Sukha||Taegi.

Par xNevilux

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Min Yoongi tiene varias regresiones después de morir por diferentes razones, por lo que decide en su trigésim... Plus

[Prólogo]
[Personajes]
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Par xNevilux

Aquel día soleado no era en particular diferente a los otros días para Min Yoongi, mientras cosía, a su lado se mantenían las dos concubinas que sonreían y se divertían en contarse los chismes más jugosos que sucedieron en el interior del palacio del emperador.. El omega parecía bastante sorprendido que los sirvientes de aquel lugar tuvieran una vida llena de drama: "Como el de una joven costurera que se agarró de los pelos con una trabajadora de la cocina por el amor del mismo hombre". El rubio solo escuchaba en silencio. Los tres lograron escuchar unos pasos, viendo como la señora Kim caminaba erguida y con un leve vaivén de caderas, su rostro era duro, un tanto altanero.

—Parece que a buenas horas de las mañanas les encanta estar divirtiendose—aquella mujer habló en una voz alta para ser escuchada.

Yoongi y las dos concubinas se giraron en dirección de la mujer, el rubio suspiró, escuchó que hace dos días fue levantado el castigo de la princesa consorte, por lo que debia andar con cuidado, después de lo que hizo ella con las cartas, supo que era la causante de parte de su dolor en las vidas pasadas.

—Saludamos con respeto a su alteza, la princesa Consorte—dijeron en coro aquel grupo de amantes.

—No había tenido la oportunidad, pero ahora que estoy de regreso, he decidido hacer una fiesta de celebración por el regreso de mi hijo—Yoongi recordó aquella fiesta, siempre sucedió en todas las vidas anteriores. Aunque esa vez, se estaba realizando más tarde. La mirada de ella se enfocó en Yoongi, el cual trató de no cruzar miradas con ellas—. Le daré una bonita sorpresa a mi hijo.

—¡Oh una fiesta, me gustan mucho!—habló Jennie con una gran sonrisa y trató de contener su emoción con su amiga. La cual solo mantenía una sonrisa en su rostro.

—Las invito a un té conmigo mañana en la tarde, no vayan a faltar. Solo...ustedes dos, el Joven Min no esta invitado.

Dicho aquello, las dos concubinas se sorprendieron ante aquel trato, viendo a la princesa alejarse con su séquito de servidores. Ellas se giraron a ver al omega, un tanto tristes al escuchar aquel desprecio hacia su parte.

—¿Cómo puede la señora ser así con usted, que es el esposo consorte de su hijo?—inquirió Jennie con un tono de voz un tanto triste.

—Estoy acostumbrado, no es algo que me moleste al respecto.

—Debe estar celosa—intervino la primera concubina—, ya que su alteza le quitó el castigo antes a usted, cuando enfermó, todos estábamos muy preocupados.

—¿Por mí?—inquirió extrañado aquel rubio por lo que la concubina Sohee comentó—, lo dices para darme ánimos...ahora que lo pienso. No he visto a la concubina Lee en todo el día.

—Oh, ella salió hace un rato al palacio principal, escuche que su alteza la mandó a llamar—agregó Sohee que dio un sorbo a su té con rapidez.

—Desde que llegó, no hay dia en que su alteza no vaya a visitarla a su palacio cada dos días, se ha convertido en su favorita.

Yoongi solo escuchaba con atención sin ninguna emoción, siempre había sido lo mismo en sus vidas pasadas, no podía sorprenderse de más.

Notó que Hani llegó a pasos apresurados y le susurró algo al oído. Min Yoongi le contempló por varios segundos, era su padre que había llegado de visita y esperaba afuera debido a la carta que mandó hace tres días atrás. Pensó que ese tipo no llegaría o rechazaria la invitación, pero estaba allí, afuera.

—Pedire que se retiren, mi padre ha venido de visita, hay algo que necesito hablar con él.

—Si, Consorte—afirmaron en coro aquellas dos mujeres, las cuales hicieron una reverencia y se retiraron.


Cuando aquellas dos mujeres salieron del palacio del esposo principal, lograron ver al primer ministro, aquel tipo no era un hombre mayor, tenía sus cincuenta años y se conservaba muy bien, pero no cualquiera podía meterse con un hombre respetado y mano derecha del emperador actual. El hombre contempló sorprendido a las guapas amantes del sobrino del emperador, ellas solo hicieron un leve reverencia y salieron a pasos apresurados al sentir la fuerte mirada, susurrando entre ellas, un tanto incómodas.

Aquel hombre ingresó, viendo a ese hijo bastardo que se mantenía tranquilo, sentado sobre una banca de madera, con un abánico, se estaba dando aire, esos dias el calor no era soportable.

—¿Para que me llamabas?—preguntó frunciendo el ceño y viendo a su alrededor, notando que el palacio de ese omega, estaba muy bien cuidado y con un hermoso jardin exterior principal.

Choi MinHo se fue acercando y se puso atrás de Min Yoongi al sentir un tono hostil proviniendo de aquel hombre.

—¿Cómo se atreve usted a hablar en ese tono al esposo de su alteza y General de la Guerra?—inquirió molesto, hablando entre dientes aquel soldado.

El ministro rió un tanto divertido.

—¿Acaso este, tiene mayor rango ahora que yo? soy el primer ministro.

—¡Que insolente!—MinHo apretó su mano en la espada; pero la mano de Min Yoongi lo detuvo, haciendo un gesto de que se alejara. El Ministro rió, viendo como aquel soldado se alejaba en silencio hasta ponerse por la entrada de la puerta. Los demás sirvientes se tuvieron que retirar al darse cuenta que el ambiente no era agradable.

—Esta no es su casa, es mi palacio—comentó aquel omega, Min Yoongi se levantó con ayuda de Hani que mantenía una sonrisa en su rostro—. Según la etiqueta...mi posición ahora es más alta que la suya, primer ministro Min. Soy el esposo principal de un principe de esta dinastía y además, es el General de la guerra. Entonces...¿Por qué no está haciendo una reverencia a mi persona?

—¿Por qué tengo que hacer algo así a un hijo bastardo, hijo de una cortesana-...¡Ah!—el hombre sintió como alguien le golpéo por atrás y lo hizo hincarse a la fuerza, siendo MinHo quien actuó, presionando su fuerte mano sobre el cuello del hombre—¡No puedes tratarme de esa forma!

—¿Por qué no? es usted quien faltó el respeto a mi persona. Hace una semana me volví a enfermar, como siempre después de haber tenido mi primer celo...aunque sabe, ministro. Me prohibieron tomar la medicina que usted y ese médico me recetaron. Me enteré que ese acónito para el celo, era dañino para mi cuerpo, me dejaría débil a tal punto de que si quedaba embarazado, podría perder a mis cachorros, a la larga dejarme infértil y después de eso...causaria mi temprana muerte.

—Min Yoongi—gruñó aquel hombre al darse cuenta del tono despectivo que ese omega utilizaba hacia él—, lo hice por tú bien.

—¿Por mi bien?—Min Yoongi trató de contener sus lágrimas al darse cuenta que ese tipo frente a él, no se arrepentía y no creía que hizo mal, justificando su razón—¡Por tu culpa viví un infierno!—gritó y se acercó a ese hombre tratando de contener su molestia al recordar las pérdida de sus bebés en la vida pasada y como no pudo concebir hijos de su alfa, siendo tachado como un inservible—¿Qué hice mal?...traté de complacerlo a pesar de no ser un hijo querido. Pensé que si yo era un hijo filial, obedeciendo, sin quejarme, soportando los tratos de su difunta esposa, usted algún día me daría su respeto.

—¿Crees acaso que un omega bastardo como tu, puede tener un nombre y honor?

—Yo no pedí nacer, no fui yo quien cometió el error de embarazar a una cortesana y tener un hijo de ella. Me hubieras dejado morir cuando llegué a la casa siendo muy pequeño, madre me dejó en tu casa, diciendo que usted al ser mi padre y alguien con dinero, podría tener una buena vida y jamás me faltaría un pedazo de comida—Yoongi limpió sus lágrimas que cayeron en su rostro—. Ella murió sola y enferma, tiraron su cuerpo como si fuera basura...no pude ni siquiera despedirme. Jamás fue a verla y no me permitió ir.

—¿Piensas que yo quería algo así? ¡Fue ella quien me sedujo y se metió en mi cama, ella sabía que yo era un hombre poderoso y quería poder, esa mujer causó su propia desgracia! si no fuera porque todo mundo se enteró que eras mi hijo bastardo y tenía una reputación que mantener...te hubiera dejado morir.

—Entonces...esos son sus pensamientos. Por eso no tuvo culpa en hacerme enfermar y querer matarme con esa bebida.

—No tienes derecho a tener un hijo, estás sucio como tu madre.

—Recuerde bien sus palabras, Primer ministro—afirmó con un nudo en la garganta, respiró con profundidad, conteniendo sus ganas de llorar— Retírese.

Aquel hombre se giró sobre sus talones, sin despedirse, bajo la mirada escrupulosa del aquel soldado, quien no tardaría mucho en contarle a su jefe lo que sucedió. Si bien ese hombre era alguien importante, había ofendido al esposo principal de un príncipe.

El omega rompió a llorar y se dejó caer al suelo cuando la presión se liberó de su cuerpo, cayendo al suelo entre lágrimas, siempre le tuvo miedo a su padre y era la primera vez que lo enfrentaba, pero el daño en su cuerpo y mente ya estaba hecho.

—Vamos adentro—ordenó con sus manos temblando y se ayudó a levantar con ayuda de Hani y MinHo que se acercó con cuidado—, quiero descansar.

Aquellos dos sirvientes ingresaron al cuarto, sin decir más, no podían opinar algo que no era de su incumbencia, solo les quedaba darle soporte al omega y ayudarlo en lo más que podían.



Cuando cayó la noche Min Yoongi estaba sentado en la cama, viendo el jardín lleno de lirios blancos, el omega juntó sus manos, pensativo. Sorprendido de si misma de haber superado uno de sus grande miedos. Escuchó como la puerta se abrió e ingresó Kim Taehyung, el omega se sorprendió y se bajó de la cama para hacer una reverencia, pero el alfa lo detuvo con un movimiento de su mano, acto seguido, se sentó en una silla de aquel cuarto, con un rostro serio.

—Escuché que te sentías mal—agregó. Según lo que Hani le dijo, es que tuvo un desmayo debido a su cuerpo débil; pero el alfa no era tonto y a esas alturas ya se enteró de todo lo sucedido gracias a Choi MinHo—. Debes cuidar bien tu cuerpo, eres débil y las emociones fuertes no son buenas para tí.

—Solo me debilité—agregó restando importancia al asunto. Se dirigió a sentarse a la silla de enfrente, pronto sería la hora de la cena, así que esperaba la comida—, vino temprano del palacio.

—Hoy terminé temprano mi trabajo.

—Oh...entiendo.

Un enorme silencio se hizo presente. Las doncellas tocaron la puerta e ingresaron con la bandeja de comida y platos que pusieron alrededor de la mesa baja del comedor. Yoongi notó que había más comida de lo usual, su ceño se frunció, curioso.

—No quería ir hasta mi palacio y esperar que me sirvieran la comida, por lo que ordené que lo sirvieran aquí—mintió con descaro aquel alfa.

—Sería la primera vez que comeremos juntos—Min Yoongi se sorprendió. Esos sucesos eran nuevos, no sabía si era para bien o mal. En sus vidas pasadas, se acostumbró a las horas de comida, en silencio y soledad.

El alfa se levantó, se dirigió al comedor y se sentó en el suelo, viendo a las doncellas terminando de poner la mesa. Se giró a ver en dirección de Min Yoongi, el cual miraba a otro lado de aquel cuarto, con su pelo rubio, suelto y su traje blanco de color perla. El omega miró a su izquierda, sus miradas se encontraron, el alfa desvió la mirada con rápidez para mantener una postura rígida. El omega se levantó de su silla hasta que se puso del otro lado de la mesa, las doncellas se retiraron, cerrando la puerta y dejando aquellos dos en la privacidad del momento.

Taehyung empezó a comer, sin pronunciar algunas palabras. Min Yoongi igual, apenas se escuchaba el sonido del viento que golpeaba las hojas de los árboles y algún que otro pájaro nocturno. Taehyung alzó su mirada: "¿De qué podían hablar?" no sabía si preguntar sobre el primer ministro sería buena idea, empezando que el omega no le dijo la razón verdadera del porque se puso mal. No quería incomodar a su esposo por un asunto familiar, pero eso no significaba que dejaría en paz a ese hombre. Si tuviera que deshacerse del primer ministro, debería buscar rápido un reemplazo: "¿Pero quién podía jugar lealtad y ser reconocido por su tío el emperador?"

Los minutos pasaron,siendo silenciosa sin nada que decir entre ambos hasta que la comida terminó. El alfa se levantó, hizo una leve reverencia y salió del cuarto sin más que decir, al estar en el patio delantero del palacio, contempló a la doncella personal de Min Yoongi, la cual le ofreció una sonrisa. El General solo pasó de largo con sus cejas muy fruncidas, frustrado de haber fracasado en aquella cena y no poder decir más a su esposo. Hani lo vio desaparecer y corrió rápido al interior del cuarto, viendo a su señor que se estaba levantando y se dirigía a la cama.

—¿Cómo le fue, de qué hablaron?—preguntó ella muy emocionada.

—No hablamos de nada...solo fue un momento de silencio—el omega se sentó en su cama—, no se que es lo que piensa ese hombre, no puedo adivinar nada, es como un lienzo en blanco.

—¿Pero no es un avance? prefirió comer aquí con usted.

—Eso es porque no quiso ir hasta su palacio, es un impaciente.

—Su alteza, usted debería poner de su parte, si ve que es un hombre de pocas palabras ¿Por qué no busca usted algún tema que hablar con su esposo? tiene que obtener el favor de su alteza.

—¿Le dijiste que estaba debilitado por mi misma enfermedad?

—Si, no se preocupe al respecto. Aunque yo le hubiera dicho a él lo sucedido con el primer ministro.

—La situación con mi padre, es mi problema. No lo meteré en asuntos tan triviales a su alteza, el ya tiene mucho que atender en el palacio principal.

Hani solo afirmó con lentitud un tanto apenada de que su señor guardara todo esos problemas para sí mismo.


Kim Taehyung detuvo su caminar y miró en dirección de Choi MinHo, señalando enfurecido en dirección del palacio de su esposo, tomó a su guardia del cuello y lo arrinconó en un muro cercano, mostrando sus caninos en forma de amenaza.

—¿Cuántos errores piensas cometer? ¿¡Acaso mi palacio es insignificante para que personas como esas entren y hagan lo que se les antoja su maldita gana?! Te puse allí para que cuidaras de mi esposo ¡Debiste cortar el cuello de ese viejo en ese momento que se atrevió a faltarle el respeto a mi esposo!

Seojoon solo veía la situación, aunque quisiera calmar a ese hombre, no lo lograría.

—Y-yo no sabía que llegaría—trató de explicar aquel hombre tratando de respirar pero era imposible debido a la fuerza de presión en su cuello—, fue el joven Min que permitió que llegara. Es como si lo estuviera esperando.

—Escuché de una de las sirvientas del palacio, de que la señorita Hani ordenó enviar una carta a la casa del Ministro Min-Sik.

Taehyung liberó a ese soldado. MinHo tosió e inhaló un montón de aire, asustado ante aquel reaccionar de su jefe, esa vez parecía estar demasiado molesto.

—No quiero que algo así vuelva a suceder en mi ausencia...¡Si me entero una vez más que algo malo le pasó a mi Consorte, cortaré tu maldito cuello. Choi MinHo!

—Taehyung—habló su amigo—, no es como si el soldado pueda hacer algo en contra de alguien de alto rango, el primer ministro es muy respetado, si daba un paso en falso, le costaría la vida a él y su familia.

—Bueno, entonces que empiece a decidir por manos de quién morirá—amenazó Kim Taehyung, se trató de calmar y desvió la mirada, pensativo— ¿Hay alguien de los ministros que pueda sustituir al primer ministro?

—¿Está pensando hacer un movimiento y quitar a ese hombre de su puesto? es la mano derecha de su Majestad, el emperador, no puede-...

—Entonces iré y cortaré su maldita cabeza ¡Oh, sorpresa, murió y hay una vacante!—sonrió esplendido.

Seojoon suspiró, un tanto aturdido.

—Se meterá en problemas, no haga esto mas grande, su esposo se encuentra bien. Creo que hay un ministro que puede empezar a ponerlo a su lado; pero recién ingresó este año, es bastante joven y aún no tiene alguien que lo apoye.

—¿Un joven ministro? ah...creo haber escuchado de él.

Una gran sonrisa se surcó de los labios de Kim Taehyung, si apoyaba al nuevo ministro y lo ubicaba en una buena posición, podría quitar el puesto del primer ministro, debía empezar a idealizar un plan.



El día siguiente, aquel alfa decidió ir a la Biblioteca para leer la forma de hacer que ese hombre dejara su puesto, era acompañado de su compañera, la señorita Ji Eun, era una de sus mejores ayudantes y confiaba bastante en ella, su momento de tranquilidad desapareció cuando vio al padre de su esposo salir de la biblioteca principal. El ministro frenó de un solo cuando sintió el filo de algo frio acomodarse en su blando cuello, sintió una enorme presión y los gritos de algunos sirvientes alrededor se hicieron presente.

Los ojos amarillos de aquel alfa relucieron, eran amenazantes, varios se hincaron en temor, temblando. La señorita Ji Eun abrió los ojos en para al ver a su señor, listo para cortar el cuello de un hombre importante del Rey.

—¡Su alteza!—exclamó ella que corrió en dirección del alterado alfa y lo trató de hacer retroceder—. No lo haga, tendrá problemas.

—¿No se lo advertí antes, primer Ministro?

—Príncipe, se meterá en problema, es el hombre más importante de su majestad—intervinó Seojoon, muy angustiado que la situación empeorara.

—¿Acaso le tengo miedo a mi tío, El Emperador? que venga por mi cabeza si quiere—presionó un poco más la espada en el cuello de aquel viejo, a tal punto que el filo cortó, empezando el Ministro a sangrar un poco.

Min Yoongi apareció con las otras dos concubinas, había llegado al palacio principal, debido a que fueron invitados para un té en la tarde, que la Reina Consorte estaría dando para las esposas Nobles y concubinas, era una reunión de importancia y debian pasar por aquel camino para llegar al salón del té. El omega visualizó la escena, incomprensible, un tanto sorprendido de aquella situación, las dos concubinas se pusieron nerviosas, los palanquines de ellas fueron dejados en el suelo y se bajaron, asustadas. Min Yoongi aún se mantenia sentado en su lugar, los sirvientes quietos, esperando cualquier orden.

—S-su Alteza—habló el primer ministro—¿Por qué me apunta con una espada-...ahhg—exclamó nervioso al sentir el ardor y la cálida sangre cayendo en su cuello.

—¡Se lo advertí aquella vez en el palacio primer ministro!

—¡Soy un hombre importante, no puede hacerme daño!—gritó aquel hombre.

—¿Crees qué no soy capaz de matar a un simple hombre?

—General Kim Taehyung, detengase—una fuerte voz se escuchó detrás de ellos.

Los presentes se giraron, viendo a Min Yoongi, el cual hizo un gesto con su mano y sus soldados bajaron con cuidado el palanquin, el omega se levantó, con un rostro serio y manos juntas se dirigió en dirección de su esposo, firme y tratando de aguantar el miedo. Pero sabía muy bien que si aquel alfa cometía un asesinato, su cuello correría peligro y no estaba dispuesto a morir de nuevo.Kim Taehyung se giró, viendo directo a los ojos del omega,el cual estiró su manos y enarcó ambas cejas.

—Su espada, entregela—ordenó aquel omega.

Los demás miraron temerosos, nadie que valorara su vida, se atrevería a dar órdenes al General y tirano de la guerra, era buscar la muerte. Incluso su Majestad, tenía mucho cuidado en no alterar a ese príncipe sanguinario y amante de las guerras.

—Esto no es un asunto en el que debas meterte—la mirada del alfa volvió de nuevo hacía el primer ministro, que sentía ya su garganta seca.

—Kim Taehyung, entregue su espada—ordenó con voz demandante—. Piense muy bien lo que sucederá si comete una tonteria. No vale la pena ensuciar su espada con la sangre de ese hombre y su reputación.

Kim Taehyung volvió su mirada al omega, notando como los ojos oscuros del rubio, habían pasado a un color celeste intenso, dejando en claro que su molestia. El alfa suspiró y entregó a su esposo aquella espada.

El Ministro al ver que se había liberado de aquella situación, rió divertido.

—Incluso tu esposo sabe comportarse—agregó aquel anciano que se levantó con una sonrisa triunfante.

Kim Taehyung trató de calmar sus instintos asesinos, cuando iba decir algo, notó como su esposo acomodó su espada en el cuello de su padre.

—Mi esposo no puede manchar su reputación; pero en cambio...yo puedo lidiar con algo así—presionó mostrando sus caninos en forma de amenaza—¡Tenga respeto y fíjese bien a quien trata de ver por debajo, primer ministro!

Kim Taehyung contempló con suma sorpresa a Min Yoongi, el cual quitó aquella espada del cuello de su padre y se la entregó a Seojoon, que la tomó con rápidez. El alfa contempló al ministro y sonrió ladino.

—Nos vamos—ordenó Min Yoongi a las demás concubinas, las cuales afirmaron y se acomodaron atrás de él, pasando de largo del ministro y con sus rostros en alto y llenas de orgullo.

La señorita Ji Eun no había sido invitada ya que era nueva y desconocida aun para las demás damas nobles. Kim Taehyung siguió con su mirada a su esposo a la lejanía, soltó una carcajada en bajo y sus mirada se posó de nuevo en aquel hombre.

—Camine con cuidado, Ministro Min, no vaya a tropezar con una piedra, puede ser la causa de su muerte.

Dicho eso, aquel General contempló a la tercera concubina y ambos con su grupo, ingresaron a la biblioteca Principal.

La Reina Consorte contempló todo aquella situación a lo lejos, debido a que iba de paso a la reunión de las damas nobles.

—¿Entonces ese joven de cabellera rubias...es el esposo Consorte del General Kim—interrogó un tanto curiosa a su doncella personal, quien afirmó con una sonrisa—. Esto será interesante—rió ella y y ordenó a sus soldados que subieran el palanquin.

Min Yoongi no sabía en ese momento que esa situación, ocasionaria en el futuro un efecto mariposa.

30.03.2024:

Lamento la tardanza, como he dicho, la U me consume demasiado y trato de hacer cada vez mas largos los Capitulos, gracias a todos los que me han dado su apoyo, besito y abrazo. 

¡Recuerden el lema de la familia: Somos Sol que calienta; pero no quema!

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