Sana caminaba detrás de Mina, quien buscaba entre todos los estudiantes a Chaeyoung, pues la japonesa decidió perder el miedo y confesarle sus sentimientos a esa chica de una vez por todas.
Caminaron así unos cuantos minutos, hasta que para la sorpresa de las dos chicas, la coreana de baja estatura hizo su aparición topándose accidentalmente con Myoui.
──¡Auch! ──exclamaron ambas.
──Uff.. de qué me perdí. ──dijo Momo agitada, porque si, ella no iba a perderse aquello para nada del mundo.
Sana se encogió de hombros y señaló al frente.
──Oh... Esto se pondrá bueno. ──sonrió de manera cínica.
──Chae-
──Mina-
Hablaron al unísono, y bajaron la mirada con un leve rubor en sus mejillas.
──Te estaba buscando-
Volvieron a hablar a la par, soltando una leve risilla al final.
──Yo-
──Tú primero. ──dijo Mina.
──Quería hablar de algo contigo, p-pero quiero que vengas conmigo.
──¿H-hablar de algo?
──Sip, ¿vienes? ──Mina claramente asintió y la coreana tomó su mano para guiarla.
──¡Vamos! ──dijo Momo jalando a Sana de la mano.
Las tres japonesas tenían la boca abierta de la sorpresa que se llevaron.
Chaeyoung lo había planeado tan bien, un cartel colgado en la pizarra del salón adornado con fotos de la castaña y pequeños pingüinos de caricatura, pero no era todo, como toda una romeo también acompañó aquello con un postre pequeño y flores,
"Myoui Mina, un pingüino con linda sonrisa de gomita y el aura de un ángel ¿Te gustaría ser mi novia y destruir camas en Minecraft conmigo?"
Sana quería morirse ahí mismo, ¿Todo este tiempo ambas chicas se gustaban mutuamente? Se sentía tan culpable por pensar en asesinar a la pobre chica al acusarla de robarle a Tzuyu.
──¿Entonces? ──preguntó la coreana con una sonrisa nerviosa, la japonesa no decía nada y la empezaba a preocupar, pero no debía porque en el fondo aquello era lo que Mina más anheló durante mucho.
──Chaeyoung... Esto es muy tierno. ──dijo Mina cubriendo su boca de asombro. ──¡Por supuesto que si!
La castaña corrió hasta la azabache y la abrazó cálidamente, después unió sus labios en un tierno beso el cual generó aplausos de los demás chicos presentes así como unos cuantos "Aww".
Sana se derretía de la ternura, pero a la vez se sentía tan triste porque Mina pudo conseguir a su chica sin ser rechazada, porque claro, ambas se gustaban sin saberlo.
¿Y ella? Era detenida por la razón más tonta del universo: Una adorable sonrisa de hoyuelo.
Ya se estaba rindiendo.