MELANIE DASHTON
AÑO 2024.
Ha pasado un buen tiempo, desde la última vez.
Durante todo este tiempo, fui a la universidad de mis sueños.
Soy tan feliz.
¿Qué más podría pedir?
Creo que nada. Con ella aquí a mi lado, soy demasiado feliz.
-¡Vamos a llegar tarde, amor! -habló en voz alta, Allison.
Mi Allison.
Ya formalizamos nuestra relación, desde hace mucho tiempo atrás.
Ahora ya llevamos un año de ser pareja.
Y aunque, mi vida, no está completa debido a que Lucía y Camila, ya no están aquí en México, sino en España, de vez en cuando hacemos videollamada.
Y todo está bien.
Mi corazón está feliz por eso.
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Como era costumbre el que yo llegará tarde a clases en el bachillerato, eso tuvo que cambiar.
Muchas cosas tuvieron que cambiar.
Pero otras no cambiaron.
Como por ejemplo mi torpeza. Eso no cambió.
-¡Vámonos! -canturre yo alterada cogiendo mi mochila morada. Después me puse a lado de Allison, y cogí su mano esbozando una boba sonrisa.
-Bien. -dijo Allison en cuanto llegamos a la universidad.
La universidad nacional de México, tiene instalaciones preciosas y demasiado bonitas. Posee árboles y arbustos, afuera. Y una bonita fuente adornando el centro.
Entramos a la universidad, y posteriormente, cada una nos fuimos a nuestros respectivos salones. No sin antes despedirnos.
-Nos vemos en la tarde, amor -me dijo Allison.
-Nos vemos -sonreí y se fue.
***
Entré al aula y me deje caer en el pupitre.
Escogí diseño gráfico.
Seguí mi sueño. Mi voz interna, como me dijeron mis padres.
-Buenos días, jóvenes -pero algunas cosas no cambian. Y este es el claro ejemplo. La profesora Alejandra, imparte clases en inglés en la universidad a la que yo asisto. ¡¿Más mala suerte se puede tener?! Porque yo creo que no... -Oh, Melanie Dashton -en cuánto me nombra la profesora Alejandra, me escondó de las miradas curiosas, con un libro sin ningún éxito de poder pasar desapercibida.
-¿Excuse me? -respondí yo apenada.
-Me da gusto volver a verla -dice tan de pronto-. Pronto la haré reprobar.
Qué manía...
Las clases transcurrieron con normalidad.
Hasta que llegó mi hora favorita. El recreo.
No conozco a nadie. Pues soy nueva. Pero una chica llamada Paula, me ayudó a hacer las clases más pasaderas.
-¿A quién buscas? -me preguntó Paula.
-A Allison -respondí-. ¿La conoces?
-¿Te refieres a Allison Rodríguez? ¿La tipa que coquetea con todas las chicas?
Fruncí el ceño.
-Allison ya no es así -dije claramente alterada. -¿Además se puede saber porque lo dices con ese tono?
-Oh, perdona. Es que pensé que como eras su novia sabías eso -añadió con un tono inocente.
Arruge la nariz ante sus palabras.
-Pues Allison, ya cambió -remarqué.
-Sí tú lo dices. -refuta ella.
Acto seguido, me encontré a Allison, platicando con Paúl a la lejanía.
Me acerqué a ellos y los dos sonrieron.
-¡Hola! -los salude con una sonrisa-. ¿Cómo les fue en sus clases? A mi fatal. ¡La profesora Alejandra imparte clases aquí! ¡Es mi fin...!
-Ay, bebita -Allison acarició mi cabeza dulcemente.
-Hola chica pato -me dijo Paúl.
-¿Me seguirás diciendo chica pato hasta que envejezca? -pregunté divertida.
-O hasta que te disfraces de un pato. -añadió Paúl.
Me ruboricé y él solto una carcajada.
-¿Yo, de pato? -dije-. Por Dios, soy tan tope. ¿Cómo podría hacer el papel de un pato?
Y es ahí, cuando me di cuenta que el papel me quedaba perfecto.
Demasiado, para mi gusto.
-Ja, ja, ay no puedo con la imagen mental que estoy teniendo queridas -dijo el molesto de Paúl-. Imagino a Melanie, cayéndose con todo y plumas.
-¡No te burles de mi! -inquirí ruborizada.
-Hey -intervino Allison. -Ya párale.
-Perdón querida -dijo finalmente, Paúl-. Y a ti, también, Melanie.
-No hay problema -dije.
Poco nos duro la felicidad, cuando se acabó el recreo en un dos por tres.
-Nos vemos en el salón de música después de clases -me guiño el ojo Allison.
A lo cual yo me ruboricé.
-Hasta acá se te ve la baba -me dijo Paúl sacando de mi estado.
-¡Ay, no me digas que se me cayó la baba! -dije yo muerta de la pena.
-Te diré que no si eso te hace sentir mejor.
-¡Ayyy! -siento que me muero.
***
El regreso a clases, me estaba martirizando.
Sobre todo por la clase de Álgebra.
No entiendo naaada.
-Y eso sería todo, mañana tienen examen -posteriormente se despide el profesor, que ahora he llamado Pennywise 2.0, por ser la nueva tortura de este año.
-¿Encontraste a Rodríguez? -me pregunta la chica llamada Paula.
-Sí.
El si más seco de toda la historia.
-¿Y la encontraste con una chica?
¡Qué manía!
-No -respondí. -¿Además cuál es tu problema? ¿Tienes algún problema con Allison? ¿O por qué tanta manía?
-Oh, parece que no lo sabes -fue lo que dijo.
-¿Disculpa?
-Allison, anda de boca en boca por algo. Y pensé que tú ya lo sabías.
-¿Por qué tanto misterio? -inquirí molesta-. Si tienes algo que decir, dilo ya.
-Mira.
Lo que me muestra, es algo inimaginable.
Es Allison besándose con otra chica.
-¿Y tú qué te piensas? -le dije claramente molesta-. ¿Que no me doy cuenta que es Photoshop?
-No es edición por Dios, abre los ojos, Mel.
-No me llames Mel, solo mis amigos me llaman así.
-Como quieras. -inquiere ella cruzándose de brazos.
Las siguientes horas, pasan como interminables.
Hasta que llega la salida.
Torpemente, cogí mis cosas y me encamine al salón de música.
Pensaba vagamente, en la foto que me mostró esa tal Paulina Vázques.
No entiendo cual es su manía por hacer todo esto. Y porque me quiere separar de Allison... Entiendo que mucha gente es envidiosa, pero, no esperaba que encontraría a gente así, tan de pronto.
Finalmente llegué al salón de música. Y dejé mis cosas en la entrada. Ahí, me encontré a Allison, evocando una canción. Una de Michael Jackson.
"You Rock My World" más específicamente.
La felicidad inunda mi pecho. Y una sonrisa contagiosa se asoma en la comisura de mis labios.
-¡Allison! ¡Es tan precioso! ¡Yo... Estoy tan feliz por esta sorpresa! ¡Te amo tanto, mi vida!
Allison se percata de mi existencia y sonríe con felicidad. Los hoyuelos que se asoman en sus mejillas son resultado de su felicidad.
Mientras que yo... Siento que podría morir de la felicidad.
-¡Ay! ¡Me alegra que te gustará, corazón! -dice tan feliz ella. -Me haces tan feliz. Ven.
Y sin pensarlo, corrí hacia su encuentro. Y al llegar, me besó.
Tímidamente, le correspondí.
Cada vez que la beso... Es como besarla por primera vez. No me dejó de sentir tan enamorada.
Allison empezó a tocar el piano, mientras me miraba.
Yo sonreí tímidamente. Y ella... Ella resplandecía.
Continúo tocando el piano, mientras imitaba el instrumental de "You Rock My World" de Michael Jackson en el piano. Lo cual, admiraba de ella. Esa gentileza al tocar el piano... Hay tantas cosas que no puedo decir. Pero, en serio, la amo tanto.
-¿Te gustó la canción? -me preguntó ella acariciando mi mejilla un momento después..
-Me gustas más tú.
-Eres tan linda, Mel...
Sonreí como una completa enamorada.
¿Este es el efecto del romance juvenil? ¿O por qué todo es tan extrañamente feliz?
Porque, he leído en muchos libros que entre más felicidad haya... Es porque algo malo se acerca..
Sin embargo, ¿se me permite estar feliz tan siquiera un segundo, no?
-Allis -la llamé. -En realidad, hay algo que quiero contarte...
-¿Si, dime?
-¡Con que aquí estabas! -de pronto, apareció, un chico robusto, de cabello rubio, similar a Paúl. -¡Allison, parce!
¿Parce?
-¿Nos vamos? -preguntó él. Pero después se arrepintió-. ¡Oh, lo siento! ¡Disfruten su momento!
-¿Quién era él? -pregunté yo.
-Un amigo, deberías conocerlo. Es buena gente, es colombiano.
-¿Es colombiano? -pregunté.
-Sí.
-Oh, pues se veía agradable -confesé.
-Y te falta conocer a Matheo, y a Leslie.
-¿Te parece bien si los conozco mañana? -pregunté, entrelazando mis manos con las de Allison.
-Claro. No veo porque no.
Sonreí y me apegue contra su pecho. Escuchaba los latidos de Allison, mientras sonreía.
No existe mejor sentimiento que este.
-Oh, me acaba de llegar un mensaje. -habló Allison-. Es de una fiesta de Paula. ¿Vamos, amor?
-Oh... pues, por mi está bien -respondí no muy segura.
Y es en ese momento, que recordé lo que quería decirle a Allison.
-Pero... Antes... -dije-. Tengo algo que decirte, Allis.
-¿Qué es amor? -preguntó ella, jugando con nuestras manos entrelazadas. Y después, besando mi mano.
-Verás... Se trata de una chica llamada Paula... Precisamente la que te está invitando a una fiesta... Ella hoy en la mañana tuvo una extraña forma de referirse a ti... Pero después me mostró una foto tuya Photoshopiada besándote con otra chica... -comencé a relatar-. Ella... Es realmente extraña. No entiendo porque hace eso... En serio, me molestó, amor.
La mandíbula de Allison se tensó.
-¿Y qué más te dijo? -cuestionó Allison.
-Solo eso... Pero igual no me cae nada bien, esa chica...
-Si quieres podemos no ir a su fiesta, no quiero que te sientas incómoda amor.
-Tal vez sea lo mejor.
¿Y les digo algo? Igual fuimos a la fiesta.