CAPÍTULO 485. LA DECISIÓN
DE FU YING (1)
"¿Has decidido volver?"
En el ala oeste del patio principal de la Mansión de la Alteza Qingping, su hijo trajo a Xie Yan para pedir una comida privada. Fu Ying pensó que iban a ser honestos acerca de su relación, a pesar de que todavía sentía que la familia Xie era demasiado de alto rango para ellos, estaba muy feliz en su corazón. Desde que supo que Xie Yan y su hijo sentían algo el uno por el otro, los había observado cuidadosamente. Xie Yan era de hecho un buen chico, pero nunca esperó que su hijo le dijera que quería volver a Wei y luchar por el trono.
Para Yu Fuying, cuando huyó de Wei, todo en Wei ya no tenía nada que ver con él. Después de venir a Gran Qin durante más de diez años, ya la consideraba su ciudad natal y no quería mirar atrás. No quería pisar ese pedazo de tierra ni siquiera después de su muerte, donde había cargado con demasiado dolor y odio, dejando sólo recuerdos fragmentados, incluido el hombre que una vez le había amado.
"Lo siento, papá, tengo que irme."
Sentándose a su lado y cogiéndole de la mano, después de que su mirada se volviera hacia atrás, Fu Yunxi le miró a los ojos y le dijo con seriedad: "No voy a encontrar mi origen. Mientras los que te persiguieron sigan vivos, no perdonaré ni a uno solo de ellos. La razón por la que quiero apoderarme del trono de Wei no es porque quiera ser el emperador, sino porque quiero ayudar a Liangliang y a los demás. Papá, has estado con Liangliang durante tanto tiempo, deberías saber algo sobre ellos. No niego mis propios talentos, pero si me quedo aquí, habrá lugares limitados donde pueda ayudarles. Si puedo conseguir a Wei, cuando Qin sea realmente un caos en el futuro, podré cortar la amenaza de las dos grandes potencias para Liangliang. Con la habilidad de Liangliang, por muy desordenada que sea, podría manejarlo. Papá, perdona mi comportamiento poco filial. Soy temporalmente incapaz de permanecer a tu lado para cumplir con mi piedad filial."
Fu Yunxi sabía lo duro que fue para su padre criarlo solo, y el peso que llevaba en el corazón. Lo único que podía prometerle era que volvería con vida.
"¿Liangliang te pidió que te fueras?"
Los ojos de Fu Ying estaban llenos de lágrimas, y su voz temblaba. Fu Yunxi negó con la cabeza: "Deberías saber que Liangliang no me dejará correr ese riesgo. Es una petición mía. Papá, sólo tengo 19 años y estoy en la edad de los impulsos. Si no doy lo mejor de mí ahora, ¿qué sentido tiene intentarlo después? No importa si tengo éxito o no, quiero intentarlo."
"Tú... Xie Yan, ¿tú también lo apoyas?"
Volviendo su mirada hacia el otro lado, Fu Ying preguntó con voz temblorosa.
"Tío, si es posible, no quiero que se vaya, al igual que tú, pero no puedo detenerlo. Es un hombre y debe salir a explorar por su cuenta. No tengo ninguna razón para impedírselo. Además, no están haciendo todo esto sólo por ellos. Tío, déjalo ir. Podemos quedarnos aquí y esperar a que vuelva. Si..."
Hablando aquí, Xie Yan se atragantó y se obligó a reprimir el abrumador sentimiento de tristeza antes de continuar: "Si no vuelve, tomaré su lugar y seré tu hijo."
Este es el peor resultado posible, y ninguno de ellos quería que sucediera, pero no era totalmente imposible.
"..."
Las lágrimas en los ojos de Fu Ying rodaron por sus mejillas, y Fu Yunxi lo abrazó con ternura, llegando a Xie Yan, sosteniendo a las dos personas más importantes de su vida en su brazo.
"Volveré contigo."
"Papá..."
Nadie supo cuánto tiempo pasó. Fu Ying se secó las lágrimas, levantó la mano y los miró. Fu Yunxi frunció el ceño con desaprobación, pero continuó: "Después de esconderme durante tantos años, ya es hora de que me enfrente a la realidad. No le dije ni una sola palabra cuando me fui. Debería volver a verle por última vez. Dicen que no goza de buena salud."
Durante casi veinte años, nunca había pensado en vengarse, ni odiaba a Wei Annan. Sólo podía culpar a que uno de ellos era el emperador, que era como una marioneta, mientras que el otro era una persona corriente. Sus horizontes eran diferentes, y sus pensamientos, ideas y deseos también. No debería haber entrado en palacio al principio, o cuando le hubieran conferido el título de emperatriz, no debería haberse hecho ilusiones. Si se hubiera casado antes con otro hombre corriente, todo habría sido distinto.
"Papá, según la información que ha recabado Liangliang, parece que tras tu marcha se arrepintió. Su emperatriz y bastantes concubinas murieron de muerte súbita una tras otra, y básicamente dejó de tener relaciones sexuales. Se dedicó a los asuntos de estado. Si regresas ahora, definitivamente te mantendrá cautivo. No quiero que vuelvas a comprometerte por mí."
Este era el resultado que más no quería ver, incluso si ese hombre ya no amaba a su padre, no quería que volviera y recordara el insoportable pasado.
"¿En serio?"
Sería una mentira decir que no le conmovió en absoluto, pero ya era demasiado tarde. Ya no era el mismo hombre que se conmovía fácilmente.
"Tío, Yunxi tiene razón. Deberías quedarte aquí. Liangliang cuidará bien de ti. Volveré para quedarme contigo cuando tenga tiempo."
Xie Yan caminó a su otro lado, tomó su otra mano y susurró persuasivamente. Él no sabía mucho acerca de Fu Ying, pero desde que se vio obligado a huir del palacio y dejar su ciudad natal para venir a Gran Qin, debe haber experimentado una relación muy desgarrada. No quería que volviera atrás y fuera herido de nuevo por la visión del pasado, a pesar de que la mayoría de las personas que le habían hecho daño ya no estaban vivas.
"Xie Yan, Yunxi, no lo entienden. Aunque el emperador y yo ya no somos pareja, una vez tuvimos una relación de más de diez años desde que éramos pequeños. Antes de ascender al trono, él era realmente fiel a mí. Cuando murió mi madre, como príncipe, incluso se dignó vestirse de luto y acompañarme a despedirla. Si Yunxi no quiere volver, está bien. Ya que ha decidido volver, debería ir a verle por última vez y poner fin a nuestras rencillas."
CAPÍTULO 486. LA DECISIÓN
DE FU YING (2)
Cogidos de la mano respectivamente, Fu Ying dijo con lágrimas en los ojos.
"Papá, ¿no tienes miedo..."
"Yunxi, los dos somos viejos ya."
Fu Yunxi seguía preocupado, pero los labios de Fu Ying se movieron ligeramente. No valía la pena tener miedo de algunas cosas después de pensarlo bien. Wei Annan y él ya no eran como antes. Estaba dispuesto a intentar volver a confiar en él, y no le forzaría como antes.
"Pero si te vas, ¿qué pasará con Liangliang? ¿Puedes dejar a esos dos niños?"
Como no tenía ni idea de cómo dejar que se quedara, Fu Yunxi tuvo que sacar a Shen Liang. Sabía que su padre había tratado a Shen Liang como a un hijo, y su peso en el corazón de su padre era el mismo que el suyo.
"No, el señorito es muy mono, y Dabao también es listo y sensato, pero..."
Yunxi era su único hijo, ¿cómo iba a dejarle ir solo a enfrentarse al peligro? Con él, al menos Wei Annan podría protegerle en el momento crítico. Además, sólo si volvía con él juntos, Yunxi tendría una razón decente.
"Está bien. El pequeño maestro y Dabao han crecido. Si me voy, todavía queda el viejo Lin. Liangliang tiene mucha gente a su alrededor. Ellos pueden cuidar del pequeño maestro. Cuando tus cosas estén hechas, puedo volver y cuidar de ellos también."
"Papá."
"Yunxi."
Fu Yunxi todavía quería decir algo, pero Xie Yan le negó con la cabeza. Recibiendo su indirecta, Fu Yunxi dijo a regañadientes: "Bien, volveremos juntos, pero tienes que prometerme que nunca te comprometerás por mí. Si no, lo dejaré todo inmediatamente y te traeré de vuelta."
Su padre ya había pagado bastante por él en esta vida, y no quería verle sacrificarse de nuevo.
"De acuerdo, te lo prometo."
Fu Ying asintió, y los dos llegaron finalmente a un acuerdo. Más tarde, cuando fueron a hablar con Shen Liang sobre ello, Shen Liang también estaba preocupado, pero viendo que Fu Ying estaba decidido, sintió que era inútil decir nada más. Solo podia convocar a Xiao Yu y ordenarle que eligiera a otras cien personas, aquellas con buenas artes marciales, y que se asegurara de su seguridad.
Alrededor de las once de la noche, los civiles que se habían reunido en el exterior de la Mansión de la Alteza Qingping ya se habían dispersado, y una docena de personas que parecían médicos entraron en la mansión por la puerta lateral. No ocultaron sus intenciones, y el palacio imperial y todas aquellas grandes familias no tardaron en recibir la noticia. Excepto los que ya lo sabían, todos los demás pensaron que el estado de Shen Liang no era bueno, algunos preocupados y otros emocionados. En resumen, mucha gente en la ciudad imperial no dormiría bien esa noche.
"Tan cansado."
Después de organizar a los guardias del oscuro inframundo especialmente invitados, cuando Pei Yuanlie y Shen Liang volvieron a su habitación, ya era medianoche. Shen Liang estaba ligeramente cansado, frotándose las vértebras cervicales con el revés. Habían hecho demasiadas cosas hoy, y sus emociones se habían tensado varias veces. Pei Yuanlie y los demás estaban bien, pero Shen Liang no. Su cuerpo había sufrido demasiado en los quince años anteriores, y aunque se había cuidado bien durante los últimos seis meses, aún no podía compararse con el de una persona normal y sana.
"No te laves el pelo esta noche. Date un baño y acuéstate pronto."
Abrazando su hombro, Pei Yuanlie dijo suavemente. Todavía estarían ocupados los próximos días, y ya no estaba de humor para estudiar ningún método anticonceptivo con él.
"Hmm".
Shen Liang asintió y le tendió la mano: "Dame un abrazo."
"Tú..."
Divertido, Pei Yuanlie le levantó: "Tienes que sujetarme por la cintura. Si te caes, no seré responsable. Para..."
Diciendo eso, le acarició suavemente las nalgas, la coqueta petición de Liangliang de un abrazo era tan mona. Desafortunadamente, era demasiado tarde hoy, y estarían ocupados mañana, de lo contrario definitivamente lo haría una noche entera.
"Hmm."
Con las piernas alrededor de su cintura, Shen Liang apoyó la barbilla en su hombro y se burló de él: "Eres mi hombre. Si no actúo como un mimado delante de ti, ¿quién más entonces? ¿O estás diciendo que quieres que me comporte como un mimado con otra persona?"
"Pia..."
"Te reto..."
"Jaja..."
Después de que cayeran sus palabras, Pei Yuanlie le dio una palmada decisiva en las nalgas, y Shen Liang no pudo evitar reírse a carcajadas. Su Alteza parecía tan guapo cuando estaba celoso.
"Trac trac..."
Durante las risas, los dos habían entrado ya en el cuarto de baño. Pei Yuanlie no le bajó, sino que directamente le sujetó y se metió en la piscina de aguas termales. Shen Liang, sin embargo, saltó dentro y salpicó algunas gotas de agua. Los dos se ataron sus largos cabellos en lo alto de la cabeza antes de quitarse la ropa y sumergirse.
"Hmm, es cómodo."
Mientras el agua caliente fluía sobre sus omóplatos, Shen Liang cerró los ojos y dejó escapar un confortable gemido. El cuerpo de Pei Yuanlie empezó a arder incontroladamente, pero en lugar de abalanzarse sobre él como de costumbre, tiró suavemente de él y dejó que se apoyara contra él, no fuera a ser que luego se hundiera en el agua con demasiada comodidad.
"Alteza, ¿hay alguien en la guardia de hierro que sea bueno cuidando niños?"
Cerrando los ojos y apoyándose en él, Shen Liang parecía preguntar sin conciencia, con la voz llena de cansancio y fatiga. Pei Yuanlie le levantó el brazo y le sostuvo la cabeza."No pienses tanto. ¿Ese viejo Lin no tiene nada que hacer?"
El Viejo Lin no había estado mucho por aquí estos días, probablemente tratando de evitar sospechas. Después de todo, Fu Ying y los demás eran todos Shuang'er. Sabía que le gustaban mucho los niños, y se sentía seguro dejándole el niño a él.
"Viejo Lin..."
Shen Liang murmuró, pensando en secreto si cada uno de los dos niños sería tan desvergonzado como él...
En tiempos normales, Shen Liang intentaría asegurarse de ello, pero hoy estaba demasiado cansado, sus párpados parecían estar pegados, y realmente no tenía energía para decir nada más. Cuando por fin salió de la piscina termal, ya se había quedado dormido, y fue Pei Yuanlie quien lo sacó en brazos.
CAPÍTULO 487. EL TRUCO
DEL VIEJO LIN; HACER LA OPERACIÓN MAÑANA (1)
La noticia de que la Mansión de la Alteza Qingping había invitado a docenas de médicos a celebrar una consulta conjunta durante la noche se extendió rápidamente por toda la ciudad imperial. Los civiles que ya estaban preocupados se reunieron fuera de la mansión y exigieron que Alteza Qingping les informara sobre el estado de la princesa heredera. Para muchos, Shen Liang no era sólo la princesa heredera Qingping. No era exagerado decir que era un tesoro nacional. Sus sinceros esfuerzos de los últimos meses se habían visto recompensados en este momento.
En cambio, el emperador estaba gravemente enfermo en cama, pero nadie le prestaba atención, salvo la emperatriz viuda, los consortes y concubinas, los príncipes y los ministros. La emperatriz viuda tenía miedo de contarle el asunto de la mansión de la Alteza Qingping, por temor a que volviera a estimularse y muriera realmente de repente.
"Ah..."
Anoche, Shen Liang se había acostado tarde como de costumbre y aún estaba en la cama cuando Pei Yuanlie regresó de practicar artes marciales. Seguía envuelto en el edredón, revolcándose con sus largas piernas rectas y blancas sobresaliendo del edredón, agarrándose con fuerza a una esquina del mismo. Pei Yuanlie, que entró y vio esto, no pudo evitar reírse y se acercó a tocarle la pierna, luego se agachó y le susurró al oído: "Mi princesa heredera, son casi las diez. Hora de levantarse."
"Déjame dormir un poco más..."
Contestándole, Shen Liang se tapó la cabeza con la colcha.
"Bang."
"Tío..."
Al segundo siguiente, la puerta, que estaba entreabierta, se abrió de un violento empujón, y el pequeño Shen You entró corriendo con estrépito. La colcha a medio tirar de Shen Liang se congeló en su sitio, y tras forcejear un rato, tuvo que abrir los ojos.
"Tío..."
El pequeño Shen You, que ya había corrido ante la cama, hizo ademán de subirse, pero Pei Yuanlie le dio una palmada en el trasero y lo levantó sobre la cama. "Pequeño antepasado, ¿qué haces aquí en vez de jugar con White?"
El encanto de Su Alteza era imparable, pero el pequeño antepasado no se lo creyó. Se arrastró hacia Shen Liang, que se había dado la vuelta, con las nalgas y las manos y los pies.
"Tío..."
"¡Eres tan entusiasta por la mañana!"
Levantándolo, Shen Liang le besó la cara y Pei Yuanlie se acercó con cara de queja: "Liangliang, no puedes ser tan injusto."
"¿Cuántos años tienes? ¿Todavía luchando por mi favor por un niño?"
Shen Liang se quedó sin habla. Diciendo esto, todavía se inclinó y picoteó sus labios, "¿Es suficiente?"
"Algo así."
"¡Que te jodan!"
Shen Liang le empujó enfadado.
"Tío, comida, come..."
No queriendo quedarse solo, el pequeño Shen You levantó la cabeza y gritó.
"Así que estás aquí por comida."
Inclinando la cabeza, Shen Liang apretó su regordeta cara: "Vale, vamos a lavarnos primero. Y tú sal fuera y pídele al abuelo Lin que nos ayude a preparar la comida, ¿vale?"
"Comida, bien..."
Nadie sabía si había entendido o no, el pequeño Shen You dio una palmada y sonrió. Pei Yuanlie lo levantó al suelo y le dio dos palmadas en las nalgas: "Ve a preparar comida para tu tío."
"Tío, malo..."
Tras hacerle una mueca, el pequeño Shen You salió corriendo con estrépito.
"Iré a lavarme."
Ya era imposible dormir, Shen Liang se levantó de la cama. Pei Yuanlie sonrió malvadamente: "¿Necesitas mis servicios?"
"Si te atreves."
Con una sonrisa, Shen Liang dijo un comentario provocativo y se volvió hacia el lavadero.
"Cuando no haya tanto trabajo, ¡verás cómo te 'castigo'!"
Dejado atrás, Pei Yuanlie no pudo evitar sentirse un poco incómodo. Sabía que no se lo haría estos días, ¿verdad?
No tuvieron sexo anoche, así que no había necesidad de un baño especial. Shen Liang salió pronto, y Pei Yuanlie le entregó su ropa y le ató el pelo. Aunque aún estaban en su luna de miel, cada uno de sus movimientos mostraba el gusto de los viejos esposos, y siempre les rodeaba un toque de felicidad.
"¿Cambiaste las tazas?"
Antes de irse, Shen Liang cogió el té que había sobre la mesa, pero cuando vio los dibujos que había en él, se le ensombreció la cara. En realidad era una impresión de algunas imágenes eróticas.
"Tu gusto es realmente único."
"¡Maldita sea, debe ser un truco del Viejo Lin!"
"Jaja..."
CAPÍTULO 488. EL TRUCO
DEL VIEJO LIN; HACER LA OPERACIÓN MAÑANA (2)
Era raro ver a Su Alteza perder los estribos. Shen Liang ahora se rió hasta que no podía mantenerse erguido, y al mismo tiempo recordó que Fu Ying dijo que había salido a buscar algo personalizado ayer. Lo más probable era que fuera esto. Anoche estaban tan cansados que nadie tuvo tiempo de beber agua, y nunca esperó que el Viejo Lin volviera a refrescarle la comprensión.
Después de las risas, la pareja miró alrededor de la habitación y descubrió que no sólo las tazas, incluso la tetera y la bandeja estaban impresas con dibujos eróticos, en el escritorio había varios dibujos eróticos. Pei Yuanlie sacó un pergamino y, como era de esperar, se trataba de dieciocho posiciones de sexo, todas ellas de hombre y hombre, no de hombre y mujer.
"Jaja..."
Sujetando el brazo de Pei Yuanlie, Shen Liang se rió hasta que casi se le anudaron los intestinos. ¡Bien por el viejo Lin! La cara de Pei Yuanlie se alargaba cada vez más. El Viejo Lin estaba claramente cuestionando su masculinidad.
Cuando salieron de la habitación, ya había pasado casi media hora. Shen Da, Huo Yelin y Fu Ying estaban todos en el salón principal, mientras los dos bollitos jugaban con White en el patio. Desde que conoció a White, el pequeño Shen You había renunciado a todos sus muñecos, y anoche insistió en que White durmiera con ellos.
"Hermano, Yelin, Tío Fu, Viejo Lin, pff..."
Al ver al Viejo Lin, Shen Liang se echó a reír de nuevo, y Pei Yuanlie no pudo evitar lanzarle al Viejo Lin sus ojos de daga: "Saca todo lo que has traído a nuestra habitación, o haré que te echen de la mansión."
"¿De qué está hablando, Su Alteza? No lo entiendo."
Parpadeando, el Viejo Lin sonrió y se hizo el tonto.
"Tianshu..."
"No, no, no. Me llevaré esas cosas. ¿No es que estoy preocupado por ti? Me temo que sólo conoces esas 101 posiciones."
Viendo que realmente iba a llamar a Tianshu, el Viejo Lin se rindió inmediatamente. Shen Da, Huo Yelin y Fu Ying se quedaron perplejos, preguntándose: "¿Qué clase de cosa desagradable ha vuelto a hacer el Viejo Lin?"
Después de que Shen Liang se sentara, Huo Yelin preguntó con curiosidad.
"Nada, él sólo..."
"Pff..."
Shen Liang se encogió de hombros y dijo en un tono despreocupado lo que encontraron cuando se despertaron por la mañana. Shen Da escupió el té que tenía en la boca antes de terminar de escuchar, y Huo Yelin le tendió rápidamente un pañuelo. Shen Da se limpió la boca y movió las cejas mientras decía: "Yelin, ven aquí. He oído que la desvergüenza es contagiosa."
"Mocoso".
"Jaja..."
El Viejo Lin soltó un chasquido, y Shen Liang y Huo Yelin estallaron en carcajadas. Incluso Fu Ying que estaba con el corazón encogido no pudo evitar revelar una sonrisa.
"Maestro, cada vez hay más civiles fuera. ¿Deberíamos hacer algo al respecto?"
Tianshu, Yaoguang y Lei Zhen vinieron uno tras otro. Que los civiles estuvieran preocupados por la princesa heredera era en principio algo bueno, pero hacía que Su Majestad sospechara aún más, sobre todo en un momento así. Cuanto más entusiastas fueran, más incómodo se sentiría Su Majestad. Las medidas subsiguientes sólo se harían más intensas. Aquellos que deliberadamente esparcían rumores no podían ser considerados no viciosos.
"¿Qué está pasando fuera?"
Shen Liang cogió su cuenco y sus palillos y los miró con curiosidad mientras comía.
"Es sólo que los civiles están preocupados por ti, así que todos se reúnen fuera ahora, incluso más gente que ayer."
Huo Yelin suspiró impotente. ¡No podía darles un respiro!
"Alguien debe haber estado operando entre bastidores. Averigua quién es."
Era obvio que debía haber algo sospechoso, y Shen Liang podía incluso adivinar de quién se trataba. ¡El movimiento de matar a alguien con un cuchillo prestado fue realmente inteligente!
"Los príncipes sólo tienen tiempo para preocuparse por Su Majestad. Excepto ellos, ¿quién más querría que Su Majestad nos matara?"
Si Su Majestad realmente cayera enfermo y nunca se recuperara, la posición del Palacio del Este estaría resuelta. Ahora todos ellos estaban cumpliendo con la piedad filial en el palacio.
"Entonces ocúpese de ello, Alteza, y por cierto, dígales que ayer perdimos la pista de los asesinos cerca de la Mansión del Gran Preceptor. Deje que los civiles imaginen por sí mismos. Creo que el Ministro Yang, que está investigando este caso, también debería estar agradecido."
Pronto se terminó un cuenco de gachas, y Shen Liang se llenó otro, sin darle más vueltas al asunto. Los trucos de Liu Wenjin eran ciertamente despiadados e inteligentes, pero desafortunadamente, no conocía el truco de Su Majestad, ¡y probablemente pensó que el que lo atacó fue arreglado por Su Majestad!
"Hmm."
Asintiendo, Pei Yuanlie se levantó y se fue. Sólo entonces preguntó Shen Liang: "¿Por qué no he visto a papá?"
"Los ancianos de la guardia oscura del inframundo están comprobando su estado. Deberías ir y echar un vistazo después de comer."
Originalmente estaban en la habitación de Wei Zeqian, pero les echaron.
"Hmm."
CAPÍTULO 489. EL TRUCO
DEL VIEJO LIN; HACER LA OPERACIÓN MAÑANA (3)
Después de acelerar para terminar su desayuno, Shen Liang fue directamente a la habitación de Wei Zeqian.
"Mi princesa heredera."
Cuando decenas de médicos lo vieron, apretaron los puños y se inclinaron uno tras otro. Shen Liang agitó las manos: "No hay necesidad de ser cortés, ¿cuáles son los resultados de su examen?"
"Como dijo el Señor, los huesos estaban deformados debido a viejas heridas de más de diez años, que no fueron tratadas adecuadamente en su momento. Lo único bueno es que los meridianos de su padre no resultaron dañados. Pero sus músculos básicamente se han encogido. Incluso si sus huesos se vuelven a unir, probablemente tomará mucho tiempo recuperarse. En menos de un año y medio, es posible que no pueda ponerse de pie."
Uno de los ancianos con perilla y pelo gris dijo con sinceridad.
"Bueno, esto ya lo sé, ¿tiene alguna sugerencia mejor con respecto al tratamiento."
Shen Liang saludó a todos y se sentó, él mismo se sentó al lado de Wei Zeqian, acercándose para cogerle la mano mientras hablaba, dándole fuerza sin palabras, Wei Zeqian no pudo retener su mano, sólo pudo darse la vuelta y darle una sonrisa normal, a pesar de que cada palabra que decían estaba destruyendo su confianza.
"Maestro, sugiero cortar la piel y la carne y atacar los huesos directamente. Por supuesto, esto requiere alguien con habilidades extremadamente altas en artes marciales, se trata de alguien que sea extremadamente preciso en sus ataques, utilizando la fuerza interna para volver a romper los huesos, eliminar el exceso de tejido y permitir que sanen nuevamente."
Mientras escuchaba, Shen Da, que los había seguido, frunció el ceño, desesperado por detenerlos de inmediato.
"¿Para cortar?"
Esta vez, Shen Liang no respondió de inmediato. En cambio, se tomó la barbilla y comenzó a reflexionar. Cuando Wei Zeqian vio esto, inmediatamente dijo: "No me importa, Liangliang. Mientras pueda levantarme. Una vez más, lo soportaré sin importar lo difícil que sea."
No tenía miedo de nada más, solo tenía miedo de que Liangliang se rindiera.
"Papá, como te lo prometí, no volveré a cambiar de opinión, no te preocupes."
Sosteniendo su mano con fuerza, Shen Liang sonrió levemente, "Según sus pensamientos, ¿cuáles son las posibilidades de que mi papá se recupere?"
No estaba desesperado, pero quería escuchar lo que tenían que decir. Después de todo, no tenía mucha experiencia práctica en habilidades médicas.
Había más de una docena de personas mirándose entre sí, y el anciano con perilla de antes dijo: "Si dejas que tu padre regrese con nosotros, o si nuestra gente es responsable de su posterior entrenamiento de recuperación, debería ser aproximadamente 80%."
Habían tenido experiencias similares en el pasado. Aunque fue hace varias generaciones, después de todo lo habían logrado. Todas las experiencias de sus predecesores quedaron registradas en notas escritas a mano transmitidas de generación en generación.
"¿Cuánto tiempo lleva prepararse?"
Asintiendo, Shen Liang continuó preguntando.
"Mañana estará bien."
"Bien, entonces mañana, y en el futuro, también les pediré que envíen a dos personas a la residencia real para que se ocupen personalmente de mi padre; todos deben ser conscientes de mi situación y, por el momento, no puedo enviárselo a ustedes."
Si hubiera podido, le habría gustado enviar a su padre lejos para que se recuperara sin distracciones, pero todavía no era posible.
"Mi princesa heredera es educado, es nuestro honor trabajar para su Alteza, entonces bajaremos y nos prepararemos, por favor mi princesa envíenos a Zheng Han, hay algunas cosas que necesitamos ordenarle que haga."
Una docena de personas se levantaron una tras otra. La mayoría de ellos eran ancianos y habían sido la columna vertebral de los Guardias Oscuros del Inframundo. No fue de buena educación enviar a Zheng Han y a otros.
"Está bien, Lei Zhen, puedes llevar a todos de regreso a la cámara este."
Shen Liang llamó a Lei Zhen y los acompañó hasta la puerta en persona. Después de darse la vuelta, se puso en cuclillas frente a Wei Zeqian, le tomó la mano y le dijo: "Papá, tú también lo escuchaste. El dolor es inimaginable. Tomará al menos Un año y medio para recuperarte. No es demasiado tarde para arrepentirse ahora."
Aunque pueda detener el dolor con anestésicos y agujas de plata, tardaría al menos entre diez días y medio mes en dejar de dolerle, y habrá que quebrarle las manos y los pies. Estaba realmente angustiado y esperaba tener más tiempo para encontrar una solución más fácil y factible.
"Papá, Liangliang tiene razón, ¿por qué no ....?"
Shen Da se sintió muy incómodo, pero cuando miró los ojos todavía firmes de Wei Zeqian, no pudo decir el resto de las palabras, porque sabía cuánto quería ponerse de pie.
"Los he preocupado a ustedes dos hermanos, Da, Liangliang, papá no le teme al dolor. En serio, ¿y que si lleva un año y medio? Al menos tengo esperanzas de levantarme, ¿verdad?"
Volviendo a mirar a Shen Da, Wei Zeqian bajó los ojos y miró a Shen Liang. Sus dos hijos eran tan sobresalientes, ¿cómo podría soportar sentarse en una silla de ruedas y arrastrarlos hacia abajo?
"Papá"
Los ojos de Shen Liang se calentaron y abrazó su cintura con cierta emoción, inclinando la cabeza para apoyarse en su pierna. Ya que su papá estaba tan decidido, lo harían. Si continuaban persuadiéndolo, su determinación y confianza se debilitarán aún más, pero, después de todo, el dolor de corazón era inevitable.
CAPÍTULO 490. DESPEDIDA (1)
Su Majestad estaba enfermo en cama y no pudo asistir a la reunión de la corte de la mañana o manejar los asuntos de Estado. El gabinete, dirigido por tres altos ministros, se reunió en el palacio para manejar esos asuntos de estado como de costumbre. Cuando los tres ministros superiores vieron la petición de dimisión de Fu Yunxi, se quedaron algo perplejos, especialmente el senior Xie, que siempre había admirado el talento de Fu Yunxi e incluso lo consideraba como un posible nieto político. No esperaba que dimitiera en un momento así. ¿Estaba siendo suprimido en secreto o por alguna otra razón?
Los tres ancianos no podían entenderlo y temporalmente no aprobaron su memorial. Sin embargo, cuando el Senior Xie volviera a casa, todo tendría una respuesta. Fu Yunxi no ocultó su identidad como príncipe de Wei, y declaró que volvería a Wei con su padre. Pero no dijo que volvería para competir por el trono. Sólo le pidió que lo dejara si Su Majestad concedía un matrimonio para Xie Yan, y un día, volvería y se casaría con él.
"¿Crees que volviendo solo a Wei y dejando a Yan'er aquí, podrás proteger a Yan'er y a la familia Xie cuando se revele tu identidad como príncipe de Wei?"
Nadie sabía cuánto tiempo había pasado. Mirando a las dos personas arrodilladas frente a él, el Señor Xie rompió el silencio. Fu Yunxi era un joven al que apreciaba mucho, y Xie Yan era su nieto mayor al que favorecía bastante. Desde que estaban juntos, había sido muy feliz y siempre esperaba que Fu Yunxi viniera a proponerle matrimonio. No se esperaba que Fu Yunxi tuviera un pasado tan complicado.
"Yo..."
"Olvídalo."
Fu Yunxi frunció ligeramente el ceño, pero en cuanto abrió la boca, el Senior Xie levantó una mano para detenerle. Lentamente levantó la cabeza y los miró profundamente. Después de un momento, suspiró ligeramente y dijo: "Yan, ya que se arrodillan juntos ante mí, supongo que ya se han tomado el uno al otro como su otra mitad. No diré nada más. Vuelvan juntos a Wei."
"Abuelo."
Xie Yan no podía creerlo con los ojos muy abiertos, y el ceño de Fu Yunxi se frunció cada vez más. No creía que el Senior Xie no supiera lo mala que sería la situación para la familia Xie si salía a la luz que aparecían juntos en Wei.
"Sin embargo, en el momento en que salgas de la ciudad imperial, la familia Xie anunciará que tú, Xie Yan, has sido expulsado de la familia. Para convencer a la gente, ordenaré a alguien que presente un informe al yamen y elimine personalmente tu nombre del árbol genealógico. Yan'er, no me culpes. Esta es la única manera de proteger a la familia Xie."
Las siguientes palabras del Senior Xie les dieron una respuesta. No es que él no lo supiera, pero eligió hacerlo más despiadada y limpiamente que ellos. Mientras Xie Yan ya no fuera hijo de la familia Xie, cuando todo saliera a la luz en el futuro, por muy enfadado que estuviera Su Majestad, no podría hacer nada.
"Su Excelencia, no se preocupe. Ya he pedido a la Alteza Qingping y a su esposa que nos ayuden. Si Su Majestad realmente no te dejara ir, ellos también encontrarán la manera de protegerte."
Mirando al devastado Xie Yan, Fu Yunxi dijo con urgencia. No quería que Xie Yan perdiera a su familia.
"Yunxi, debes saber que la Alteza Qingping es sólo la Alteza Qingping. No es Su Majestad. Si Su Majestad quiere tocarnos, ¿la Alteza Qingping realmente se rebelaría porque esta cosa? No puedo burlarme de los cientos de vidas de la familia Xie."
El anciano Xie parecía haber envejecido diez años al instante. Xie Yan era su nieto mayor. Su padre era un bueno para nada y vivía una vida extravagante fuera confiando en su reputación. Básicamente fue criado por el anciano. ¿Cómo iba a querer esto? Sabía que una vez que se fuera, era difícil predecir si podrían volver a verse en esta vida.
"Abuelo."
Xie Yan se arrastró llorando y se agarró las piernas, sollozando. Nunca había pensado que un día sería expulsado de la familia Xie, pero todo era por su bien.
"Niño tonto, ahora lo has apostado todo por Yunxi, si un día te engaña, no te quedará nada, ¿lo entiendes?"
Sujetándole la cabeza, los ojos de Senior Xie se llenaron de lágrimas. Creía en la personalidad de Fu Yunxi y en su promesa, pero ¿quién podía garantizar que no cambiaría en el futuro? Una vez que ya no sintiera nada por él, su Yan'er lo perdería todo.
"Hmm..."
Xie Yan sacudió enérgicamente la cabeza intentando contener las lágrimas. No, no lo haría, creía en Yunxi y en sí mismo.
"Señoría, nunca traicionaré a Xie Yan en toda mi vida. Si rompo mi palabra hoy, que el cielo me golpee con un trueno."
Mirándoles, el rostro y los ojos de Fu Yunxi estaban entrelazados con una determinación inquebrantable y un profundo afecto. Cuando estaba en su punto más bajo, Xie Yan no le abandonó, e incluso si ascendía al trono en el futuro, nunca le fallaría.
"Abuelo, confío en Yunxi."
Secándose las lágrimas, Xie Yan levantó la vista y dijo con voz entrecortada.
"Ay..."
Después de mirarlos a los dos, el anciano Xie dio un profundo suspiro: "Yunxi, no es que no confíe en ti, pero ambos son demasiado jóvenes. Nadie puede predecir lo que ocurrirá en el futuro, especialmente cuando naces en la familia imperial. Para muchas cosas suyas, no pueden decidirlo. Yan'er es mi nieto mayor. Expulsarlo de la familia Xie no es sólo para que ustedes dos, sino también para proteger a la familia Xie. Es sólo un expediente temporal. En mi mente, él siempre será mi nieto mayor favorito. Espero que puedas entender mis preocupaciones. Trátenlo bien en el futuro. Ambos deben trabajar juntos para resistir todo tipo de tentaciones del mundo exterior. "
"Lo sé."
Fu Yunxi ahuecó las manos y le hizo tres reverencias, y definitivamente guardaría sus sinceras palabras en su corazón.
"Yan'er, tú también. Me temo que no puedo enviarte a la silla de manos nupcial, pero esas son cosas externas, que no son importantes. Lo importante es que sean felices. Si algún día... no se rinden vuelvan a casa, aún me tienen a mí."
Senior Xie se atragantó varias veces, y Xie Yan asintió con lágrimas en los ojos y dio un paso atrás para hacerle tres reverencias.
"Abuelo, Yunxi y yo volveremos sin duda, te lo prometo."
Los dos se miraron y Xie Yan dijo con lágrimas en los ojos.
CAPÍTULO 491. DESPEDIDA (2)
"Hmm, te estaré esperando en casa."
Asintiendo, el mayor Xie se levantó y abrió un compartimento oculto, sacando una caja cuadrada de madera de aproximadamente medio chi (un chi equivale a aproximadamente 33,33 cm) de largo, "Estas son tus dotes. Después de ir a Wei, no puedes hacer nada. sin dinero. Cuidense mucho."
Le entrego la caja de madera llena de billetes de banco y el mayor Xie se dio la vuelta con las manos detrás de la espalda. Fuera de su vista, sus viejos ojos ya estaban llenos de lágrimas.
"Abuelo."
Al escuchar que les estaba ordenando que se fueran, Xie Yan abrazó la caja de madera y se atragantó con sollozos, y Fu Yunxi lo sostuvo a un lado.
"Vayan. Cuando se vayan, haz que alguien me envíe un mensaje en voz baja."
Agitando una mano hacia ellos con la espalda contra ellos, las lágrimas corrían por su rostro arrugado.
"Abuelo, cuídate mucho."
Luego, los dos se inclinaron ante él juntos y, después de intentar calmarse y detener las lágrimas, abandonaron a la familia Xie. En lugar de volver con la familia Fu, fueron juntos a la Mansión de la Alteza Qingping. Xie Yan quería hablar con Shen Liang y otros sobre su regreso. Además, quería despedirse de Yang Tianyu y otros.
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Al mismo tiempo, en una aldea en las afueras de la ciudad imperial, Jing Xiran montaba a caballo y llevaba a Xiang Zhuo por un camino rural. Desde que Jing Xiran le confesó sus sentimientos a Xiang Zhuo, aunque Xiang Zhuo todavía se sonrojaba cuando lo enfrentaba, ya no podía pronunciar una frase completa ante él como antes.
"Jaja, más despacio, más despacio..."
La risa de Xiang Zhuo llenó toda la tierra, su hermoso rostro estaba tan radiante como una flor y el leve sonrojo le agregó algunos sentimientos amorosos. Jing Xiran, sentado detrás de él, sostenía las riendas con una mano y su cintura con la otra, con una sonrisa afectuosa en su rostro.
" Vaya..."
Cuando los dos llegaron a un arroyo, Jing Xiran apretó las riendas, desmontó y se acercó a Xiang Zhuo. La cara de este último se puso roja cuando extendió la mano para tomar su mano. Y lo apartó y éste chocó contra sus brazos.
"Lo siento..."
"Tonto..."
Tras quedarse allí aturdido un momento, Xiang Zhuo hizo ademán de zafarse de sus brazos, y Jing Xiran no se lo impidió, sino que le cogió de la mano y se sentó en la hierba. "Zhuo, ¿estás contento?"
"Hmm."
Xiang Zhuo sonrió y siguió asintiendo. Nunca pensó que un día podría compartir un paseo con la Alteza Jing por el camino rural. Pensando en esto, sus mejillas ya sonrojadas sin duda se volvieron más rojas. Sentía que ya era la persona más feliz del mundo.
"Mientras seas feliz."
Dándose la vuelta para mirarle, Jing Xiran alargó la mano y le alisó el pelo que había volado hasta su mejilla. "Zhuo, si tengo que marcharme durante un año, ¿me esperarías?"
Sin saber cómo empezar, pero teniendo que hacerlo, la culpa y la tristeza de Jing Xiran no podían ocultarse en el fondo de sus ojos. Acababa de confirmar sus sentimientos por él, pero estaba a punto de partir hacia el campo de batalla. Aunque era bastante egoísta, aún esperaba que le esperara.
"¿Adónde vas?"
La sonrisa de su rostro se congeló, y Xiang Zhuo agarró su mano con tensión, sus ojos rápidamente se llenaron de pánico. Esta relación le pilló por sorpresa, y aún se sentía inseguro al respecto. Estaba un poco indeciso.
"Para hacer algo importante, que también está relacionado con nuestro futuro."
Que Pei Yuanlie era el emperador de Xia no podía ser revelado ahora, y tampoco podía decirle que iba al campo de batalla entre Chu y Xia. Jing Xiran sólo podía ocultarlo. Estaba en la misma situación que Shen Liang. No era que no confiara en Zhuo, sino que simplemente no quería aumentar su carga psicológica, ni quería que se preocupara demasiado. Después de todo, era una persona tan sencilla, y todos querían que mantuviera esa sencillez.
"¿Te pidió Liangliang que hicieras esto?"
Xiang Zhuo no era realmente estúpido. Pensando en la identidad de Pei Yuanlie, inmediatamente lo adivinó.
"No, se lo pedí yo mismo. Liangliang y los demás tienen demasiadas cosas que hacer. Con su estatus y reputación actual, es básicamente imposible que abandonen la ciudad imperial. Por el contrario, yo soy mucho más libre. Incluso si Su Majestad pregunta, mi padre puede decir simplemente que salí para obtener experiencia, y no debería levantar demasiadas sospechas. Por eso me ofrecí a hacer algunas cosas para ellos."
Volviéndose para cogerle de la mano, Jing Xiran no evitó su mirada. No le mentiría, pero optó por ocultar parte de la verdad.
"¿Será peligroso?"
Tras un breve silencio, Xiang Zhuo preguntó con preocupación.
"No hay lugar tan seguro y cómodo como la ciudad imperial. Pero no olvides que pertenezco a una familia militar. Los ladrones ordinarios no pueden ni tocarme el pelo. Además, llevaré conmigo a los guardias en la sombra de la mansión. Todo irá bien. Lo único es que la fecha de regreso es incierta. Puede ser tan corta como medio año, o tan larga como un año."
Las espadas son despiadadas en el campo de batalla, y nadie podía garantizar que sobreviviría definitivamente. Sin embargo, Jing Xiran no tenía intención de decírselo. Xiang Zhuo era apto para sonreír, y esperaba que siguiera llevando una sonrisa en la cara hasta que se fuera.
"Es bueno que no haya peligro. Vete ya. Te esperaré aquí, no importa lo que tardes."
Xiang Zhuo finalmente reveló una sonrisa de nuevo. Ya estaba muy satisfecho de que la Alteza Jing estuviera dispuesta a corresponder a sus sentimientos. Era sólo un año más o menos, así que no era nada.
"Zhuo."
En un impulso momentáneo, Jing Xiran le sujetó la cara y se inclinó para besarle los labios ligeramente abiertos. Xiang Zhuo se quedó tan sorprendido que abrió mucho los ojos. Mientras su lengua abría hábilmente sus dientes nacarados, sus manos que colgaban a los lados subieron hasta su cintura y abrió suavemente sus dientes nacarados para responder a aquel beso. El cielo azul, las nubes blancas y la suave brisa eran testigos de su amor.