Tu estabas sonrojada mientras sostenían tu tobillo revisándolo y sanando, estabas nerviosa, pero no solo tú, si no también el doctor que trajeron para revisarte, sentía la penetrante mirada de su majestad en su nuca como si revisara cada movimiento que hacia en tu cuerpo, no permitiendo hacer algo indebido si pensaba hacerlo o darte un servicio mediocre sin consecuencias, mientras que el pobre doctor no quería tocado por el príncipe como castigo si no te cuidaba debidamente.
-Entonces señorita... ¿Cómo fue que se lastimó?- Preguntó el doctor tratando no sonar muy confiado
-Mmmm me tropecé.... Y caí de una ventana... De un tercer piso- Respondiste algo avergonzada
-... No se rompió nada de milagro, solo es un esguince menor- Comentó el doctor aplicarte una pomada para la inflamación y luego un vendaje que sujetó con fuerza para asegurar tu pie una posición natural
-¿Cuanto tardara en recuperarse?- Pregunto Vil mirando de reojo como te aplica el tratamiento
-Como unos 3 meses majestad, aunque en ese tiempo podrá caminar, pero lo hará cojeando y con algo de dolor, se puede poner peor si le se le fuerza a estar mucho tiempo parada o se apoya en ese pie- Respondió el doctor con sinceridad
-¿Y no hay manera de acelerarlo?- Pregunto de nuevo el príncipe molesto de que una lesión tan simple tarde tanto en sanar, así no podrá seguir divirtiéndose contigo
-Bueno... El proceso se puede acortar a solo una semana con una pomada mágica especial a base de bugambilias azules- Explicó el doctor analizando una solución rápida -Segun se, no es muy complicada de hacer y es de accion muy rapida si se aplica a diario, el problema es que algunos de los ingredientes están fuera de temporada y me temo que tampoco soy un sanador mágico o un alquimista para hacerla...-
-Grrrrr.... Que inutil- Dijo susurrando para si mismo -Yo lo puedo hacer sin problemas alguno, solo termina de vendarla para que te puedas retirar- Interrumpió Vil irritado a lo que el doctor aceleró el tratamiento
Tu no pudiste evitar tener pena por el pobre médico que era víctima del mal genio de Vil, sin embargo... También notaste desde que llegaron al hotel que todo el mundo le tiene pánico al príncipe, pero se esforzaban en contener su miedo y tratar a su majestad con el debido respeto y eso disgustaba al heredero al trono de alguna manera, podrías comprenderlo en cierta forma, es decir, la hipocresía de la gente puede poner hasta la persona más calma y tranquila, lo sabias por que ya lo viviste en tu primera viva, pero desde una perspectiva diferente.
A Vil le tenían miedo por su maldición pero se forzaban a sonreír ante él y rendirle un falso respeto, a ti te tienen lastima y solo esperaban a tu muerte pero ante ti sonreían y te daban ánimos asegurando que ibas a vivir, hipocresía de aquellos que no se atreven a ver mas a allá de los males.
El médico acabó rápido con el vendaje y ni siquiera se despidió de ti, solo le hizo una reverencia a Vil y se fue con tanta rapidez como si el príncipe lo hubiera amenazado con arrancarle los ojos, y ahora estaban los dos solos, tu miraste al chico que observaba la puerta aun con una molestia creciente
-Es molesto cuando hacen eso ¿no?...- Comentaste en voz baja
-¿Eeh? ¿Qué cosa?- Dijo ya poniendo tus ojos en ti.
-Que te crean una plaga andante...- Susurraste mirando a la puerta suspirando.
-... Si... Siempre es una molestia- Dijo el rubio ya caminando hacia ti y sentándose en el pequeño sillón para tomar tu tobillo -¿No te lo apretó demasiado?- Pregunto revisando que no hubiera sido muy tosco contigo
-N.no .. e. Está bien ... Emm yo .... Perdón por escaparme de ti- Dijiste apenada ya bajando la mirada y al fin el chico te miro -Temía... Bueno... Temía que me llevaras a la casa de mis tíos, de verdad no quiero volver alli- Te disculpaste a la vez que negabas con la cabeza ante la idea volver a un hogar roto
-... ¿Y porque creíste que te llevaría de regreso con ellos?- Te pregunto Vil arqueando una ceja
-... Sonara tonto... Pero es un miedo que persiste en mi, creo que todos están en mi contra de alguna manera- Dijiste apenada -Así que prefiero escapar de todos ... Antes de que me hagan daño- Dijiste jugando con tus manos y con una mirada triste
Ahí Vil comprendió por qué intentaste escapar de la habitación cuando llegaron los matones de tus tíos y después de él cuando te estaba limpiando, te han hecho daño tantas veces personas que deberían cuidarte que no puedes confiar en cualquiera, eso disipó muchas de las inseguridades que tuvo en su momento, él no hizo nada malo, las demás personas a tu alrededor fueron las te fallaron, pero él no sería como ellos.
-Pequeño cuervito desconfiado, no necesitas escapar de mi, por que yo no te hare nada malo- Dijo el oji-amatista cambiando su expresión seria y dedicándote una sonrisa más amable
-Si es así ¿Por qué me lleva con usted y a dónde vamos?- Preguntaste ya levantando la mirada, ya que no olvidas que por algo Vil es villano y no hacia nada que no lo beneficiara de alguna manera a obtener la corona que le quieren quitar, quieres saber donde estas en sus planes para así planear que hacer para sobrevivir ahora.
Vil suspiro y se sentó a tu lado, quitándose su guante para ofrecer su mano, tu la miraste y con un poco de duda la tomaste el chico sonrió y entrelazo los dedos con los tuyos y la acercó a sus labios para darle un beso haciéndote sonrojar -Sabes pequeño cuervito... Ni siquiera con mi padre pude tocar sus manos sin lastimarlo... Mucho menos entrelazar los dedos o dar un beso... Si lo hago las personas mueren- Dijo acariciando tu mano con el pulgar y la puso en su mejilla -Ya lo viste... Lo que mi toque le hizo a ese matón ... A nadie puedo tocar... Mas que a ti-
-¿Entonces me llevas contigo por que podemos tocarnos sin que me pase nada?- Volviste a preguntar un poco seria pero dejando que Vil siguiera con las caricias, por que sabes cuánto necesita el rubio el contacto físico.
-En parte... No te mentiré con promesas de amor vacías o engaños como a otros les gusta hacer pero te diré esto... Te necesito- Dijo con firmeza, para que no desconfiaras de él y no tuvieras la necesidad de huir de nuevo, pero tú ahí viste una oportunidad de asegurar tu supervivencia
-Lo entiendo su majestad, solo soy una doncella a su servicio, pero esto bien con eso, a mi no me gustan las promesas, las promesas son mentiras disfrazadas, ya que nadie cumple sus promesas- Dijiste con tono algo triste y Vil no estaba seguro de que decirte -Pero si me necesita y estaré a su servicio no lo haré de gratis, tengo una serie de condiciones que espero que usted cumpla-
-... Bueno, es lo justo- Dijo mirándote e inclinándose un poco hacia a ti aunque tu no lo notaste.
-Lo primera es que nunca me lastimara físicamente- Dijiste muy seria -Comprendo que necesite tocar a alguien y puede tocarme cuanto quiera, pero nunca me abofeteara, golpeara, horcara ni nada que se le parezca-
-... Ni en el sentido .. ¿Intimo?- te susurro en el oído acomodando unos mechones rebeldes con cierto tono seductor
-Bu.. Bueno, lo íntimo es otro tema que hablaremos después- Dijiste toda sonrojada -Lo segundo, es que nunca me enviara con mi familia-
-Eso no hace falta que lo pidas, nunca te enviare de regreso con gente tan horrible- Interrumpió Vil con tono más tranquilo, de hecho, el rubio tenía otros planes para tu parientes -¿Cuál será la tercera condición?-
-Cuando ya no me necesite, quiero vivir cómodamente y se garantice mi seguridad- Dijiste bajando la mirada de nuevo -No tiene que ser una vida despreocupada y llena de lujos, me conformo con una casita pequeña en el campo alejada de todos, es solo que quiero tener paz-
Dijiste eso último suponiendo que cuando logren ambos sobrevivir a la trama del libro el te dejara ir y tu podras seguir con tu vida, después de todo ¿Para qué quería el rey más hermoso de todos a un cuervo revoloteando a su alrededor? Solo arruinaras su perfecta imagen, sin embargo Vil sonrió ante esta última petición, te beso con gentileza en la mejilla y te volvió a susurrar cerca del oído.
-Esta bien, cuando ya no te necesite en mi vida, serás libre de volar donde quieras y tener una vida tan cómoda como tranquila, te doy mi palabra como príncipe y futuro rey de que lo haré- Dijo con una pequeña sonrisa maliciosa -Pero hasta entonces eres mi pequeño y adorable cuervo, puedes volar a donde quieras, siempre cuando regreses a mi cuando te llame, no desobedecerás y te quedaras a mi lado, ya que ahora soy tu dueño- y con eso empezó a besar tu cuello incluso a morderlo dejando una marca.
-¡Es.. Espera! ¡¿Que haces?!- Dijiste alarmada preguntándote como este tipo tiene tanta energía después de tremenda noche
-Fufu~ Aun no te castigo por escaparte de mi cuervito~ Además aún tenemos unos días antes de ir a la capital... Y este vestido no me gusta para nada~ Quiero quitártelo- Dijo ya atrapándote entre sus manos y deshaciendo el cordón del corsét del vestido y empezaba a toquetear tu pecho como vientre, tu solo cerraste los ojos por que sabes que no saldrás de esa habitación el resto de ese dia... Y tal vez los que quedan...
Continuará...