Lo sabias
Taehyung entra a la casa, y desesperadamente busca en cada parte, observando por todos lados, obviamente intentando encontrar a alguien. Los ve a través del ventanal. Bogum, el pequeño Seoyul y Hanna, su nana, estaban en el jardín trasero de la casa. Bogum jugaba con el pequeño, mientras Hanna a lo lejos, se dedicaba a mirarlos. Desliza la puerta corrediza e inmediatamente pone un pie en el césped dice: — Hanna, lleva a Seoyul adentro, por favor.
Hanna asintió con entendimiento y se levantó del banco donde estaba sentada, dirigiéndose hacia Seoyul, quien estaba jugando cerca. Mientras tanto, Bogum levantó la vista al escuchar la voz de Taehyung, y su expresión se tensó al verlo acercarse.
— Papa, ¿que está pasando?— le pregunta el pequeño después de observar la molestia en el rostro de su padre, además de sus ojos llorosos.
— Todo está bien, pichoncito, ve con Hanna a la casa, enseguida estaré contigo.
— Pero, papa, quiero quedarme con ustedes, no quiero ir a dentro, por favor— al ver que Seoyul le intenta poner resistencia, Hanna lo toma en sus brazos y entran a la casa.
Después de quedarse solos, Taehyung se gira hacia Bogum bruscamente, se le acerca aún más a una velocidad que pareciese que le clavaría una daga en el pecho.
— Taehyung, ¿que pasa?
— Lo sabias, ¿verdad?— pregunta, no de manera exigente, sino con un poco de melancolía.
— ¿Que cosa sabía? No estoy entendiendo— se pone de pie quedando frente a él. Taehyung sigue su mirada con la cabeza ya que Bogum es más alto que él.
— De...— tarda en decir ya que su voz amenazaba con quebrarse— la muerte de Yoongi.
Bogum guarda silencio y baja la mirada para luego regresársela. Se gira y le da la espalda para tomar un libro que había dejado sobre la pequeña mesa al lado del banco en el jardín. Taehyung frunce el ceño.
— Te hice una pregunta, Bogum— lo toma del brazo y sin ningún tipo de delicadeza lo gira para que lo mirase— ¿Lo sabias?— su expresión cae al ver como la cabeza de Bogum asentía en respuesta. Le suelta en brazo y empiez a a caminar de un lado a otro, con gesto alterado. —¿Por qué no me lo dijiste?
— No podía, Tae— le respondió—, debía protegerte— Bogum se acerca a Taehyung, colocando una mano en su hombro en un intento de calmarlo.
— ¿Protegerme?— Taehyung le mira con tristeza, sus ojos se reflejan en los de Bogum.
— Si, Tae, protegerte— Tae se acerca y con las manos hechas puños empieza a golpear el pecho de Bogum "lo sabias, lo sabias" repetía una y otra vez sin detenerse . Bogum solo recibía los golpes sin intentar detenerle— ¡Ya basta! — lo detiene.
— Protegerme no significaba ocultarme la verdad —responde Taehyung con voz entrecortada—. Necesitaba saberlo, Bogum. Necesitaba despedirme de él, necesitaba enfrentar esa realidad, y tú me lo negaste. ¿Por qué me hiciste esto? y así dices amarme; eso no es amor. Yoongi era una de de las personas más importantes en mi vida. Lo sabes, Bogum, ¡sabes cuánto significaba para mí! ¡Merecía saber esto!
— Yo te amo, Taehyung, tanto, que fui capaz de cumplir cada uno de tus deseos como si fuesen órdenes. Solo hice lo que me pediste, ¿recuerdas? "No quiero saber nada de ellos" "quiero pensar que no existen" eso dijiste, yo solo obedecía todo lo que pedías— le soltó las muñecas, ve como las lagrimas empiezan a brotar en Taehyung—. Tae, volvimos al 1920, cuando no existía redes sociales, televisión o si quiera ¡una maldita radio!, y todo porque así tú lo quisiste, porque no querías escuchar o leer nada sobre ellos, y lo respete. Seoyul apenas y está conociendo el mundo ahora, se emocionó porque vio personas pequeñas en un pantalla, Taehyung, lo privamos del mundo, por ti.
— Era mi amigo...— cae de rodillas al césped Tae se siente abrumado por el peso de la verdad. Bogum se arrodilla junto a Taehyung y coloca una mano reconfortante en su hombro, diciendo:.
— Yo te amo, Taehyung, tanto, que duele. Pero no voy a dejar que me culpes por tus propia decisiones— se pone en cuclillas—. Tú decidiste sacarlos de tu vida, yo solo sucumbí a tus deseos. Son tus decisiones, actúa en consecuencia.
— No estoy culpándote de nada ni mucho menos, pero al menos merecía saber sobre su muerte, lo... merecía— me reclama al borde de las lagrimas.
— Dime, si te lo hubiese dicho, ¿hubieses regresado a Busan de manera inmediata?— Tae lo mira comprendiendo la pregunta.
— ¡Pero eso no te daba el derecho a ocultármelo, Bogum— le reclama sintiendo como la rabia se apodera de su voz— le pregunté a Jimin por él, maldita sea, lo hubieras visto, me miraba como si fuese la peor persona de este mundo, el maldito villano de la historia.
— En ese momento creí que era lo mejor para ti— Tae quita la mano de Bogum de su hombro y se pone de pie, y viéndolo desde arriba le dice:.
— No eras tú quien tenía el derecho de decidir lo que era mejor para— se limpia las lagrimas. Bogum se pone de pie.
— No me arrepiento, Taehyung. Siempre voy a hacer todo lo que esté a mi alcance para protegerte, aunque por eso termines odiándome, yo velaré por tu seguridad, lo juro —dice con determinación, mirando fijamente a los ojos de Taehyung mientras sostiene su mano con firmeza. El doncel se suelta de agarre, se da medio vuelta y se va—. Taehyung, por favor, no te vayas —implora, sintiendo un nudo en la garganta mientras ve a Taehyung alejarse lentamente—. Entiendo que estés enojado, pero necesitas saber que todo lo que hice fue para protegerte.
Tae se detiene y ya un poco lejos de donde había estado, deja escapar un suspiro pesado. Lentamente se voltea para enfrentar a su amigo, con una mirada llena de confusión y dolor.
— Voy a recupéralos—dice, con la voz entrecortada por la emoción y firmeza en las palabras—. Voy a recuperar a las personas que jamás me hubiesen ocultado algo así— Sus ojos reflejan determinación mientras se enfrenta al desafío que tiene por delante. Con cada paso que da en esa dirección, su compromiso se fortalece, alimentado por el amor hacia aquellos que considera su familia. No importa cuán difícil sea el camino, está decidido a traer de vuelta a quienes le importan y restaurar la confianza que ha sido quebrantada. En su corazón, arde una llama de esperanza.
Taehyung entra a la casa sin darse vuelta nuevamente, evitando ver a Bogum otra vez a los ojos. Cada paso parece pesarle más que el anterior, cargado con el peso de la traición y la incertidumbre sobre lo que el futuro les depara. El silencio en la casa solo intensifica la sensación de soledad que lo envuelve, mientras se sumerge en sus propios pensamientos, buscando respuestas que parecen esquivarlo en cada esquina de su mente. A pesar del dolor y la confusión, una determinación silenciosa arde en su interior, prometiéndose a sí mismo restaurar todo aquello que había dañado.
— Papi... — la voz de su hijo lo saca de su trance. Tae lo ve acercarse, con una expresión de preocupación en su inocente rostro. A pesar del torbellino de emociones que lo envuelve, una sensación de calidez lo invade al ver a su hijo, recordándole lo que realmente importa en medio de la adversidad. Se agacha para abrazarlo con ternura, buscando consuelo en el vínculo inquebrantable que comparten.
— Mi pichoncito —dice en voz baja mientras parece recargar energías con el cuerpecito de su pequeño hijo. Taehyung abraza a su hijo con ternura, sintiendo cómo el amor y el cariño entre ellos actúan como un bálsamo para el alma. En ese momento, se permite sentirse vulnerable y encontrar consuelo en el abrazo reconfortante de su hijo.
— ¿Por qué... han peleado?— Tae se aleja y lo mira a los ojos. Seoyul lo mira con sus grandes y brillantes aureolas.
— No estábamos peleando, Yul...
— Pero... estaban gritándose.
— No es así, mira —lo sienta en el mueble. Suspira—, a veces los adultos cuando hablamos, hablamos muy fuerte, eso es todo —explica Taehyung con calma, tratando de explicar de una manera sencilla lo que está sucediendo. Aunque intenta minimizar la situación para no preocupar a su hijo, en su interior sabe que será importante hablar con él de una forma más clara cuando sea el momento adecuado. Por ahora, su prioridad es asegurarse de que su hijo se sienta seguro y protegido, incluso cuando él mismo está lidiando con sus propias emociones.
— Tus ojos están rojos, como cuando lloras —observa el niño con sinceridad, mientras mira a su padre con curiosidad y un dejo de preocupación en su voz. Taehyung se sorprende por la agudeza de su hijo para percibir su estado emocional, pero rápidamente trata de tranquilizarlo con una sonrisa afectuosa.
— Es alergia, cielo. Papa esta bien, no te preocupes. Vaya, ahora serás tú quien me cuide a mí, ¿no debería ser al revés? —dice Taehyung, tratando de ocultar su preocupación tras una sonrisa tranquila mientras acaricia la cabeza de su hijo. Aunque intenta restar importancia a la situación, en su interior siente un ligero pesar al ver a su pequeño preocupado por él.
Jungkook se adentra en el baño, dejando atrás el bullicio del día. Con pasos tranquilos, ajusta la temperatura del agua hasta que alcanza el punto perfecto: cálida y reconfortante. Con un suspiro de alivio, se quita la ropa y entra bajo la cascada de agua, dejando que los torrentes lo envuelvan con su caricia suave pero revitalizante. Cierra los ojos y deja que el agua caiga sobre su piel, llevándose consigo el estrés y las preocupaciones del día.
Con cuidado, toma el jabón y lo hace espuma entre sus manos, disfrutando del aroma fresco y limpio que llena el aire. Con movimientos suaves y meticulosos, limpia cada centímetro de su piel, liberando las tensiones acumuladas en sus músculos. El sonido del agua corriendo actúa como una sinfonía, acompañando sus pensamientos.
Con el eco del agua aún resonando en el baño, Jungkook escucha el timbre resonando por toda la casa. Tranquilamente envuelve una toalla alrededor de su cintura y se apresura hacia la puerta de entrada, su cabello goteando pequeñas gotas de agua en el camino. Se queda frente al monitor que a través de la cámara dejaba ver la persona que estaba fuera. Se iba a dar la vuelta e imaginar que no había nadie, pero el timbre volvió a insistir. Por un instante, considera ignorar el timbre y dejar pasar la situación, pero finalmente decide enfrentarla. Abre la puerta.
— Esta muy lejos de casa, señor Park— exclama de manera confiada y ¿calmada?
Taehyung no pronuncia una palabra durante varios segundos, lo estaba escaneando. Definitivamente Jungkook estaba mas grande. Ahora tenía músculos totalmente definidos, algo que se notaba menos cuando llevaba traje. Pero esto no era lo que más llamaba la atención del doncel, sino toda la tinta que ahora había en su piel. Llevaba el brazo izquierdo lleno de tatuajes. Además tenía el pelo bastante largo, casi sobre los hombros, estaba mojado y peinado hacia atrás.
— Ahora llevas tatuajes— pronuncia lo obvio.
— No, son calcomanías para niños de kinder— El sarcasmo en las palabras de Jungkook es evidente, y su postura rígida muestra una clara intención de mantener cierta distancia entre ellos. Taehyung siente una oleada de incomodidad al percibir la actitud defensiva de Jungkook, pero no está dispuesto a darse por vencido tan fácilmente—. Si eso era todo, se puede retirar— intenta cerrar la puerta.
Colocando suavemente su mano sobre la puerta para evitar que se cierre, Taehyung busca mantener abierta la comunicación entre ellos.— Espera, Jungkook —dice Taehyung, con tono calmado pero firme—. Necesito hablar contigo.
— ¿Cara de quien me ves que crees que estoy obligado a satisfacer tus necesidades?— Taehyung absorbe las palabras de Jungkook con una mezcla de sorpresa y resignación. La realidad de su situación se hace más clara ahora, y la distancia emocional entre ellos se vuelve aún más evidente—. Para cubrir sus necesidades está su esposo. Señor park, está en el lugar equivocado, así que váyase, y lo tenga que hablar, háblelo con él.
La mirada de Taehyung se oscurece por un momento antes de responder en voz baja, escasamente conteniendo su irritación— No estoy aquí por mis necesidades, sino por las de ambos, Jungkook—responde.
Una risa egoísta escapa de los labios de Jungkook, llena de amargura y sarcasmo. Es una risa que refleja su frustración y resentimiento, una respuesta a la ironía de la situación en la que se encuentra— No hay ninguna necesidad mía que puedas cubrir.
— Necesitamos hablar, ahora.
— No necesitamos, tú necesitas. Yo no tengo nada que hablar contigo, cada conversación que pudo haber existido entre nosotros ya tiene un punto y final— La voz de Jungkook es cortante y llena de determinación mientras deja en claro su posición.
— Vas a escucharme, quieras o no— Taehyung entra al apartamento a pesar de que Jungkook estaba en medio de la puerta como guardia inglés. Le empujó levemente el brazo que obstaculizaba la entrada, y ese, se convirtió en el primer contacto directo con entre Jungkook y Taehyung después de casi 5 años. El roce apenas perceptible desencadenó una ola de recuerdos y emociones.
— Genial, ahora entras a la fuerza. A esto se le conoce como allanamiento de morada y estoy en todo el derecho de llamar a la policía— informa mientras suspira y cierra la puerta.
— Haz lo que quieras, pero en lo que llega la policía, me escucharás.
— Está bien, Taehyung, tú ganas— camina a la cocina, desde la cual la vista a la sala donde estaba de pie Tae era accesible— veamos que tanto es lo tienes para hablar.
Taehyung lo mira, pero lejos de sentir su atención, siente su resignación.
— Dijiste que podía hablar— le dice mientras lo ve moviéndose en la cocina y luego saliendo de ella, dirigiéndose tal vez, a la habitación.
— Dije que podías hablar, no que iba a escucharte.
— Ya basta de este jueguito, Jungkook.
— Tienes razón. Ya es suficiente, de tenerte aquí— dice fríamente y camina hacia él, Taehyung siente la presión en su pecho al verlo semidesnudo acercarse a él— Mira, si permitirte hablar me permitirá a mi deshacerme de ti lo más rápido posible, entonces, adelante, habla.
Jungkook se recuesta del espaldar del sillón, cruza los brazos y coloca un tobillo sobre el otro. Taehyung se queda parado frente a él y se anima a decir: — Retira la oferta de ese contrato.
— ¿Me estás dando una orden o me lo estás pidiendo?— pregunta con duda fingida.
— Te lo...— duda en decir— estoy pidiendo.
— Sr. Park, eso es algo que debería pedirle a su esposo, no a mi.
— Ya deja de llamarme "Sr. Park"— pide ya al borde de la desesperación.
— Usted se casó, por tanto, es la forma correcta en que debo llamarle ya que no existe ningún vínculo entre nosotros para tratarlo de manera informal. Si eso le molesta, entonces divórciese— Jungkook habla rápido, pero con un tono neutro y despejado, como si dijera la cosa más obvia.
Taehyung luchaba por mantener la compostura mientras las palabras de Jungkook resonaban en su mente. ¿Le estaba sugiriendo el divorcio porque deseaba que lo hiciese o solo lo había dicho por molestar?, probablemente sea la segunda opinión, claro, si lo analizaba de manera razonable. Respira profundo, en el intento de no caer al impulso de sucumbir a sus emociones tumultuosas.
— Solo te estoy pidiendo que retires la oferta.
— Y yo solo quiero que entiendas, que yo no lo haré. De mi parte no obtendrás nada, así que solo te queda ir en busca del socorro de tu esposo— Jungkook desenvuelve sus manos y empieza a moverlas, mientras explica: — Pero claro, seguro que no te quedó más de otra que venir a mi porque tu esposo está considerando aceptar la oferta.
— No importa si el acepta o no, no me iré, el no es mi dueño ni mucho menos.
— No, en eso puede que tengas razón, él no es tu dueño, pero es "dueño" de alguien al cual, supongo, jamás querrías dejar.
— ¿De que hablas?
— De su hijo.
— Mi hijo se quedará al igual que yo.
— ¿Dime que pasará cuando Bogum no encuentre otra alternativa más que aceptar la oferta?, tú seguirás renegado en irte y él se verá obligado a acudir a otras malezas. Demandará por la custodia de su hijo, en compañía del mejor abogado de todo Corea del Sur, que yo colocaré en sus manos. Ganará la demanda, porque con la fortuna que tendrá, el juez decidirá que será mejor que esté con su padre, o, tú tendrás que irte con ellos para que eso no pase.
— Bogum no sería capaz de hacerme algo como eso— Jungkook sintió la confianza en sus palabras, y como una pirámide de cartas, procedió a derrumbarlas.
— No se confíe mucho, Sr. Park— su tono cambia a una más frío y pesado—, se lo digo por experiencia; una nunca termina de conocer a las personas. No limites sus acciones a lo que cree sería capaz o no.
Taehyung se sintió sacudido por las palabras de Jungkook, que resonaban con una verdad que no podía ignorar. Aunque quería aferrarse a la imagen idealizada que tenía de Bogum, sabía en lo más profundo de su corazón que Jungkook tenía razón.
— ¿Enserio serías capaz de hacer todo eso solo para que me vaya?— pregunta utilizando un tono decadente. Sus miradas chocaron pero ninguno de los dos retrocedió.
Jungkook abandonó su posición y se acerca al doncel sin tumbarle la mirada dice: — Sería capaz de mucho más que eso, sí eso significa que no te tendré que volver a ver jamás— sus miradas de desafían—. Si eso es todo, vete.
El ambiente tenso en la sala se volvió aún más palpable cuando Jungkook se acercó amenazantemente a Taehyung, quien permanecía inmóvil, sintiendo su mirada intensa. Aunque Taehyung se sentía intimidado por la postura de Jungkook, se mantuvo firme, negándose a retroceder ante su actitud dominante.
El corazón de Taehyung latía con fuerza en su pecho mientras observaba cómo Jungkook se acercaba cada vez más, sintiendo el peso de su presencia abrumadora. Aunque una parte de él quería ceder ante la amenaza implícita en el gesto de Jungkook, otra parte se negaba a ser intimidada.
Al estar lo suficientemente cerca, Jungkook alza su mano, Tae sabia que el sería incapaz de golpearle así que ni quiera se inmuta ante tal acción. Lejos de lo que pensó, Jungkook acaricia su mejilla con su dedo índice. El gesto inesperado de Jungkook tomó por sorpresa a Taehyung, quien se mantuvo inmóvil ante la caricia en su mejilla. El corazón de Taehyung dio un vuelco en su pecho mientras observaba a Jungkook, sintiendo una mezcla confusa de emociones que lo dejaban sin aliento. Por un momento, el mundo parecía detenerse, lleno de la tensión eléctrica de lo que una vez habían sido y lo que ya no podían ser.
Jungkook mantuvo su mirada fija en Taehyung, una expresión fría y curiosa que no podía ser ignorada. Aunque Taehyung sabía que la situación era complicada y llena de incertidumbre, no pudo evitar sentir una chispa de esperanza en lo más profundo de su corazón. Quizás, incluso en medio del caos y la confusión, aún quedaba un hilo de conexión entre ellos que no podía romperse tan fácilmente.
— Algo me hace creer, que estás aquí por algo más que solo por la petición de anulación del contrato, ¿no es así?
¡Nos vemos a la próxima!