La Leyenda de las Facciones y...

By CamiloNavasAlvear

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Athena, después de siglos desde que existe, ha decidido expandirse y formar alianzas con el resto de seres, i... More

Capitulo 1
Capitulo 2
Capitulo 3
Capitulo 4
Capitulo 5
Capitulo 6
Capitulo 7
Capitulo 8
Capitulo 9
Capitulo 10
Capitulo 11
Capitulo 12
Capitulo 13
Capitulo 14
Capitulo 15
Capitulo 16
Capitulo 17
Capitulo 18
Capitulo 19
Capitulo 20
Capitulo 21
Capitulo 22
Capitulo 23
Capitulo 24
Capitulo 25
Capitulo 26
Capitulo 27
Capitulo 28
Capitulo 29
Capitulo 30
Capitulo 31
Capitulo 32
Capitulo 33
Capitulo 34
Capitulo 35
Capitulo 36
Capitulo 37
Capitulo 38
Capitulo 39
Capitulo 40
Capitulo 41
Capitulo 42
Capitulo 43
Capitulo 44
Capitulo 45
Capitulo 46
Capitulo 47
Capitulo 48
Capitulo 49
Capitulo 50
Capitulo 51
Capitulo 52
Capitulo 53
Capitulo 54
Capitulo 55

Capitulo 56

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By CamiloNavasAlvear

Tras su charla con Odín y que el viejo se retirara, acompañado de sus guardaespaldas, los líderes de las Tres Facciones ahora podían hablar de temas más preocupantes.

-Ahora que el viejo se fue, ya podemos ponernos al día...- Azazel se recostó en la silla que ocupaba.

-Si. Antes dijiste que tus agentes encontraron algo, ¿no?- Pregunto Sirzechs.

-Así es. Tiene que ver con la muerte misteriosa del heredero de Glaysa-Labolas-.

Zhepyrdor no era el heredero directo. Él se volvió el heredero de su casa porque el anterior heredero había muerto en circunstancias misteriosas antes de la reunión de los Jóvenes Demonios, lo que obligo a su casa a elegirlo a él como su heredero, a pesar de su bajo poder y carácter.

Aunque los Demonios que investigaron el asunto no pudieron encontrar nada, Azazel, con un grupo de sus Ángeles Caídos y su tecnología más avanzada, investigo el caso y pudo encontrar algo que los Demonios no encontraron.

-Aunque resolver el misterio de la muerte del heredero de una familia es importante, ¿por que te interesaría?- Pregunto Michael. Azazel no era de meterse en asuntos políticos de las otras Facciones si no tenían que ver con el suyo.

-Por que esta relacionado con algo que también he estado investigando: los espías de la Brigada del Khaos en territorio de Demonios- revelo Azazel.

No era extraño que hubiera espías del grupo terrorista dentro del gobierno de cada Facción. Sin contar, aquellos dentro de cada facción que tenía ideas y favorecía los ideales de caos y lucha de la Brigada del Khaos. Los ancianos del Consejo Demoniaco que arrestaron luego del incidente en la cumbre eran prueba de esto último.

-¿Lograste encontrar algo?- Pregunto Sirzechs con algo de seriedad.

Azazel asintió. -Trozos de evidencia, nada que fuera incriminatorio, pero durante la búsqueda, me plantee algo; sabes que muchos de los nobles más viejos, dentro y fuera del consejo, están aliados a la Brigada del Khaos, ¿no?-.

-Por supuesto que lo se, y el resto de los Maou también; pero no podemos hacer nada contra ellos sin quedar mal. No tenemos de otra que esperar a que se delaten ellos solos u obtener las evidencias necesarias para arrestarlos-.

-Pues se me ocurrió de que, ¿y si no son solo los viejos? ¿Qué tal si uno de los Jóvenes Demonios también esta complotando contra nosotros? Así que empecé a observar a los Rating Game, y note algo raro en uno de ellos: uno obtuvo un incremento de poder muy abrupto y espontaneo-.

-¿Cuál?-.

-Diodora Astaroth- Sirzechs conocía al joven, era familiar de Ajuka. -Escuche rumores de su aumento de poder y vi su encuentro con la heredera Agares. Mis agentes lo investigaron y descubrieron que no era tan poderoso como lo es ahora-.

También pudo agregar que encontró que Diodora no era tan buena persona como quería demostrar, pero no venía al tema ahora.

-¿No será simplemente que entreno?- Sugirió Michael.

-Eso pudo ser una opción, si no fuera porque todos los herederos nunca han entrenado, con excepción del chico Sairaorg, y con Rias, Sona y sus familias, que empezaron a entrenar más que nada por nuestra insistencia y por la influencia de los Caballeros- respondió Azazel. -Además, el incremento de poder que obtuvo es demasiado abrupto y lo obtuvo en poco tiempo que es sospechoso-.

Eso no quería decir que no pudo haber obtenido mucho poder en poco tiempo entrenando. En solo un mes, Issei desbloqueo el Balance Breaker y el poder que tenía lo hacía el segundo más poderoso de todos los participantes de los Rating Game en términos de poder, solo superado por Sairaorg, quien entreno su cuerpo toda su vida.

Pero no parecía el caso del tal Diodora, quien en el lapso de un mes antes de los Rating Game, no hizo nada más que quedarse en la mansión de su casa, "jugando" con los miembros de su nobleza. No hace falta decir que todas eran chicas.

-¿Insinúas que Diodora esta aliado con la Brigada del Khaos, y que su incremento de poder es debido a una serpiente de Ophis?- Cuestiono Sirzechs, entrelazando sus manos frente a su pecho. -Aunque tus sospechas tienen validez, no es suficiente para investigarlo-.

-Lo se, pero mi espía me dijo que debía tener especialmente cuidado con Diodora Astaroth-.

-¿Espía? ¿Tienes un espía en la Brigada del Khaos?- Exclamo Michael, sorprendido.

-Si. Esta muy adentro en el grupo. Confió lo suficiente en su información para creerle- aseguro Azazel sin rastro de duda. -Para mantener su fachada, no puedo decirles el nombre de mi espía, pero se revelará eventualmente. Solo les pido que confíen en él-.

Michael y Sirzechs intercambiaron brevemente sus miradas. Aunque era muy sospechoso que Azazel no quería revelar el nombre de su agente, entendían el secretismo. También se veía muy seguro de este agente, lo que significa que debe ser muy fuerte para estar en un lugar alto dentro del grupo terrorista.

Ambos líderes se hicieron una idea de la posible identidad de este espía, pero decidieron guardarlo para si mismo.

-Si confías tanto en este espía, entonces no preguntaré y confiaré en tu juicio, hermano- acepto Michael.

-A mi no me queda de otra más que aceptar- suspiro Sirzechs. -Pero no podemos hacernos de la vista gorda. Si hay más traidores, a la larga, nos perjudicara a todos si siguen pasándole información al enemigo-.

Los labios de Azazel se estiraron en una gran sonrisa. -Que bueno que lo digas, porque tengo un plan para sacarlos a la luz-.

Aunque Azazel sabía que el plan no sería del agrado de Sirzechs.
.........................................

(En la casa Hyodou)

La tensión en el aire subió de 0 a 100 de golpe.

-¿Por que tan nerviosos?- Pregunto burlescamente Rokudo, entrando en la habitación.

Akeno inmediatamente desplego sus alas y retrocedió hasta llegar con sus amigos, quienes se pusieron de pie para el ataque. Issei invoco su guante, Kiba, Irina y Xenovia sus espadas. Koneko cerró sus puños, Gasper y Asia se ocultaron detrás de sus amigos, el primero tomando su caja y ocultándose en ella, gritando de miedo.

-¿Quién eres? Claramente no eres un amigo- pregunto Rias, armándose de valor para hacer frente.

-Hola, señorita obvio- saludo Rokudo a Rías de manera burlesca, ocasionando que la pelirroja frunciera el ceño. -Soy Rokudo Beelzebub, un descendiente del Beelzebub original y miembro de la Brigada del Khaos-.

-Así que este es un ataque de la Brigada del Khaos. ¿Vienes a vengar a tus camaradas caídos?- Pregunto Rías.

-Claro que no. Leviathan y Asmodeus murieron porque eran débiles. Nunca me importaron cuando estaban vivos, menos lo harán estando muertos- la forma casual en que despreció a sus dos amigos muertos hizo que todos sintieran aberración hacía Rokudo. -Tampoco es un ataque de la Brigada del Khaos, aunque seguramente se quedarán con el crédito cuando termine. No. Esto es personal. Esta es mi venganza contra tu hermano-.

-¿Mi hermano?- Repitió, Rías, confundida.

-Durante la guerra civil del Inframundo, en el final, yo luche contra Sirzechs Gremory y perdí. Ya de por si esa derrota era dolorosa, pero no tenía nada de malo en morir ante un oponente superior, pero en vez de acabar conmigo...- detuvo su narración, apretando sus dientes, lentamente su expresión calmada se convirtió en una de ira. -¡Ese desgraciado decidió perdonarme la vida y mostrarme piedad! ¡Como si fuera una especie de debilucho! ¡Eso no puedo tolerarlo!-.

La rabia que sentía por el recuerdo fue tanta que el suelo debajo suyo se rompió, al igual que el techo y una mesita que estaba cerca de él se rompió en miles de pedazos.

Rokudo suspiro, permitiendo que la ira por el recuerdo se guardara de momento. Dentro de poco se soltaría.

-Después de eso, me puse una meta: hacer sufrir a Sirzechs lo más que pudiera. Sabía que no podía vencerlo, así que lo haría sufrir. ¿Y que mejor que atacando a sus seres queridos?-.

-Así que vienes aquí con la intención de matarme para herir a mi hermano- termino Rías, viendo sus intenciones. -Eso es algo cobarde-.

-En este conflicto, la familia no esta extensa- respondió Rokudo. -Se que después de matarte, tu hermano me perseguirá para matarme, y muy probablemente lo logre, pero le habré dejado una cicatriz que nunca sanara-.

-Es fácil decir que me mataras, pero cometes el mismo error que todos mis enemigos anteriores: nos subestimas-.

Rías lanzo su Poder de la Destrucción en forma de un rayo negro con borde rojizos a Rokudo... solo para que este lo bloqueara con un Círculo Mágico, que se evaporo tras bloquear el ataque.

-Estoy al tanto del entrenamiento que el Gobernador Azazel les impuso, pero te sobrestimas mucho, Princesa Carmesí. A diferencia de todos a quienes has enfrentado, yo si perfeccione mi fuerza y habilidades durante los últimos 500 años entrenando y no dependiendo del poder de Ophis. Te mostraré lo que puede hacer un Demonio de Clase Alta cuando entrena al máximo sus habilidades y tiene la experiencia para respaldarlo. Pero antes...-.

Con un aplauso, un Círculo Mágico apareció debajo del suelo de toda la habitación, liberando un intenso brillo que cegó al Clan Gremory por varios segundos.

Cuando los volvieron abrir, ya no estaban en la casa de Issei, sino en un amplió campo de tierra sin nada alrededor.

-¿Donde estamos?- Pregunto Issei, viendo alrededor.

-¡El cielo!-.

A las palabras de Yuuto, todos alzaron la mirada, viendo que el cielo era de múltiples tonalidades de colores.

-Estamos en la Brecha Dimensional...- murmuro Akeno.

-Así es- todos miraron al frente, viendo a Rokudo en el lugar. -¿No creyeron realmente que vendría a un asalto frontal sin un plan? Los teletransporte a una arena en medio de la Brecha Dimensional, igual que lo hacen los Demonios en sus torneos de Rating Game. Sería problemático que Azazel o uno de esos humanos con armaduras extravagantes viniera a interrumpir- se cruzo de brazos. -Y por supuesto, ustedes no podrán irse de este lugar a menos que me maten-.

Todos sintieron como el sudor corría por sus frentes. La situación era parecida a la que vivieron con Kokabiel: enfrentarían a un enemigo más poderoso que ellos. Pero esta vez, no tenían a Kiki y nadie vendría ayudarlos.

Estaban solos.

Dependería únicamente de ellos si salían vivos o no de esta batalla.

Armándose de valor, Rías sonrió y dio un paso adelante. -¿Dijiste que tu nombre es Rokudo Beelzebub? Pues déjame darte las gracias-.

Eso... no era lo que Rokudo esperaba escuchar en esta situación. -¿Por que me das las gracias?-.

-Por que ahora podremos probar cuanto hemos mejorado en nuestro entrenamiento. Gracias a ti, iremos con todo-.

Es cierto que el Rating Game contra Sona sirvió para probar cuanto mejoraron, pero como era un combate controlado donde nadie podía matar a nadie, y era más un espectáculo, ninguno pudo ser llevado al limite.

Es en una situación de vida o muerte, donde las capacidades de las personas son probadas. Sería esta pelea la prueba de fuego para comprobar si ellos estaban realmente preparados para las batallas que vendrían en el futuro.

Rías se giro hacía sus siervos, sus amigos. -¿Puedo contar con todos ustedes para pelear al máximo esta batalla?-.

-¡Por supuesto!- Grito Issei.

-Eso ni se pregunta, Rías- dijo Akeno.

-Yo siempre blandiré mi espada por usted, Presidenta- dijo Kiba.

-Si- Koneko asintió.

-Y-Yo los apoyaré lo mejor que pueda al curarlos- dijo Asia, algo asustada, pero armándose de valor y dispuesta ayudar con sus habilidades.

-¡Y-Yo tengo miedo!- Quien si estaba aterrado era Gasper, pero a pesar de todo su miedo, saco un poco la cabeza de la caja en donde se escondía. -Pe-Pero también quiero ayudar a la Presidenta... así que también haré mi parte-.

-Aunque yo no soy de tu clan, ¡también ayudaré!- Exclamo Irina. -Eliminar Demonios malvados es el trabajo de toda buen Ángel, después de todo-.

-Gracias, chicos- dijo Rías, feliz de tanto apoyo.

-¿Ya terminaron?- Pregunto Rokudo. -Porque deben saber que no seré el único de quien deberán preocuparse-.

Otro Círculo Mágico se manifestó al lado de Rokudo, del cual salió una figura. La persona era una mujer, de la edad de ellos. Tenía un hermoso cabello de color purpura que le llegaba por encima de la cintura, ojos naranja, un hermoso y delicado rostro de rasgos extranjeros y una piel pálida que parecía brillar. Vestía una especie de vestido noble blanco con aberturas altas por los lados, mangas larga en los brazos y una falda corta negra. El vestido exponía su escote, mostrando un poco de sus pechos de gran tamaño que se marcaban en su ropa.

Todos sintieron la energía Demoniaca que emanaba, indicando que era un Demonio, pero no liberara tanta de esa energía como un Demonio normal.

-¿Quién es ella?- Issei verbalizo la duda que todos tenían.

-Su nombre es Ingvild. Es lo único que necesitan saber de ella. Eso y su Sacred Gear- dijo Rokudo.

-¡¿Sacred Gear?!- Exclamo Yuuto.

-Si tiene aura demoniaca y una Sacred Gear, debe significar que es mitad demonio- supuso Rías.

-Así es. Pero ya hemos hablado mucho. Que ella demuestre su habilidad- dijo Rokudo.

Los ojos de Ingvild brillaron de color lavanda e hizo algo que confundió aun más a todos... empezó a silbar.

Era un silbido suave y hermoso, como si intentara replicar una melodía. Podría ser apreciado en cualquier otro momento, pero ahora ponía tenso a los jóvenes por la expectación. A medida que su silbido seguía, el área alrededor comenzó a ser envuelta en partículas de luz lavanda.

-¿Pero que...?- Issei cayo de rodillas al suelo, para sorpresa de todos y confusión de este. -Yo... me siento mareado-.

-¡Issei-san!- Asia se acerco rápidamente al castaño y uso su Sacred Gear para curarlo, pero el mareo de Issei se mantenía, como se demostraba que el chico giraba la cabeza a todas partes, como si no pudiera ubicarse. -¿Por que no funciona?-.

-¡Debe ser la Sacred Gear de esa chica!- Señalo Xenovia a la chica de pelo morado.

-[Así es]- la gema en el guantelete de Issei brillo, y todos escucharon la voz de Ddraig. -[No puedo creer que haya vuelto a toparme con esta cosa...]-.

-¿Sabes lo que le esta pasando a Issei, Ddraig?- Pregunto Akeno.

-[Es como dijo la chica de pelo azul: Es la Sacred Gear de esa mujer. Su nombre es Nereida Kyrie. Le da a su usuario la habilidad de controlar a los dragones y al mar mismo, siendo el primero su habilidad más fuerte]- revelo Ddraig, sorprendiendo a todos. -[Me lo tope por primera y única vez hace 1200 años. Esa habilidad la uso un humano para controlar a los dragones y usarlos como armas, y la intento usar para controlar a mi portador de ese entonces, pero solo logro debilitarlo y que mi portador tuviera que usar al Juggernaut Drive para sobrevivir al combate, pero solo provoco que ambos murieran]-.

Con la habilidad de controlar dragones e incluso dejar debilitado a un Dragón Emperador Rojo del pasado, no era de extrañar que ese Sacred Gear dejara una impresión fuerte en Ddraig como para que la recordara tras muchos siglos.

-¿Dices que esa chica puede controlar a Issei-kun?- Pregunto preocupada Irina.

-[No. Eso es debido a que Issei es un Demonio Reencarnado, pero al ser mi portador y su brazo izquierdo sea de dragón, lo hace sentirse débil y a marearse, como le esta pasando ahora]- explico el dragón rojo. -[Esa habilidad es tan peligrosa para mi raza que incluso a mi, estando sellado, me afecta, pero lo se soportar mejor, aunque si sigue ejerciéndola por más tiempo, no se lo que pueda pasar]-.

-Entonces solo debemos derrotarla para que no siga haciendo eso- dijo Xenovia, viendo la solución más simple y lógica.

Sin esperar más, la segunda Torre corrió hacía la joven con Durandal en mano, pero antes que se acercara mucho, Ingvild, sin dejar de silbar, levanto sus manos y creo un Círculo Mágico de color azul delante. Del círculo, surgió un gran dragón hecho de agua que arremetió contra Xenovia, quien freno su corrida y corto al dragón en dos con su espada, pero la presión del ataque fue tanta que empujo su cuerpo, dejando un pequeño rastro de arrastradas hecha por sus pies en el suelo.

-Ese símbolo...- Rías vio sorprendida el símbolo del Círculo Mágico que materializo la chica. -Lo conozco, pero no puede ser-.

-Como se esperaba del Dragón Emperador Rojo. Tienes un gran conocimiento- dijo Rokudo. -Pero para que hasta alguien como tu se preocupes por las habilidades de esta Sacred Gear, quiere decir que es mucho más poderosa de lo que imagine. Eso es bueno. Tal vez la utilice con Valí después, cuando termine aquí-.

-No te adelantes mucho- dijo Rías, dando un paso al frente. -Aun tienes que vencernos- seguido de sus palabras, comenzó a dar ordenes. -Asia, tu y Gasper quédense con Issei, traten de ayudarlo-.

-¡Si!- Respondió la rubia, mientras Gasper hacía saltar la caja desde su interior para estar cerca de ellos.

-¡Akeno! ¡Xenovia! Ustedes encárguense de vencer a esa chica, o al menos no la dejen usar su Sacred Gear. Estas partículas de luz deben tener algo que ver-.

-A la orden, Presidenta- dijo Akeno, y envolviéndose en uno de sus rayos, sus ropas cambiaron a las ropas de sacerdotisa que usa para pelear.

-¡Bien! No tuve la oportunidad de demostrar el control de energía de Durandal que me enseño Strada-sama en el Rating Game, pero ahora parece que es la oportunidad- dijo Xenovia.

-¡Koneko! ¡Yuuto! Nosotros pelearemos contra este sujeto- miro a Rokudo, quien le devolvió la mirada con una desafiante. -Irina, te pido que nos ayudes en esto-.

-¡Por supuesto!- Dijo la chica de coletas, comenzó a liberar luz desde su espalda. -¡En nombre de Michael-sama, castigaré a los Demonios malvados! ¡Amén!-.

El signo de As brillo en el dorso de su mano, y en la espalda de Irina, salieron un par de alas de Ángel y encima de su cabeza surgió una aureola.

-¿Los Ángeles crearon un sistema de reencarnación parecido a los de los Demonios? Eso no lo espere- comento Rokudo, sorprendido por primera vez desde que llegó. -Con un Ángel de su lado, podría hacer las cosas más interesantes-.

Y sin más demora, la batalla comenzó.

Rías lanzo un rayo de Poder de la Destrucción que Rokudo volvió a bloquear con un Círculo Mágico. El ataque duro unos segundos más que el anterior, pero cuando se desvaneció, Yuuto ya estaba frente a Rokudo, lanzando una estocada hacía la cabeza con su espada.

-¡Whoa!- El descendiente de Beelzebub hizo a un lado la cabeza, esquivando la espada por los pelos. -Una finta, ¿eh? Nada mal-.

Kiba escupió aire y saliva, ya que al mismo tiempo que Rokudo esquivo la estocada, le dio un rodillazo al Caballero de Gremory en el estomago. No dejándose llevar por el dolor del golpe, Yuuto retrocedió y comenzó a lanzar cortes de espada a alta velocidad. Rokudo esquivaba cada movimiento o los bloqueaba con Círculos Mágicos que hacía aparecer en sus manos.

Por detrás de él, Koneko salto, preparando su puño para impactar a su enemigo. A último segundo, Rokudo esquivo el puñetazo a una gran velocidad que sorprendió a Yuuto. El suelo donde el puño de Koneko impacto se resquebrajo y salieron varios escombros.

-Que uno distraiga atacando al enemigo mientras otro lo ataca por la espalda es una táctica de combate muy básica. ¿No tienen algo mejor?- Pregunto Rokudo.

Por detrás de él, Rías se había acercado y lanzo su Poder de la Destrucción a Rokudo, quien la bloqueo sin verla, algo con lo que ella contaba, ya que así pudo acercarse lo suficiente para lanzar una patada, pero su pierna fue atrapada por la mano del Demonio.

-¿Lanzando patadas? Según los informes, tu no eras atacante física-.

-He aprendido un par de cosas- respondió Rías con una sonrisa. -Como aprovechar que otros subestimen para usarlo a mi ventaja-.

Estando tan cerca, Rías lanzo un rayo de su poder de la Destrucción que golpeo a Rokudo y lo empujo unos metros lejos de ella. Rokudo no sufrió daño por un Círculo Mágico que se había materializado justo en donde el ataque lo impacto.

Yuuto y Koneko, viendo oportunidad, atacaron simultáneamente por los lados. Rokudo levanto sus brazos, deteniendo sus golpes con sus brazos. Las placas de sus antebrazos no sufrieron ningún rasguño por el potente golpe de Koneko o el filo de la espada Sacro-Demoniaca de Kiba.

-No son tan malos. Aun siendo solo tres, lo hacen bien- elogió Rokudo.

-¡Te olvidas de mi!-.

En el aire, Irina creo un aro hecho de luz que lanzo hacía Rokudo. Sin importar lo fuerte que fuera, Rokudo seguía siendo un Demonio, y cualquier contacto con un ataque de luz de un Ángel, aunque sea reencarnado, era peligroso para él.

Por eso, desplego sus alas de Diablo y alzo el vuelo, esquivando el aro.

Irina esperaba que hiciera eso, ya que en su mano había un segundo aro de luz que lanzo, solo para que a mitad de camino, se dividiera y convirtiera en cinco aros más pequeños. Todos ellos golpearon a Rokudo, explotando y levantando una cortina de humo.

-Puede que haya sido reencarnada hace poco, pero Dulio-sama se aseguro de que aprendiera lo suficiente sobre los poderes de un Ángel para saber como usarlos en combate- comento Irina.

El humo se despejo, revelando a Rokudo intacto, y a cinco Círculos Mágicos que fueron los que lo protegieron de los aros.

Kiba, Koneko y Rías también alzaron el vuelo con sus alas, poniéndose al lado de Irina.

-Ha bloqueado todo nuestros ataques fácilmente- comento Kiba con cierta frustración.

-Es muy fuerte- comento Koneko.

-No esperaba menos de alguien que enfrento a mi hermano y sobrevivió. Esta será una batalla larga y difícil- dijo Rías.

Truenos se alzaron a los aires en el suelo en una zona cerca de donde ellos luchaban, producto del segundo combate.

Ingvild había dejado de silbar, enfocándose más en defenderse de sus oponentes, pero Issei aun estaba cansado y mareado, indicando que no era su silbido, sino el brillo en el área, la verdadera habilidad de su Sacred Gear.

Ingvild había convocado a cuatro dragones hechos de agua para atacar a Xenovia y Akeno. Al mismo tiempo, la mitad demonio atacaba con ráfagas mágicas a sus dos oponentes, manteniéndolas lejos de ella.

-Veo que no quiere que nos acerquemos- comento Akeno, estando en el aire con sus alas, bloqueando un chorro de agua de uno de los dragones con un Círculo Mágico.

-Lo que quiere decir que no es una combatiente física- dijo Xenovia, cortando la cabeza de otro dragón de agua, haciendo que se deshiciera. -Lo que es perfecto para mi-.

Otro dragón de agua se abalanzo hacía Akeno, pero ella le lanzo un poderoso rayo que al impactarlo, lo detuvo y poco después, se deshiciera y el agua cayera al suelo.

Ingvild intento atacarla lanzándose una ráfaga de magia de viento, pero Akeno se giro, bloqueando el viento con un Círculo Mágico. Aunque la presión del ataque la empujo en el aire, pero soportarlo.

-Aunque debo decir, que su aptitud mágica es sorprendente- tuvo que reconocer la pelinegra.

El dragón que la había atacado primero aprovecho que estaba distraída para abalanzarse, pero Akeno alcanzo a girarse y crear un Círculo Mágico para protegerse, pero el dragón siguió su acometida, empujando a Akeno contra el suelo.

Con un grito, Xenovia canalizo parte de la energía de Durandal y la libero como un corte de energía que corto al dragón en dos, explotando como una llovizna, cuyas gotas cayeron al agua y empaparon Akeno.

-Y ya me había bañado esta mañana...- murmuro la pelinegra una queja.

Ingvild aprovecho ese segundo de distracción de Xenovia para lanzarle un rayo de energía mágica que golpeo a la peliazul, mandándola unos metros lejos hasta caer al suelo.

-¡Xenovia-san!- Grito Asia preocupada, viendo ese golpe.

-¡Xenovia! ¡¿Estas bien?!- Exclamo Akeno, volando hasta aterrizar en donde su amiga había caído.

Xenovia clavo la punta de Durandal en el suelo y apoyándose en su espada, se levanto. Más allá de algunos rasguños en su uniforme y en sus mejillas, no se le veía herida.

-Si. Las habilidades de Torre son muy buenas-.

Aunque Xenovia ya no era tan rápida como cuando tenía la pieza de Caballo, la pieza de Torre demostró ser perfecta para ella, ya que aumento mucho su fuerza y resistencia física, permitiendo que los fuertes golpes que ya podía dar, ahora fueran el doble de fuertes y aplastantes. Además, también podía resistir mejor los ataques, como se demostró en el Rating Game, donde el equipo de Sona tuvo que hacer mucho esfuerzo, porque Xenovia simplemente no caía, haciendo que cuando lograron eliminarla, quedaran más agotados de lo que a Sona le hubiera gustado.

Como Issei la describió una vez, Xenovia ahora era un "tanque". Un termino de juegos usados para un personaje lento, pero que ataca fuerte y resiste mucho.

-La Presidenta tuvo la decisión correcta de intercambiar tu pieza- comento Akeno, aliviada de que su amiga no estuviera herida.

El dragón de agua restante lanzo un chorro de agua desde su boca hacía las dos, haciendo que ambas saquen sus alas y esquivaran el chorro volando.

-¡Eres molesto!- Grito Akeno, levantando su mano, lanzando un poderoso rayo que deshizo al último dragón de agua restante, igual que al anterior.

Pero no vio como Ingvild, reunió una gran cantidad de agua que surgió de la nada frente suyo, creando una bola de agua que disparo a la velocidad de una bala. La bola de agua hubiera golpeado muy fuerte, si Xenovia no se hubiera puesto delante y cortado en dos.

Pero no fue la única bola de agua que creo. Ingvild comenzó a crear y disparar bolas de agua de gran presión como si fuera una metralleta. Xenovia cortaba todos los que podía, pero eran tantas disparadas a tanta velocidad que no podía mantenerle el ritmo, así que Akeno se puso junto a su amiga y creo un Círculo Mágico como defensa.

Pero el hechizo no duraría, ya que cada bola de agua que golpeaba el círculo, lo agrietaba de a poco hasta formar una notable grieta.

-Yo tendré su atención y tu la atacarás, Xenovia- dijo Akeno, reparando el Círculo Mágico.

La peliazul asintió, pero antes que pusieran en marcha el plan, escucharon un rugido y vieron la sombra de una figura posarse por encima de ellas.

Otro trio de dragones de agua, el doble de grandes que los anteriores, arremetieron contra ellas. Ambas tuvieron que esquivar ágilmente a los dragones para que no quedaran atrapadas, sin contar que Ingvild seguía disparando balas de agua a presión a cada una mientras se elevaba en el aire.

En su lugar, Rokudo sonrió. Había sido difícil controlar mentalmente a la chica por su sangre, pero se pudo. El problema es que para mantener el control mental, el individuo estaba limitado a no poder pelear con todo lo que podría normalmente. Ingvild solo podía pelear con el 50% de sus poder normal. Él podía elevar ese porcentaje al 70%, pero haría que la magia de control mental se debilitara, donde corría el riesgo de que ella empezara a resistirse.

Pero parece que no será necesario. Solo el 50% del poder de Ingvild, más las habilidades de control de agua de su Sacred Gear, están demostrando ser suficientes para mantener a raya a las dos sirvientas de Gremory.

-¡No te distraigas!- Grito Rías, lanzando un hechizo de fuego.

Con un movimiento de brazo, Rokudo disperso las llamas como si fueran una molestia.

Kiba, a gran velocidad, apareció delante de Rokudo y ataco con su espada Sacro-Demoniaca al Demonio, que volvía a esquivar los ataques. Ambos se movieron a grandes velocidades en el aire que para un ojo inexperto, parecían estar en diferentes lugares, pero para un ojo entrenado, era como una especie de danza unilateral.

Lo que más frustraba a Kiba y a Rías, es que podían notar que Rokudo era capaz de moverse a la misma velocidad que el Caballero Gremory sin esfuerzo, lo que indicaba que si quería, podía ser más rápido que Yuuto, pero no lo hacía para burlarse de él, como se demostraba en esa sonrisa ególatra que tenía.

Elevando su aura demoniaca, Rokudo lanzo un poderoso golpe que Kiba bloqueo usando su espada como defensa, pero la fuerza del golpe lo empujo varios metros hacía atrás.

Ahora fue el turno de Irina y Rías, que atacaron con aros de luz y Poder de la Destrucción respectivamente. Rokudo lanzo un rayo purpura de sus manos, impactando en ambos ataques, destruyéndolos.

-¿Eso es todo, clan Gremory? Parece que ni lo intentan- se burlo Rokudo. -¿Acaso no son nada sin el Sekiryuutei?-.

Issei maldijo y trato de ponerse de pie, pero el mareo lo golpeo más fuerte y volvió a caer de rodillas.

-Mierda... ¿no hay nada que puedas hacer, Ddraig?-.

-[No en este caso, socio. La Sacred Gear de esa chica es la debilidad para los dragones y para cualquiera con un Sacred Gear con dragones como tu. Incluso yo estoy comenzando a sentir un zumbido en mi cabeza]- respondió Ddraig.

-¡Rayos!- Issei quiso vomitar por tanto mareo. -A pesar de entrenar tanto, no puedo ni apoyar a la Presidenta...-.

-[Entrenaste tu cuerpo para desbloquear y soportar el Balance Breaker, pero nunca te preparaste para un ataque mental como este]-.

Ddraig no podía culpar a su compañero, o a Tannin por no entrenarlo en este ámbito. Solo una vez se había topado con esta Sacred Gear y fue hace más de mil años, y la magia de control mental era muy rara y difícil de dominar como para que alguien lo intentara con ellos, sobre todo porque no podrían porque aunque Issei fuera controlado mentalmente, él podía sacarlo del control por su conexión. Pero esta Sacred Gear una manera de contrarrestarlos a ambos.

Gasper veía la difícil situación de Issei y una parte de él quería ayudar, pero no sabía como. Le daba miedo pelear y salir herido, pero sabe que no debe tener miedo en este momento. Todos sus amigos luchaban por sus vidas y él estaba aquí, escondido en su caja... era patético.

-Tengo que tener valor. Tengo que ser un hombre, como Mei-san- tomando todo el aire posible, Gasper salió de su caja y comenzó a avanzar hacía el campo de batalla.

-¿Gasper?- Asia miraba sorprendida y preocupada a su amigo travesti acercarse donde todos luchan.

-So-Solo hay que derrotar a la mujer que detiene a Senpai, ¿no? ¡E-Entonces puedo ayudar en eso!- Grito Gasper, corriendo.

¡BOOM!

Una fuerte explosión resonó por el campo de batalla y todos vieron una cortina de humo en el lado donde pelea Rías, seguidamente vieron una figura estrellarse rápidamente contra el suelo, dejando una estela de humo en el paso.

La figura se revelo como Koneko, que tras un ataque mágico de Rokudo que no pudo ver, fue golpeada y mandaba a estrellarse contra el suelo. Al menos pudo quitar a la Presidenta e Irina para que no resultaran dañadas de la explosión.

Intento ponerse de pie para volver a la lucha, pero su cuerpo colapso apenas lo intento.

-¡Koneko-san!- Grito Asia, corriendo hacía su amiga, arrodillándose a su lado y empezando a curarla.

Del lado de Akeno y Xenovia, tampoco era fácil. Ingvild las tenía a rayas con sus ataques mágicos que estaban en sincronía con sus dragones de agua. Akeno trato de eliminar a uno de ellos como un potente rayo como hizo antes, pero estos dragones demostraron ser mucho más resistentes.

Uno de esos dragones lanzo una bomba de agua. En respuesta, Akeno levanto la mano y la bomba se detuvo en el aire, congelándose en hielo y deshaciéndose en escarcha. Xenovia se puso al lado de su amiga, bloqueando un ataque mágico de Ingvild, que la empujo un par de metros hacía atrás.

-Esto no esta funcionando. Solo estamos gastando energía luchando contra estas cosas- dijo Xenovia.

-Parece que su objetivo no es derrotarnos, sino mantenernos ocupadas y esperar a dar el golpe de gracia- dedujo Akeno.

Ambas mujeres vieron como Kiba e Irina daban ataques de espada cronometrados, apoyados en magia por Rías, pero Rokudo fácilmente los despachaba.

-Tenemos que ayudar pronto a la Presidenta- dijo Xenovia. -Yo me encargaré de estos dragones, Akeno. Tu encárgate de esta mujer-.

-¿Estas segura?- Pregunto Akeno, un poco preocupada. Xenovia era fuerte, pero estos dragones de agua demostraban ser más fuertes, e incluso listos, que el trio anterior.

-Por supuesto. Soy la segunda Torre de Rías Gremory. Si no pudiera encargarme de estas cosas, sería una vergüenza- respondió Xenovia con confianza.

Eso le basto para que Akeno le sonriera. -Te lo encargo-.

La pelinegra voló en dirección hacía Ingvild. Los tres dragones de agua fueron hacía ella, pero Xenovia lanzo un corte de energía de Durandal que, para su sorpresa, los dragones esquivaron. Aunque algunos recibieron cortes en zonas del cuerpo, esas zonas se regeneraron al ser de agua.

Los tres feroces dragones ahora tenían su mirada puesta en Xenovia, que no tenía nada de miedo ante estas bestias y se lanzo hacía ellas.

Akeno voló hasta posicionarse justo al frente de su oponente, quien le devolvió la mirada con expresión nula.

-Si que nos has estado ocasionando problemas, ¿no? Déjame devolverte el trato- dijo Akeno. Su aura demoniaca aumento, manifestándose como rayos y chispas alrededor de ella.

Ingvild no respondió, algo que inquieto un poco Akeno, antes de que se diera cuenta de algo raro en su adversaria... y es que, aunque los ojos de Ingvild brillaban de color lavanda por su Sacred Gear, estos... parecían apagados, como si ella no estuviera presente en realidad.

-¿Qué significa esto?- Se pregunto la mitad Ángel Caído, pero no tuvo tiempo de pensar más, ya que su enemiga ataco con un hechizo de hielo que ella esquivo.

Así ambas, en el cielo, comenzaron un combate mágico, lanzándose hechizos y ataques elementales entre si.

Desde su posición en el aire, Rokudo suspiro al ver a Akeno. Esperaba más de la hija de Baraquiel, quien escucho que era uno de los Ángeles Caídos más poderosos de Grigori, pero su hija no parece la gran cosa.

-Si combinara su rayo con Luz Sagrada, le causaría gran daño a Ingvild, aunque sea mitad demonio, pero parece que los informes de los espías que hablaban de que ella no aceptaba su mitad Caída eran ciertos- suspiro. -Que desperdicio de talento- dijo.

Sin voltear, atrapo entre sus dedos la punta de la espada de Irina que iba a su cuello. Irina tiro de su espada sacarla, pero no podía moverla ni un centímetro.

Inmediatamente trato de alejarse, pero Rokudo ya la había atrapado, tomando su cara con una mano, y a una gran velocidad que casi pareció que desaparecía, la estrello contra el suelo.

-Parece que fue demasiado para la "As de Michael"- se burlo Rokudo, retirando su mano, mostrando la expresión de incredulidad y los ojos blancos de Irina, que quedo inconsciente. Debajo de su cabeza comenzó a formarse un charco de sangre. -Pero la alago que no haya muerto de inmediato-.

Unas llamas azules lo golpearon, ocasionando que se levantara una cortina de humo que lo cubrió.

La responsable de aquel ataque fue Koneko, que había sacado sus orejas y cola de gato tras ser curada por Asia. Esta vez, atacaría con todo.

-¿...Eso es todo?- La cortina de humo se despejo, revelando a Rokudo, intacto de aquel ataque. -Ese ataque de Senjutsu fue patético. Creí que tendrías la habilidad de tu hermana, o siquiera un poco de su talento, pero eres una bruta. Aunque no soy quien para juzgar ese lado-.

Koneko se molesto con esa comparación con su hermana. Antes de que se lanzara hacía Rokudo, Kiba lo ataco por la espalda, siendo su golpe evadido a último segundo por el hermano de Shalba.

Kiba volvió atacarlo, pero esta vez, Rokudo atrapo la punta de su espada entre sus dedos, igual que lo hizo con Irina. Kiba, con la habilidad de su Sacred Gear, creo una copia de su espada sacro-demoníaca en su otra mano y lanzo un golpe, pero Rokudo atrapo su muñeca antes que el filo de la espada lo tocara.

-¡Aun no!- Sin rendirse, Kiba creo una tercera espada frente a su boca, sujetando el mango entre sus dientes. Agito la cabeza, moviendo el filo hacía la cara de su enemigo, quien, con sus manos sujetando las suyas, no podría detener este corte.

Pero sus ojos se abrió desmesuradamente de sorpresa al ver a Rokudo, atrapar el filo de su espada, ¡con sus propios dientes! Aun con la espada en su boca, se podía notar la sonrisa que tenía el Demonio.

Pero aunque sus ataques no conectaron, Yuuto logro el objetivo que quería.

Rías había aprovechado la distracción de su Caballero para tomar a Irina y llevarla con Asia, quien inmediatamente comenzó a curar a la chica en la zona de la cabeza para evitar que muera.

-Koneko, ¿puedo pedirte que tu y Kiba se ocupen de Rokudo por un momento?- Le pregunto Rías a su Torre.

-¿Por que?- Pregunto la peliblanca.

-Odio admitirlo, pero ese sujeto solo esta jugando con nosotros. A este paso, nos matara- comento la pelirroja, en su voz se podía notar la frustración, y un poco de temor bien ocultado. -Y no puedo dejar que este sujeto lastime a Asia, ya que ella es la única que puede curarnos. Ustedes atáquenlo mientras los apoyo con mi magia. Después, vuelvan para que Asia los cure y seguir así-.

-Entendido- asintió la Nekomata, de acuerdo con el plan. Tampoco es que tuvieran muchas opciones.
..............................................

Xenovia fue empujada por un disparo a presión de agua de uno de los dragones que ella bloqueo con su espada, pero el segundo de ellos la embistió, clavando sus colmillos en el estomago de la chica. Xenovia grito de dolor, pero se trago ese dolor, y con Durandal en mano y uno de los dragones tan cerca, le corto la cabeza, haciendo que se deshiciera antes de estrellarla contra el suelo.

Su sangre goteo de los dos agujeros en su estomago que le hizo. Concentrándose para alejar el dolor a segundo plano, Xenovia se enfoco en la energía Sagrada de Durandal y la expandió por todo su cuerpo.

Segundos después, la sangre dejo de gotear y los agujeros se cerraron.

Ese fue un truco que le enseño Vasco Strada en su entrenamiento. Podía canalizar la energía Sagrada de Durandal hacía si misma para curar heridas. Al inicio le costo, pero pudo lograr usar esa habilidad al final del entrenamiento sin dificultades. Era una habilidad muy beneficiosa en el campo de batalla y que ella nunca hubiera descubierto sin la guía de Strada.

Los otros dos dragones de agua que quedaban se lanzaron hacía ella. Xenovia no tenía tiempo para esquivarlos, así que decidió atacarlos para defenderse.

Pero antes de un choque, los dos dragones fueron cubiertos por un aura purpura y se congelaron.

-¿Eh?- La peliazul miro confundida a las dos bestias.

-¡Xenovia-Senpai!- La segunda Torre miro hacía abajo, viendo a Gasper, cuyos ojos brillaba. -¡Ataque, ahora!-.

Gasper había querido ayudar inicialmente a Akeno contra esa mujer, pero no pudo ignorar a Xenovia y quiso ayudar, así que uso su Sacred Gear para detener a los dos dragones de agua en el tiempo.

-No necesitaba tu ayuda, ¡pero aun así, gracias Gasper!- Dijo Xenovia.

Y un par de movimientos después, los dos dragones de agua fueron cortados en pedazos y se deshicieron.

-Resultaron mucho más complicados de lo esperado...- suspiro, un poco cansada. Alzo la mirada, viendo el destello de luces.

Ingvild y Akeno estaban luchando, lanzándose ataques mágicos. La lucha le recordó a la Sacerdotisa del Rayo la pelea que tuvo con la Reina de Raiser en el Rating Game, pero esta vez, la lucha era más difícil, ya que podía sentir como su enemiga era más poderosa que Yubellula... lo peor era que, Akeno sentía que su enemiga tenía mucho más poder guardado, pero que por alguna razón no lo usaba. Esta mujer era cada vez más extraña.

-¡Trueno!- Cayéndole un trueno a los dedos, Akeno lanzo su ataque hacía Ingvild, quien lo bloqueo con un Círculo Mágico con facilidad. -En ese caso...-.

Lanzo un segundo trueno, seguido por un tercero que golpeo el segundo en cuanto hizo contacto, explotando ambos, creando una cortina de humo que cubrió a Ingvild.

La chica, aun hipnotizada, se puso en guardia, sabiendo que su enemigo hizo este truco para atacarla por sorpresa. Los segundos pasaron, y la chica vio un rayo dirigirse hacía ella, esquivándolo por un pelo, y contraatacando con una bala de agua que golpeo a su enemiga.

La velocidad de la bala de agua despejo parte del humo, permitiendo a Ingvild ver como Akeno era golpeada, pero tras unos segundos de recibir el ataque, se desvaneció en partículas mágicas.

Los ojos de la Mitad Demonio hipnotizada se abrieron al comprender lo que hizo: no golpeo a la verdadera Akeno, ¡sino a una ilusión de hecha hecha de magia!

-¡Oye, idiota!- A esa voz, Ingvild alzaría su cabeza, viendo que la Reina Gremory había creado un carnero hecho de rayos. -¡Toma esto! ¡Relámpago Aries!-.

El carnero hecho de electricidad fue contra su enemiga a la velocidad del trueno. El cuerpo de Ingvild reacciono en automático; creo un Círculo Mágico del doble de su tamaño como escudo, al no tener la oportunidad de esquivarlo por lo rápido que venía.

Los cuernos del carnero golpearon con fuerza el escudo mágico, generando presión en Ingvild, quien por primera vez, la expresión de su rostro denoto algo de esfuerzo por resistir el ataque.

-Y aquí gano- Akeno chasqueo los dedos, y un segundo después, el carnero exploto. La explosión que se genero fue del tamaño de la mitad de una cancha de fútbol. -Si que fue difícil- suspiro agotada.

El Relámpago de Aries era una técnica que había desarrollado durante el mes de entrenamiento, donde, entre las diferentes cosas que aprendió, fue mejorar enormemente su manipulación del rayo, al punto de poder crear figuras de ese elemento.

Y por el nombre y la figura de carnero, era obvio inferir en quien se inspiro para crear la técnica.

Los pensamientos de Akeno se interrumpieron al ver salir del humo a Ingvild. La explosión la había dañado, como lo mostraban los rasguños y moretones por todo su cuerpo, así como parte de su vestido rasgado, pero no se veía herida de gravedad o que le faltaran energías.

-¿Lo soporto? ¿Pero quien diablos es?- Se pregunto Akeno. El ataque que lanzo hubiera sido suficiente para derrotar a un Demonio de Clase Alta de recibirlo de lleno. Esta persona no era un simple Mitad Demonio con una Sacred Gear ventajosa.

-A..Ayu...- por primera vez, un sonido salió de los labios de la pelimorada. Parecía estar tratando de formar una palabra. -Ayu...da-.

Akeno abrió aun más los ojos al escuchar esa palabra. Además de que, notar por unos segundos que los ojos apagados de Ingvild, parecían cobrar un brillo de vida.

-¡No te olvides de mi!-.

Xenovia se alzo por encima de Ingvild, con Durandal alzada y tomada con ambas manos, lista para ser usada. La Mitad Demonio giro hacía arriba, convocando y disparando un chorro de agua desde sus manos como defensa, pero Durandal corto el ataque en dos con un corte, y girando, Xenovia lanzo un segundo corte que golpeo lateralmente a Ingvild.

El corte se formo desde debajo de los senos hasta el hombro izquierdo de Ingvild. Un segundo después, la sangre se derramo y salpico, manchando un poco la cara y ropas de Xenovia, que veía como su enemiga caía al suelo. Con la velocidad a la que caía y la altura a la que estaban, moriría.

El brillo lavanda que había cubierto el campo en donde ellas luchaban desapareció, junto con las partículas.

-Un problema menos- se dijo Xenovia, contenta con el resultado, limpiándose la sangre de la cara.

Pero vería algo que la dejo confundida: Akeno voló en picada, en dirección a donde caía su enemiga. La pelinegra convocaría un Círculo Mágico verde debajo de Ingvild, del cual saldría un tornado que la atrapo y la hizo caer suavemente hasta dejarla en el suelo.

Akeno aterrizo y tomo a la chica en brazos, despegando el vuelo de nuevo, en dirección a Asia, que no estaba muy lejos.

-Akeno. ¿Qué estas haciendo?- Pregunto Xenovia confundida, siguiéndola.

-Hay que llevar a esta chica a Asia. No debe morir- respondió Akeno.

-¿Pero porque? Es nuestra enemiga-.

-No puedo explicarlo, pero siento que no lo es en realidad. Es solo un presentimiento, pero te pido que confíes en mi, Xenovia-.

Aun sin entender, Xenovia asintió. No tenía motivos para dudar de Akeno y aunque su acción la confundía, creería en ella.

Ambas chicas llegaron con Asia, que seguía curando a Irina. Gasper se había movido para estar junto con Issei, que recién comenzaba a recuperar los sentidos. Asia, al ver a alguien herido, aunque su enemigo, dejo de atender a Irina, que había dejado de sangrar, para atender a Ingvild.

Una explosión que creo una onda de impacto se vio más adelante. Kiba y Koneko saltaron y retrocedieron, ambos jadeaban por aire y tenían varias heridas por sus cuerpos.

Rías lanzo estalactitas de hielo que convoco de Círculos Mágicos. Rokudo destruyo cada estalactita que se le lanzo con solo sus puños.

El descendiente de Beelzebub se acerco con aire arrogante hacía ellos, pero se detuvo al notar a Ingvild, inconsciente, en los brazos de la Reina Gremory, siendo curada por su Obispo.

-Así que derrotaron a Ingvild, ¿eh? Parece que no son tan incompetentes. Al menos esas dos no- comento casualmente el Demonio de pelo castaño, señalando a Xenovia y Akeno. -Significa que el Sekiryuutei se unirá pronto, y será molesto si todos me atacan a la vez. En ese caso...- alzo ambas manos al aire.

Todos ensancharon lentamente sus ojos con horror cuando una enorme cantidad de Círculos Mágicos verdes con el símbolo del Clan Beelzebub cubrieron todo el lugar. Eran cientos de Círculos Mágicos. Imposibles de contar solo con la mirada. Y todo estaban ubicados en el cielo, en el aire y en la tierra misma.

Los círculos comenzaron a emanar una luz morada que comenzó a cubrir todo el sitio y aumentaba de intensidad a cada segundo, al igual que la sonrisa del Demonio.

-¡Los eliminaré a todos de una vez!-.

Todos reaccionaron rápidamente.

Rías y Akeno crearon varios Círculos Mágicos del tipo defensivo, los más fuertes que conocían, alrededor de todos ellos. Koneko y Xenovia cubrieron a Asia y los cuerpo de Irina e Ingvild. Kiba clavo su espada en el suelo y surgieron una gran cantidad de espadas que cubrió a todos por completo como si fuera un muro.

Issei, que había recuperado los sentidos lo suficiente para ver la luz y notar el peligro que se avecinaba, activo su Balance Breaker y cubrió a Gasper con su cuerpo para protegerlo.

Un domo de espadas también los cubrió a ellos.

Después de que la luz de los Círculos Mágicos se volviera más intensa, al punto de cegar el lugar de la dimensión por completo, se escucharon las siguientes palabras de Rokudo:

-¡No me decepcionen, Clan Gremory!-.

¡BOOOOOOOM!

Una gran explosión que sacudió la dimensión entera sucedió, seguido por una gran cantidad de tierra, polvo y escombros que volaron a cualquier parte.

No fue solo una gran explosión, sino múltiples explosiones que se activaron al mismo tiempo, uniéndose y generando una explosión masiva. La potencia de dicha explosión equivaldría a la de una bomba nuclear.

Durante algunos minutos, las explosiones fue el único sonido que se escucho, hasta que finalmente se apaciguaron, al mismo tiempo que los pocos escombros que quedaban caían al suelo, y la tierra dejaba de avanzar.

El consecuente de ese devastador ataque fue una enorme cortina de polvo que había dejado a todos completamente ciegos, si es que alguien había sobrevivido a esa explosión.

Cosa que, milagrosamente, si paso.

-¡¿Están bien?!- Grito fuertemente Issei, poniéndose de pie. Su figura fue rebelada, viéndose con su armadura carmesí expuesta, a excepción de su casco.

Increíblemente, la barrera de espadas y su armadura había sido suficiente para protegerlos a él y a Gasper de toda esa explosión, aunque el Dhampiro quedo inconsciente. Él tampoco salió ileso. Su armadura estaba muy dañada con varias grietas y sangre caía por el costado izquierdo de su rostro y tenía rasguños en la cara.

Pero aparte de eso, parecía estar perfectamente bien, lo que demostraba cuan resistente se había vuelto su armadura a comparación de cuando peleo contra Raiser.

-Si- declaro Rías, viendo que ella y Akeno, aparte de algunos rasguños y sus ropas rasgadas, estaban en perfecto estado. -Pero los demás...-.

Kiba estaba tirado el en suelo hecho un ovillo, sangrando de su rostro y su mano derecha. Xenovia y Koneko estaban solo con rasguños, pero a ambas se le notaba que no tenían aire. Asia también estaba ilesa, gracias a la protección de todas, al igual que los cuerpos de las dos chicas inconscientes.

-¡Yuuto!- Grito Rías, acercándose hacía su sirviente, viendo el estado en el que estaba. -Por el Satán...-.

-¡Kiba-san!- Asia, tras asegurarse que la herida de Ingvild estaba cerrada y su vida ya no corría peligro, se acerco rápidamente al espadachín rubio para empezar a curarlo.

Akeno se puso de pie, viendo a su alrededor. El campo desértico al que fueron traídos, de alguna manera se veía más desértico que antes.

-Impresionante-.

Todos alzaron la mirada, viendo a Rokudo descender lentamente hasta el suelo, ocultando sus alas de Demonio. No tenía ningún rasguño o rastro de polvo.

-Esperaba que todos sobrevivieran, pero creí que saldrían más heridos, o que al menos la mitad del clan quedara incapacitado Superaron mis expectativas. Mis felicitaciones al Gobernante Azazel y a los Caballeros de Athena por entrenarlos muy bien-.

Rías y los demás quedaron congelados al ver a Rokudo. No porque estaba ileso, algo que esperaban, sino que ni siquiera parecía agotado por la gran magnitud del ataque que lanzo. Un ataque que hubiera podido destruir una ciudad del tamaño de Kuoh.

-Ni siquiera le tomo un segundo preparar el ataque...-.

-Es mucho más fuerte que Kokabiel ...-.

Akeno y Xenovia verbalizaron lo que todos pensaban en estos momentos.

-Claro que soy más fuerte que Kokabiel. Mucho más fuerte que ese cuervo arrogante- declaro Rokudo. -¿Ahora ven la diferencia entre ustedes, y un verdadero descendiente de un Maou, que tiene experiencia y ha entrenado? La diferencia es como el cielo y la tierra-.

Sus palabras pesaron en la mente de todos. Rokudo ya había demostrado ser diferente a los descendientes anteriores que enfrentaron. Ellos eran muy arrogantes y se creían superiores por ser los descendientes de sangre de los primeros Reyes Demonio, y por tener el poder de Ophis; pero Rokudo, habiendo entrenado sus habilidades al máximo, y sin una serpiente de Ophis, demostró ser mucho más fuerte que ellos con pocos movimientos.

¿Esta era la capacidad de un verdadero heredero de sangre que ha entrenado? ¿Acaso alguno de ellos podía alcanzar ese potencial si entrenaban? Esa última puede que sea una pregunta sin respuesta, ya que parece que no sobrevivirán.

-¡Vete a la mierda!-.

Las miradas de todos se fijaron en Issei, que se acerco hasta sus amigos y dejo suavemente a Gasper en el suelo.

-Puede que seas el enemigo más fuerte al que nos hayamos enfrentado, ¡pero eres tan arrogante como todos los demás!-.

-Pero a diferencia de esos idiotas, es una arrogancia bien ganada- respondió Rokudo.

-Tal vez, ¡pero si crees que eso me asustara, te equivocas!-.

-¿Oh?- Rokudo alzo ambas cejas, mirando interesado a Issei, viendo como su armadura brillaba de un tono carmesí y reparaba todas las zonas dañadas, quedando como nueva. -¿Y que harás al respecto?-.

-Issei, ¿qué estas haciendo?- Pregunto Rías, preocupada de que su Peón hiciera una imprudencia.

Qué era exactamente lo que estaba haciendo.

-¿No es obvio? ¡Le voy a dar una paliza a este tipo!-.
.............................................

N/A: Y hasta aquí el capítulo, que fue más largo que el anterior, como les prometí.

El capítulo fue de batalla, del grupo Gremory enfrentando a Rokudo y a Ingvild Leviathan, aunque aun no saben que es una Leviathan.

El capítulo de hoy fue para darle protagonismo de batalla al clan Gremory, que fue dejado de lado últimamente y aquí tienen su momento protagonico. También sirvió para demostrar lo avanzados que están a comparación del anime, aunque creo que en quienes más se noto fue en Xenovia y Gasper.

En Xenovia, por el mejor control de la energía que tiene de Durandal, al haber sido entrenada por Vasco personalmente, y Gasper, que tuvo una mejora en valor, ya que salió ayudar a Xenovia.

Y ahora el siguiente capítulo será de mayor protagonismo a Issei, teniendo una pelea a puño limpio. ¿Cómo creen que le ira?

Por supuesto, no peleará solo. Rías y los demás no están derrotados todavía.

Sin nada más que decir me despido. Visiten y comenten el resto de mis historias por favor. ¡CHAO!

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