En los silenciosos cuartos beben los deshielos
Hechos de carne
Hechos de sal
Hechos de silencio fatal
Que agobian hasta el ocaso
Perdido en la parte de mi mismo
En mi otra agonia
La extraña rabia que en mí crece.
No entiendo esto.
Que me come, me apaga.
Y se muere dentro de mi angustia.
2024
Inquietos.
Otra luz.
De mil hojas
Y los ojos
Que se vuelven una mirada, Un espejo arrepentido
De otro paso, de otra voz.
Creada, sufrida, perdida
Ahogada de penurias
De casualidades fatales.
No hay azar incognoscente.
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Finitud.
Señor.
No le importo a nadie.
Quiero desprotegerme bajo este caudal roto, trágico, de sutilezas y errores.
Señor. Déjame bajo el absurdo de la agonía sin resquemores
Memoria colectiva es solo un pasado de la muerte individual
Donde los insectos duermen
Tapadas bajo la sombra de mi miedo
Sur. Viento llamativo que todo lo conduce.
Y los objetos se hacen polvo.
Cambiar el trágico laberinto
Hecho de dientes y bocas rojizas entre los ladrillos
Asomados por entre las ventanas
Viven los soles de un universo creciente
Hecho de rumiantes silencios.
Desaparecerme.
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Llevame al otro lado del poema donde las certezas son llaves.
Y la música quema como las flores.
Donde lo dormido
Repta bajo las ausencias que son noches, que son días.
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Perdidos sobre una multitud de partes iguales, con sus diversiones, sus escudos caminantes y sus pasos de penumbras.
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Al creador.
Creador.
Perdida fue su desdicha de pájaro
Que interpretó de otro modo las lluvias
Los misterios que hablan
Con el lenguaje desnudo de la muerte.
Creador.
Infame fue su última voluntad
Sin vacio del misterio
Trágico. Son otras las voces que acallan
Y luego reprimen lo deseado
Agobiado de nuevas pesadumbres
Creador.
Dame un sentido.
En otro momento de la noche.
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Dispersión.
Yo perdería el eco de tu sombra para reencontrar otros símbolos feroces
Tallados con la simple matemática de un hacedor.
Rayana de trágicos errores
Hechos con la sed.
De insomnios, locuras y noches,
Este no es el camino.
Este no es el momento.
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Hermana.
Vives solitaria en tus pilares de concreto
Iluminada por el sínodo cambiante
De bulliciosas esperanzas dulces
Tragedia de tu voz
Media vida incognoscente
Trascendente luz epistolar
Fabricada de bajas sombras
Mi rostro
Ya no es mi cara.
Ya no existe
Permanecer
Sin piel
En lo posible.
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Congojas de las nubes.
El rey rojo se vistió con su sucia corona desnuda de dorado cartón festivo
Y exigió tributos al barro y a la jaula de pájaros ciegos
Donde la lluvia reapareció enamorada
Carnivora, fascinante de sí misma
Como un espejo sin ojos
Que se nutre sin permanencia.
Sin alas. Sin Escalas.
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13 horas.
Nadie recuerda
Nadie recuerda la voz desollada del Nórdico
Que nadó como una música en el encierro crujiente de la batalla.
Nadie recuerda
Un par de zapatos duros, escondidos como una montaña.
Nadie recuerda
El deseo soñado sin hacerse
Pero que es sueño de ataduras
De esclavos, de vacíos hechos con la carne
De una cerradura
Nadie recuerda
El ladrido de los naipes bajo una lluvia fracasada
Entre disparos y Tahúres.
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Catástrofe de luces melancólicas
Que no pertenecen a este agrio mundo
Yo no entiendo de las luces que se interpretan en uno de mis remedios
Sentir el no deseo crecer en mi interior.
En formas de nadas deshechas
De conceptos irreversibles que no anidan
En la nada.
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Perros negros, Lobos que duermen.
Vives engañado en el monolito ojo de un muerto
Incandescente, afiebrado, real, de eternas inquietudes marchitadas. Hechas con la carne de tus enemigos frescos.
A tiempo desestimado de una marcha rabiosa
Radiante de viejos honores
Pasea con sus orquideas llemas de manos de sol
Obscenas, remotas, Amuralladas
Esperana agobiada
Donde desnuda y mentirosa
Como la fama de una vejez sangrienta
En un juego incestuoso
De castos apetitos bloqueados
Por la manifiesta señal de la podredumbre
Singular cortejo
Son desmayos de la muralla del viento
Que piensan lo pensado
En la corona de una Estuardo Muerta.
2024.
...............
Un solo lado de la mano abierta
No bebes tu sangre
No lees el libro difuminado
Con espejos tatuados
Bajo un perfume de palabras inauditas.
2024.
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Para Gretel.
Abedul
Rezo tus palabras
En idiomas repetitivos
Que atraen a la espantada muchedumbre
Abedul
Tienes el orgullo de una moneda nueva
Asqueada por la escalera hecha de voces.
Abedul
Muerdes la mano amiga para edificar a tu rencorosa conciencia
Que entiende de gritos purificados
En la sombra de las muchachas.
......................... 2024
Las incorrectas.
Desvelos perfumados
Besaron a la última enamorada
De vientos hechos de luces
Pensados en el jardín inexistente
Sin presentarse al vacío
Tu voz huele a la incierta tragedia
Petrificadas en espaldas
Tu voz huele a la incierta tragedia
Que no es de tu acérrimo mundo
Galopante con pies pequeños
Restos de espejos debaten sus filosofías
Y recurres al tintero evasivo de tu ausencia
Para que los otros se contenten.
...................... 2024
Lo irse.
Aseguras un nido esplendido
Que el pájaro acunó con las espinas rojas
Que la muerte separó en su fugitivo llanto de niño
Realzado bajo el humo de las inexorables bibliotecas.
....................
Obsequiale la mano a lo simple
Que pronto un corte creyente
Desplomará el viso ausente.
2024.
..........................
Dionisiaco espanto
Miró a lo otro
Par recalcar la mirada de su sustitución.
........................ 2024
Agotadas las flores del abismo
Empapan los deseos que fluyen solitarios
Bajo el peso de una estrella inconsciente.
No existen las ancianas determinaciones
Siente la ansiosa naturalidad
De los desvanecidos silencios
Que lo envuelven, que lo poseen
En su inmaterialidad orgullosa
Enamorados de su rostro
Que no duermen, que no sienten
Antiguamente se repite
Y los deseos se han vuelto otra búsqueda.
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2024
Un silencio irrefrenable
Gritó la voz de un susurro
Y esperó en el mar de su revelación
No existe sol
En el tributo de las diosas muertas.
....................... 2024
Bebe la ceniza que en mi ha dormido
Antes que la hoja se escriba revelada
En profética armadura despierta
Por el sendero real de tu batalla.
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.........................
Búsqueda irreconocible de una nada.
Perdida multitud trágica.
¿Y el sentido no es en este mundo, más que vanas y viciosas supersticiones?
Encuentros en otra desdicha
Que no saben que viven.
Quqe no saben de lo antes.
¿Por qué correr este velo angustioso que me espanta en su miserable nadería?
No entiendo de sentidos que nos persiguen mientras se hunde el tiempo y nuestra cara nos devora.
Hechos de un universo total, consecuente.
En búsqueda de lo inexistente omnipotente.
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2024.
Ayuda a la otra ayuda
Que se desvanece entre insomnios y amapolas
Floréceme entre tu desdichosa agonía salvaje
Déjame perderte en el sendero inmortal de las flores.
Ayúdame a no ayudarte.
.............................. 2024.
15
La mano abierta es un susurro, entre un enamorado vicioso
El tiempo marcado en al sangrienta silla.
De una mesa acaudalada
Tragado por los ávidos pájaros.
Que mecen la cuna.
..............
16
Hojas de vino agrío
Reclámenme con su presencia sacrificial
Que otros inocentes desesperaron
¿Sabes del viento que no es? Manos.
....................
¿Qué me deja esto?
Apenas nada.
Rumor trágico de gritos cenicientos.
La dulce mandrágora vivió en su fantasía.
Pululando en el abismo de las viejas catedrales.
..................... 2024.
1 Palido rojo de una sutileza que no puede desaparecer.
Con sus roedores hechos de luna
Con el dulce silencio de una soledad asustada.
2
Dulce silencio de una soledad asustada
Que estos pies descendieron con orgullo
Al barro de su luminiscencia
3
Se proclaman en desnuda proyección
Los rostros mal escritos.
De una desdichada fantasía.
4.
Los bailes aristocráticos crecieron
Alimentadas de tu mano con la confianza de un niño.
5.
Escuchar lo predecible
Que no eres el instante. Sino el otro: El otro que crece.
..................
Superado. Tiempo que no es
Superado por las inevitables herrumbres. Por estos pies que solo caminan
Por estas manos que solo actúan
Por estos ojos que solo miran
Por esta fantasía intrépida
Por esta habitación que solo habita.
Por este tiempo que no es.
Por este tiempo que no es.
Solo para nadie.
...........................2024
Los dolores que a lo lejos se burlan, se relamen por su decadencia enferma
Y luego no sucede nada.
Luego no dicen nada.
Hechos de suerte
Nutren su maledicencia
Los hechos no están encerrados en tu presente clave
Dolores que a lo lejos susurran un cruel secreto
Se relamen como una cicatriz herida
Luego la muerte de amor
Injurió con su deseo a las contemplativas nubes
Que chocan en las bóvedas de las catedrales
Esperando su tranquilo tributo griego.
........................2024.
Para Gretel.
Déjame llevarte a lo otro
Donde la pradera insegura
Recubrió con su tranquila figura.
Las espuelas de oro.
Nosotros no viviremos un momento
Pero nuestras palabras, sembradío de injurias.
Cubrieron lo profundo.
Del cruel y astuto mundo.
Hechos de castillos, partenones azules de melancolía.
..........................
Vestidos de otro tiempo.
Agría sensación presente.
Cruel final permanente
Que se acerca remota, en el mar filósofo de muerte.
................
Presencia de una escritura incompleta.
Como un primer sueño inseguro
Cierre unánime del sueño recóndito
Que come y bebe reptando en su telaraña.
Aplaudida por la negra corte. En algún presente te encierras.
Aunque sean lo pasado.
.......................
Obediencia.
Para Odín
Ese es el nombre tranquilo para las buenas personas
Des personal belleza. Tu creas la puerta
Que hay del otro lado del miedo
En las murallas que son desiertos
Que son espejos vivientes
De un ser durmiente, hecho para siempre. Inevitable
........................ 2024.
Impiedad. Mientras pierdes tu ser,
En los ojos de una habitación
Que te reclaman con luces perpendiculares
Mientras abismos fatales
Llenaron su conciencia.
Cosas, cosas y cosas.
Cosas agrias.
Cosas hechas de sal.
Cosas que fueron un mar.
O la ira directa de un rojo Cardumen.
Impiedad mientras pierdes tu ser.
En los ojos de una habitación que te reclaman.
Que derrama su irrealidad.
............................
Boudicca.
Las páginas que explayó Tácito en tu nombre
La sinceridad de un Suetonio
No alcanzaron a nombrar
Tu incontrolable permanencia
Son Dioses que son jueces
El águila posó su garra en el fresno.
Y despertó los rostros de tus antepasados
Tatuados de azul
Gritaron contra la amarga espada
Y el paso del mediterráneo
Su mármol insolente nombrando
A irreconocibles ídolos materiales
Naturaleza contra casualidad
Ejércitos místicos contra la planificación.
Las ruedas de tu carro salvaje
Que es una y es tres llamaron
Al impreciso rumor de tu batalla.
..................... 2024.
Otro fuego.
Espantosa muchedumbre
No se representan que provienen de dispersos mundos
Otro fuego, de la primavera sayal
De la sombra de una Estuardo
De murmullo corredizo de un Aquiles
De la esperanza moribunda de lo otro
Que nos devuelve el espejo
En nuestra singular decadencia.
................................... 2024
Lo otro.
Afuera se encuentra
La agonía de un descubrimiento.
Silencioso y abierto
Esperaron las agrías amapolas
Que poblaron las costas con su música.
Afuera se encuentran.
Los ojos de la medianoche
En linfáticas formas acaudaladas.
................................. 2024
III.
Viejas almas que duermen
En las manos de las infancias perdidas.
IV.
Los monumentos que se pierden
Bajo los muros incivilizados y vivos
Dionisiacos pensamientos se alimentan
Del miedo antes que todo se consuma.
V
Encuentra el pasadizo
Eternizado en viejas tumbas
Que llevan tu nombre porque escribieron
Viejas alabanzas.
................................ 2024.
Diálogo celta.
El suelo de piedra
Afuera, el humo de rituales previstos.
El bosque cerrado, árboles rabiosos que entretejen sus escritos azulados
Sonidos desconocidos, idiomas de guerreros
Bajo las marcas en la salvaje hierba.
La murmurante magia del druida
Los anunció.
Pasos estrechos
Pies cubiertos con los cueros del lobo en reciente cacería
Correas de un fino hilo inexistente.
Entran con la piel cargadas de símbolos atroces.
Cicatrices protegidas por la azul profundidad tatuada.
Detienen el tiempo en revelados argumentos.
Son instrumentos móviles, hijos de Danu y sus parlamentos.
En el umbral duermen el bullicio de las espadas
Agotadas por la roja sombra de la batalla
Reunidos en particular encuentro. El olor de la noche. La sangre seca del cuchillo y la herida cerrada.
Hablan del invasor y su particular hado secreto, una mujer está con ellos,
Que encierra destinos fatales bajo su purpura triunfante
.
Sus carros, sus puentes movedizos, las flechas silbantes que aplastan y fatigan.
La rabia y la furia de otros dioses plutónicos que no se detienen.
Petrificados en mármoles inmensos
Devoran y queman lo prohibido
Saquean el fruto por nuestros dioses otorgados.
Ignorantes del real tesoro sagrado.
Queman, roban, talan, incendian.
Bajo sus mil asesinos rostros
El trisquel de oro reflejó los cuellos en la fogata.
Las palabras crecieron en imágenes vivientes
El argumento se convirtió en declaración.
La ley de la espada gritó su ansiosa conclusión.
En boca del rey, en las manos del Druida
En los ojos del durmiente salvaje.
En el pensamiento homicida.
El rubio concilio cerrado.
Concluyó con el inconfundible llamado del fuego.
A la alabanza cruel de la Morrigan.
................................... 2024
Regular.
La misma sombra cansada en el bajo fondo de la pared.
El golpeteo del reloj despertando.
La misma forma de una sabana amarga
Con desdibujados colores
Puertas que gritaron su espanto abierto pasado
El llamado a la primera oración. El habitual saludo solitario
La misma caminata vacía marcada en tu cara.
Multitudes silenciosas pasean su soberbia
Con ávaras monedas que agotan el día.
Bosteza el colectivo en el momento previsto.
Ronronea el auto bajo el semáforo conocido.
La luz parpadeante en su misma posición.
Las escuelas, las reuniones, los cafés recomenzaron.
Apoyó su paso en el mismo ladrillo aflojado.
Escuchó el cencerro del trabajo.
Los rumores conocidos, el sabor del mate.
El mismo dolor de muelas, la oficina pre existente, el amor postergado
El trabajo ansioso, las horas rumiando centavos.
Las reuniones impostergables, el amargo horario a cumplir
Los ascensos de cruel paso lento.
Las agrias recriminaciones, el retorno por la tarde.
La agonía televisada.
La noche sin estrellas
Las visiones de futuros imposibles
Las cuentas perpetuas, la inexistencia de dioses elementales.
Las repetidas palabras bajo el mismo pensamiento.
La esquiva riqueza, la cercana enfermedad
El atrasado sueño de medianoche, rehaciendo una nueva misma pesadilla.
Otra vez. 2024.
Comprender.
A josé de San Martín.
Las visiones lo atormentaron en su hora Una patria: Proyección o destino.
El acecho de las bayonetas con su habitual filosofía.
El aliento del caballo, el peso previsto del uniforme.
Al cinto, la espada.
Los cañones fieles. La huida apretada del agresor
El paso de los Andes
La fiebre y el hambre,
El recuerdo orgulloso de Cabral.
La organización universal.
Con hombres y bestias
El paso contra hecho
La ansiedad en la cumbre.
El maturrango derrotado.
La revelación amorosa de Merceditas.
El protectorado, la renuncia, la viudez.
La tarea imperfecta, pero cumplida
Los hermanos devorándose entre sí.
Las visitas de Sarmiento.
La Pausada pluma de Mitre elogiando su biografía
El pie ligero de Mercedes en su cercanía.
Lo devolvieron a su realidad gradual.
La mano anciana, un tanto achacosa acarició los rostros previstos
De las adoradas nietas.
....................................
2024
Lenta la hora perpendicular, pero indetenible.
No hay música, sólo espejo.
.......................................
Habla.
Se cree la nacida en el tiempo equivocado
Robando la miserable cuna de papel fantástico
Impulsada a escuchar otras voces de insecto.
Brutales como muebles.
Su refugio de habitación
Es cada pensamiento.
Imperativa cárcel, obligándola a ser a cada momento
Teje sus tesoros agrios que ya no la esperan.
Escapa de ser entre el deber total.
El mandato de posibilidades acaudaladas de la realidad.
Y habla
Cree llorar al no poder conversar con los muertos
Caminantes en la arena de pieles nocturnas. En las hojas escritas que fatigan los ojos hechizados.
La lluvia gruñe su exterior apagado
Entre los cristales durmientes
Y habla.
Pulsando las cuerdas de un túnel floral
Naufraga de hechos a cada paso final
Habla.
De orgullos inexistentes.
Del amor atrasado. De ropajes viejos como una tradición olvidada
Habla.
De sus religiosas preocupaciones como joyas hirvientes.
Intentos incestuosos por pertenecer al tiempo
Entre una sedienta eternidad que no espera.
Nubes de asfalto creciente, donde repta el ego y el capricho.
Y Habla.
En esperas inutiles, entre incorrectos cigarrillos durmientes en balcones.
Habla y espera entre llantos que suceden.
2024
.....................
No eres tu mente.
No eres tú resto de cuerpo
No eres esa mancha en el respaldo
De tu cobrade conciencia
No eres eso que está detrás
Del rastro perdido del sentimiento
Que recuesta su naufragio amurallado hecha de pájaros que no vuelan.
No eres el escape diario
De nubes de abejas enamoradas
De bellas auroras
No eres esa negación hermosa
Ahogada en los naufragios incoherentes.
Selladas en telarañas rigurosas.
No eres lo que huye y vuelve.
2024
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Misteriosa inquietud profunda.
La otra puerta no despierta, más que una ineludible vejez. Y atormentan lo esclavo
Que come, que bebe, que duerme en fornicaciones alcohólicas.
Agrietando la excusa de su hermosura.
2024
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