Varios pasos frente a mi, estaba él, Llorando, sus lágrimas caían por sus mejillas, tenía sangre qué le corría desde la frente hasta la mandíbula. Cortadas en las manos, pedazo de vidrio en la ropa y parecía estar muriendo de frío. Sus labios morados igual que al principio, sus manos temblaban igual, y sus ojos no dejaban de mirarme.
Yo amé a ese hombre, solo estuve con el unas pocas semanas pero aun así lo amé.
Y me alegra almenos...
Habérselo dicho antes de caer.
—Ésta falsa mujer te ama verdaderamente.
Lara
>>¿Que pasó?<<fue lo primero que pensé al abrir los ojos y toparme con ese techo desconocido. Me despertó este extraño sueño donde me sentía caer, caer infinitamente en la completa oscuridad. Sentía una fuerte presión en el pecho que ahora simplemente desapareció.
La tristeza que sentía desapareció al abrir los ojos. Solo sentí unas lágrimas calientes delizarse por mis mejillas. Lágrimas sin propósito.
No sé la razón por la cual estaba llorando.
Pero creo recordar por que estoy aquí, en esta camilla, mirando ese techo blanco y conectada a estos aparatos.
—Chocamos ¿verdad? —susurré a la nada.
Lo último que recuerdo es estar discutiendo con mamá en ese auto y de repente... Se escuchó un estruendo... Y luego todo se vuelve oscuro.
Luego de parpadear un par de veces me dispuse a ver algo más que ese techo blanco. Comencé a moverme con la mirada, las máquinas a mi derecha, la puerta que de seguro da con el pasillo del hospital. Tantas jeringas y pequeñas bolsas con líquido intravenoso.
Y a mi izquierda...
Dormida, sentada en una silla con su ropa arrugada, con algunos moretones casi curados en el rostro y con las bolsas de sus ojos de un color gris, prueba clara de no haber dormido bien en días. Allí estaba mamá.
Estaba profundamente dormida sobre esa silla, con el seño fruncido y su cabello desalineado y descuidado.
Me alegra que esté viva. Me alegra mucho. Y es que no quiero perder a nadie más, no a otra persona. Sentí la necesidad de tocar su mano, para saber que realmente estaba allí conmigo y que no se trataba de otro sueño.
Justo estaba por poner mi mano sobre la suya cuando escuche:
—¡Dios santo! —exclamó una enfermera que recién entraba a la habitación —¡Despertó! —soltó al verme.
Para cuando volví a ver a mamá ella ya había abierto los ojos, me veía con sus ojos azules muy abiertos, mirándome aun inclinada hacia ella con la mano extendida sobre la suya, sin tocarla.
Entonces tragué saliva, y comencé a retirar la mano. Hasta que ella la tomó.
—Lo siento... —soltó con voz quebrada —Soy la peor madre del mundo y... Tuviste que casi morir para que yo me diera cuenta de eso.. —de sus ojos caían gruesas lágrimas, seguidas de moquidos —Sé que debes odiarme en este momento... Yo también me odio intensamente... Pero de verdad creeme cuando te digo que estoy tan feliz de que estés viva... —para ese momento ya estaba sollozando —Y-Yo... No quería.... q-quedarme sola... Ya perdí a tu papá, no quería perderte a ti también.
—Mamá...
—Y sé que me he portado como una desgraciada todo este tiempo, y sé que no merezco tu perdón... Aun así... ¡Me conformo con que estés viva! —entonces me abrazó con fuerza, mientras hundía su rostro en mi hombro. Llorando y repitiendo "Lo siento tanto" una y otra vez contra mi hombro.
Y la verdad, recuerdo haber odiado a mamá. Segundos antes de chocar me sentía llena de tanto odio hacia ella. Quería que muriese.
Pero ahora no siento lo mismo, es raro pero siento que el odio que llegué a tenerle está muy atrás en en tiempo.
Como un lejano recuerdo.
—¿Cuanto tiempo ha pasado? —pregunté al separarme de ella.
—Llevabas en coma casi tres semanas —respondió la enfermera —¡enseguida traeré al doctor!
Entonces salió corriendo de allí.
—¿Llevaba tanto tiempo dormida? —me pregunté, asombrada.
—Desde el choque —dijo mamá en lo que se limpiaba las lágrimas. —Un camión perdió los frenos y... Nosotros...
No hacía falta saber eso.
—Ya no importa —le dije —Lo importante es que estás bien —le sonreí.
—Deberías odiarme.
—No lo haré mamá, no te odiaré —le dije —Pasaste por mucho tu sola, y cometiste muchos errores en el camino, me descuidaste y maltrataste psicologicamente pero... —respiré hondo —Te perdono.
—¿Por que? —me veía totalmente confundida, con sus ojos enrojecidos llenos de lágrimas.
—Por que aveces al perder a alguien te pierdes a ti misma —solté —Tu no eres mala, solo eres una persona infinitamente triste e infinitamente rota que necesitaba de alguien. Te pido perdón por no haber sido ese alguien.
Entonces mamá me miró detenidamente, con los ojos clavados sobre los míos. Con gran intensidad.
—Cambiaste... —Sonrió apenas —Ya no eres la niña asustada de antes, te vez... Tan madura.
Luego de eso llegaría ese doctor, me haría varias preguntas y chequeos. Pasaría una semana entera para poder salir de ese lugar.
Durante la semana vinieron los chicos a visitarme.
—¿Entonces viste a san pedro? —preguntaba Tom, mientras ponía flores en un jarrón cerca de la ventana.
—No vi nada después del túnel —bromeé. —Solo oscuridad.
—Genial —expresó Ferb sentado sobre la cama comiendo de una gelatina qué me trajo la enfermera.
—Estar en coma tres semanas no es "genial" Ferb —le dije. Entonces este me sonrió con descaro. Y con la boca llena de gelatina.
—¿Sabias que la novia de Ferb nos consiguió una pequeña tocada? —soltó Tom.
—¿De verdad? —pregunté, el respondió:
—Varias tocadas de hecho.
—Mi novia es lo máximo —soltó Ferb, sonriente.
—Perdónenme si me equivoco pero Ferb no tenía novia antes de mi accidente ¿verdad?
—Se la consiguió días después de tu accidente —dijo Tom sentándose en la silla al lado de mi camilla.
—La conocí en una cafetería —agregó Ferb sonriente —Hubo chispas.
—¿Osea que mientras yo estaba recién en coma tu te conseguíste novia? —lo miré entrecerrados los ojos —Qué descaro —bromeé.
—Que te puedo decir Larita, yo no pierdo el tiempo.
—Ya veo — sonreí —Que linda tu novia al conseguirles ese toque en la biblioteca.
Me sonrieron alegremente al principio, pero luego ambos me miraron abriendo los ojos cono platos.
—¿Que? —pregunté alarmada.
—¿Como supiste qué nos consiguió un toque en una biblioteca? —preguntó Ferb impresionado.
—Si ¿como adivinaste?
Arrugué el entrecejo, confundida.
—Pues obvio chicos, yo.........................
¿Los escuché? Cántaron.... Covers de canciones famosas de varios artistas..........
¿Verdad?
—Hey, Lara —Tom pasó su mano por frente de mi rostro, solo así reaccioné —Te perdimos por un momento ¿te sientes bien?
—No.. Digo.. Si me siento bien es solo que... Un Déjà vu.
—Am... Bueno —dijo el, mirándome con atención y genuina preocupación —Sabes... —miró para otro lado mientras se sobaba el cuello —No quiero poner mal.. El ambiente pero...
—Solo habla —le dije. Podiendo adivinar sobre lo que quiere hablar solo con ver su rostro.
—La extraño ¿sabes? A Serena.
El miraba para otro lado, miraba la ventana en especifico. Y pude ver la tristeza reflejada en su rostro, no habían lágrimas, ni llanto. Solo habían un par de ojos tristes mirando a la nada.
—Yo también la extraño —agregó Ferb, con una triste y pequeña sonrisa mientras ponía lanzaba el envase de la gelatina a una papelera del otro lado de la habitación —Tocar.. En bares... O en cualquier lugar se siente extraño si no está ella.
Y es verdad, hacer música sin ella se sentirá así para siempre. Se sentirá extraño. Se sentirá mal.
Nuestra música no sonará igual sin ella.
Aun así...
—Vengan —abrí mis brazos —Vengan por favor.
Entonces ellos me vieron por unos segundos procesando lo que estaba diciendo en ese momento. Luego reaccionaron y vieron a mi, los abracé fuerte. Con mucha fuerza. A personas que sentía tan distantes por alguna razón, pero ahora puedo ver claramente que el poco tiempo que pasamos juntos en la banda nos une. La tragedia nos une. Serena nos une.
—Los amo chicos —les dije —Les juro que seremos la mejor puta banda de la historia, tan buena como Queen o Nirvana en su momento —respiré fondo, luego solté el aire lentamente —Seremos los mejores en honor a Serena.
Por varios segundos nadie dijo nada, solo nos quedamos allí abrazados. Como haciendo un juramento. Al separanos Tom dijo:
—Cambiaste, ya no eres la misma de antes —dijo, con los ojos húmedos —Antes te sentías algo distante, eran tu y Serena. Nosotros no estábamos por completo en tu ecuación.
Entonces Ferb bufó con fuerza.
—¿Ecuacion? ¿Ahora eres profesor de matemáticas? —soltó entre carcajadas.
—¡Callate, que estaba diciendo algo con seriedad!
Entonces comenzaron a pelearse, y no pude evitar reír al verlos discutir. Me sentía tan feliz de estar con ellos. Tan feliz de conocerlos.
Me siento feliz de que Serena haya cambiado mi vida.
#
Ya estando fuera del hospital lo primero que hice fue visitar por primera vez la tumba de Serena y la tumba de papá.
No hice mucho allí, además de cambiar flores algo descoloridas y rezar un poco por ellos, junto a mamá.
Mamá se veía mejor, sus ojos menos cansados y su expresión menos oscura. Me hablaba con tono suave, como quien tiene miedo de romper algo. Toda la forma en la que me trata es así, como si fuera una chica de cristal con pequeñas grietas por todos lados, una chica cristal a la que ya a lastimado tanto que teme... Que si ahora lo hace todas las grietas se tocarán unas con otras y terminaré hecha pedazo.
Aun no existe la confianza madre e hija, tal vez no exista hasta dentro de años. Pero así está bien por ahora, aunque solo nos tengamos una a la otra no significa que todos estos años deban ser olvidados y hacer como que nada pasó. Las cosas pasaron realmente, pero ahora nos toca seguir aún así.
—Mamá... —dije, y ella a mi lado se tensó nerviosa. —Me dedicaré exclusivamente a la música de ahora en adelante.
Ella no habló de inmediato, podía sentir su mirada sobre mi mientras yo observaba la tumba de mi mejor amiga frente a mi. Cerámica negra, epitafio escrito con caligrafía igual a la del nombre de su banda de Metal favorita. Me cuesta creer que ella este enterrada allí, tan bajo la tierra.
—Ambas tenemos seres queridos descansando en el mismo cementerio —soltó mamá, luego de un suspiro —Ambas somos chicas profundamente rotas.
—¿Eso que tiene que ver?
—No lo sé... —soltó mamá en un suspiro —Lo pensé nada más... Solo... Ponlo en una canción o algo.
Entonces, por algún razón sonreí. Siento que eso es algo que diría Serena. Como una de sus frases.
—Ya no seré tu representante... No por que no te apoye, es solo que... Sinceramente ya no quiero ser la representante de nadie —volvió a mirar la tumba frente a nosotros —Hace semanas inicié en este... Curso o.. Cosa con esta psicóloga agradable, me junto con personas que tienen problemas como yo y que han cometido errores al igual que yo. Quiero recuperarme, no estoy muy bien en este momento —respiró ondo, cerrando los ojos, luego los abrió al soltar el aire —Quiero volver a ser tu mamá, Serena, una buena madre para ti.
Me le había quedado viendo sin saber, pero luego de un momento preferí volver a mirar a la tumba.
Yo ya estaba preparada para perdonar a mamá pero.. ¿Ella estaba lista para perdonarse? Supongo que no es así.
—Solo quiero que sepas una cosa —dije firme —No te guardo rencor, mamá.
Luego de eso solo nos quedamos viendo la tumba de Serena, fijamente. Yo me preguntaba si Serena nos estaba observando desde cerca, si estaba riendo juguetona como solía hacer viva. Me preguntaba si estaba orgullosa en lo que de repente me convertí.
Pasaría un largo tiempo después de eso, me uniria con los chicos y seguiría con la banda. Tocando de bar en bar, componiendo canción por canción. Nos creamos un canal de YouTube, de Spotify e incluso Ferb abrió un podcast en donde los domingos hablábamos de música.
Estábamos muy activos en las redes sociales, haciendonos públicidad, subiendo canciones y demás.
Asistimos a pequeños festivales y conciertos de escenario abierto.
Hasta que luego de dos años nos llegó esa llamada.
Una llamada de uno de los organizadores de un concierto en nada más y nada menos que puto paris. En donde se presentaría Avril lavigne en persona.
Los muchachos y yo casi morimos de la impresión, saltamos por todos lados por varios minutos después de la llamada. Ya nos habían pagado los boletos de avión así que solo quedaba ir para dentro de dos días asistir al mítico concierto.
Hasta me pidieron que les mandara una canción para el comercial, le mandé una canción especial. La más especial que tengo hasta ahora "la chica espejismo" el la canción/recopilación de sueños que he tenido últimamente desde que salí del coma.
—Mierda... —decía Tom emocionado —¡París es lejos!
—¡Muy lejos! —apoyaba Ferb.
Para la suerte de los muchachos soy una cerebrito que siempre sacaba 20 en clases de francés, puedo sostener una conversación normal, fluida y calmada con cualquier francés o francesa.
Sin mi estarían perdidos.
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—Por favor cuídense —decía mamá frente a la casa, viéndonos montados en la minivan de Ferb, su novia Candace conduce.
—Tranquila señora, cuidaremos de su hija —decía tom, quien se había puesto una camisa de botones blanca y una corbata roja para la ocasión, incluso se había quitado esa sombra de barba y bigote qué lo hacía ver como un vagabundo.
—Te llamaré cuando llegue ¿de acuerdo? —le dije a mamá. Ella me miró, luego sonrió.
—Está bien.
—Adiós mamá.
—Adiós Lara.
Luego de eso iríamos al aeropuerto, nos montariamos en el avión con los boletos qué nos habían mandado por correo anteayer. Luego despegariamos.
Serían varias horas de viaje, tendremos que tocar esta noche, pero según lo que sabemos llegaremos bastante temprano a París.
Tendremos que decidir que haremos con el tiempo libre, tal vez turistear.
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—¡Bunyur París! —exclamaba Ferb. En un intento de decir algo en francés.
Las calles son hermosas, no podíamos dejar de ver a todos lados.
—¡Hay Mujeres hermosas por todos lados! —repetía Tom. Extasiado con las mujeres que pasaban de un lado a otro.
—Necesitamos un puto taxi, chicos —decía en lo que pedía uno en la calle.
El camino al hotel fue tranquilo, estuvimos hablando y mirando emocionados por las ventanas. El taxista nos veía raro pero daba igual.
Al llegar al hotel nos alojamos cada quien en una habitación, llegué a la mía y noté qué era bastante linda, paredes blancas y piso de cerámica del mismo color, reluciente como nunca antes vi. Una cama de sábanas blancas y un pequeño balcón con vista a la calle.
Me relajé un rato sin tener que estár cerca de los chicos, son algo estresantes. Es como viajar con niños aveces.
Debemos estar en el estadio a las 6:00pm para los ensayos y pruebas de sonido. El show comienza a las 9:30pm por lo que vi.
¿Que debería hacer con el tiempo restante? Apenas son las 12.
Entonces un mensaje llegó a mi celular, me lo saqué del bolsillo con pereza pues me sentía exhausta y cómoda en esa cama tan suave.
Abrí los ajos en sorpresa.
—Son los organizadores de concierto —me dije al leer la notificación. Entonces oprimi sobre ella.
Y leí el mensaje de pies a cabeza.
Deben estar jodiendome.
—Puta madre.
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—¿¡Nos cancelaron!? —exclamó Tom en mi habitación, tiempo después de haber resibido el mensaje —¿¡Pero como mierda se atreven!?
—¿¡De verdad nos reemplazaron por otra banda!? —Ferb estaba indignado mientras caminaba de un lado a otro en la habitación — Los tenemos que demandar ¿no? Firmamos un puta contrato! ¿No?.
—El contrato que firmamos aclaraba qué no podíamos hacerles nada en caso de una cancelación, ya que ellos nos pagarían en caso de que eso pasara —les dije —Ellos pagaron nuestro vuelo, nuestro hospedaje e incluso nos pagarán por el tiempo perdido.
—Eso no me hace sentir bien —Soltó Tom después de una calada de su cigarrillo —Yo quería tocar, no el Dinero.
—Veanlo por el lado positivo —les dije, aunque estaba igual de enojada y desanimada que ellos —Fácilmente pudo ser peor, puede que ni siquiera nos hubieran pagado y hayamos hecho todo esto gratis. Los organizadores son myt amables al pagarnos todos aun así.
—No trates de arreglarlo, esto es una mierda —sentenció Tom.
—Una mierda diarreica —apoyó Ferb. Tom hizo cara de asco.
—No seas asqueroso Ferb.
—Pero tu comenzaste con lo de la "mierda".
—Si, pero no hablé de diarrea.
—En fin —interrumpí —Chicos, Veanlo así: Nos pagaron un viaje de ida y vuelta a París, en un hotel de lujo y con comida pagada. Podemos quedarnos llorando todo el día sobre lo horrible que es todo esto o podemos divertirnos en París.
Entonces los chicos me miraron atentamente, hasta Ferb se detuvo por un instante. No parecían convencidos, pero parece que al final luego de un suspiro de derrota lograron entender que de nada sirve lamentarse por cosas fuera de nuestro control.
Tom tiró su cigarrillo a una papelera.
—Iré a algún bar cercano, tal vez nos consiga una tocada —soltó en lo que se dirigía a la puerta —Vinimos a París a tocar y eso haremos, de eso me encargo yo.
Entonces se fue.
Solo quedamos Ferb y yo.
—¿Y tu que harás? —le pregunté al chico.
—Bueno... Supongo que iré a turistear mientras hago videollamada con Candace —decía sacando su teléfono del bolsillo —Le mostraré la torre Eiffel y diferentes lugares hermosos.
—Suena como una cita virtual perfecta —le sonreí.
—¿Y tu que harás?
—¿Yo? —lo pensé un momento —Supongo que voy a turistear, a visitar pueblitos y conseguir... No sé algún adorno lindo para mi guitarra.
—Bueno.. —comenzó a dar pasos hacia la puerta —Suena como un buen plan, tal vez incluso en el camino te consigas algún francés lindo —me dijo.
—No lo creo —le dije.
—Eres la única del grupo que jamás ha tenido un interés amoroso —se detuvo en la puerta a verme sentada sobre la cama —Hasta Tom se enamoró de esa señora de la biblioteca el mes pasado... Aunque le doblara la edad.
Al principio reí un poco al recordar eso.
—Bueno... No soy del tipo "romántica".
—Sin embargo últimamente escribes canciones de amor como si ya lo hubieras experimentado.
—Solo en sueños, supongo —dije. Pues no comprendía exactamente en que momento me hice tan buena componiendo romance —Buena suerte con tu sita.
—Buena suerte a ti también, jefa.
Entonces todos se fueron de mi habitación y me dejaron allí, sentada sobre la cama.
Solo cuando estuve sola me di el lujo de incrustar mi rostro en una almohada y llorar, llorar de frustración.
—Yo de verdad.... Quería..
#
Ya han pasado horas, muchas horas. Y aunque me dejé hundir por la depresión, aún así no pienso estar así todo el día.
Serena me sacaría de esta habitación, diría que estoy siendo una llorona y que deberíamos ir a algún lugar a divertirnos. Es seguro que estaría sonriendo más que nadie, aun cuando ella sería la más afectada aquí. Hoy sería el día en que le dirían que no podría tocar en el mismo escenario qué su artista favorita.
Eso pasaría...
~"Acepta. No es resignación, pero nada te hace perder más energía que el RESISTIR y PELEAR contra una situación que NO puedes CAMBIAR"
Eso fue algo que una vez dijo Serena, esas palabras llegan a mi mente como rayos en un cielo nublado.
—Me largo de aquí —dije al levantarme de la cama —Creo que vi en tiktok qué había un café tranquilo y muy bueno por aquí cerca —me dije —No Está de más ir y.... Hacer algo para variar.
Entonces comencé a vestirme, nada muy extravagante.
Nada del otro mundo, una blusa blanca sin mangas qué deja al descubierto mis brazos. Una falda negra que aprieta un poco la zona de mi cintura. Unas botas negras y listo.
Simple y femenina.
—Supongo que te vez bien, Lara —me dije al espejo (luego de maquillar mis ojos hinchados por tanto llorar como idiota) —Te vez Algo desalineada.. Pero.. es parte de tu estilo —me sonreí —Aunque... La falda está un poco corta ¿no crees? —me la subí un poquito, allí noté que podía verse gran parte de mis piernas descubiertas —Mira esas piernas... Tan carnosas, creo que podría enamorar a cualquier francés —bromeé, me sentí ridícula —Oh... Si... Cuidado franceses —dije mirándo mi figura, no estaba tan mal a mi parecer, aunque me sentí estúpida —¿Desde cuando soy la rara que se la pasa hablando sola? Dios... Los chicos tienen razón, necesito un novio o algo.
Me puse de último momento unas medias negras qué me llegaban un poco más arriba de las rodilla y Entonces salí de allí. Baje a la calle y comencé a caminar. Creí que podría pasarla bien, pensé que podría olvidar lo del concierto un rato pero....
—¿¡Por que hay tantos papeles pegados por todos lados!? —exclamé al ver como veinte en una pared, y luego varios en cemaforos.
Para mi disgusto comenzó a escucharse a lo lejos el sonido de la música en el concierto. Se puede escuchar una especie de rock alternativo un poco tranqui, como una balada sosa.
—¿Así suenan los que nos reemplazaron? —dije al pasar una calle —Que asco... Nosotros lo hubiéramos hecho mejor —decía, las personas a mi alrededor me miraban extraño, tal vez por mi mala cara o por el idioma que estoy hablando: "gruñidos".
Al llegar al lugar me di cuenta de que era bastante bonito e informal, nada muy elegante como para hacerme sentir nerviosa de no estar tomando el té con el tenedor correcto. Algo más tranqui, con mesas al aire libre con mantas rojas, una pequeña vela ilumina desde el centro de la mesa y sobre ella una sombrilla blanca.
>>Párese lleno<< pensé. Entonces me dirigí al mostrador, esperanzada.
—Bonjour... je veux boire quelque chose —le dije a la chica detrás del mostrador.
—Désolé, nous sommes completas —me decía la chica —Avec tout ça à propos du concert, beaucoup de monde est venu prendre un café.
Supongo que es cierto, hay mucha gente esta en la ciudad por el concierto. Es normal que estén llenos.
—Dommage... Eh bien... Merci beaucoup —le dije en lo que me retiraba.
Lo que me faltaba, no puedo tocar en el concierto y tampoco tomar café en un lugar lindo.
Ya que me caiga un puto rayo y me mat__
—Hé! Mademoiselle! —escuché detrás de mi. Era la chica del mostrador qué me persiguió un poco.
—¿Que se passe-t-il?—le pregunté. Pues desconocía por que me seguía.
—Eh bien, je voulais juste vous dire que si cela ne vous dérange pas de partager, vous pouvez demander au jeune homme assis là-bas si cela ne le dérange pas si vous prenez un verre avec lui —la chica señaló al hombre sentado fuera, solo en esa mesa.
Su cabello es largo y desordenado, negro como las profundidades de un río congelado a mitad de la noche. Sus ojos marrones están sobre su taza de café, pensativo y... Atractivo supongo. ¿Quien es ese chico y por que..
—Ça a l'air assez attrayant —di pequeña saltito al escucharla, por un momento se me olvidó que estaba allí — Si vous êtes célibataire, cela pourrait être une excellente opportunité pour vous.
—Quoi? Tu peux dire que je suis une vieille fille ou quoi ? —la miré feo. Entonces me sonrió nerviosa. —je veux un Café arrosé —le dije con mala cara. Entonces ella me sonrió ampliamente.
—Je vous souhaite bonne chance mademoiselle! —dijo antes de salir corriendo a la cocina.
—¡J'ai besoin de café, je n'ai pas besoin de chance! —le grite al verla irse riendo —Lo que me faltaba, las metiches están en todos lados.
Entonces volví a ver a ese chico allá sentado, tiene un lindo perrito arrugado, como una pasa blanca con manchas negras. Un beagle anciano que se ma hace lindo y familiar.
—Bueno.. Ahí voy —entonces comencé a caminar.
¿Por que estoy emocionada? Mi corazón palpita de una forma muy extraña... No es miedo... Tampoco son nervios... ¿Que ocurre?
Ya he hablado con chicos antes, no siento nada por ellos. Son simples desconocidos. Fácil ignorarlos y fácil hablarles.
¿Entonces que me ocurre?
Bueno, ya estoy frente a el.
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...
..
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¿Y ahora?
¿Por que no me nota?
¿Tan poco atrayente soy?
¡Deberia poder notarme!
Bueno, Lara, no tienes por que ponerte nerviosa... Solo saludale y pídele que te deje tomar café con el.
Nada del otro mundo.
—Bonjour monsieur —Dije, lo más normal que pude. Párese que lo saqué de su transe. Me miró desorientado —puis-je m'asseoir ici ?.
Su cara es linda. Se ve confundido.
—Eh...... Lo siento mucho —Miraba a su alrededor, bastante nervioso —Em... Yo no... Saber...
—¿Puedo sentarme aquí? —le dije.