera importarle no estaban cerca, no lo suficientemente cerca como para preocuparse tanto como lo estaba, pero las palabras de preocupación de su abuela flotaron en su cabeza y su instinto le dijo que algo sucedió la pregunta ahora era: ¿vas a hacer algo al respecto?