Lost In Traslation || Shohei...

By its_lachama

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❝How am I supposed to ever be with him When he and I don't speak the same language? But we have conversations... More

LOST IN TRASLATION | S.O.
1 | Family Game Time
2 | Accidentally
3 | Meet You
4 | Smile and Goodbye
5 | "But don't look at me like...that"
6 | A Dream With a...
7 | Another good night
8 | Some troubles, some questions
9| Compatibility
10 | Delicate
11| Deja Vú
12 | Connecting the dots
13 | Little purple box
14 | Take the phone
15 | Social Media!
16 | Surprises & Conversations
17 | Never is a bad hour
18 | Stuck On The Feeling
19 | Vision Of Love
20 | Dreamlover
21 | obvious
22 | ...Ready For It?
23 | Diez Pasos Hacía Ti
24 | My Eternal Love
25 | This Is Why We Can't Have Nice Things
26 | Everything in L.A., stay in L.A.
27 | Daydreaming
28 | Silence Noises
29 | Locked Away
30 | Closer
31 | Overflowing
32 | Before The Storm
34 | Hospital, thoughts and dramas
35 | Saving All My Love for You
36 | Nonsense

33 | The Voices Have To Shut Up

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By its_lachama

📍 5 de Agosto de 2022 | Anaheim, California.


Narrador Omnipresente:

Abril le asustó un poco internamente la tranquilidad en que iba el día.

La calma, el suave sonido de las hojas verdes chocándo una con otra, y el olor a vainilla con un toque de canela del aromatizador que endulzaba el ambiente.

Todo indicaba que sería un buen día y estaba a nada de convencerse que era así, pero su dolor de cabeza ligeramente cambiaba su última palabra y el sospechoso soleado día.

Abril raramente sufría dolores de cabeza, y los motivos eran porque reconocía que tenía algo pendiente, pero no lo había resuelto o su ansiedad venía a saludarle como un breve recuerdo de que es humana y no todo es perfecto.

Tarareó una canción que recordaba de hace rato mientras se concentraba en ver las distintas gráficas que le habían dado el departamento de contaduría de la fundación. El dinero fluía con facilidad, y se alegraba de que todo aquello iba con el fin de darle mejor calidad de estudios tanto académicos como deportivos a los niños.

No podía estar más que bendecida por tener este pequeño imperio dónde la buena voluntad existía.

El timbre resonó en la sala, a lo que sonrió imaginando el personaje que posiblemente era aquel pelinegro que vivía al lado y siempre pasaba con alguna excusa para saludarla.

Aunque podría escucharse cliché, cada vez que podía esperaba ansiosamente su llamado para regalarle otra sonrisa.

"Ay Abril, que enamorada estás".

"No lo estoy".

"Si lo estás".

Se paró de puntillas para observar por la mirilla, para preparse que al menos debía sostener la sonrisa de tonta que está viendo a la persona que le gusta.

Porque si, ya se había rendido a la negación.

Abril Gutiérrez gustaba de Shohei Ohtani, y mucho.

Aunque, no se lo iba a decir por el momento. Por el momento, ojo.

Toda su fantasía se cayó enseguida al reconocer quien se había volteado, dándole la cara a la puerta a lo que dió dos pasos hacía atrás mientras intentaba no gritar.

Esto no podía ser posible

Gustavo Hernández no podía estar detrás de esa puerta.

No podía, era...díficil.

Tragó grueso mientras se llevaba sus manos temblorosas hacía su franela para tomarla como un soporte emocional, pero no bastó ya que al segundo sonido del timbre le hizo dar un respingo.

—¿Abril, estás aqui? Necesitamos hablar.

Eso era lo que menos quería hacer con él.

Se volteó casi que atormentada por sus pasos que parecían ser lentos debido a su nuevo pánico que le tomaba del cuello, cortándole de a poco el aire. Caminó con rápidez a la cocina intentando que no se escucharan los pasos y desbloquéandole el recuerdo de esa noche.

Intentó que su sollozo no se escuchara fuerte y la consiguiera dentro del baño con la luz apagada. Recordaba que su teléfono estaba en el piso de la sala, roto por la pantalla y el sonido del aire acondicionado, empeorando la situación.

Aquel silencio tenso le estaba carcomiendo la pecho.

—¡Abril, abre la maldita puerta, ahora mismo! ¡Ya!》

Parpadeó varias veces mientras intentaba estabilizar sus sentidos que se iban entorpeciendo por el peso que se creaba en su pecho. Sentía que su respiración se acortaba más y más, a lo que tuvo que sostenerse en la isla de su cocina.

—¡Abril, ya abre la puerta! ¡Vine para hablar contigo nada más!—la nombrada apretó su agarre a la mesa de mármol mientras cerraba sus ojos con fuerza para hacer cómo si él no estaba ahí y las manchas negras desaparecían de su vista—¡Abril!

Pero, ya era tarde.

"Ríndete, Abril. Tu orgullo ya está pisoteado", fue el último pensamiento que resonó en su cabeza antes de caer en la oscuridad profunda de la inconsiencia.

. . . .


Narrador Omnipresente:

Adriana le sonrió al japónes mientras la ayudaba con las bolsas de las compras.

Shohei estaba regresando de sus entrenamientos matutinos, y dada la casualidad además de lo parecía estar sufriendo la menor, ayudó a la hermana de la mujer que le gusta con mucho gusto.

Para Adriana, en cambio, los planes estaban progresando perfecto para su ataque malvado con el fin de juntar a Shohei y Abril.

La idea de la cena, era una perfecta excusa para que ambos se encontraran y hablaran (escupieran aunque sea) la idea de que había posibilidad entre ellos de "salir" o "pareja".

Parecía que era sencillo, pero con el orgullo de Abril de por medio, tenía que usar la técnica de la "cena" para tenerla con las defensas bajas.

Además, se incluyó en su plan el llamado "objetivo no identificado" o Adrián, por lo que tenía que jugar sus piezas de una manera correcta y Adrián estuviera de acuerdo, que era lo más probable.

En conclusión, es un plan malvado con estrategías malvadas.

—Gracias. Espera aquí que necesito ayudarlo—el nombrado le sonrió amistosamente junto a un asentimiento mientras Adrián cerraba la maleta de su auto con la ayuda de su hermana menor. El Gutiérrez casi se desmaya al ver al jugador que le llevaba unos centimetros de altura hablándo con su hermana como si fuera normal.

Eso no era normal. ¡Lo normal era que gritara como una fan desquiciada al ver a Shohei Ohtani!

Bueno, hasta él lo haría en ese instante, pero se sostuvo.

Shohei cayó en cuenta a los segundos que aquel rostro conocido de hace unos juegos atrás volvía a presentarse en su panórama y ahora, en otro contexto.

Era el hermano de la mujer que le gustaba y por la expresión de Adrían, no estaba de buen humor que digamos.

Adriana le pegó detrás de la cabeza a su parentesco, haciendo que este chillara y se masajeara el lugar que le dolía mientras la menor lo veía con regaño.

—No lo tomes muy en serio a veces, es un dramático—comentó Adriana, dirigiéndose con Shohei al ascensor junto a un Adrián que intentaba seguirle los pasos a ambos.

El japónes, quizás, estaba concentrado en las palabras de Adriana cuáles explicaba acerca de una cena en casa de Abril como "reunión" familiar de los Gutiérrez y estarían varios de los integrantes de esta, pero la mirada de interrogación de Adrián lo mantenía nervioso y solo lograba, contestarle monosílabamente a la chica.

El sonido del ascensor avisándoles que habían llegado a su destino, hizo que voltearán a ver al pasillo y a Adriana se le esfumaron las palabras junto a su sonrisa.

"Tenía que ser una maldita broma", pensó Adriana y sus facciones cambiaban a una seria  mientras el trío salía del ascensor, observando al individuo.

Adrián hizo una mueca, adelantando a Shohei que estaba confundido de la presencia de aquel jugador de beísbol que nisiquiera jugaba en su equipo y debería estar en su hotel.

"¿Qué mierda hacía Gustavo Hernández en este lugar?", pensaron ambos hermanos Gutiérrez mientras Adriana sacaba sus llaves sin intenciones de hablar.

—Eh, no quiero sonar grosero, pero ¿qué haces aquí?—preguntó Adrián, intentando aguantar su mal humor ya que sin importar los años, Gustavo Hernández jamás le terminaba de encajar.

Abril decía que era los celos heredados de la familia Gutiérrez, pero sus instintos seguían advirtiéndole que no era eso.

—Vengo a ver a tu hermana.

Adriana deshizo el seguro de la puerta con un ceño fruncido y luego el otro, a lo que apretó el pomo mientras abría la puerta.

—Bueno, no es necesario. Ya Abril habló contigo lo que era justo. Además, ya lo que pasó pasó—respondió Adrían.

Los ojos de Gustavo fueron a Shohei que le sonrió con la boca cerrada e incómodamente, pero el Gutiérrez carraspeó haciendo que devolviera su mirada al emisor.

—Si no tienes más nada que buscar, puedes irte por dónde regresaste—terminó Adrian, mientras la menor terminaba de entrar a la casa y le seguía su hermano junto a Shohei.

—¡Quiero arreglar las cosas con Abril!—pronunció como excusa a lo que Adriana soltó una risa irónica mientras inspeccionaba con su mirada la sala y la cocina, dejando sus zapatos en la entrada.

Adriana miró a su alrededor con sospecha y miró a su hermano mayor que le daba una mala cara a Gustavo a lo que suspiró cansada, abriéndo su boca para llamar a Abril. Posiblemente estaba dormida, ya que sus llaves se mantenían en la mesa.

—¡Abril, ya llegamos!

El silencio reinó en el ambiente a lo que Adriana siguió caminando. Cada paso que daba era revisado por Shohei que cambiaba su mirada disimuladamente a ambos hermanos que tenían su disputa propia en estas cuatro dimensiones.

—¿Dejo esto aquí?—cuestionó Shohei, haciéndo que Adriana asintiera

—Si, no hay ningún prob...—su voz se cortó mientras volteó y encontró la escena frente a sus ojos.

Pudo sentir su corazón detenerse unos segundos y reavivar esa memoría en especial que la rompía a pedazos, que le formaba un nudo en la garganta como ahora mismo y sus manos se formaban puños para no demostrar su temblor.

—¿Adriana?

La mujer salió de su trance agachándose al lado del cuerpo inerte de Abril, que se encontraba desmayada en su propia cocina. La sangre bajaba lentamente por su nariz a lo que lo que dejó salir un entrecortado:

—¡Necesito ayuda!

El pelinegro dejó de sacar los alimentos de las bolsas y llevó su mirada a la muchacha que parecía estar temblando, a lo que en un par de zancadas se encontraba al otro lado de la encimera y sus látidos comezaron a caer en picado, junto con la noción del tiempo.

Su visión parecía una cámara lenta mientras veía a ambos hermanos gritarse el uno al otro mientras ayudaban a la morena que se encontraba con los ojos cerrados y desmayada en el piso. Adriana se levantó de dónde estaba, corriendo hasta una sección que desconocía sacándo un par de carpetas que tenían papeles mientras Adrián, intentaba acomodar a Abril en sus brazos sin que se estropeara.

—¡Si no vas a hacer nada aquí, vete! ¡Vete!—le gritó Adriana a Gustavo que se encontraba al lado de Shohei, interviniendo la ruta de salida para ambos hermanos a lo que el japónes despertó de su estado de shoock, acercándose al hombre más cercano.

Adrián volteó a ver a Shohei, quien le dió una mirada de alarma por el estado que se encontraba su hermana.

—Cárgala hasta el ascensor, yo iré a buscar unas cosas y me la llevaré al hospital. Tenemos que ser disimulados, nadie debe saber esto—indicó Adrián, terminando de limpiarle la nariz delicadamente con su suéter mientras escuchaban los pasos apresurados de Adriana que corría hacía los pasillo del apartamento—¡Ve al auto, Adriana! Yo buscaré sus cosas.

Se levantó el Gutiérrez, dejándolo con Abril que se mantenía en un estado tranquilo aunque su piel parecía que había pérdido color. Pasó suavemente sus dedos tembloroso por el cabello que se pegaba a su frente morena y luego soltó un pequeño suspiro.

Puso uno de sus brazos alrededor de su cuello mientras la cargaba fácilmente en sus brazos. No pesaba mucho, pero le pesaba más al japónes verla en ese mal estado.

La sostuvo con seguridad mientras la mirada del otro hombre y él cruzaban. Ni siquiera sabía quien era realmente él en la vida de Abril, pero no podía en este instante deternerse a cuestionar aquello.

Esquivó su figura estática, mientras salía del apartamento de Abril y ya se encontraba Adrián esperando con cierta ansiedad a su hermana. Le regaló un suave apretón a la piel de la morena antes que fuera quitada de sus brazos.

—¿Ella estará bien?—preguntó Shohei, dejándo el beneficio de la duda mientras su corazón parecía que estuviera en su garganta.

Adrían le dió una mirada indescifrable, pero solo pudo expresar una mueca con sus labios para luego desaparecerse junto a Abril cuando se cerraron las puertas del ascensor.

Shohei tuvo que tragar grueso para ver si podía calmar a su corazón, pero iba frenético pensando las miles de posibilidades de un final de Abril. Recordaba vivídamente la confesión de ese día y podía decir que se sentía hasta peor, sentía que sus costillas crujían para que su corazón saliera de su sitio.

"Ella estará bien, lo va a estar", se dijo a sí mismo, para calmar su preocupación latente. Aunque era difícil calmarse, al ser presente de todo el caos que había pasado

—No sabía que eras el vecino del Abril. Nunca pensé que vivirías en un sitio así—cortó el silencio Gustavo, terminando su oración con una mirada despectiva al lugar.

Volteó a la voz del beísbolista, casi indignado que ni siquiera preguntaba por la mujer que acaba de llevarse en brazos desmayada.

Maldita sea, era Abril! ¡¿Ni siquiera la importaba cómo en el principio a este idiota?!", gritó su conciencia, pero Shohei tuvo que llamar al juicio para no cometer una locura.

—Respóndeme algo, ¿qué eres para Abril?

Ni siquiera tuvo la decencia de esconder un tono venenoso para romper la calma de su compañero de deporte, pero Shohei volteó a verlo con el mayor autocontrol que tenía y quedándose un poco pensante por aquella pregunta.

Podía decir la verdad. Podía decir que eran "amigos", que eran vecinos como él comentaba o que eran "algo sin título" porque el término de amistad no quedaba con ellos dos. Ellos no se veían como una simple amistad y buscaban el toque del otro cuando tenía oportunidad.

"Dile que es tu novia", susurró su ego, pero guardó ese pensamiento antes de que su boca soltara esa mentira que era un deseo difícil en su mente.

—Soy su amigo—contestó con un tono inocente, pero se notaba la seguridad en sus palabras en su tensión de los brazos. Le regaló una mirada calmada a Gustavo—¿Y tú? ¿Eres alguien especial para Abril...actualmente?

La boca de Gustavo Hernández se cerró con fuerza cuando Shohei agregó esa última palabra, esperando con calma su respuesta, pero el japónes casi sonríe al ver como la altanería del hombre era pisoteada hasta el fondo.

—Nos vemos en el juego—finalizó Shohei, regalándole una sonrisa amistosa de boca cerrada.

Gustavo se fue junto a la sonrisa "amistosa" de Shohei, quién siguió viendo el camino por el que se fue con mucha intriga.

Creo que ya era el tiempo de preguntar algunas cosas por su cuenta y apurar sus planes de confesión, antes de que fuera tarde.






✒️ Nota de Autor:

AJÁ, SE PRENDIO ESTE PEOOO.

Abril se le juntó el ganado 😈 (mentira, o no mentiris? 👹 )

¿Qué ustedes opinan de lo que le dijo Shohei? Jeje

📂 EN EL SIGUIENTE CAP SE VIENEN COSITAS.

💌 ¿Qué opinan del maratón?

🔮 Teorías conspirativas, hipótesis de lo que se viene, por aqui.

❗❗ CUANDO PUEDA, ACTUALIZO LO QUE VIENE (es que la Uni me respira en la nuca, Marce)

all the love

-La Chama

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