20 DE MARZO, 2024
13:21
LUCIANA
— Ayer me lo cogí a Paulo.
— ¡¿QUÉ?!— casi escupió todo el jugo.
— Shhhh Martina no grites dios.— reí.
— ¿Pero como que te lo cogiste a Paulo Luciana? ¿No estabas con Enzo? Dios me re mareas nena.— tomó otro sorbo del jugo y yo asentí con la cabeza.— al menos decime que la pasaste bien.
— Boluda, la pasé increíble. Obviamente que yo ya conocía cómo era él. Pero no sé, después de haberme movido a Enzo siento que ninguno le llega ni a la planta del pié.— corte un pedazo de carne llevándolo a mí boca.
—Bueno, supongo que es algo que te va a pasar. ¿Y si se entera Enzo?— abrí los ojos más de lo normal.
— Si lo hace yo creo que me mata, así que mejor que ni siquiera se imaginé que estuve recorriendo Philadelphia con Paulo.— Tini hizo una mueca.— ¿Qué?
— Ayer cuando estaban entrenando Rodri le dijo que vos estabas con Paulo.
— Bueno…supongo que no se le va a cruzar por la cabeza que me lo moví, ¿No?— Martina apretó los labios, yo suspiré relajándome.
— Esperemos que no, por qué si se llega a enterar amiga…no salís viva.
— Dios, espero que tu novio no sea tan…pelotudo para decirle,— tomé un sorbo del jugo.— mejor no pensemos en eso, de tan solo hacerlo me duele todo.
Seguimos comiendo hablando de otras cosas que no sean Enzo, decidí saltear ese tema hasta que me lo encuentre, y espero no hacerlo en un largo rato.
Cuando volvíamos OBVIAMENTE pasamos por más de quince tiendas de ropa y maquillaje. No me había traído ropa de invierno y estos días me estuve cagando de frío.
— Emm, Lu, ¿Cómo vamos a volver con estas bolsas?
— Como vinimos Martu, metele pata por qué si no no llegamos ni a palo.
Le metimos a pie como cuarenta minutos, no nos costó mucho, pero en el camino nos distraiamos demasiado.
Cuando llegamos POR SUERTE no me crucé a Enzo ni a Paulo, parece que dios me escucho.
Me puse a pensar un poco en la noche de ayer. No sé bien si me arrepentía, pero de pasarla bien, la pasé bien. Se que no estoy con nadie, y no tengo nada que respetar, me metí con un pibe soltero, y eso está bien. Pero el problema es que Enzo ‘sigue’ con Valentina, y también me metí con él. La mayoría de los problemas vienen por el camino de Enzo, pero a los dos nos gusta lo prohibido, y hacerla de callados es lo que más queremos. Porque si se llega a enterar la prensa u otra persona que sea capaz de delatarnos; todo se nos iría al carajo.
Por el lado de Paulo; no se bien que hacer. Él está soltero, pero le falta algo, algo que raramente me recuerda a Enzo. No sé si será su forma de ser, su forma de coger, o simplemente porque Enzo tiene algo que hace que no lo pueda olvidar en ningún aspecto. El siempre fue el típico ‘gato, inalcanzable, chamuyero, y egocéntrico’, una persona que para mí yo de dieciséis era imposible llamar su atención. Es lo que más me dolía, no poder estar con el que me gustaba en ese tiempo, y ver qué la persona que Enzo había elegido era Valentina. Eso fue lo que me terminó de destruir.
Esos días el único que estuvo para mí fue Paulo, un pibe mayor consolando a una de dieciséis. Él fue con el que tuve mí primera vez, y agradezco eso, agradezco que él fue el que me enseñó todo sobre lo sexual, emocional, y de la vida. Fue como mí “hermano” mayor, porque Leandro en ese tiempo no estuvo presente para mí, no estuvo para consolarme en las noches que mí pieza era un mar de lágrimas.
Paulo fue el primer chico con el que experimente hasta la más mínima cosa. Por ejemplo: dar un beso. Él fue mí primer todo, mí primera vez, mí primer beso, mí primer novio, mí primer mejor amigo. En fin, mí primer todo.
Y aunque después la vida tomó distintos caminos para los dos, no dudo que hubiéramos terminado juntos si o si. Si tan solo no hubiera aceptado el trabajo de modelo creo que hoy en día estaríamos en una relación sin ningún tipo de secretos para todo el mundo. Creo que seríamos la pareja más abierta —en las redes— del mundo.
Cuando fuimos novios ninguno de los dos tenía secretos, todo nos lo contábamos y no teníamos miedo a lo que dijera el otro.
Cuando teníamos un problema nos sentábamos y lo hablábamos, mientras yo hacía berrinches de nena, porque eso es lo que era, él era un hombre hecho y derecho. Solamente se reía de mí chiquilinada y lo hablábamos tranquilamente. Cuando yo tenía celos de algo él lo sacaba al toque, eso era lo que más me gustaba de nuestra relación, los dos nos conocíamos perfectamente.
Lastimosamente eso tan solo duró unos cuatro hermosísimos meses, en los cuales me forje como estoy hoy. Él fue el pilar para que yo me enderezara cuando me estaba yendo para un costado. Cuando Enzo me confesó que estaba con Valentina quise ahogarme en alcohol, aunque era menor. Eso Paulo lo impidió haciéndome entender que era mejor llorar que estar ahogándome en bebidas, era mejor escuchar canciones dolidas y soltar mares de lágrimas que estar en un coma alcohólico —que es lo que tenía pensado en aquel tiempo—.
Después entendí que no vale la pena llorar por uno que cambió oro por plata.
Cuando crecí empecé el gimnasio, empecé a producirme un poco más, no quería aparentar estar dolida por un…turro que tenía una visera, y menos si era un gallina.
No quería que NADIE me viera mal por Enzo, solamente Paulo y Martina sabían que detrás de la pantalla yo estaba peor que nunca. Pero la autoestima que me había bajado Enzo, se fue subiendo cuando vi que Valentina veía TODAS y CADA UNA de mis historias sin seguirme. Cada que veía eso soltaba una risa y negaba. Ella estaba formando a una persona con el ego por las nubes, y eso es lo único que le agradezco.
Más allá de todo lo que pasó con Enzo y Valentina, en la secundaria la más linda de las dos para TODOS era yo, y obviamente los chicos del colegio se lo hacían saber.
Los pibes que a Valentina le gustaban, les gustaba yo, pero todos eh, menos CIERTO morocho.
Más de grande Valentina se volvió una forra tremenda conmigo, empezó a decirle a las chicas del curso que yo hablaba mal de ellas, gracias a eso tuve miles de problemas distintos, que simplemente por ser linda e inteligente pude resolver.
Con respecto a Enzo; nos conocimos gracias —o no tan gracias— a Leandro, él me presentó con la familia Fernández, y al toque me elogiaron por lo linda que era. Enzo se hizo el desinteresado, según el por qué soy la ‘mini paredes’, pero por dentro se que se moría por hablarme.
Desde ese día ninguno de los dos perdió contacto, nos veíamos en la plaza, cuando visitábamos las casas de ambos, en las jodas del barrio, en cualquier lado básicamente. Eso fue lo que me hizo darme cuenta cuanto me gustaba, si ya a primera vista evite morderme el labio por lo lindo y fachero que se veía con su visera toda fisura, en ese momento yo creía que los turros solamente te robaban el celular o fumaban porro a dos manos, pero parece que también te roban el corazón, o te lo dejan hecho mierda.
FLASHBACK
2019
LUCIANA
— SHE DON’T GIVE A FO, OH OH, SABE QUE LA QUIERO PERO SHE DON'T GIVE A FO— cante a todo pulmón— DAAALE PAULO CANTA.
— SOY UN YONKI LOCO POR VER SU COCA APROVECHA MIS HORAS QUE SON POCAS
— CUANDO PASEMOS ESA PUERTA MI LOCA TE VAS A HACER LA QUE NADA DE ESTO TE IMPORTA
— Y TERMINO DE NUEVO CON OTRA, YA NI QUIERO SACARLE LA ROPA
— DEJE DE DARLE BESOS EN LA BOCA, QUIERO LA REINA NO UN CUATRO DE COPAS
— TOY CALIENTE ESTOY FRÍO, NO SE LLENA ESTE VACÍO.
FIN DEL FLASHBACK
Así pasábamos miles de noches cantando, y bebiendo nada más que agua o jugo, el me ayudaba a desahogarme, él me ayudaba a llorar, por qué realmente estaba tan rota por dentro que ya las lágrimas no me salían, Enzo había escurrido todas mis lágrimas, y la verdad me pegaba de todas las maneras posibles estar llorando tanto por él, no me gustaba ser tan dependiente de una persona, menos si era el que me hizo mierda.
Lo que no sabía era que yo también estaba lastimando a otra persona, a alguien que estaba arrastrándome para que no me vaya al lado incorrecto. Ese era Paulo. Aunque el no me lo dijera, yo sabía que todo lo que yo estaba llorando por Enzo a él lo mataba, él en ese momento estaba perdidamente enamorado de mí, y eso me lo dijo Tini, ya que Paulo en ese momento le decía todo a ella, Martu sin dudas lo que tuviera que ver conmigo me lo contaba.
Apenas me enteré corrí a pedirle disculpas por ser tan forra y no darme cuenta, no darme cuenta que lo estaba lastimando cuando le mostraba cuánto quería a Enzo y anhelaba estar con el turrito.
Nunca me di cuenta realmente de los sentimientos de oro que tenía Paulo, nunca los supe valorar como debía, como él merecía que lo valoraran. Y siento que hasta el día de hoy nadie lo hizo. Oriana no fue la mejor novia con él, y tampoco supo ver todo lo que Paulo tenía para dar, no supo valorar al hombre que tenía enfrente. Yo de eso no puedo hablar mucho, tampoco lo valore como debía, pero en mí defensa era chica aún. Yo le hacía berrinches por cualquier cosa, hasta por si una piba random que por ahí era su fan le mandara mensajes, él simplemente se reía. La paciencia que me tuvo ese tiempo no se la pagó ni con toda la plata del mundo. Tuvo que aguantar mis momentos de depresión, mis momentos de querer salir a todos lados, mis momentos de calentura—en algunos casos tuvimos que saciar esa calentura—, mis ataques de querer hacerme cualquier cosa en el pelo. Todo.
Se lo agradecí con mí amistad incondicional, algo que se perdió unos meses por la culpa de su novia sumamente controladora, pero eso no se impuso en nuestro camino.
En este momento creo que la canción “Antes de perderte” de Duki narra MUY bien nuestra historia y nuestra amistad.
Una amistad que terminó siendo algo más, pero que después cada uno terminó eligiendo caminos distintos. Aunque los dos saben que lo de ellos no se acaba ni después de la muerte.
Hasta el día de hoy ambos seguimos siendo buenos 'amigos', pero que se tuvieron ganas, y el tiempo les jugó muy en contra. Las edades eran muy distintas, la madurez y la INmadurez no hacía buen equipo, pero aún así intentaron de todo para que funcionará aunque no haya sido posible.
ENZO
Me debo estar por quedar sin uñas de tanto que estoy pensando que mierda deben estar haciendo Paulo y Luciana.
No quiero me quiero carcomer la cabeza por ella, pero es imposible, no puedo parar de pensar en esa morocha de uno sesenta. No puedo sacarla de mí cabeza desde hace ya bastante.
Desde que la vi por primera vez no se va de mí cabeza, tiene algo que te atrapa apenas la ves, es algo en su esencia o su aura, algo que no encuentro en ninguna.
Su forma de ser y su forma de tratarme es lo que más me enamora. Pero solamente pensar que Paulo se la debe estar cogiendo en cincuenta y ocho poses distintas me genera una bronca increíble, una bronca que voy a sacarme en algunas horas…
Cuando pasó por el piso de Luciana escuchó ruidos en su pieza, así que decidí tocar la puerta.
Me abre una Luciana abrigada hasta el cuello, con gorro y todo.
Cuando me ve su respiración cambia completamente, como si estuviera exaltada.
— ¿Vos te pensas que soy pelotudo?— escupí cerrando la puerta de un portazo, acercándome a ella.— Te pregunto en serio Luciana, ¿Vos te pensas que no me voy a dar cuenta que te lo moviste a Paulo?
Me acerqué a ella cuando se quedó inmobil, tomándola de la mandíbula y apretando la misma con fuerza.
— A mí no me cabe que después de haberme cogido a mí te vayas con Paulo.
— Enzo no te tiene que importar.— me empujó alejándome de ella, yo reí sonoramente e irónicamente.
— ¿No?¿Estás segura? Porque yo creo que sí me tiene que importar, y mucho. Te lo repito, no me cabe ninguna que tenga que ver con Paulo. No te olvides que después volves a mí para rogarme para que te de atención. Volves a mí porque sabes bien que yo te cojo mejor que el otro tarado. ¿O no amor?— vi cómo asintió con su cabeza.— Es tan difícil estar con uno no más?¿O sos tan puta que querés que te garchen cuatro veces al día?
— Yo quiero que vos me garches cuatro veces al día.— dijo con una voz que en cualquier momento se la ponía sin previa.
— ¿Ah sí?¿Tan así sos?— pase mí brazo por detrás de su cabeza agarrando su pelo y tirándolo para atrás.— ¿Vos querés que te garche cuatro veces al día, amor? Repetimelo que no escuché bien.
— Quiero que me hagas mierda cuatro veces al día Enzo, ¿Qué tanto?¿O no te da?
— Justo a mí no me va a dar, fantasma. Si es por mí te reviento el orto a cachetazos.— le di un beso en el cuello, tentándola, porque si quería que la garchara, que se lo ganará.
——
HOLA TROLAS
Ese tatuaje es el que Enzo le diría
a Luciana que se haga JAKDHAJDJJA
el próximo capítulo está basado en
eso KAKSJJAJS
Yo soy papá Noel, dejo este regalo
y me voy
(no sé olviden votarr)
chaucha