Yeonjun estuvo ahí, entre el público nuevamente. Estaba casi tan lleno que comenzaba a sofocarse por el calor, pero poco le importaba cuando las miradas constantes que enviaba Beomgyu desde el escenario eran un incentivo a continuar mirando.
Beomgyu estaba cantando para él, y no era el único que se daba cuenta.
Algunos murmullos alrededor le dejaron saber lo curiosas que estaban algunas personas por saber a quien exactamente Beomgyu miraba.
Se sintió orgulloso cuando, por supuesto, fue a él a pesar de que nadie pudiera descifrarlo.
Algo era perfecto en la interacción a pesar de estar tan lejos.
Ya no se sentía ansioso, sabiendo que en cuanto estuviera libre de todas personas, a quien saltaría eufórico y besaría ansiosamente, sería a él.
No era más un espectador, sino el protagonista de esa loca atracción que tenía con Beomgyu.
Al terminar, no importó lo mucho que esperó mientras todos se amontonaban alrededor de Beomgyu y los otros chicos a los que Yeonjun no les había dado más de una mirada. Pudo ver a algunas personas lanzándose más lejos que el resto para pedir cosas triviales e íntimas, desde firmar senos, algún beso o hasta ser invitados a una habitación.
Beomgyu rechazó todo lo que fuera demasiado privado, pero todavía se tomó el atrevimiento de firmar algunas partes muy locas del cuerpo de su creciente número de seguidores.
Yeonjun incluso rió un poco al ver las expresiones de Beomgyu, reaccionando a cualquier petición espeluznante, pero cuando finalmente el representante de la banda comenzó a echar a todos para dejar descansar a los miembros, Yeonjun fue el último en acercarse, con el riesgo de ser echado a patadas por el hombre.
—Oye, tú. —Cuando fue señalado, Yeonjun sonrió. —Acabo de decir que…
Beomgyu se había lanzado en sus brazos y, por suerte, Yeonjun lo había visto venir.
Lo atrapó por los muslos y lo levantó en su cintura, dejándose llenar la cara de besos mientras la satisfacción de haber silenciado al hombre recorría su cuerpo.
No era un fanático más, a pesar de lo mucho que apreciaba a Beomgyu en el escenario.
Beomgyu y él eran mutuamente su religión, y pudo notarlo desde el último par de semanas, en los que se habían acercado tanto emocionalmente, que sentía haberse fusionado incluso cuando no lo había tocado lo suficiente.
Sus labios se estrellaron finalmente, sus dientes mordieron la lengua de Beomgyu cuando decidió entrar en su boca y el sonido que obtuvo de ello fue lo que necesitaba para ponerse un poco drogado, luego de que Beomgyu hubiese comenzado a tirar cada una de las sustancias que consumía.
Beomgyu tuvo razón cuando le dijo: “Necesitas mucho menos que esto para sentirte hasta arriba”.
Él lo sabía.
Sonrió en respuesta y acarició la lengua de Beomgyu con la suya, luego chupando antes de separarse.
Sabía que eran un poco demasiado extremos al besarse, pero necesitaba estar dentro de su boca cada vez para sentirse perfectamente, o no sería suficiente a menos que estuvieran acurrucados todo el día, sin separarse del lado del otro.
Cuando miró detrás de ellos, no estaban los compañeros ni el representante de Beomgyu, y sonrió aún más fuerte, porque sucedía constantemente. A las personas no les gustaba quedarse a mirar cuando se besaban así y parecían tan ansiosos por conectarse.
Cubrió la mejilla izquierda de Beomgyu con besos pequeños y delicados, y sin bajarlo de su agarre, cuando estuvo seguro, finalmente abandonó la piel suave para mirarlo y decir:
—Estuviste increíble ahí arriba. Fue muy intenso.
—Estabas muy rojo. —Beomgyu respondió, casi divertido, pero la preocupación se notaba en sus ojos. —Te dije que tienes que venir detrás del escenario para que estés cómodo.
—No soy mejor que esas personas, Beomgyunnie. Yo ni siquiera pago por mirarte, así que lo mínimo que puedo hacer es estar donde el resto. Además, desde ahí puedo mirar tu cara perfectamente, como no lo haría en otro lugar.
—Eres muy terco.
—En mi defensa; cuando cantas y tienes todas esas expresiones, realmente me pones muy caliente. Casi parece que lo disfrutas más que el sexo.
Beomgyu sonrió tan fuertemente que sus pómulos parecieron brillar un segundo, teñidos de rojo.
Sus ojos se volvieron coquetos y sus narices se rozaron suavemente en un beso esquimal cuando, en un susurro, Beomgyu respondió.
—Eso es porque no hemos tenido sexo real estando solos, realmente estaba más preocupado que caliente la última vez, y me bloqueé. Tendrás que verme cuando estés dentro, sólo tú y yo, y podrás decírme si sigues pensando que disfruto más el escenario que el sexo.
—Hey, cariño, no te presiones. Yo sé que lo haces.
Y, sobre estar a solas, creo que lo tengo cubierto, si te sientes listo para ir a casa en cuanto acabes aquí.
Beomgyu lo miró con esos ojos curiosos que casi lo mataban, cada vez que trataba de entender algo demasiado obvio.
—¿Preparaste algo para hoy, para nosotros?
Le plantó un beso corto en los labios, encogiendo los hombros en un movimiento rápido.
—Sólo por si querías venir y tratar de averiguar qué tanto te gusta lo delicado.
—Ah, Yeonjun, tú realmente–… —Beomgyu se cortó a sí mismo, sonriendo simplemente y mirando sobre su hombro. Se movió y Yeonjun lo dejó sobre el suelo, pero las manos de Beomgyu todavía no abandonaron su cuello. —Déjame terminar aquí y nos iremos. Quiero estar ahí muy pronto.
—Te esperaré lo que tenga que esperar.
Beomgyu lo besó, una última vez, antes de casi gritarle en la cara;
—¡Te amo!
Como lo había estado haciendo los últimos días sin parar, pareciendo saborear esa frase y todo el sentimiento que decirla le daba.
Beomgyu parecía cada vez más adicto a decírle que lo amaba, a pesar de sólo haber pasado una semana desde la primera vez que lo dijo abiertamente, sin nada más que esas dos palabras alrededor.
Finalmente, lo vió correr para ir en busca de su equipo y, sonriendo a pesar de verlo desaparecer rápidamente, murmuró.
—También te amo.
Más tarde, cuando volvían a casa con las manos unidas y la cabeza de Beomgyu apoyada en su hombro, a pesar de toda la emoción de Yeonjun, se sentía nervioso.
Cada vello de su cuerpo estaba erizado, no sólo por la expectativa de probar algo que ya había probado pero que como Beomgyu, tampoco recordaba. Sino precisamente por la inseguridad de dar algo que a Beomgyu no lo hiciera también.
Ni siquiera se había sentido tan nervioso durante su primera vez oficial, pero Beomgyu era absolutamente algo diferente.
Beomgyu era «su Beomgyu» de toda la vida, y quería hacerlo sentir perfecto y muy amado desde el inicio hasta el fin.
Beomgyu dió un suave apretón a su mano y, cariñosamente, giró el rostro sobre su hombro para dar un par de pequeños besos dulces.
—Bebé. —Ese maldito apodo. Sin embargo, a pesar de tantos malos recuerdos al escucharlo, Yeonjun recordó también que Beomgyu llamaba de esa forma a quienes salían con él como una pequeña muestra de afecto y apreciación, así que se quedó con ello, sabiendo que intentaba hacerlo sentir seguro.
—¿Sí? —Respondió.
Los ojos redondos de Beomgyu aparecieron algunos segundos más tarde, un poco con apariencia dopada, probablemente después de haber imaginado un montón de cosas él mismo.
—Podría ser un poco torpe al respecto. Estoy nervioso. No te preocupes mucho, por favor, vamos a adaptarnos pronto.
Yeonjun le sonrió, soltándole la mano sólo para rodear su cintura y atraerlo más cerca de su cuerpo.
—Mantendré la calma a pesar de lo que sea. Si lo arruino…
—Podemos volver a comenzar.
—Esa idea es increíblemente buena.
Beomgyu sonrió.
—Lo sé. Así que, por favor, sólo toma lo que desees, al final estaremos bien.
Beomgyu simplemente lo hizo sentir seguro tan pronto, que Yeonjun supo que las cosas, no sólo durante el sexo, irían bien.
Obviamente, Beomgyu sería para él tan dulce que Yeonjun no se atrevería a dejar de mirar su dulce cara y sus gestos amables al pasar tiempo juntos.
En realidad, ambos habían encontrado el momento correcto para tener una oportunidad.
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Extrañaba esta historia.🥺
Espero les guste lo que está por venir.
Sí, hay una separación porque antes de comenzar a escribir la historia tal como está, había híper resumido todo lo publicado anteriormente en un prólogo y la historia empezaba realmente como un poco más adelante de aquí, pero me dí cuenta que tomarlo desde el principio daría muchas más perspectivas de la relación, y con algunos detalles muy cambiados, llegué a hacerlo como ahora lo ven. Así que, para darle ese toque que yo quería, es a partir de aquí la trama que yo quería tocar muy específicamente. Todo lo anterior es como una precuela de lo que yo ya tenía, aunque con algunas composturas.
Gracias por leer.
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