Una enfermiza obsesión +21

By Amyboock

15.4K 1.1K 266

En este pueblo nada es lo que parece, su llegada trajo un sinfín de problemas, pero no me arrepiento de conoc... More

Sinópsis
capitulo 1
capitulo 2
capitulo 3
capitulo 4
capitulo 5
capitulo 6
capitulo 7
capitulo 8
capitulo 9
capitulo 10
capitulo 11
capitulo 12
capitulo 13
capitulo 14
capitulo 15
capitulo 16
capitulo 17
capitulo 18
capitulo 19
capitulo 20
capitulo 21
Capitulo 21 II parte.
capitulo 22
capitulo 23
capitulo 25
Capitulo 26
Capitulo 27
Capitulo 28
Capitulo 29
Capitulo 30

capitulo 24

240 22 24
By Amyboock

Esto es raro de la hostia, Robert nunca me dejaría ir sin tener algún has bajo la manga, algo que me haga volver y creó tener en mente su próximo chantaje, Pero claro no me iba quedar a comprobar si era James su próxima jugada o a saber que diablos, simplemente no podía estar un segundo más en su presencia.

Caminamos hasta afuera de la bodega, no me fiaba de los hombres de Robert o bueno no me fiaba de nadie en general. Podía sentir el nerviosismo de Aiden junto a mí, no sabía si aquel veneno del que hablaban ya había abandonado su sistema y sinceramente asesinare a Aaron por decirle dónde estaba.

- ¿Te encuentras bien? - fue lo único que logré articular sin observar sus expresiones.

Nos alejamos a toda prisa hasta rodear los árboles que cubrían mi auto.

- Sí, pronto volveré a tener mis sentidos en orden - se limitó a responder.

Desvíe mi mirada hacía su mano, llevaba el arma y sinceramente esboce una sonrisa divertida, por primera vez se me daba algo bien a mí y a él no.

-¿Sabes usar un arma? - le pregunto con la sonrisa más burlona que le he dado a alguien.

- ¿Importa?, tengo garras jamás me hizo falta una de estas - dice alzando el arma como si fuera un juguete.

- Suelta que eso no es para jugar - le regaño quitando la pistola de sus manos.

Se queja aún con el rostro inexpresivo, me dispongo a guardar las dos armas en la parte baja de mí espalda, y las cubro con la chaqueta de cuero. Pero me detengo al sentir la mirada penetrante de cierto pelinegro sobre mí.

Enarcó una de mis cejas esperando sus millones de dudas.

- ¿Vas a contarme de que va todo esto?, o simplemente harás como si nunca hubiera pasado - reclama con mala cara.

Es frustrante mi pasado, no estoy orgullosa de el, pero contar todas las cosas que me han pasado, debería ser fuerte después de tanto tiempo pero no lo consigo, las pesadillas sigue ahí, esa puerta de casa que daba a su habitación sigue ahí, las canciones, susurros, los secretos, todo sigue en el fondo de mi mente presionando una y otra vez.

- Yo no haré esto contigo - nos señaló y sin decir nada más le rodeo para irme a mi casa, necesito descansar quiero irme lejos de todo esto.

Es demasiado, no quiero recordar absolutamente nada, pero volver a ver a Robert solo me hace volver a fijar mis ojos en mis muñecas, esas que ya no tienen marcas pero para mí están ahí, aún en mi piel como un recordatorio de todo lo que tuve que pasar.

- ¡Carajo!, deja de huir de mí - me toma del brazo y me planta de nuevo en mi lugar sin esfuerzo alguno, es mucho más alto que yo y maneja mi cuerpo como le da la gana - ¿Quieres que olvide todo lo que escuché allá dentro, eso quieres?

Sabe parte de la verdad, Pero todo en mí se revuelve, jamás quise derramar sangre, jamás quise convertirme en lo que tanto odio, pero la vida es una perra que nos obliga a volvernos fuertes a base de decepciones, golpes y errores.

- ¡Puedes hacer lo que te venga en gana!- le digo evitando sus ojos, no quiero mentir más, quiero quitar ese velo qué tanto me he esmerado por tener.

Dejar al descubierto la chica que habita con su familia y vive una vida normal, quise esa vida y la tuve, pero no puedes ocultar quién eres. Dario hablaba constantemente qué en la mafia las relaciones sentimental, parentales y de todo tipo eran un desperdicio, solo le darías poder al enemigo para acabar contigo, era lo que él hacía conmigo. Amenazaba constantemente a mamá, Jacke y James, quién era un niño que solo quería el amor de su padre.

Amor que nunca hubo, él solo fingía como el mismo lo dejó claro una vez, jamás le importamos un carajo, solo debía vender la fachada de la familia perfecta. Pero yo no era perfecta, al menos no en el mundo normal, lo era en la organización.

Era la hija del Capo, era quién con solo unos años había cruzado límites extremos debido a la preparación qué él implementó en mí cerebro. Era una Moretti y debía asumir los riesgos y responsabilidades, eso solo significaba vivir rodeada de muerte. Eramos sicarios de la mafia, poco a poco nuestro apellido escaló hasta la cima convirtiendo a mi abuelo en el Capo de Italia, padre quería recuperar todo lo que había perdido. Hirió, manipuló y lo logró, controló toda la mercancía que entraba desde italia hacia Estados Unidos, de ahí la vendía en el mercado negro.

Brack Town era solo una excusa, una fachada, nadie se imaginaria la cantidad exorbitante de coca, drogas, metanfetaminas y otras más que habita aquí en este pequeño pueblo olvidado por Dios. La mayoría en el gobierno o en la policía están comprados, poco se habla de las personas que son fieles a sus ideales aunque giren el rostro al darse cuenta de los crímenes.

El pueblo deja que todo suceda con tal de recibir dinero, reconstruir, crear o incluso protección, ¿de quién nos protegían? De nadie era todo una farsa. Dario controlaba este pueblo a su antojo desde las sombras, poco sabían su identidad, hasta que un buen día alguien decidió denunciar, jamás se supo nada, simplemente dejaron en claro en los tribunales que él estaba desequilibrado mentalmente y era una amenaza potencial.

- ¡Mírame a los ojos, joder!- pide y ahogo el jadeo de sorpresa por mi parte al verle así - Deja de estar ocultando todo de mí, desde que te conocí te he pedido a gritos que te alejes de nosotros y tú no lo haz hecho.

Tomo una bocanda de aire cuando siento como mi pecho sube y baja, tiene toda la razón, contra todo pronóstico debí huir de los Cross, pero un día les quiero lejos y al otro le quiero demasiado cerca.

- ¿Qué mierdas quieres que te cuente? - pregunto alzando la mirada hacía él - Quieres que cuente como mierda soy la hija de un desquiciado que me enseñó todo lo que sé, que me enseñó a vivir de esta mierda, a asesinar ¿Es eso? - le veo tragar saliva con fuerza por mi confesión - Soy una Moretti, sí y te mentí carajo, toda mi vida es una  farsa - cada palabra me está costando horrores.

- ¿Y creés que yo no te oculto secretos?, joder sí lo hago, y no por ellos eres falsa, simplemente quieres protegerte de todo el daño que te hicieron - sus ojos color miel son un poco profundo en estos momentos.

- Soy la hija de un monstruo Aiden - digo con la voz quebrada.

- ¡Eras una niña! - explota y veo como su mirada se quiebra ante mis ojos, una suplica silenciosa la cuál el acepta - Cuéntame la verdad, sin mentiras, siendo tú, porque estoy seguro que esa versión que mostraste sin sentimientos es todo lo opuesto a tí - pide casi en un susurró estando las calmado, lleva una de sus manos hasta mi cabello y coloca uno de mis mechones detrás de mí oreja.

- ¡Aléjate de mí!- pido aunque no le quiera lejos de mí, pero toda la mierda en mi cabeza se revuelve - ¿Acaso no te das cuenta?, ¿quieres la verdad?, pues aquí la tienes - me señaló para luego estampar mi mano echa puño contra su pecho- Asesine a una persona con solo 12 años, ví como mi padre me obligaba a ganar dinero para él, utilizando el amor que sentía por él y por mí familia - paso saliva - Mi vida no es un cuento de hadas, crecí en la puta mafia, ví morir gente a manos del monstruo que me creó.

- Tú no eres como él Jade - intenta tomarme del brazo y pegar su cuerpo al mío - Deja de castigarte por errores que no merecías pagar, eras solo una niña.

- No me estás escuchando, perdí a la persona que más quise en toda mi vida, viví esclavizada, siendo testigo de como debía ser perfecta- niego y estampó mis manos contra su pecho de nuevo - Tuve que convertirme en todo lo  que he detestado por  años.

Las palabras de consuelo no aplican para nada de esto, está es la verdad. Mi padre me enseñó a ser fuerte, deje de jugar como una niña normal para aprender a manipular armas, deje las clases de ballet para ir a entrenar boxeo junto a Aston. Aprendí a conducir siendo una niña fue mi pasión y mi perdición.

Aún puedo sentir los ojos llenos de maldad y codicia posados en mí pequeño cuerpo, el tiempo escalofrío y el maldito miedo que creaba en mí, no, miedo no era, era más ruin como él, era pánico. Perfecto y puro pánico.

- ¿Qué te hacía Robert, de qué hablaba allá adentro cuando hablo del bosque ? - pregunto en voz baja - Cuéntame porfavor.

¿Cómo mierdas controlo todo lo que me está pasando?, las lágrimas brotan de mis ojos sin mi permiso. Limpio mis mejillas en un movimiento brusco, quiero dejar de llorar, quiero que todo se apague, quiero ser fuerte y vivir.

- Deja de sentir lástima por mí - pido,  cuando veo el brillo en sus ojos - Deja de protegerme, llegas 18 años tarde para proteger lo poco que me queda.

- ¿Qué te hacía?- vuelve a decir - ¡Responde!- sentí su agarré en mis brazos, no me hacía daño pero mi cerebro tuvo otra imágen y fue como si todo volviera de golpe.

Veo borroso, no sé si son las lágrimas o una mala jugada de mi mente, no quiero estar aquí, quiero irme.

Me paralice, es como si mi cerebro volviera a evocar cada una de sus enseñanzas, aborrecía pasar tiempo con él Tío Robert, siempre dándole sonrisas a mamá y a mí me daba demasiados golpes con la intención de rectificar mi carácter. Mi madre lloraba todas las noches por la vida de mierda que teníamos, aun recuerdo su llanto, las veces que se opuso cuando papá me quería llevar de"campamento" pero eso solo era una cosa excusa. Hasta que ella lo noto, vio el rechazo, el miedo y luego vio los golpes.

Volví a vivir todo de nuevo, el agarre de las cuerdas en mis pequeñas manos, los asquerosos insultos contra mí y contra mi madre, ese concepto de debilidad qué él y Darío crearon en mi memoria. Cada día empeoraba, cada golpe era un recordatorio de que era una Moretti.

Qué debía cumplir con la organización, ¿Cómo mierdas le explicas a una niña de 10 años que su padre es el jefe de la mafia?, Darío nació en Italia, su padre fue uno de los Capos más poderosos, se fue de Sicilia huyendo por su vida, tras la muerte de sus padres uno de sus parientes le robó el derecho a líder. Le sentenciaron a muerte para evitar un posible enfrentamiento en el futuro.

Se fue y después de vivir en las calles, comenzó a hacer trabajos sucios para algunas personas, fue escalando ansiando el poder que una vez le quitaron. Y poco tiempo después conoció a mi madre en una subasta de autos, mamá era asistente del promotor del evento y Darío iba a robar. Mi madre jamás supo a lo que Darío se dedica a al menos por un tiempo, se casaron y todo iba bien hasta que nacimos, nosotros, sus hijos, sus propias creaciones.

Jamás creí ser herida por el primer hombre que me vió abrir los ojos, toda una vida engañada por el y sus juegos sucios. Viví con miedo desde que descubrí quién era en realidad.

- ¡Déjame, déjame, te prometo que lo haré, no le mates porfavor porfavor!- grite como si volviera a ser una niña pequeña de nuevo, las palabras se deslizaron por mí lengua como si estuviera aún en el pasado.

Cómo si estuviera atada a esa silla, sujetada por cuerdas, oyendo como retumbaba el cuero en mi piel de porcelana. Darío jamás tuvo compasión conmigo, yo era su niña, su hija y en 10 años jamás me tocó un cabello, pero todo tiene expiración incluso cuando eres una niña.

- ¡No escaparas de mí, eres mi creación pequeña!- aborrezco cada una de sus palabras.

Mi corazón late a toda velocidad, el aire no llega a mis pulmones, obligando a mí cuerpo a tomar grandes bocanadas de aire, me mareo por unos instantes y caigo al suelo.

Cada escarmiento viene como flashes a mi mente, cada golpe, cada corte, cada marca y cicatriz. Darío jamás fue un padre, fue una bestia incontrolable, me arrebato toda mi inocencia, me quito todo.

Y como en años pasados cuando todo caía sobre mí, abrace mis rodillas y me encogí en mi lugar, podía sentir la voz de aquel monstruo en mi cabeza, los gritos, las promesas,los malditos secretos.

Grité, un grito desgarrador llegó a mis cuerdas vocales, coloque ambas manos alrededor de mis oídos, estaba fuera de control.

-¡Jade mírame! - exigía la voz de Aiden a lo lejos - ¡Mírame maldita sea! - entonces lo sentí sus brazos estaban alrededor de mi cuerpo.

Recibió toda mi ira, no sé que he hecho, Pero estoy segura que las marcas de uñas en sus brazos son por mí, me descontrole por completo.

-Soy un monstruo - murmuré por lo bajo, mi labio inferior temblando con fuerza.

Me abrazo una vez más para retener mis golpes hacía él, ¿cómo no veía el ser repugnante en él qué mi propio padre me había convertido?

- Todo estará bien - aseguro presionando mi cuerpo contra el suyo, queriendo fundir mi alma.

Los minutos pasaron, las lágrimas inundaba mi rostro, pero jamás solloce, las aparte como en años anteriores.

- Ví como mi padre asesinaba a un chico - él guardo silencio - Lo asesino enfrente mío, solo tenía 10 años y yo lo presencié, aún no estaba iniciada en la mafia, así que Dario quedo deslumbrado cuando se dio cuenta que tenía una forma de ganar dinero fácil.

Trago saliva con fuerza, solo era una niña corriendo autos solo para ganar dinero, Aston me enseñó a mantenerme de pie, a luchar a perfeccionar cada uno de mis movimientos.

Me volvieron una asesina, alguien fuera de control, alguien sin alma.

-Nada de eso fue tu culpa - acaricia mis mejillas - Él es el monstruo, tú eras solo una niña- me da un casto beso - Él ya no está, se fue.

Quisiera creerle enserio lo haría, pero como le explicó que me costó trabajo no reventarle la cabeza a la puta de Dariana solo por amenazarlo.

¿Cómo creeré que no lo soy?, sí estaba dispuesta a crear un baño de sangre solo por salir con vida de ahí junto a él.
Aiden Cross es muchas cosas y cada una de ellas viene con secretos y misterios.

-Inicie en la mafia un año después, asesine y me volví la mejor hasta que él se fue - tuve que hacer todo lo posible por sobrevivir - Nos quedamos sin dinero, sin comida y había que pagar.

Siento todo el peso de mi pasado y quiero olvidar quiero hacerlo.

>>Jacke y yo volvimos con Robert y seguimos corriendo carreras para ganar dinero, una que otra vez ganamos algunas peleas para tener dinero suficiente y ayudar a mi madre - se mantiene en silencio escuchando y lo agradezco en verdad - Yo tenía 14 y ayudaba a Jacke para que James no tuviera que hacerlo y mantenerlo lejos de la organización, vendí droga, soborne y sembré el caos siendo jóven.

Guarde silencio había sido rebelde y de solo pensar que había pasado solo unos años me entraban náuseas, pero qué se podía esperar de mí, después de todo yo soy la hija de mi padre.

-Lo estaban protegiendo - dice con un hilo de voz - Pero a pesar de eso no pudiste evitar que llegara hasta ese mundo, no soy estúpido Jade, se que él consume droga.

-Pero es mi hermano, y daría todo lo que tengo por alejarlo de ese mundo en el cuál tuve que vivir.

- Él no lo sabe - no es una pregunta, es una afirmación - ¿Por eso te pusiste mal cuando te reclamo en la carrera?

-Sí - asentí - La perfecta ¿he?, hostias nací con sangre en mis manos para protegerlo del horror que era vivir con Dario y lo volvería a hacer.

-Tú padre te obligaba - una vez más no fue una pregunta - ¿él y Robert?

- Robert siempre ha sido un maltratador de mierda, no solo conmigo, sino también con Gabriel - confieso, es mi primo, en el bando equivocado o no le quiero mucho y no le asesino solo porque sé que moriría por él - Nos golpeaban para enseñarnos disciplina, querían crear a sus hijos a su imagen y semejanza, Dario nos llamaba "sus pequeñas creaciones"

Odiaba qué nos llamara así, luego de aquella noche, él se alejó dejó de ser padre, y fue eso, el jefe de la mafia, no éramos sus hijos, éramos solo sus herederos.

"Nacidos en sangre y jurado muerte", era como decía.

Era su niña prodigio, la única niña que había iniciado en la mafia, todos hablaban de mí y eso le daba más y más poder. Sus golpes solo fueron escarmiento para mi cerebro, le odie, le odio, y jamás dejaré de hacerlo.

Odio a la mafia, pero doy gracias, por ser quién soy y en quién me ha convertido. Soy cruel y despiadada en este mundo deber sobrevivir.

Sollozo un rato más No me quedan fuerzas para más.

-Vamonos a casa - dijo Aiden después de un rato, cuando terminó de maldecir a Robert y juro matarlo.

En la oscuridad de la noche nos fuimos hasta casa, me invito a dormir en la mansión, mi madre estaba trabajando así que nadie sabría. Lo agradecí, no quería estar sola otra vez o iba a llorar.

-¿Estas seguro de que nadie está despierto? - le pregunte en un susurro cuando llegamos a la puerta principal.

Dios mio.

La casa era terriblemente grande, mi casa cabe tres veces aquí, las paredes estaban pintadas en todos neutros y apagados, pero le daban un clásico ambiente, puedo decir que la decoradora puso su mejor esfuerzo.

- Si están durmiendo - dijo después de cerrar los ojos.

Iba a preguntar como estaba seguro, pero luego recordé que es un hombre lobo y que puede escuchar, así que también supe que el veneno había dejado su sistema. Tenía demasiadas preguntas pero quería descansar y también tenía un propósito.

Aquella casa llena de secretos....esa persona.

Aiden envolvió su mano junto a la mía y me llevó hasta la cocina, preparó un poco de té para mí, la cocina era enorme muy muy grande aunque estaba claro que una fémina no vivía ahí, todo era tan robusto pero con estilo.

Y con eso me refiero a que tal parecía que ninguno de los cuatro hombre que vivía ahí, se acercaban a la cocina ni por equivocación. Las ollas, sarténes , loza y cubiertos estaban demasiado limpios y pulidos, por un instante me pregunté si los hombres lobo comían, aunque había visto más de una vez a Aiden y Adrian comer en la cafetería de la escuela y en la cena que tuvimos.

Nos mantuvimos en silencio por un rato, hasta que de forma extraña Aiden pregunto si quería tomar un baño, asentí, se fue antes de avisar de que iba a ir preparando todo mientras se fue escaleras arriba hacia su habitación.

¿Qué le había pasado?

Observe el vaso entre mis manos aún con rastros de té, como si eso tuviera la respuesta a todo el dolor qué tenía.

Un ruido me hizo alzar la cabeza, quise pegar un grito por la intromisión de una figura musculosa por la parte trasera de la cocina, solo que me quede estática al ver esos ojos verdes.

Estaba completamente desnudo, el cabello castaño revuelto, las marcas en su cuerpo, quise correr.
¿Por qué iba desnudo? quise preguntar pero solo me fije en su  rostro. Entro en la cocina a poner un vaso de agua con toda la tranquilidad que su respiración me daba a entender, no se percato de mi presencia o eso pareció, estaba tarareando una canción y sentí mi pecho salto como loco, lentamente giro y sus ojos se encontraron con los míos.

-¿Quién eres? - fue lo primero que pregunto arrugando sus cejas, no sabía de mí.

Tenía que mentir, y ser una perfecta mentirosa solo para calmar los latidos acelerados de mi corazón.

-¿Importa? - dije escondiendo el miedo, y el nerviosismo en mi voz.

-Sí, y no deberías mentir, sabré sí lo haces, - dijo con voz áspera y sus ojos brillaron por un instante con un verde intenso y brillante , era uno de ellos.

¿Era un hombre lobo? ¿Cómo era posible?

-Interesado por las sobras de un Cross - ironice para dejarle en claro que era solo una de las tantas chicas que se metía con Aiden, pero podía sentir como sus ojos me recorrían, para espantar el evidente momento.

- Ni siquiera un poco - dijo detallando mi rostro - A menos que me expliques como demonios es que llevo soñando con esos ojos azules toda la jodida semana.

Me quede quieta, sin respirar, fue como un jodido golpe, quise correr y huir lejos.

Unos pasos resonaron en el pasillo y un muy pero muy feliz Aiden salió de él, creí que iba a  brotar corazones por la boca, estaba incluso tarareando.

¿Qué cojones?

Su andar se detuvo con fuerza al ver a aquel chico desnudo y luego giro a verme a mí, abrió y cerró la boca varias veces, todo rastro de felicidad desapareció de sus ojos.

-¿Pero que cojones esta pasando aquí? - mira desconcertado al chico de ojos verdes - ¡Por dios cubre eso ahora! - le ordenó con fuerza mientras le lanzaba una toalla qué traía en su hombro.

El chico se cubrió sin despegar esos ojos de mí, el miedo, esa mirada, los ojos qué tantas veces me habían visto.

Aproveche esa oportunidad para irme corriendo lejos de la verdad, necesitaba reflexionar, aclarar mis ideas, volver el tiempo atrás.

¿Cómo era posible?

Antes de perderme escaleras arriba a saber a que habitación iría o a donde pudiera esconderme mejor, escuche los gritos de Aiden.

-No te vuelvas a meter en mi puta cabeza de nuevo - le exigía.

¿Podía meterse dentro de tu mente?

Vi una puerta al final de la primera planta, estaba abierta daba a un cuarto, camine hasta el y observe por la ventana, daba directo a mi habitación, se veía oscura y sin vida, di por echo que era de Aiden.

Era una habitación enorme, pero demasiado simple, una enorme cama con dos mesas de noche y lámparas, las paredes en blanco, cortinas oscuras, dos puertas de madera negra, una sería el armario y otra seria el baño tal vez, nada de fotos familiares, solo la mochila de la escuela reposaba en el pequeño sofá color crema qué había un poco lejos de la cama. Un escritorio con unos cuantos libros de clase, una lámpara y dos cuadros de pinturas abstractas.

Sentí la puerta cerrarse a mi espaldas y mi cuerpo se lleno de electricidad, era como ser la presa de un depredador, su aliento choco mi nuca.

-¿Qué paso allá bajo? - pregunto con voz grabe y ronca.

Me gire y le observe a los ojos, tenía las pupilas dilatadas, y una expresión de pura frustración.

-¿Quién es ese chico? - pegue mis manos a su pecho con fuerza, no quería esperar, no quería ir poco a poco.

Tenía que saber la verdad.

-¿Por qué te interesa? - solo quería saber su nombre, solo eso - ¿Qué fue lo que te hizo?

-¿Quién es? - volví a preguntar ignorando sus interrogantes.

-¿Por qué quieres saber? - un grito retumbó en mi cuerpo, por inercia me aleje.

Dos pasos, había convido mucho tiempo con Dan y Dario como para no sabe cuando un hombre perdería el control, y no quise presenciar eso.

- ¡Solo dímelo! - exigí al borde del colapso.

-¿¡En serio crees que te haría daño! ? - indagó y yo negué - ¡Cómo mierdas piensas eso cuando he hecho de todo para protegerte! - avanza hacía mí con fuerza.

- Dime quién es ese chico - volví a repetir mientras él soltaba maldiciones.

- ¿Qué con él? - me estaba ignorando.

-¡Joder Aiden! - le grito estampado mis puños en su pecho para alejarlo de mí, es un jodido imbécil.

-¿Por qué te fuiste así? - dijo casi pegando sus labios a mi rostro - No creas que no escuche lo que te dijo, se metió a mi cabeza pero cuando salió lo sentí y escuche todo a mi alrededor.

-¿No sé de qué me hablas? - esta vez fui yo quién negó.

-No me mientas después de todo lo que he descubierto está noche de tí.

-¡No lo entenderías! - es lo último que digo dándole la espalda.

-¡Dímelo joder! - exige girando mi cuerpo y elevando mi mentón.

-¡Qué no! - bramo enojada.

- ¿Por qué huiste de Jayden?

Ese nombre.... Su nombre... No era posible... Yo lloré.... Yo le vi morir... Aquel día.

En el auto, los recuerdo llegan a mi una vez más, la peor noche de mi vida. Lo vi agonizar y cerrar sus ojos. Intente rodear a Aiden para bajar a la cocina de nuevo..

Corrí y me aleje lejos, muy lejos, él seguía ahí en la cocina, como si estuviera esperando por mí, mi corazón galopaba con fuerza. Su presencia el día de la muerte de Cat, era él, yo lo vi no estaba loca joder, la había sentido ese día,su mirada sobre mí.

-¿Tú me recuerdas? - fue lo único que logré articular sintiendo los pasos de Aiden detrás de mí.

-Eso es algo que tendrás que explicarme tú - dijo y conecto sus ojos a los míos.

Era él, si lo era, recordé la bondad en esos ojos verdad, esos que me cantaban canciones en las noches, que me arropaba. No había muerto, estaba justo delante de mí.

-¿Por qué debería ella explicarte algo? - dijo Aiden con desconcierto.

-¿! Es ella verdad!? - le dirigió la mirada al pelinegro - Ella es una de las antiguas, es a ella a quién quieres proteger.

-¡Cierra la boca Jayden! - le exigió con fuerza.

-¿No sabes quién soy? - la pregunta se atasco en mi garganta temiendo su respuesta.

-No- pronunció, las lágrimas se desbordado en mis ojos. Ese sentimiento de culpa con el cual había cargado durante tantos años- ¿por qué debería conocerte?.

Me había castigado en vano, lloré hasta que lo quedó nada.

-¡¿Jade!? - me llamo Aiden y sentí como el corazón crujía.

- Eres tú - dije más para mí que para cualquiera a mi alrededor - Jayden - pronuncie su nombre.

-¿Por qué me resultas familiar? - volvió a preguntar.

-Solías cantarme esa canción para dormir - dije con amargura al recordar mi infancia a su lado.

-¿Qué? - dijo Aiden a mis espaldas.

-Eras tú, la niña que iba junto a mí en aquel auto - ¿me recordaba? ¿de verdad lo hacía?

¿Cómo era posible?

-Soy Jade, ¿no me recuerdas? - las lagrimas salían de mis ojos inundando mis mejillas - Soy yo - volví a repetir en un vano intento, ya había quedado claro que no me recordaba.

¿Por qué no lo hacía?

-Y-yo... tuve... - cerro los ojos por un instante con fuerza, ¿qué le había pasado? - Sí eras tú.

-¿De qué hablan? - escuché la voz de Adrian a mis espaldas - ¿De donde se conocen?

- Es mi hermano - sentí las palabras pesadas en mi lengua - Jayden es mi hermano.









Fuaaaa, hola amores perdón la demora en actualizar, el estudio me esta matando, y he tenido un par de problemas en la vista y no he logrado concentrarme mucho por los dolores, perdón la demora.

Por favor dejes su voto, sus comentarios, preguntas y teorías.

Ya somos 8K por ello les regalo este capítulo.

WTF CÓMO QUE TENEMOS OTRO HERMANO HUDSON!!! O DEBERÍA DECIR OTRO MORETTI.

AAAAAAAAA!!!!!!!!

el desconcierto de los Cross no tiene presión. Espero que disfruten la lectura y dejen muchos comentarios por favor.

Los amoooo mucho.

Continue Reading

You'll Also Like

20.6K 1.4K 58
Nezuko cae en el mundo de Bleyblade , Intentará encontrar la manera de volver a casa y Por ahora tendrá que adaptarse a ese nuevo mundo Qué cosas e...
1.6K 56 9
bueno en esta historia yo contaré un poco más sobre mi pará que me conozcan un poco más de mi así sabrán de mi ya que quiero que me conozcan un poco...
264K 24.2K 53
Park Jimin... Un chico pobre que solo está en busca de trabajo ya que su familia lo echaron de su casa por sexualidad y necesita encontrar un trabajo...
57.8K 2.2K 7
Las tentaciones se evitan, pero no cuando se trata de un mafioso sanguinario, creador de armas y que emana un aire que hace caer a cualquiera bajo su...