Había pasado sus meses restantes de su embarazo con su alfa, pues su alfa prefirió pasarlos junto a su omega. Trabaja desde casa, pues no quiso poner en peligro la de vida de Namjoon como también la de sus hijos.
Las sesiones de sexo nunca terminaron pues habían consultado al doctor porque Namjoon siempre estaba necesitado de sexo, el doctor les había dicho que era normal lo de tener sexo, pues eran las hormonas alborotadas del embarazo.
En noveno mes del embarazo en pleno de una sesión de un caliente y húmedo sexo, Namjoon rompió fuente dando aviso de que sus bebés querían salir, el alfa al ver el problema de Nam, de lo asustado terminó llamando a Taehyung avisándole que sus sobrinos venían en camino.
Taehyung por poco mataba al alfa, por ser un bruto al no tener cuidado con el estado de gestación de su hermanito. Los bebés habían nacido sanos y saludables cosa que agradecía Namjoon.
Para el colmo de Nam, los gemelos se parecían más a Yoongi que a él que los había llevado nueve meses, sacando nada más unos pocos parentescos a su mami Namjoon, sus labios abultados, sus ojos y su característica cabellera rubia de Namjoon.
El tiempo había pasado súper rápido que los padres primerizos no se habían dado cuenta que sus gemelos ya tenían un añito, escuchando sus primeras palabras que en realidad lo único que salían de sus rechonchos labios eran balbuceos sin sentido.
En esencia el plan había sido bueno, pero justo ahora Namjoon podía pensar una sola razón por la que esto le había parecido remotamente una buena idea.
Después de pasar su celo y tras haber superado juntos un poco del posesivo actuar del alfa ambos consideraron prudente en salir a una cita; hace tiempo que ambos no tenían algo como eso. Rodeados de estrés, trabajo en la empresa y los bebés, considerar tener algo privado estaba muy al fondo en su lista de prioridades, hasta que surgió esto.
Una de las principales razones por las que no salían juntos o con sus hijos no era más que la continua necesidad obvia de los bebés por comer, ingratos por supuesto que no, o no, ellos pedían por el pecho de su mami Nam y nadie aquí les estaba negando nada. Al ser hijos de un hombre Omega, naturalmente necesitaban más cuidados y entre los muchos hallazgos que el ser humano había logrado hasta la fecha, se había encontrado que el comer de más era uno de esos cuidados extra que necesitaban sumándole el metabolismo de super soldado que habían heredado de su padre, los bebés eran MUY demandantes como Yoongi lo era.
Pero tanto como Kim Namjoon como Min Yoongi habían apoyado la ola pro derechos Omega, y una de las luchas (que, dicho sea de paso, consideraban parte de las más absurdas, liderando la lista. <<¿Por-qué-demonios-se-sigue-teniendo-un-jodido-problema-con-esto-si-estamos-en-el-siglo-XXI?>> después de que un Omega no enlazado también tiene derecho a abrirse una cuenta en el banco) era, el poder amamantar en la vía pública. Eso y la emblemática frase ''Si tanto les molesta, que miren a otro lado'' dicha por el mismísimo Min Yoongi los llevó a la discusión que los había llevado a este momento.
Pues el paso de los años los Omegas macho tenían menos derechos que las mujeres Omegas sufriendo maltrato, y negándoles sus derechos como todo cuidadano en Seúl cosa que Namjoon había pasado por lo mismo, al no dejarlo entrar a un simple maldito centro comercial, pero como era Omega de uno de los mejores abogados de Corea, lo dejaron entrar, por la posición económica de su Alfa, algo que Namjoon y Yoongi consideraban injusto.
Según Yoongi era como sumar 2+2. La ciudad era su deber cívico demostrar que creían en lo que decían, y algo tan natural como dar de comer a sus hijos no iba a ser impedimento para que ambos tuvieran una hermosa velada.
Namjoon conocía las lagunas en las frases publicitarias para buscar una aprobación general y decir ''mira hacia otro lado'' era más fácil decir que hacer. Y él conocía lo suficiente a su esposo como para saber que, en el caso más inofensivo que sería recibir una mala cara, Yoongi no le pediría permiso a su deber cívico para ir a golpear al atrevido.
O en un caso más absurdo, no confiaba en que la gente no fuera la representación en persona de lo que todos los anti-derechos alegaban en sus pancartas ''levantan libido en zona pública''; porque precisamente controlar lo posesivo y territorial del alfa era lo que habían estado intentando hacer desde que pasó el celo postparto de Nam. Porque si le preguntan a Nam incluir a los niños era un total ''No-NO''
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Pero aquí estaban, toda la familia Min Kim en un restaurante esperando la cena. Yoongi actuaba como si todo estuviera bajo control, Nam sentía que tenía una bomba del tiempo en sus manos.
Los bebés estaban de lo más tranquilos porque habían comido antes de salir de la torre, el Omega los había arrullado y se veían con indicios de querer dormir. Si la suerte estaba de su lado, los bebés dormirían la mayor parte de la velada y todo pasaría sin inconvenientes, pero ninguno tenía tanta suerte.
El mesero llegó, un puberto lleno de granos y tan torpe como parecía chocó la porcelana con las copas haciendo un estruendo que logró asustar a los cachorros y Namjoon tuvo que morderse la lengua para evitar decir (un lo siento no arregla nada) cuando el joven desesperado pidió disculpas.
Nam saltó en su lugar cuando la mano de Yoongi lo alcanzó.
-¿Amor?-le habló Yoongi con dulzura- ¿todo en orden?-
El rubio buscó en los ojos de su pareja alguna pisca de miedo, inseguridad o una simple señal de que pensaba que esto no era una mala idea en letras mayúsculas, pero no fue así. El alfa lo miraba tranquilo, amoroso y paciente, como lo había hecho desde la primera vez que habían arreglado su matrimonio. Yoongi estaba seguro, y puede ser la mala suerte de Nam la que va a velocidad de la luz imaginando el peor escenario, pero ni sintiendo el toque, la voz y la mirada tranquilizadora de su esposo, Nam no pudo encontrar paz.
-Y-yo...-
Y como si hubiera aplastado un botón, uno de los bebés comenzó a llorar.
Yoongi sonrió.
-Tal vez es su pañal, a veces me sorprende lo conectado que estás con ellos, pueden sentir tu incomodidad..-dijo Yoongi en tono amoroso mientras buscaba en la bolsa el cambio y estiraba la mano pidiendo de manera silenciosa ser quien atienda al bebé.
Pero el bebé no ocupaba cambio. Y fue cuando Yoongi paso saliva.
Díganles especiales, pero los hijos Min-Kim no bebían del biberón. No habían encontrado sobre la faz de la tierra una mamila que ambos o aunque uno de ellos soporte y aunque Nam estaba trabajando en ello, aún no había manera de alimentarlos que no fuera directo del pecho del Omega.
Namjoon tomó lo más tranquilo que pudo a su bebé y lo colocó contra su pecho que no tardó en subir para facilitar el trabajo a mami.
-¿Qué tal el corte?-preguntó el Omega a su esposo que no despegaba la vista de los labios regordetes de su hijo comiendo con avidez.
El pequeño Omega sabía en su corazón que no era hipocresía lo que tenía Yoongi, mucho antes de ser esposos habían trabajado con varios Omegas con cachorros que habían tenido la necesidad de alimentar a sus bebés sin ningún efecto. La única persona que despertaba ese comportamiento salvaje era Namjoon y su sensual piel lechosa que invitaba a comer, según palabras de Yoongi. Por eso cuando dijo lo que dijo a favor de los Omegas lo dijo desde la ignorancia; y cuando insistió por ir a comer juntos con esto en riesgo lo dijo desde su terquedad. Ambas muy malas compañeras, viviendo en Corea del Sur, un país visto como perfecto.
-Delicioso-dijo sin siquiera probar bocado, que le dispararan a Nam sino conocía a su esposo.
-Yoongi, concéntrate, solo es la cena-
-Por supuesto-respondió en automático lamiéndose los labios sin despegar la vista del pecho con Namjoon. Sorprendiéndose por el tamaño de los pechos de su Omega, pues había crecido a la comparación cuando no tenía a quien lactar.
El abogado abrió la boca cuando un hipido de su bebé lo distrajo, ya estaba lleno y Nam se había librado de un problema, el otro seguí dormitado.
Cuando el Omega cubrió su pecho un hombre en la mesa de al lado hizo un ruido de incomodidad. Ambos voltearon, pero como no había indicio de nada lo dejaron pasar.
Cuando el otro bebé comenzó a quejarse, ambos padres supieron como actuar y todo iba sobre ruedas, sino fuera por un ruido molesto. En esta ocasión el hombre dejó de lado la discreción y sus ruidos de morbo no pasaron inadvertidos para nadie. Namjoon estaba pensando como abordar el asunto cuando un gruñido gutural salió de la garganta de su esposo.
Los ojos de Yoongi pasaron del hermoso negro suave a un negro salvaje en su totalidad. Una mirada asesina, salvaje que iba del hombre a Nam, como buscando opciones para su actuar. El Omega supo que en esos momentos la presencia de sus hijos no era un tranquilizante sino todo lo contrario, así que era cuestión de segundos.
Dio dos golpes a la muñeca del alfa para que se acercara a su cuello, era su esencia tranquilizante que lo aturdió lo suficiente como evitar irse contra los alfas (policías) que entraron al lugar a aprender al hombre que estaba haciendo actos de exhibicionismo.
Tomo a Yoongi y a sus hijos para llevarlos a la puerta trasera mientras decía- Somos my indulgentes con ustedes por permitir esta falta de respeto.
Nadie vio como apenas cruzaron la puerta, Yoongi succionaba su pecho tratando de calmarse.
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Las feromonas de Yoongi llenaban por completo el espacio del auto mezcladas con las que el mismo de Namjoon emitía en consecuencia por su alfa. Yoongi no se cansaba de recorrer su cuerpo con sus manos mientras su boca no se despegaba del pecho del Omega. Todo esto mientras sus cachorros descansaban inocentes en su silla apartados de lo que hacían sus progenitores.
Viernes había sido tan oportuna de mandarles un auto y fue solo cuestión de tiempo para que Namjoon uniera dos pensamientos coherentes mientras su alfa lo marcaba para arrastrarlos a todos a la seguridad del espacioso vehículo para dirigirse de regreso a casa.
Yoongi estaba perdido. Las feromonas que le había lanzando por su repulsor solo habían desviado su irá y sentimiento de destrucción hacia el intruso, a un libido alto y necesidad de reclamar a su pareja. Esto fue un completo retroceso en su plan de controlar el instinto como Alfa de Yoongi (cosa que no sería problema si el hombre no hubiera sido modificado con las feromonas de Namjoon, pero ¡Hey! nadie pensó en ese efecto secundario, o en todo caso lo dejaron como <<problema para su futuro Omega>>) pero Nam podía lidiar con un caliente Yoongi mejor que con un abogado arrogante gracias por su consideración.
Probablemente mañana avergonzaría a su esposo recordándole que casi hicieron exhibicionismo público porque ''no pudo controlarse'' pero justo ahora estaba más ocupado en abrir más las piernas para que el ángulo fuera mucho mejor.
-Si~, justo ahí ~, Yoon~ -
Todo era húmedo, caliente y desordenado, parecía más que estaban compartiendo un celo de Nam que haciéndolo fuera de esa época, pero podían culpar a las feromonas de su antiguo celo que acaba de terminar. Fue un movimiento arriesgado, jamás lo habían usado antes, pero, de nuevo, fue lo que consideró más prudente. y justo ahora su Omega lo agradecía porque amaba sentir la presión del miembro de su alfa en su interior.
Le gustaría decir que duraron, pero el nudo de Yoongi llegó pronto, justo a tiempo cuando tocaba su próstata sin piedad y su mente se redujo a papilla por la sobreestimulación de sus zonas sensibles que el pelinegro tocaba como experto.
Cuando el Alfa salió de su cuerpo, notaron que estaban justo en el estacionamiento del restaurante a solo unos pasos del ascensor privado para llegar por fin a casa.
Viernes merecía un premio.
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-Así que...¿indulgentes?-
Jungkook jugaba con uno de los cachorros mientras Yoongi miraba avergonzado detrás de los monitores. El restaurante les había mandado comida para toda una semana como muestra de arrepentimiento por su falta de cuidado, agradeciendo ''la indulgencia'' de la pareja.
Aunque si Nam tenía algo que decir, fue el mismo restaurante quien facilitó las cosas manejando todo con discreción y borrando todo rastro de algún posible comportamiento extraño de parte de los dos.
-Ya sabes, indulgente es mi segundo nombre, bondadoso es el de Yoongi.
Jungkook y Hobi lo miraron como siempre, con esa mirada que decía saber más de lo que demostraba.
A pesar de todo, Nam considero este viaje familiar como como un éxito, a pesar que su matrimonio se había roto por una supuesta infidelidad, que una loca Omega obsesionada con la polla de Yoongi, los había hecho sufrir.
Namjoon sonrió de la nada al recordar como comenzó y como terminó.
-¿Por qué sonríes amos?-preguntó su alfa cargando entre sus brazos a la pequeña niña de dos años, hija de Jimin y Taehyung
-Sonrió, porque recuerdo como te conocí, y por todo lo que tuvimos que pasar para ser felices-Namjoon besa los labios de Yoongi, abrazándolo junto con la bebé
-Amor, quiero una niña-Yoongi dice de repente después de terminar el beso- cállate, no digas bobadas, después no te vayas a quejar que no te doy amor-
Todos compartían sonrisas y momentos alegres, todos tenían su propia familia, Jimin y Taehyung tenían una hermosa niña, Hobi esperaba con ansias su primer bebé teniendo siete meses y Jungkook explotaba de la emoción.
FIN