Yan Heqing se lo entregó y se detuvo en el lado derecho del volante. Lu Lin liberó su mano derecha, tomó la piña seca y se metió todo el trozo en la boca.
Yan Heqing aún no ha comido, sosteniendo el segundo trozo en su mano, "¿Quieres más?".
La punta de su pulgar se frotó la punta de su dedo índice. El tallo de la piña parecía estar espolvoreado con azúcar glas, dejando un toque. de azúcar glas. Después de un momento, lo dejó caer nuevamente sobre el volante, Lu Lin giró a la izquierda y salió de la carretera, "Cómelo tú mismo".
Yan Heqing retractó la mirada, se volvió hacia la ventana, le dio un mordisco y masticó despacio.
El auto volvió a quedarse en silencio y Lu Lin extendió la mano y encendió la radio.
Al momento siguiente, las suaves palabras de Wu Nong fueron más suaves que la brisa primaveral.
[Ladrillos azules con pintura de azulejos, caballos blancos pisando barro nuevo...]
Esta es la canción de Pingtan.
Al otro lado del cristal, había una oscuridad infinita fuera de la ventana. Después de que Yan Heqing terminó de masticar la piña seca, sacó la última rebanada y la terminó en silencio sin tocar ningún otro bocadillo.
Buzz Buzz.
Después de un rato, el bolsillo de Yan Heqing vibró y sacó su teléfono móvil: la llamada entrante era 3.3.
El 3 de marzo, cuando tenía 21 años, falleció en un accidente automovilístico.
El nombre que le puso a Lu Muchi es 3.3.
Yan Heqing colgó y luego apagó el teléfono.
——
Al mismo tiempo, Lu Muchi escuchó: "Hola, el número que marcaste está actualmente en una llamada..."
Cuando volvió a marcar, se convirtió en——
"El número que marcaste se ha desactivado, inténtalo de nuevo más tarde "
Yan Heqing estaba muy enojado.
¡Desconecto su teléfono y lo apagó!
Lu Muchi estaba molesto y volvió a guardar su teléfono en el bolsillo.
Hoy Lin Fengzhi llevó a Yan Heqing a visitar al médico. Además de sorprenderse de no haber pensado en Lin Fengzhi durante tanto tiempo, también se dio cuenta de un hecho: extrañaba locamente a Yan Heqing.
En el momento en que vio su espalda, su corazón se apretó con fuerza y en el momento en que tiró de su hombro, en realidad quiso abrazarlo.
Fue Lu Changcheng quien lo interrumpió.
Lu Muchi apretó los huesos de su mano y no pudo evitarlo más. Se dio la vuelta, caminó hacia la cama del hospital y comenzó a actuar con coquetería: "Abuelo, quiero volver y darme un baño".
Lu Changcheng conocía su pequeño acto, así que le recordó: "Mientras no vayas con tus malos amigos, simplemente regresa y toma una ducha".
Lu Muchi agarró su abrigo y corrió, "¡Vendré temprano mañana!".
Lu Changcheng sacudió la cabeza y cuando los pasos se alejaron, le dijo a la mujer: "Llama a los guardaespaldas que siguen al joven maestro y me informen".
Después de un rato, el guardaespaldas entró corriendo sudando profusamente.
La mujer preparó té, abrió la tapa de la taza, sopló aire caliente y luego le llevó el té a Lu Changcheng.
Lu Changcheng lo tomó, lo probó y dijo lentamente: "Yo pregunto, tú respondes"
"Sí maestro" respondió el guardaespaldas repetidamente.
"Tu joven Maestro, ¿vas a menudo a ver a Lin Fengzhi últimamente?".
Lu Changcheng supo desde el principio que Lu Muchi estaba muy interesado en Lin Fengzhi.
No era necesario que tomara medidas contra el amor rebelde de la adolescencia, con el personaje de Lu Muchi, se cansaría después de un tiempo. En cambio si lo frenara, Lu Muchi se revelaría.
Cuando las dos últimas personas no causaron ninguna noticia, se olvidó de Lin Fengzhi.
Lin Fengzhi vino hoy a visitar a su médico y recordó este incidente.
Después de todos estos años, Lu Muchi todavía está interesado, lo cual no es una buena señal.
El guardaespaldas no se atrevió a no decir nada, pero no se atrevió a contarlo todo. Pensó que, dado que solo le preguntó por Lin Fengzhi y no menciono a Yan Heqing, no fue un error, ¿verdad?.
Bajó la cabeza y dijo: "Sí".
El rostro de Lu Changcheng decayó de inmediato.
Lanzó la taza de té con fuerza.
Bang, la taza de té se partió en dos mitades en el suelo, quedando media taza de té colgando en el cuerpo de la taza rota.
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Traducción al español por un árbol de mango. ___________
En la orilla oscura y silenciosa del lago, sólo estaba encendida una luz exterior naranja.
No se puede ver el borde de la pradera vacía, y el lago está escondido en la oscuridad. No se puede ver su ancho. Solo el área iluminada frente a ellos ya puede decir que es muy grande.
De hecho, es un buen lugar para la pesca salvaje.
Yan Heqing dejó su taza de agua y al lado estaba el termo de Lu Lin.
Había una pequeña mesa entre ellos dos, con dos sillas a izquierda y derecha.
Frente a la mesa ardía un fuego y se colocó una fina malla de alambre, a un lado había una pequeña tetera de bronce, agua hirviendo y unas batatas asándose al otro lado.
Después de asarse un rato, las batatas liberarán un aroma rico y dulce.
El cebo se arroja al agua, ahora solo es cuestión de esperar.
Lu Lin se apoyó en el respaldo de su silla, hojeó la novela con una mano y las batatas con la otra. Olió la dulzura picante. Le dio la vuelta a la novela sobre la mesa, sacó varias capas de toallas de papel que había doblado prematuramente, tomó una batata y se la entregó a Yan Heqing, "Debería estar cocida".
Yan Heqing tampoco dijo gracias esta vez. Estaba jugueteando con la red de pesca y tomó la patata con la mano derecha.
A través de la toalla de papel gruesa, todavía se puede sentir el calor abrasador.
Cuanto más nos acercamos, más fragante se vuelve el aroma.
Yan Heqing sostuvo la red de pesca en su brazo y con cuidado peló la piel de la batata con su mano izquierda. Era pulpa dorada de papa, suave y cerosa visible a simple vista. Le dio un mordisco, o más bien tomó un sorbo, la carne delicada y sedosa era fragante, lechosa, dulce y glutinosa...
Solía trabajar a tiempo parcial hasta la medianoche y, a menudo, me encontraba con puestos de batatas asadas en la calle y el aroma llenaba toda la calle.
Una vez, Yan Heqing tenía tanta hambre que cogió una batata pequeña.
Después de abrirla, no olía fragante, la carne todavía estaba seca y tenía mucha fibra.
Dio otro mordisco.
Tal como pensaba, una vez que prueba algo demasiado dulce, no puede evitar continuar.
De repente, sintió que el agua goteaba desde lo alto de su cabeza, levantó un poco la cabeza y una gota de lluvia cayó en sus ojos.
Húmedo, con el frescor único del final del invierno.
Yan Heqing miró hacia el lago.
Unos pasos más adelante, la luz reflejada en la superficie del agua era visible a simple vista, creando ondas en círculos.
"Está lloviendo", dijo en voz baja.
Al escuchar esto, Lu Lin dio la vuelta a las batatas y se puso de pie, "Hay un paraguas en el baúl".
Yan Heqing lo había visto cuando fue a poner las cosas en el baúl.
El auto estaba estacionado no muy lejos y la lluvia era cada vez más fuerte, Lu Lin regresó con un paraguas y una manta de cachemira.
La manta de cachemira fue arrojada directamente sobre la cabeza de Yan Heqing y Lu Lin abrió el paraguas.
Era tan grande que cubría la pequeña zona donde estaban pescando, al cabo de un rato las gotas de lluvia golpearon el paraguas haciendo un crujido y la lluvia empezó a caer.
Las gotas de lluvia goteaban por el borde del paraguas, no había viento y el sonido de la lluvia no era fuerte, solo tamborilear.
El agua estaba hirviendo ahora y la tapa de la olla golpeaba y gorgoteaba debido al calor.
Yan Heqing sostuvo la batata con fuerza y el calor abrasador le calentó las palmas, pero no sintió frío. No tenía las manos libres, pero inclinó ligeramente la cabeza y la manta de cachemira se deslizó hasta sus hombros. Llevando una chaqueta de plumas, todavía podía sentir el calor.
"¿La vértebra cervical no está bien y todavía la giras?", Lu Lin miró hacia arriba.
Había un leve brillo en los ojos de Yan Heqing, miró la batata y dijo con voz tranquila: "Sé que no es bueno si es demasiado dulce, pero todavía no puedo evitar probarlo. Tal vez la naturaleza humana sea como esto."
Sólo quedaba la mitad de la batata. Bajó la cabeza y se la terminó de un bocado.
"Este es un dulzor natural. Si comes un poco más, no tendrá mucho impacto.
Además de los palitos de masa fritos con piña, los camarones y el agua de menta y frijol mungo, Lu Lin descubrió la preferencia de Yan Heqing por tercera vez.
Aún no había comido, así que le entregó su batata a Yan Heqing. "La humanidad todavía tiene mucho que intentar"
Yan He lo miró fijamente durante 2 segundos y lo tomó.
Después de eso, ninguno de los dos dijo nada, uno mordía batatas tranquilamente y el otro leía tranquilamente una novela.
Llovía mucho en las montañas, pero no había movimiento en la ciudad, simplemente hacía frío, mucho frío.
Después de salir del hospital, Lu Muchi no condujo, tomó un taxi y fue a comprar regalos primero, luego llegó a la residencia de Yan Heqing.
Sostenía una caja de cartón y estaba en cuclillas frente a la casa de Yan Heqing, temblando.
Intentó tocar varias veces.
Cuando llegó, las ventanas del tercer piso estaban oscuras, miró la hora y vio que eran las 11 en punto. Yan Heqing debería estar tomando un descanso.
En el pasado habría llamado a la puerta sin decir una palabra.
Pero ahora está aquí, para explicar que ya no siente nada por Lin Fengzhi.
En la sala esta mañana, la actitud de Yan Heqing era indiferente, pensó durante mucho tiempo y finalmente se dio cuenta.
Negarse a responder a sus llamadas, mantenerse alejado de él y ser indiferente a él fue todo por culpa de Lin Fengzhi.
Yan Heqing y Lin Fengzhi son hermanos y no codiciará nada de lo que Lin Fengzhi tenga, incluido él.
Aunque le gusta mucho a Yan Heqing.
Por lo tanto, no podía esperar para ponerse al día, solo para decirle a Yan Heqing que había descubierto sus pensamientos y que estaba seguro de dónde estaba su corazón ahora.
Le gusta, ¡ya le agradaba Yan Heqing sin saberlo!
La mano que tocaba la puerta nunca se levantó. Convirtió su abrigo en un abrigo en lugar de su chaqueta de plumas. La ventana vacía en el pasillo seguía dejando entrar una brisa fresca, pero no podía soportar irse. Quería que Yan Heqing abriera la puerta, y la primera persona que vio fue él.
Algo se movía en la caja de cartón, haciendo un sonido leve. Lu Muchi bajó la cabeza y abrió un trozo de papel.
Apareció un gatito esponjoso. Lu Muchi dijo "Shhh", lo empujó hacia atrás y luego miró hacia la ventana oscura. . .
¡Es el amanecer!