POV FREEN
Todos los días, desde que despertaba, habían sido un tormento para mí. No quería aferrarme a la idea de perder a Becky. Cada día era una batalla interna entre la esperanza y el miedo.
La esperanza arremolinaba mis pensamientos, recordándome que tenía una conexión con ella y dándome ánimos. Pero el miedo era un demonio que se alimentaba de mis dudas, de que esa conexión se estaba quebrando.
Cada gesto, cada mirada, cada sonrisa, cada suspiro y tal vez cada "te amo" ahora le pertenecían a alguien más. En qué momento creí que había sido una buena idea alejarla. Ahora ella cumplía eso que le grité años atrás.
//Flashback//
Había pasado más de un mes desde que regresé del campamento que se realizaba cada año en el colegio. Desde entonces, descubrí que tenía algo extraño al desvanecerme. Ahora, después de unas pruebas con la ayuda de Heidi, supe que estaba en peligro. Llevaba más de un mes llorando. No quería preocupar a mis padres, pues buscarían mil médicos y tal vez sin esperanza alguna. Lo que más me preocupaba era Becky. Estábamos tan acostumbradas a estar juntas. Ella era todo para mí y si fallecía, no quería verla mal.
Y tomé la mejor decisión: debía alejarme, debía mantenerla a salvo. Las primeras semanas fueron difíciles. Becky me buscaba y yo la ignoraba. Debía lograr que me odiara, que me detestara. Con el paso del tiempo, aprendí a ser fría y distante. No me importaba verla llorar todas las noches.
Un día, cuando llegué de la universidad, no había nadie en casa. Becky estaba en mi cuarto. Quería irme, no deseaba hablar con ella, pero cerró la habitación.
"¿Qué te sucede, Freen? Llevas más de un año ignorándome. Si hice algo mal, dime, puedo cambiarlo" -dijo ella.
Dejé mis cosas en mi escritorio, ignorando sus palabras. No me importaba.
"¿Ya no me amas? ¿Por qué dejaste de hacerlo?" -empezó a llorar.
"Ya terminaste de llorar. Lárgate de aquí" - respondí fríamente.
"Entonces es verdad. Solo decías amarme para acostarte conmigo. Solo querías eso de mí o ¿en verdad me amabas?" - su llanto se intensificó.
Por qué tenía que hacer las cosas tan difíciles. Quería que me dejara en paz.
"Me cansas, Rebecca. Eso se dice cuando quieres llevarte a alguien a la cama. "Te amo". Contigo fue fácil" -dije sin emoción.
Becky comenzó a llorar aún más. Aunque limpiara sus lágrimas, seguían brotando. Se quedó sin decir nada. Sus pupilas se contrajeron. Sabía que estaba rota.
"Ahora aclaradas tus dudas, ¡LÁRGATE! ¡MANTENTE LO MÁS LEJOS POSIBLE DE MÍ!" - grité.
El tiempo pasó y Heidi encontró una forma de salvarme. Me había apoyado demasiado. Le debía todo. Deseaba casarme con ella, era mi forma de agradecer. Nada le faltaría. Pero el abuelo se negó y me obligó a casarme con Rebecca.
//FIN del Flashback//
Me agité ante esos recuerdos. Aquella chica que me amaba demasiado, yo la había roto. Di un trago largo a la segunda botella de whisky que llevaba en el día, pero el alcohol ya no ayudaba. Disipaba el dolor momentáneamente, pero todo recuerdo bueno con ella se convertía en un tormento constante.
Buscaba una salida, algo que me llevara de vuelta a ella. Me odiaba por haberla herido en el pasado. Yo nunca la había dejado de amar.
Llevaba media botella de whisky cuando un mensaje llegó. Desde hacía tres días estaba encerrada en la residencia, así que probablemente era Nam de nuevo, porque no me dejaba en paz.
Tomé el celular y me tumbé de nuevo en el sofá. Me quedé atónita al ver el mensaje que aparecía en mi pantalla. Era de Becky, invitándome a su fiesta de cumpleaños. Un nudo se formó en mi garganta.
Leí el mensaje más de 50 veces. Era mi propio tormento emocional. No respondí, no sabía si debía aparecer, así que solo seguí bebiendo.
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FREEN
Un día antes había decidido firmemente ir a la fiesta de cumpleaños de Becky. Tal parece que me gustaba atormentarme yo sola. Opté por usar un vestido que realzaba mi figura, maquillaje resaltando mis rasgos y un pequeño estuche con el regalo de cumpleaños de Becky.
Cuando finalmente llegué al lugar de la fiesta y me estacioné, logré escuchar el ambiente animado desde afuera. Caminé con paso firme hasta la entrada. Mi mirada recorrió rápidamente el lugar y visualicé a mis amigos, a mi familia. Y en el centro, rodeada de amigos, estaba Becky. La contemplé por casi un largo minuto. Lucía perfecta. Nuestras miradas se conectaron. Mi corazón latía rápidamente mientras la veía caminar hacia mí. La respiración se alentó cuando la tuve frente a mí.
"Freen... Gracias por venir" - sonrió débilmente.
"Feliz cumpleaños, Becky" - estiré mi mano para entregarle el estuche con un pequeño lazo en forma de moño que llevaba entre mis manos.
Becky contempló el estuche y lo abrió, dejando ver el collar de oro blanco que había escogido para ella un día antes. Era una luna creciente tallada con precisión en oro blanco, como si capturara la luz de la luna misma.
"Wow... Gracias, es hermoso. Me encanta" - dijo Becky emocionada.
"Puedo ponértelo" - Becky me miró unos segundos, pero solo asintió y se dio la vuelta.
Tomé el collar y mis manos temblaban. Pasé suavemente el collar por su cuello, sintiendo el suave roce de su piel bajo mis dedos. Cada contacto era una descarga eléctrica, una explosión de emociones. Mientras cerré el broche, sentí cierta tranquilidad al darme cuenta de que aún había un lazo que nos unía, un vínculo que el tiempo y la distancia no podían romper.
Becky se dio la vuelta para mirarme nuevamente. El tiempo se había detenido, el sonido de la música parecía lejano.
"Freen, qué bueno que llegaste" - Nam interrumpió el momento junto con Heng y Noey.
"Gracias, Freen... pásalo bien. Gracias por venir" - Becky se alejó y siguió con sus amigos. Solo sentí la mirada de Alexandra sobre mí.
"Eres una maldita inoportuna, Nam. ¿Qué te sucede?" -le reproché.
"¿Qué me sucede a mí? Más bien, no puedes comportarte tú. ¿Por qué no logras entender que Becky tiene una relación con Alexandra?" - respondió Nam.
"Becky aún me ama, Nam. Lo sé, lo siento aún" - intenté justificar.
"Y si no es así?" - preguntó Heng.
"Dejen de atormentarla así. Vamos a disfrutar la fiesta" - agregó Noey.
La velada continuó. La fiesta estaba animada. Estaba parada observando a la distancia a Becky. Alexandra la tomaba por la cintura y la abrazaba por detrás. Cada gesto de afecto entre ellas era doloroso, un recordatorio de que no me pertenecía. Comencé a pedir tragos, deseando borrar todo aquello. El alcohol se había convertido en un calmante para mi dolor.
El pastel de cumpleaños llegó. Todos cantamos Happy Birthday y yo me empezaba a sentir mareada. Después de los buenos deseos y de soplar las velitas, mis padres y abuelos se fueron. Estaba siendo una noche linda.
"Freen, ¿estás bien? ¿Cuánto has bebido?" - preguntó Nam preocupada.
"Estoy bien... todo estará bien" - respondí tratando de convencerme a mí misma.
Respiré profundamente, tratando de calmar mi corazón agitado. Mi estado de embriaguez nublaba mi razón. Caminé con paso firme hacia donde estaba Becky con Alexandra e Irin.
"Becky... ¿puedo hablar contigo?" - balbuceé.
"Ahora no es buen momento" - respondió Becky.
"Por favor" - supliqué.
Becky lo dudó, pero accedió. Nos alejamos un poco hasta un rincón del lugar.
"Luces hermosa, Becky. Siempre radiante" - mis palabras ya se arrastraban.
"Has bebido mucho. Te notas ya bastante mal... deberías ir a casa" - me sugirió Becky preocupada.
"¿Por qué estás con ella? Tú me amas a mí. Dile que me amas. Vámonos a casa, Becky" - imploré.
"Freen, no es el momento para esto. ¿No vas a iniciar una escena, verdad?" - dijo Becky con cierta resignación.
Contemplé a Becky, quien solo me observaba. Mi mente decía que era una buena idea acorralarla en la esquina, tomarla de la barbilla y unir nuestros labios. y así fue sucedió Mis labios se movían sobre los suyos, no sé cuánto tiempo pasó hasta que Becky me apartó y los problemas vendrían.
"Basta, Freen" - gritó Becky.
"¡Aléjate, Sarocha! ¿Qué mierda te sucede?" - me gritó Alexandra jalándome fuertemente.
"Becky, yo te amo demasiado y sé que también sientes lo mismo. Por favor, confía en mí" - le supliqué.
Y sí, me estaba humillando frente a todos, pero no me importaba. Solo quería recuperarla.
"Vete a casa, Freen. Fue suficiente" - susurró Becky.
"¡Para la próxima, espera a que ella quiera besarte! No puedes forzarla, idiota" - interrumpió Alexandra.
"¿No puedes simplemente dejarla ir? Ella me ama, lo sabes. Solo te mientes creyendo que será diferente" - continué argumentando.
"Lárgate de aquí ahora" - sentenció Alexandra.
Miré a Becky, suplicándole con la mirada, deseando que viniera conmigo. Pero había elegido quedarse con Alexandra. Vaya mierda. Todos alrededor nos observaban. Nam intervino, tomándome del brazo y sacándome del lugar. Subimos a su vehículo y me llevó a casa. La fiesta se había acabado para mí.
Nam no dijo nada en el camino. Llegamos a casa, me tumbé en el sofá y ella me abrazó. Comencé a llorar como una niña pequeña. No hubo regaños por parte de Nam. Ella entendía... entendía que dolía demasiado.
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NOTA:
se sigue agradeciendo sus comentarios y mensajes de buenas vibras
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