El acta matrimonial estaba lista, solo con la firma de ambos seria suficiente para unirlos en un matrimonio.
Sin embargo Jungkook sabía lo repentino e injusto que había sido en aprovecharse de la situación del Omega para conseguir tal cosa y estaba decidido a empezar a hacer las cosas mejor.
Quería que Jimin se quedará a su lado por elección y no por opción, quizás no le daría una celebración porque conociendo a su familia ellos podrían arruinar el día perfecto, pero le daría una hermosa velada y un anillo tan bonito que sellará su unión.
A parte de una inigualable luna de miel en una isla.
La noche que habían pasado juntos le habia servido para darse cuenta de lo que realmente quería, y es que despertar con el castaño a su lado, hacerle el amor y darle su cariño era lo que ahora quería.
Quizás era demasiado pronto para decir que lo amaba, pero definitivamente lo quería a su lado, lo quería a su lado como su Omega y esposo.
Por eso cuando el abogado le entrego aquel papel, el alfa no dudo en salir de la compañía en busca de ese anillo perfecto.
Haría la propuesta una vez más, y está vez desde el fondo de su corazón.
Miraba los anillos en los exhibidores desde grandes diamantes hasta diminutos, pero no sentía que fueran del gusto de Jimin, y no es que no mereciera un diamante grande y brillante, es que no quería opacar la belleza de su mano con algo tan simple como eso.
Sin embargo aquel anillo dorado en forma de enredadera y con pequeñas florecillas dibujadas en el le parecía hermoso y digno de la mano preciosa de su Omega.
Jungkook con una sonrisa decidió comprar dicho anillo, ignorando el hecho de que se sentía observado y que su lobo le estaba advirtiendo de tal cosa desde antes.
Primero se concentro en conseguir y comprar el anillo y perfecto, una vez hecho salió de aquella tienda y fue a una de ropa, no buscaba nada en específico, pero al doblar en una esquina para ir a otro pasillo, quedó parado esperando que la persona que lo seguía avanzará, así cuando lo vio pasar frente a el lo tomo del cuello estampandolo con fuerza de la pared.
Por su olor pudo detectar que era un Omega y uno en muy mal estado, su cara tenía leves moretones y aún que estaba cubierto por una sudadera enorme, estaba seguro que en su cuerpo habían más de aquellas horribles marcas.
— No... No me mate señor...
La fuerza en la mano del alfa incremento cuando un olor a café puro llegó a sus fosas nasales haciendolo entrar en alerta y encendiendo la ira en su interior.
— ¿Quien mierda eres?. Hueles asqueroso.
El Omega trató de decir palabra alguna pero se sentía demasiado asfixiado para hacerlo.
Por lo que el alfa lo soltó mirando como tosia tocando su cuello.
— ¡Habla!.
El Omega tragó grueso y levantó la mirada.
— Me llamo Hoseok y tengo que hablar con usted.
🌖🌕🌔
El Omega llegaba a la compañía, con su habitual vestimenta que se basaba en un pantalón de pinza y un suéter de lana con zapatos de vestir, además de un gran abrigo para el frío, pronto también tendría que agregar unos guantes pues sus manos se entumecian por el frío.
Aún así nadie borraba la sonrisa en su rostro y es que después de la noche placentera que había tenido con el alfa se sentía de mejor ánimo.
Sus hormonas eran cosas seria.
Tomo el ascensor saludando de manera respetuosa a los que subían con el, una vez llegó al piso correspondiente camino por el pasillo hasta su escritorio, el día de hoy habría una degustación para ver cuál de las opciones del Kimchi seria la nueva en salir al mercado.
Por lo tanto el alfa tendría trabajo, además de visualizar la fabrica y asegurarse de que todo estuviera en orden.
Jimin sonrió cuando pensó en el alfa, su cuerpo fortalecido era un manjar deseaba besar, de repente querer probar el sabor del alfa era un deseo que tenía, su libido estaba aumentando de una manera que no entendia y tener un alfa como Jungkook a su lado solo empeoraba la situación.
Un repentino olor extraño invadió sus fosas nasales, eso olor no pertenecia a Jungkook, más bien era un olor que ya había presenciado antes.
Guiado por sus instintos entró a la oficina del alfa encontrando a nada más y nada menos que al abuelo del mismo sentado detrás del escritorio.
Este volteó de manera inmediata a ver al Omega, Jimin trago grueso e hizo una reverencia para retirarse del lugar sin embargo.
— Oh, creo que Jungkook se está volviendo alguien liberal, no fue así como lo eduqué.- Las palabras de aquel alfa lo hicieron estremecer de manera molesta.
Porque ahora sentía la necesidad de defenderlo de cualquier cosa.
— Jungkook tenía una hora libre en la mañana así que no está siendo liberal, seguramente tenía alguna diligencia que hacer Pero debe volver en algunos minutos.- Dijo para nuevamente dar la vuelta e irse, aún que el alfa parecía interrumpir sus planes nuevamente.
— ¿Jungkook? ¿Ya no es señor?.- La risa estruendosa del alfa hizo que un fuerte escalofrío se apoderara del Omega dejándolo de espaldas hacía el.- Si seguramente esa diligencia tiene nombre y un rico olor, Jungkook tiene un gusto para las omegas increíble.
El corazón del Omega empezó a palpitar con fuerza ante aquellas palabras, escuchando como los pasos del hombre se aproximaban a el.
— Aún que no sabía que también tenia muy buen gusto para los omegas hombres. - La voz del hombre salió casi en su Susurró chocando con su cuello.- Me parece extraño que no pueda olerte ¿Por qué ocultas tu olor?
Jimin se agradeció internamente a el mismo por haber ocultado su olor esa mañana, pues el olor de los cachorritos empezaba a hacerse más fuerte a tal punto de opacar la vainilla del olor propio.
El omega dió algunos pasos alejándose de inmediato del alfa.
— Le recomiendo que respete mi espacio, y también que no insinue cosas del señor Jeon tan a la ligera, yo confio en el.
— Oh claro que lo haces- Sonrió el alfa de manera burlona.- Entonces... ¿Que hace Jungkook con un Omega en una cafetería?
— Basta. No escucharé más de sus absurdas palabras.
El Omega trago grueso y se dió la vuelta saliendo de la oficina. Cómo si fuera por obra de la madre luna el ascensor anunció la llegada de alguien al piso y Jimin no necesito voltear a verlo pues su olor se hizo presente en el ambiente.
Pero junto con el un olor peculiar a sándalo, un olor que conocía perfectamente.
El lobo de Jimin gruño de manera descontenta y los recuerdos de cada vez que detectaba el mismo olor en la ropa de Yoongi lo azotaron con fuerza.
Rápidamente se alejó de la puerta de la oficina y camino a su escritorio ignorando la presencia del alfa.
— Hola ca...
— Su abuelo lo espera...
Aún que el olor a Sándalo no era muy fuerte, para su olfato era lo suficiente, pues había tenido ese olor presente por mucho tiempo y era como si pudiera detectarlo aún a metros de distancia, tanto así le había afectado.
El alfa se recompuso al ver la actitud de Jimin y gruño ante la presencia del otro alfa.
— ¿Acabas de salir de mi oficina? ¿Por qué estabas solo con el?- El Omega levantó la mirada, la mandíbula del alfa estaba tensa y sus ojos eran como agujas filosas que se incrustaban en el.
— Nada de lo que seguramente usted cree.- Dijo de manera tosca.
— Eso no responde mi pregunta.
— Pues es lo único que diré, si no es suficiente para usted entonces no me interesa.- Porque actuar de aquella manera era como un método de defensa ante la debilidad de sentir el extraño olor en el alfa.
Más sabiendo que los olores en cada persona eran únicos. Entonces el Omega con el que se acostaba Yoongi estuvo con Jungkook y eso le estaba afectando el juicio.
— ¿Que sucede contigo? ¿Por qué me estás hablando así?
— Porque no entiendo sus preguntas.
— Te dije que no te quiero cerca de el, es todo.
— Ajá
— ¿Ajá? - El Omega bajó su vista a la agenda en el teléfono y suspiro
— Bajaré a ver si el área de degustación ya está lista, lo espero en ese lugar señor.- Se levantó tomando una pequeña libreta con su lapicero y el teléfono. Yéndose del lugar sin siquiera mirar al alfa.
Entonces Jungkook se sintió nuevamente rechazado y de alguna manera decepcionado, Pero sobre todo preocupado.
Pues la información que aquel Omega le había dado era demasiado grave por lo que había tomado una decisión.
Desde ahora en adelante Jimin dejaría de ser su asistente, se quedará en su hogar y tendría seguridad.
Porque si aquello lo mantendría a salvó, entonces lo haría.