The Tao's Sister | Nick Nelso...

By xBlack8Redx

25.9K 2.8K 391

Pasaron siete semanas desde que Tao conoció a la segunda hija de su padre biológico. Desde que ella llegó, la... More

0
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
16
17
18
20

19

535 70 8
By xBlack8Redx


KISS.
PARTE 1





╭─────────────────────❀

¡Hola a todos!

¡No olviden comentar y votar cada parte de la Historia! Esto, a cada escritor o escritora, fomenta que pueda continuar con el desarrollo de la misma. Además, permite que nosotros nos sintamos cada vez más cerca de ustedes. Es una forma de comunicarnos y saber si les gustó o no cada capítulo. ¡Nos estaremos leyendo en otra nota de autora! Que disfruten de su lectura.

╰─────────────────────❀






         Cuando le comenté a mi mejor amiga que iría a la fiesta de Greene festejó como nunca antes. ¿Vieron alguna vez como aquella persona que ustedes consideran como el ser más tierno del universo da pequeños saltos emocionada? Imogen parecía una pequeña niña a la cual le cumplieron un pequeño capricho. Rápidamente, entrelazó su brazo con el mío y comenzó a detallar todas las ideas que tenía sobre los atuendos que ambas podríamos llevar. Ella, estaba emocionada por ser la primera fiesta a la que yo asistiría, pues en Herne Bay jamás había asistido a una fiesta semejante por estudiar en casa. Mientras ella creía que la situación era la más emocionante e increíble del mundo, yo reía por sus ocurrencias y le seguía la corriente para no romper esa ensoñación de "querer mostrarme el mundo de un estudiante en un colegio presencial".

      Hablando brevemente con Elle, me enteré de que Charlie Spring había desistido a la idea de ir a la fiesta. Tal parece ser, él había conseguido un plan más divertido que ir a la casa de Harry, lugar dónde casi todo el colegio había confirmado asistencia. Charlie había decidido asistir a la noche de pijamadas y películas con sus mejores amigos: Elle, Isaac y Tao. Incluso me invitó a asistir, al instante rechacé ese plan. No quería volver a ver a Tao, no por el momento.

      Por Ben Hope, Imogen y yo supimos que Tara Jones asistiría. Nos pareció extraño que aquello había sido tomado como una novedad, puesto que Tara Jones parecía ser una de las chicas que se divierte saliendo a entornos como éste. La explicación sobre el porqué las personas comentaban tanto aquello era que esperaban que Nick Nelson (cuando no, en la boca de todos) avanzara con ella en la fiesta. Imogen dijo que ésa era una de las razones por las que Nicholas no tenía tantas ganas de asistir, no quería volver a sentir la presión de sus amigos de invitar a una chica a salir.

¿Por qué le cuesta tanto a Nicholas simplemente... Decir que no? —pregunté en murmuro mientras estábamos por despedirnos e ir cada una a su casa. —Él realmente vive pendiente del "qué dirán" de los demás.

Nick es así desde que somos pequeños. No es cuestión de juzgarlo, sino de empatizar con él y ayudarlo a superar esa presión que siente. —Mi mejor amiga apretó mi brazo suavemente, queriendo que lea las líneas detrás de lo que ella me decía. Se despidió poco después. —Nos vemos el sábado.

     Con lo poco que hablé con Camille sobre la fiesta, ella estaba de acuerdo a casi todo menos al consumo de drogas. Le aclaré que no debía de preocuparse por eso, ni siquiera por el alcohol. Prometí consumir lo menos posible de alcohol debido a que presentía que Imogen y Ben podrían querer tener su momento a solas, y yo me rehusaba estar borracha y sola en la fiesta, una combinación para nada seguro para una mujer en la sociedad de hoy en día.

      El sábado llegó. Junto a Ben e Imogen, fuimos caminando hacia el lugar de encuentro. Imogen trataba de que la conversación fuera fluida entre los tres, pero era difícil. No había tema en común entre los presentes, y optamos por no hablar de los estudios. Imogen era la persona que unía la comunicación o las ideas entre Ben Hope y yo, y eso no parecía incomodarle en lo absoluto.

     Ben y yo cruzamos miradas nuevamente. Escuchamos gritos y música en alto volumen aumentarse de golpe. De por sí había personas afuera, la música apenas se escuchaba, y aún había que tocar el timbre antes de ingresar. La puerta del enorme edificio fue abierta por el propio cumpleañero, quien traía un vaso descartable de color rojo, y una terrible peste a alcohol en sus prendas. Abrazó a Imogen con mucha efusividad y alegría, ignorando el pequeño tropezón que casi desestabilizó a mi amiga en el inicio del saludo.

     Entre los tres, mostramos las sonrisas tan verdaderas como pudimos y le deseamos un feliz cumpleaños. Él, contento, nos recibió a mí y a Imogen con un corto abrazo agradecido por las palabras, mientras que con Ben sólo estrechó y chocó puños intercambiándose los típicos "cumplidos" de amigos. Nos empujó "amistosamente" a pasar a su gran sala dónde la enorme cantidad de los invitados se encontraban tomando y bailando.

—¡Por Dios, lo había olvidado! —Harry se apoyó contra los hombros de Imogen y los míos, dejando al joven Hope a un lado de Imogen. El grito del cumpleañero hacía escucharse sobre las voces de la muchedumbre y la música. —¡Nick ya no tendrá que elegir entre dos chicas! ¡Sino que son tres! ¡El capitán sí que es afortunado!

—¿Tres? —pregunta en su oído Imogen, mientras se reía. —¿En serio crees que Nick tiene a tres chicas detrás? Con esa cara de cachorro seguro tiene más.

—Tú, Tara Jones y Anabelle Davis. Aposté treinta dólares a Tara Jones. Es sexi. —Su voz rasposa y olorosa a alcohol me obligó a distanciarme de él. No me sentía cómoda en aquella situación, dónde hablaba de mí como si yo no estuviera presente. Lentamente, me fui dirigiendo al lado de Hope, quien se mantenía riendo a la situación junto a Imogen. –Apostaría por ti, Davis, pero no se te ha visto junto a Nick hace días. Sería malgastar mi buen dinero.

"¿Así como a él no se lo ha visto junto a Tara Jones desde hace 3 años?" Pregunté en mi cabeza.

—Harry estará cumpliendo años, pero sigue siendo un tarado inmaduro. —pensé en voz alta, siendo escuchada por los tres presentes. Al darme cuenta de mi error, traté de no morir por las miradas serias de Imogen y Harry. —¿Y tú, Harry? ¿A cuántas tienes detrás? Digo, porque hablas tanto de la vida amorosa de Nick que la tuya debe ser tan aburrida. —canturreé con una sonrisa juguetona. Harry reaccionó rodando los ojos separándose de Imogen.

—¿Por qué te importa tanto, Davis? ¿A caso quieres ser una de ellas? —Se acercó burlesco hacia mí.

—Já, ¿Una de ellas? ¿El alcohol ya invadió tu mente que estás soñando, Greene? —golpeé su frente sin fuerza. —Perfecto día para que pidas un deseo tan grande como ése, Harry.

¡Siempre es bueno verte, Davis! —habló mientras se alejaba con una sonrisa divertida en su rostro.

—Idiota. —murmuré una vez que se marchó. Escuché las risas de Ben que querían salirse de su boca, pero Imogen lo acusaba con la mirada por darle gracia la riña entre Harry y yo.

       No miento al decir que atravesar ese enorme grupo de invitados no era tan sencillo como esperaba. Había que empujarse unos con otros, pues las palabras "Permiso, quiero pasar" apenas se escuchaban debido a la alta música electrónica, y en el caso de que una persona oyera nuestras peticiones, nos ignoraba para no perder su maldita comodidad.

     Apenas llegamos a una de las mesas donde los tragos y mezclas de alcohol estaban servidas para los invitados, logré empezar una emana conversación con Ben e Imogen, quienes miraban con deseo la pista de baile. Intuí que seguro querían saludarse con sus conocidos, quienes venían de otras escuelas o eran compañeros con los cuales yo jamás había cruzado palabra. Yo no quería que se quedasen conmigo por pena, no podía arruinar la noche de Imogen de esa manera tan egoísta. Codeé suavemente el brazo de mi amiga, invitándola a entrar a la pista de baile.

—Oigan, ¿Por qué no van a bailar? Yo buscaré a un amigo que sé que está por aquí. —Tomé uno de los vasos descartables y comencé sirviéndome de una de las botellas de gaseosas, tratando de evitar que alguno de los dos descubra que mentía. Imogen me miró con algo de confusión en su rostro, mientras que Ben me miraba con una ceja arriba. —Estaré bien, vayan a divertirse. Vinieron en pareja, ¿o no?

—No podemos dejarte sola, Anabelle. —Discrepó con mi pedido el joven Hope. —Hay muchas personas aquí y em lugar es grande, podrías perderte.

—El lugar es grande, sí. Hay muchas personas, sí. —Afirme ante sus palabras. —Pero el lugar es de una persona que conocemos, y las personas son de nuestra secundaria. Sólo debo acercarme a una compañera de nuestro salón y tendré compañía, no tengo problemas con eso.

      No parecían convencidos con mi sugerencia. Traté de empujarlos a la pista, e Imogen parecía querer aceptar ir a saludar a otras personas, pero se preocupaba por mí, podía entender su inquietud. —Estaré bien.

—Prometo que no tardaremos, tendré mi teléfono conmigo por si tengo que rescatarte de algún baboso. —Junto a Ben, reímos por la ternura que generaba escuchar la excesiva preocupación de Imogen.

       A la par, nos fuimos separando. Yo caminé por el lugar esperando cruzar con alguna cara conocida y con el vaso de gaseosa en la mano. Había muchas compañeras que nos miramos y sonreímos como saludo, pero no me acerqué a charla. De la misma manera, saludé con la mano a algunos amigos del grupo de Harry, pero tampoco me acerqué.

      Las luces y el Dj hacían un buen trabajo. El gran salón estaba muy bien ambientado con buena música y luces de todos los colores alumbrando diferentes zonas que cambiaban acorde al ritmo de la canción. Me divertía ver algunas parejas bailar, o intentar hacerlo. Algunas personas sólo movían sus caderas al ritmo de la música, pero sus cuerpos estaban tan tensos qué, desde mi lugar, daba gracia sus bailes.

      Imogen saludaba a todos con una alegría irradiante, apenas y noté que Ben Hope no estaba a su lado. Le compartía sonrisas espléndidas a todo aquél que se cruzará, tanto compañeras de Higgs como a sus amigos que ella tenía en Truham. Un alivio me envolvió al saber que Imogen, aunque no lo crea, tenía buenas personas que la saludaban con la misma simpatía que ella.

     Ella al confesarme que no tenía amigas, era algo increíble para mí. Imogen era luz, era alegría pura. Cuando la conoces, sabes que no hay una pizca de envidia o de odio en su sistema. Era raro verla enojada, y si lo estaba, daba una justa razón. Entonces, ¿Cómo un ser tan bueno como aquella chica decía que no tenía amigas?

     Poco a poco, logré que ella fuera comunicándose cada vez más con las demás chicas de Higgs, quienes recibieron a Imogen con brazos abiertos. Imogen Heaney no lo sabía, pero yo la estaba "preparando" para cuando yo partiera de vuelta a Londres, ella no sintiera tanto mi ausencia.

     Tratando de desconcentrarme en mis pensamientos, decidí alejarme de las personas. Para ser la primera fiesta a la que asistía, no era mucho de mi agrado. Mi forma de divertirme era completamente diferente a la de estas personas, quienes reían y bailaban con un vaso de alcohol en sus manos. Giré en mi eje para volver por sobre mis pasos y llegar a la entrada del edificio, pero choqué con una figura.

     Su tierna cara de cachorro apareció cuando escuchó un quejido de mi parte al chocar su pecho contra el mío. Sus disculpas se volvieron silenciosas cuando nos reconocimos mutuamente. ¿Debía saludarlo e ignorar todo lo que había transcurrido en aquellos días? ¿Debía simplemente pasar de largo? No sabía qué hacer. Su sonrisa fue apareciendo lentamente mientras me analizaba con la mirada, ¿Por qué Nicholas sonreía al verme en aquella fiesta?

      Sus mejillas comenzaron a teñirse levemente de un color rojizo, pero sospechaba que mis ojos eran engañados por las luces rojas que nos apuntaban por fracciones de segundos. Yo trataba de hablar, de decir alguna palabra, pero nada salía de mi boca. La Anabelle que se enfrentó a Harry hace unos minutos desapareció completamente, dejándome con nervios, casi semejante a un pequeño gato nervioso por Golden Retriever que tenía enfrente.

Hey. —Apenas me salió la voz para saludarlo, y mis piernas sintieron el breve temblor a causa del nerviosismo. El completó su sonrisa cuando se aseguró que ya no escaparía o evitaría su presencia.

Hey. —Respondió el saludo.

—¿Cómo estás, Nicholas?

         Observé su postura inquieta, parecía que su cuerpo tendía a impulsarse hacia adelante. De la nada, soltó un grito emocionado que, literalmente, me dejó inmóvil.

—¡Viniste! —Se lanzó a abrazarme sin tener cuidado alguno con mi vaso de gaseosa. Por suerte, logré salvar su blanca camiseta y abrir mis brazos lo suficiente para que su enorme torso se acoplara junto al mío en uno de los característicos abrazos que sólo Nick Nelson sabe brindar.

Y que yo adoraba (y extrañaba) estar envuelta en los grandes brazos de Nelson.

—No, aún no llego. Estoy en camino. —Respondí con sarcasmo mientras aceptaba extrañada el abrazo y era contagiada por su sonrisa. No entendía el por qué su alegría al verme, pero me daba pena preguntarle sin tener una conversación previa. Acaricié su espalda en el abrazo, su olor a vainilla inundó mis fosas nasales. Había olvidado lo fuerte que era el olor corporal de Nelson, y lo adictivo que era estar abrazada a él durante un largo rato. —¿Cómo estás, Nicholas? —repetí la pregunta.

—Ahora, muy bien. —Respondió en mi oído a la par que lentamente rompía con el abrazo. Solté una risa suave y tomé la distancia suficiente de él para poder tomar de mi vaso de gaseosa y calmar las altas temperaturas de mi rostro. —Ammm, ¿Ibas a hablar con Imogen? Creo que la ví por... allí. —me apuntó a la castaña, quien ya se encontraba moviéndose en la pista de baile.

—No, no. —Acompañé mi respuesta junto a una negación de cabeza. —Quería salir. Creo que las fiestas no son mi ambiente preferido.

—Estando sola, no le encontrarás lo divertido. —Asentí con mi cabeza dándole un poco de razón. Estar mirando a todas las personas en sus diferentes acciones me hacía ver como una acosadora, pero no buscaba otra forma de perder el tiempo en lo que Imogen y Ben Hope hacían su tiempo de pareja. —Ven, vamos a sentarnos por allí.

     Sostuvo gentilmente mi mano mientras me guiaba entre los bailarines. Se sentía raro volver a tener esta cercanía con el pelirrojo después de habernos distanciado un buen rato. No sabía que decirle para pedir explicaciones, y tampoco creía que él tenga una respuesta a mis preguntas sobre la cambiante amistad que llevábamos.

     ¿Amistad? ¿Por qué dolía un poco el pecho al saber que era el límite que ambos nos permitíamos alcanzar? La confusión e incertidumbre sobre lo que pasaba por la mente del joven me volvía loca, pero lo disimulaba. No quería presionarlo, algo me decía que debía dejar que mis sentimientos se disipen hasta lograr salir de Herne Bay, pero otra parte de mí me motivaba a intentar algo, a darle indicios o indirectas al pelirrojo sobre la pérdida de cordura que su suave mano hacía contacto con mi piel, cómo las yemas de sus dedos daban leves caricias sobre mi mano que seguro pasaba desapercibido por los demás, pero no para mí cuerpo, el cual reaccionaba aumentando el calor de mis mejillas y erizando mis vellos.

     No era necesario que yo pidiera permiso para que las personas se distancien y que podamos pasar. La tierna voz de Nick diciendo: "Disculpa", y empujando con suavidad a las personas me dejaba el camino libre para caminar sin problema. Los invitados sonrieron ante Nick, y la mayoría lo intentó conversar, pero al ver su apuro y posar las miradas en nuestras manos, se limitaron a un saludo.

     La sensación de ser observada me incomodó. Quizás, la ansiedad volvía a renacer en mi sistema después de tantos años de mantenerse oculta, y todo era producto de mi asombrosa imaginación. Sin embargo, al girar mi vista rápidamente, capté a algunos curiosos evitando con velocidad el cruce de miradas, como actuando estar atentos al techo o a su grupo de amigos. No me gustaba sentirme rodeada de muchos ojos atentos a Nick y a mí tomados de la mano y que, a raíz de esto, salieran más suposiciones sobre la vida amorosa del pelirrojo.

     El camino hasta el sofá no fue corto. La gran casa de Harry Greene tenía muchas salas donde no faltaban personas bailando y embriagándose. Me pregunté si Nick había tomado algo de alcohol antes de encontrarnos, pero descarté en preguntarle. Si lo hubiera hecho, apenas sentiría su dulce olor a vainilla y la peste a licor me llenaría, justo como ocurrió con el cumpleañero.

   Cuando llegamos al sofá, él se sentó con su torso mirando a mi dirección, mientras que el mío se direccionaba hacia el frente. —¿Y, Nelson? ¿Y tu pareja? —pregunté curiosa.

—Pues, no invité a nadie para que me acompañe como pareja. Vine en grupo con mis amigos. —respondió con un poco de timidez. —Imogen me contó que vendrías con ella y su pareja
Hablando de eso, ¿Con quién vinieron? Ella no quiso decirme.

—Ben Hope. —Su semblante cambió a uno más serio al escuchar el nombre del acompañante de Imogen. Era notable que su desconfianza hacia él permanecía a pesar de que el castaño claro ya había demostrado estar arrepentido por sus acciones en nuestra contra. —Otra persona me invitó, pero en ese momento, no estaba en mis planes ir a una fiesta. Para cuando me decidí, la otra persona ya había cambiado de parecer. Entonces, vine como "tercera rueda". —Utilicé mis dedos formando las comillas, agregando una risa apenada por lo que contaba. Nick me miraba con su especial sonrisa cuadrada, parecía querer burlarse de mi situación, pero con pena.

—Espera, espera, espera. —Detuvo mi risa abruptamente. —¿Hablabas de Charlie? —Al asentir, soltó una gigante risa. —No lo vas a creer, pero se suponía Charlie y yo vendríamos juntos, como amigos, pero creo que prefirió ir a la casa de su mejor amigo a ver películas.

     No quería que mis opiniones sobre Tao influyan en mis sospechas de la verdadera razón por la que Charlie pareció desinteresarse de la fiesta tan rápido. Nulas intensiones de mi parte había como para seguir divagando en las posibles respuestas sobre la preferencia de Charlie, cuando hasta un día parecía tener muchas ganas de ir a la casa de Harry. Quizás, había algo más profundo para desenterrar, pero no era de mi asunto (o al menos, no por ese momento).

    Imogen pasó sutilmente detrás de Nick Nelson y saludándome con la mano y una sonrisa en su rostro. Vi emoción en su rostro, vi sorpresa reflejados en ellos, y alegría. Mi amiga sentía felicidad por mí al estar disfrutando la fiesta, debía de ser por eso, ¿Verdad?

—Oye, Bellie.

"Bellie"

Bellie

    Otra vez ese apodo, esa dulce forma de llamarme. Dios, ¿Cómo no me daba cuenta de que estaba volviéndome loca por estar sentada junto a Nelson y sólo pasaron como cinco minutos?

—Quería pedirte disculpas por lo del otro día. —Nick bajaba su vista a sus manos, queriendo concentrarse en sus palabras. —Casi te metí en problemas por golpear a Ben. No pensé que sus padres trabajaban con tu madre, y al accionar así, olvidé por completo lo que me contaste sobre... eso. Por eso faltaste el otro día, ¿Cierto? ¿Por cómo actúe?

[CONTENIDO SENSIBLE]

"Sí".

¿Sí?

"—Cuando le dije a Owen que se detuviera, cuando le gritaba y rogaba que no me pegara... Él no paraba, mamá".

     Mi cabeza otra vez viajó a esos recuerdos que no puedo borrar por más que quiera. Aquellos actos de insensibilidad total, sufribles con sólo escucharlos, eran relatados con la voz temblorosa de mi madre hacia mi abuela, y otras veces a Camille.

    Mamá jamás se enteró que yo invadía su habitación en busca de los jabones líquidos que ella escondía para que yo no los agotara en la tina de baño. Era sólo una niña pequeña que se involucró desde las sombras en la cruel realidad que mamá logró escapar. Mi mente inocente; mi "yo" ingenua de la vida, sin maldad. Mi falsa creencia de que en la vida no había violencia, no había dolor ni sufrimiento a menos de que te lo merecías.

     Ese día, aprendí que las cosas crueles, los sucesos horribles, también les pasaban a las personas buenas, como a Jessica.

    La Anabelle de apenas siete años, escondida en el baño del cuarto de mamá, escuchaba llorar a su progenitora mientras contaba a su propia madre todas las atrocidades que Owen le realizaba. Mi cuerpo se deslizó por una de las paredes del baño, sin importarme el haber encontrado el jabón para hacer espuma. Mi mamá lloraba, y contaba la verdad de algunas cicatrices que firmaban su pasado, y su temor al futuro. La abuela lloraba por haber permitido que un hombre así haya estado tan cerca de su única hija, y la felicitaba por haber hecho todo lo posible para escapar de aquella situación que se mantuvo constante día con día, noche con noche, durante cinco largos meses hasta que...

Hasta que una noche, mamá sangró tanto que se prometió no morir a manos de aquél infeliz.

    Jessica no quería volver a ser dañada de la forma más profunda y cruel que Owen podía. Cuando Owen salió a tomar, mamá huyó y se refugió dónde jamás Owen la pudo encontrar, ya que cayó en prisión por otras causas penales.

    Mamá le contó a la abuela: "Siempre quise ser madre, y cuando caí en el piso del baño, y mi cabeza chocó contra la tina, pensé en un nombre: Anabelle, Anabelle Davis. Debía sobrevivir por la hija que siempre quise tener".

    El miedo nació esa misma tarde. Mamá buscándome por toda la casa mientras yo me encontraba petrificada en su propio baño pensando y recreando en mi infantil mente las escenas que mamá soportó. Aunque había vocabularios que yo desconocía, aquel momento fue clave para que comenzara a hacer investigaciones por mi cuenta años después, cuando ya tenía un teléfono y una computadora. Mi nombre nació de un horrible recuerdo, y no me ponía tan contenta saber aquello. Nunca pude preguntarle a mamá si, cada vez que me llamaba, recordaba estar tirada con la cabeza sangrando por golpearse con la tina del baño.

La violencia me comenzó a dar asco, a alimentar aquel temor de algo que yo jamás viví. Le tenía terror a la violencia física, como si alguna vez me hubieran levantado la mano cuando no fue así.

—Ver a Ben Hope, después de lo que te hizo, me cegó. Por un momento, pensé que te estaba molestando y.... Estuvo mal reaccionar de esa forma tan violenta y no preguntar antes.

    La voz de Nick me trajo de vuelta a aquella fiesta. Sinceramente, ese viaje en el tiempo me hizo querer salir de la fiesta, pero no podía. El sonido relajante que era la voz de Nelson, sus disculpas sinceras y su mirada dulce sin maldad, hacía callar las voces de mis pensamientos, silenció la música del DJ y permitió alumbrar con una luz cálida todo el sofá donde estábamos sentados.

    "Fui a tu casa con la intención poder decirte algo, pero no fue como esperaba. Ni siquiera pude pensar en lo que estaba haciendo y en cuánto te estaba dañando. Hablé con mi madre y me hizo entender que... —Suspiró con pesar. —Mis problemas con Ben no deberían influir en cómo actúo frente a mis amigos, frente a ti."

—No sabes lo que significa escucharte hablar, Nelson. —solté con toda la conciencia del mundo. Nick iluminó aquella noche para mí. Me hacía sentir como si fuera lo más importante esa noche, no sé cómo explicarlo, o hacérselo saber. —Lamento lo que te dije esa noche en mi casa, Nick. Tú no eres el que me confunde, sólo soy yo. —Traté de buscar las palabras correctas para explicar mi comportamiento aquel día, pero no encontraba nada lo suficientemente importante como para que empatice y comprenda mi accionar. —Me enteré de muchas cosas ese día, no fue uno de los que quisiera recordar.

—Yo sí. —Respondió con una sonrisa, provocando que yo alce una ceja, confundida por su discrepancia. Puedo jurar que su sonrisa expulsaba flores y hojas de todos los colores posibles. Era contagiosa. —Verte en el campo, viéndome jugar, animando al equipo. —Las mejillas de los dos se tiñeron, sentí las mías y percibí en vivo y en directo las de él. —Me gustó verte reírte porque me bloquearan.

—No animaba al equipo, Nelson. ¿Cómo puedes pensar que caría tan bajo para animar a Harry y a los demás? —golpeé amistosamente su brazo. Luego, lo vi a los ojos, y armándome de valor le conté lo que nunca fue un secreto. —Te animaba a ti, Nick. A ti, y sólo a ti.






























╭─────────────────────❀
NOTA DE AUTORA...
╰─────────────────────❀


HOLA A TODOS! ESPERO QUE ANDEN SUPER BIEN
lamento muchísimo la demora, es que quería que el capítulo sea largo jeje.
Ya vendrá escena BELLA, TIERNA, HERMOSA entre Bellie y Nick!

Espero les haya gustado esta parte, costó para describir ciertas escenas y acciones según la serie pero dando ese toque de originalidad entre los personajes.

Sobre la parte sensible de este cap. Espero no ser irrespetuosa o desconsiderada al hablar de ese tema. Prometo no volver a tocarlo, sólo necesitaba mencionarlo para darle una razón detrás del temor de Belle respecto a la violencia física. No volveré a desentrañar más sobre ese pasado. ME ROMPE, porque Anabelle es como mi bebita, no quiero lastimarla, no más.

Me encantó la participación de Ben en este capítulo *existir*.

Si tienen alguna pregunta sobre Anabelle, no tengo problemas en responderla. Pronto se hablará sobre si hay avances en cuanto a la relación de Tao y Bellie, además de su partida (o no?) a Londres.

Otra cosa, GRACIAS POR EL APOYO! ESTOY SUPER CONTENTA DE QUE SE EMOCIONEN CON ESTA HISTORIA

Avísenme si quieren que dedique capítulos! Quisiera hacerlo, pero no se me ocurre a quien, alguien se ofrece?

Nos estamos leyendo! Recuerden votar, comentar y seguirme para más novedades de actualizacones...

Continue Reading

You'll Also Like

97.9K 13.4K 19
Viajar al Amazonas a pesar de su disgusto le abrió los ojos para darse cuenta que al final... Todavía no era verdaderamente libre. . . . No. 1 en #t...
14.6K 1.5K 12
||MAGGIE|| -P-pero si apenas nos conocimos -hablo nervioso el azabache mirando a la pelinegra. -¡Ey! ¡Es solo un juego! -exclamo la niña de mirada az...
42.8K 4.4K 14
🥈 ────. ❝𝘠 𝘲𝘶𝘦 𝘴𝘪 𝘱𝘢𝘴𝘢, 𝘲𝘶𝘦 𝘱𝘢𝘴𝘦 𝘦𝘭 𝘵𝘪𝘦𝘮𝘱𝘰, 𝘱𝘰𝘳𝘲𝘶𝘦 𝘴𝘪 𝘷𝘶𝘦𝘭𝘢 𝘺𝘰 𝘷𝘰�...
135K 3.6K 30
la tipica historia de universos viendo otros universos atraves de pantallas flotantes que aparecerán en sus mundos aunque también agregare otras cosa...