POV BECKY
Corrí lo más rápido que pude desde la residencia. Si seguía allí, los sentimientos por Freen volverían a aflorar y no podía permitirlo. Quería odiarla, olvidarla, pero era imposible. Las lágrimas inundaban mis ojos y tuve que limpiarlas para poder buscar un taxi y regresar al hotel. Cada paso en el camino a la habitación se sintió pesado, como si llevara el peso de mis emociones en cada paso que daba.
"Hola, Beck. ¿Cómo te fue?" - pregunto alexandra en cuando ingrese.
"No quiero hablar de eso" - respondí con voz entrecortada.
"¿Qué te hizo la idiota?" - preguntó Alexandra, mirando mis ojos rojos e hinchados.
"Nada... soy yo quien se la vive llorando por tonterías" - admití, tomando asiento al borde de la cama. Sentía tanta frustración por seguir sintiendo algo por Freen.
"Tontearías es que sientas aún algo por ella?" - preguntó Alexandra, con una mezcla de comprensión y preocupación en su voz.
"Alex... no... mierda!" - titubeé, sintiendo cómo la rabia y la tristeza se mezclaban dentro de mí.
"Creo que debió decirte algo fuerte para que estés así" - dijo Alexandra, buscando entender lo que me estaba pasando.
Me odiaba a mí misma por estar en esta situación, por permitir que Freen me afectara tanto. ¿Por qué dijo todas esas palabras? ¿Por qué ahora?
"Ella cree que diciendo todas esas mentiras volveré a confiar en ella... es una maldita idiota, arrogante" - dije con rabia, dejando salir todas las emociones acumuladas.
Alexandra se sentó a mi lado, ofreciéndome su apoyo silencioso. "Beck..." - comenzó a decir, pero la interrumpí.
"Alex, por favor... yo elijo estar contigo. No quiero fallar en nuestro compromiso" - le dije con determinación antes de que dijera algo más.
"Pediré algo de comida y veremos unas cuantas películas, ¿te parece?" - propuso Alexandra, tratando de distraerme y reconfortarme.
"Me parece un plan excelente" - sonreí, sintiéndome agradecida.
La comida llegó y nos dispusimos a ver algunas películas de terror. Me recosté en las piernas de Alexandra mientras ella me daba palomitas y papas fritas en la boca. De vez en cuando, ella acariciaba mi cabello, brindándome una sensación reconfortante.
"Beck... estás mejor" - me dijo.
"Sí, estoy mejor" -
"Verás que a partir de ahora todo estará bien" - me aseguró.
"¿Cuándo volveremos a Italia?" - tome asiento a su lado de la cama.
"Aún necesito declarar contra Heidi y Jane. No podemos irnos aún. Aún hay temas que resolver con tu abuelo por lo de la asociación" - explicó.
"Entiendo" - suspiré.
"Cariño, sé lo que estás pensando y no debes preocuparte por el dinero. Deja que yo me encargue de todo" - me tranquilizó Alexandra.
"Me consientes demasiado, Alexandra Saint-Clair" - le señalé, con una mueca de digusto.
"Lo único que debes preocuparte es buscar dónde celebrar tu cumpleaños. Será dentro de 6 días" - agregó.
Con todo esto, había olvidado que pronto sería mi cumpleaños. Había dejado de celebrarlo, pero Alexandra quería que lo hiciera.
"No es necesario, es solo un día cualquiera. Podemos pedir helado y ver películas" - propuse.
"Sabes que me encanta ver películas contigo, pero tu cumpleaños es importante. Podemos invitar a todos tus amigos y relajarnos un poco después de todo lo que hemos pasado" - sugirió Alexandra.
"Está bien, organizaré algo" - acepté.
No tenía idea de qué debía organizar, ya que había dejado de celebrar mi cumpleaños hace mucho tiempo. Pero pronto regresaríamos a Italia y quería compartir mi cumpleaños antes de partir.
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BECKY
Tres días llevábamos en ese hotel, Alex trataba de mantenerme ocupada llevándome a mil lugares, Habíamos comíamos con la abuela mi mamá. Ayer había tocado declarar en contra de Heidi y Jane, fue duro, pues podrían pasar años en prisión.
Ya estábamos en diciembre y el clima era perfecto. Decidimos ir a la piscina del hotel para relajarnos un poco. Siempre nos había gustado la natación. Nos encontrábamos en el borde de la piscina, observando las cristalinas aguas. Metí mi pie ligeramente, tentando el agua.
Alexandra tomó mi mano y nos jalo, ambas caímos al agua, salpicando agua por todos lados. Empezamos a reír, éramos un par de tontas. Dimos un par de vueltas, liberando toda la tensión acumulada. Jugamos como niñas en el agua, lanzándonos pelotas y desafiándonos a nadar más rápido. Cada risa y cada salpicadura se convirtieron en un recuerdo precioso.
"Beck... ¿ya invitaste a Freen a tu cumpleaños?" - me preguntó derepente Alexandra.
"¿Debería? No es necesario" - respondí.
"Es importante para ti, es un día especial... No sé qué sucedió entre ustedes, pero inténtalo" - me animó.
"No lo sé, Alex" - dudé.
"Sé que hay tensiones, solo piénsalo..." - insistió.
Había pensado en invitar a Freen, pero después de todo lo sucedido en la mansión, tal vez no vendría. Salí de mis pensamientos cuando sentí las manos de Alexandra sobre mi cintura, pegándome a la pared de la piscina, acorralándome. Las yemas de sus dedos subieron desde mi cintura hasta mis hombros en segundos. Sus labios se avalanzaron sobre mi cuello y se sentía tan bien. La apegue más a mí para sentir su cercanía. Fue dejando besos hasta llegar a mis labios. Me sumergí en lo suave y delicado de sus labios. Nuestro tacto era preciso y tranquilo. Disfrutaba de cada parte de su boca, mordiendo con delicadeza.
Nos separamos por la falta de aire, pero ese beso había sido tan diferente, tan fuerte. No sabía qué me estaba pasando.
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POV BECKY
El día de mi cumpleaños había llegado. Me miré al espejo con una sonrisa nerviosa y me coloqué el vestido que Alex mandó a hacer exclusivamente con su mamá. Era de color perla, con un corte Halter que realzaba mis hombros y mi cuello. De la cintura se ajustaba perfectamente, dejando una abertura en el lado izquierdo de mis piernas. Era perfecto.
Me maquillé de forma discreta y me puse joyas que se ajustaran al conjunto. Había terminado de arreglarme cuando Alex entró a la habitación y se paró en seco. No pestañeaba, estaba en shock.
"Alex... ¿tan mal me veo?" - pregunté con inseguridad.
"Luces hermosa, perfecta. Me encantas, Beck" -respondió.
"Tú siempre luces radiante, Alex..." - le dije mientras me miraba en el espejo.
"Antes de que me siga sonrojando, ven, vamos" - me dijo, tomando mi mano para salir rumbo al lugar donde sería la reunión.
El lugar era un pequeño salón rodeado de un jardín iluminado. Estaba decorado con luces brillantes y en el centro había una mesa llena de bocadillos. En la esquina, se encontraba la comida, una deliciosa mezcla de sabores. Alex había elegido cada platillo de acuerdo a mis gustos. También se había montado una barra con un bartender para la preparación de bebidas. Pronto empezaron a llegar los invitados.
"Irin, Friend, gracias por venir" - los abracé a ambos.
A pesar de que Friend me había invitado formalmente a salir, nunca sucedió nada entre nosotras. Habíamos quedado como buenas amigas.
"Friend, ella es Alexandra, mi novia. Alex, ella es Friend amiga y mi exjefa" - las presenté.
"Mucho gusto, por fin conozco a la causante de perder a mi mejor empleada" - bromeó Friend mientras estrechaba la mano de Alex.
"Ahora ella es feliz conmigo, ¿verdad, Beck?" - soltó una pequeña risa Alex.
"Ustedes tienen tanto que contarme" - nos miró Irin y solo asentimos.
Irin y Friend ingresaron, seguidos de mis abuelos y mis padres, que iban llegando. Pronto visualicé a Heng, Nam y Noey.
"Becky, feliz cumpleaños, pequeña" - me abrazó Heng.
"Estás hermosa, Becky" - añadió Noey.
"Feliz cumpleaños, Becky... gracias por invitarnos" - dijo Nam.
"Gracias por venir, chicos. Pueden comer lo que gusten" - les respondí.
Pronto el salón se llenó con varios amigos que no veía desde el colegio. El ambiente era animado y la música amenizaba el lugar. Alexandra se quedó platicando con mi abuela y mi mamá, mientras yo hablaba con mis amigos que no veía desde hacía años.
Mi vista se desvió hacia la entrada y vi a Freen llegando. Le había mandado un mensaje invitándola, pero no lo contestó, así que supuse que no vendría. Pero ahí estaba, con su mirada puesta sobre mí, lo cual me causó un escalofrío.