Trescientos años después de la boda de Shirzechs y Grayfia, el Inframundo había disfrutado de una paz sin precedentes. Los pilares afines al nuevo régimen, se habían encargado de los gastos, y reparación es de la guerra.
La desaparición de Naruto Uzumaki, sin embargo, seguía siendo un misterio que perturbaba a algunos.
Lord Phoenix, quien había apoyado la rebelión de Naruto desde sus inicios, fue el primero en notar su ausencia. La escena que encontró en la habitación de Naruto —enfermeras inconscientes y una ventana rota— a pesar de que la escena sugería una fuga más que un secuestro, los nuevos maous se guiaron por la segunda opción, aunque no pudieron hacer mucho por la falta de pruebas.
Con la reciente guerra civil, no se arriesgarnos a inculpar a otros panteones, y con sus nuevas responsabilidad no pudieron hacer una búsqueda intensiva.
Con el paso de los años, la esperanza de encontrar a Naruto se desvanecía.
Los rumores de su muerte a manos del dios griego Hades se extendieron entre los que lo conocían, y aunque Serafall, movida por la desesperación y la lealtad, continuó la búsqueda, la posibilidad de confirmar su destino era cada vez más remota.
La historia de Naruto Uzumaki se había convertido en leyenda, una narrativa de valentía y sacrificio que resonaba en los corazones de aquellos que conocían la verdad. Y mientras Serafall y Falbium mantenían viva la memoria de su amigo, el Inframundo continuaba su marcha hacia el futuro, un futuro que había sido moldeado, en parte, por las acciones de un demonio rubio cuyo legado era mucho más grande que su propia leyenda.
(En el tiempo donde inicia la serie)
En la pequeña ciudad de Kuoh se encontraba un joven rubio de unos diecisiete años, seis marcas de nacimiento semejantes a tres bigotes de gato en cada mejilla. Ojos azules aburridos, le faltaba su brazo derecho y tenía una gran cicatriz que atravesaba su pecho desde hombro derecho hasta su costado izquierdo, él se encontraba sentado en su cama viendo un uniforme escolar en su sofá, lo vio un par de segundos más antes de soltar un gran suspiro y se fue a la ducha después de unos minutos el rubio salió vistiendo el uniforme de la academia Kuoh.
Él solo se vio en un espejo y soltó otro largo quejido al sentirse estúpido al ver su reflejo, reviso sus bolsillos saco una carta de su uniforme.
"ya sabes que a hacer, suerte, Azazel"
Él sólo arrugó el papel y lo arrojo al basurero, pasó su mano por su pelo en un vano intentó de acomodarlo, después de unos segundos salto un quejido y lo dejo así, tomo su mochila y solo tomo su camino a la academia.
Al llegar a la academia notó como todos lo veían, la academia estaba pasando por la etapa de transición, dejó de ser una academia exclusiva para mujeres, que aún eran la mayoría, y las cuales le dirigían miradas soñadoras, anelo, o tristeza las otras mirada eran por parte de la mayoría de los varones que lo veían con odio o tristeza.
Azazel se había tomado la libertad de crearle una historia de como es que había perdido el brazo lo que causó que la mayoría lo trataran cómo si no pudiera hacer nada por si solo, más por la chicas y realmente no le molesto pero por eso se gano él odio de algunos de los chicos.
El rubio solo suspiró al escuchar que fue llamado por una chica, que se acercó a él, noto que la chica se encontraba algo molesta y solo alzo su mirada para ver a los ojos al indiferente rubio que solo vio a su alrededor notando que ahora tenía más atención.
--Hola Souna-- el rubio saludo en un tono cansado molestando a la chica pelinegra que solo acomodo sus gafas y se cruzó de brazos.
--¿Puedo saber porque no te presentaste en la última semana?-- más que una pregunta fue una exigencia que fue seguida por una mirada sería que no afectó al rubio que solo quitó una basura de la ropa de la pelinegra.
--No, no puedes.-- dijo en un tono neutro.
La chica solo se le quedó viendo al rubio el cual sonrió al ver la mirada enojada de la chica, Naruto no pudo evitar comparar algunos aspectos de la chica con los de su hermana, aunque solo físicamente. La niña no era tan alegre, cariñosa o impulsiva como su hermana mayor.
--Tengo varias quejas de los profesores sobre tu conducta y tus ausencias-- ella dijo aún en su tono exigente que le seguía siendo indiferente para él.
--¡Que interesante, luego me lo cuentas!-- El rubio dijo en clara burla y solo se dio la vuelta para retomar su camino pero fue detenido por Souna el cual lo jalo de su única mano.
Fue llevado a sala del consejo estudiantil, el rubio solo suspiró y se dejó llevar solo para perder tiempo de clases, todos solo veían como Souna jalaba al rubio el cual era más grande que ella.
La sala del consejo estudiantil estaba bañada en una luz tenue, los rayos del sol de la tarde se filtraban a través de las persianas, creando un patrón de sombras en el suelo. Naruto se sentó frente a Souna, su postura relajada contrastaba con la rigidez de la presidenta del consejo, una de las chicas del consejo estudiantil colocó una taza de té enfrente a él antes de volver a salir de la sala dejándolos solos.
--Escucha, Naruto.-- comenzó Souna, su tono suavizándose ligeramente. --No estoy aquí para reprenderte. Estoy preocupada. Tus profesores dicen que tienes potencial, pero tu comportamiento...--
Naruto levantó una mano, deteniéndola. --Souna, no necesitas preocuparte por mí. Tengo mis razones para faltar, y aunque aprecio que me hagas perder el tiempo realmente no quiero que me hagas más preguntas.--
Souna lo miró fijamente, tratando de descifrar el enigma que era Naruto. En el poco tiempo que el rubio tenía en la academia había demostrado que era uno de los mejores estudiantes, pero también como uno de los más problemáticos, no solo por su constantes ausencias, si no también era algo conflictivo con los demás compañeros.
--Si no nos dejas ayudarte, ¿cómo puedes esperar que las cosas mejoren? No puedes seguir así.-- Souna dijo en un tono tranquilo. --Eres uno de los mejores estudiantes de la academia pero tu conducta y faltas no te ayudan, aunque no queramos nos estamos viendo la posibilidad de expulsarte--
Naruto solo frunció el seño un poco algo que notó la pelinegra, que solo aclaro su garganta.
--Algunos profesores no quieren eso así que te estan dando otra oportunidad y solo esperan que la aproveches.-- Ella dijo en un tono más calmado aprovechando que extrañamente el rubio había permanecido en silencio.
Naruto solo maldijo mentalmente al líder de los caídos y solo soltó un suspiro. El no podía darse el lujo de ser expulsado, toda su misión se comprometeria si eso pasaba.
El vio a la chica y noto la pena en sus ojos, ella tampoco quería que se fuera y solo volvió a suspirar.
--Bien, lo haré-- Naruto hablo con fastidio. --Tratare de ser un mejor estudiante.--
--entonces enfo... ¡Ey, no me dejes hablando sola!--
El rubio solo ignoro a la chica y se retiró sin importarle que la chica le gritara y solo se fue a sus clases, internamente divertido que la niña tenía la misma reacción que su hermana.
Después de largo y aburrido día de escuela se retiró, y divagó un poco por las calles de kuho hasta que llegó a un pequeño parque.
No se sorprendió al ver que se encontraba vacío y solo se dirigió a las dos presencias que sentía en el viejo parque.
Él vio cerca de una fuente a unos de sus compañeros, con una chica peli negra, observo que se encontraban en una cita y eso explica su ausencia hoy.
Él los espió por unos minutos hasta que la chica se elevó en el cielo cambiando su apariencia y creando una lanza de luz, el castaño se encontraba congelado viendo a la que se supone que era su cita, ella solo reía al ver al asustado chico, ella solo lanzó su ataque pero se sorprendió al ver que la lanza se clavó al suelo, a unos pasos se encontraba el castaño y un rubio de aspecto aburrido.
Ella se quedó sorprendida por la velocidad del rubio pero su sorpresa se convirtió en diversión y sonrió arrogante al sentir que solo era un humano.
--Humano insolente, porque te metes donde no te llaman.-- el caído dijo en un tono divertido y arrogante que fue ignorando por el rubio que parecía estar viendo algo en su celular, que guardo y coloco su mano detrás de él.
Ella creó otra lanza de luz aún manteniendo su sonrisa arrogante. --Ahora por interferir en mis planes te mataré, compartirás el mismo destino que esté estúpido virgen.--
Ella intentó lanzar su ataque pero desapareció al recibir un disparo en su mano, ella solo gritó de dolor, vio su mano llena de sangre muy sorprendida al recibir daño de una arma mortal, desvió su mirada al rubio aún con su cara de aburrimiento con un revólver en su única mano.
--Disculpa caído San por interferir en tus planes, pero no puedo permitir que mates al chico.-- Naruto hablo en un tono neutro mientras volvió a cargar su revolver.
El ángel caído solo vio con molestia al rubio mientras sostenía su mano herida, y aun sangrando.
--Sabes, realmente tampoco tengo permitido matarte, así que solo vete y me evitas hacerte más daño.-- Naruto solo rascó su cabeza con el revolver, esperando que el caído se fuera.
El ángel caído, con su mano aún sangrando, miró a Naruto con una mezcla de sorpresa y furia. --¿Quién eres tú para desafiarme?-- espetó, su arrogancia temblorosa ante la inesperada resistencia.
Naruto aun con su expresión aburrida miro al caído. --Solo un transeúnte que no puede ignorar una injusticia.-- respondió con calma.
La tensión en el aire era palpable, y el compañero de Naruto, aún en estado de shock, no podía creer lo que sus ojos veían.
Su dulce y sexy cita se había convertido en una especie de ángel de alas negras que intentó matarlo, y después su compañero problemático había salido de la nada para salvarlo.
Rápidamente entró en crisis, y mentalmente se repetía que todo esto era un sueño, y despertaría en su cama en cualquier momento.
El caído solo vio con furia contenienda al rubio que solo rascó su cabeza con el cañón del revolver, antes de desviar su mirada al asustado castaño que solo se quedó congelado.
--¡maldito! ¡pagarás por esto!-- El ángel caído grito con furia y creo otra lanza del doble de tamaño pero se detuvo al sentir un algo rozar su mejilla.
El rubio solo suspiró con algo de desilusión antes de regresar su vista a ella. --no es necesario una pelea entre nosotros, los demonios aparecerán en cualquier momento y no querrás pelear con ellos--
La mujer sólo frunció el ceño, sin perder de visita al rubio que solo dejó de apuntarle con su revolver, aunque aún mantenía su rostro de aburrimiento algo que la molesto internamente.
Vio a su alrededor analizando sus posibilidades. Pudo sentir a uno de los demonios que vivían en la ciudad acercase rápidamente, y el rubio frente a ella era una verdadera amenaza, aún no entendía como consiguió balas con energía santa.
No podía arriesgarse, no por un Sacred Gear sin identificar y que posiblemente sea un simple impulso.
El ángel caído, conocida como Raynare, evaluó rápidamente la situación.
La presencia de los demonios era cada vez más cercana, y el rubio frente a ella, era un enigma. No era común que un humano pudiera herirla, y mucho menos con un arma aparentemente mortal independientemente de que tuviera las sagradas. Decidió que era mejor retirarse y planear su siguiente movimiento con más información.
--Esto no ha terminado, humano.-- dijo Raynare con una mirada venenosa hacia Naruto. --Nos volveremos a ver.-- Con un batir de alas, se elevó y desapareció en la oscuridad del cielo nocturno.
Naruto solo guardó su arma y regreso su mirada al chico asustado que arrastró alegando se de él involuntariamente.
Antes de que pudiera decir algo el rubio sintió como un círculo mágico apareció cerca y solo puso una mirada en blanco al ver una cabellera roja.
El castaño se quedó sorprendido por la aparición de Rías Gremory, una de las damas de la academia, ella también se sorprendio al ver en ese lugar al rubio el cual para ella sólo era un simple humano, aunque desvió su mirada al castaño en el suelo muy asustado y se confundió un poco al no sentir serca al ángel caído.
Ella había ido por un sello de invocación que tenia el castaño y que se activó por la presencia del caído, se quedó en silencio viendo a los dos varones, esperaba encontrar al chico herido para unirlo a su séquito, y cuando fue invocada por el chico se alegró, pero se decepción al verlo vivo.
--No vemos luego pequeño demonio.--
El rubio solo sonrió y desapareció en un círculo mágico con el castaño, dejando más sorprendida y confundida al la pelirroja.
Fin del cap.
No quiero escribir aclaraciones o descripciones de los personajes porque espero que todos conozcan ambos animes. Sin más chao.