Se había llegado el día.
Izuku estaba preparándose para su salida con Katsuki.
—¿Se verá bien esto? Mmm. —Se miraba al espejo posando para verse mejor—. Les preguntaré a mis amigos. —Dijo sacándose una foto para enviárselas.
Los preciosos y Ochako
Ocha💘, Shoto💖, Tenya💝
Oigan
Me veo bien o no
😔
Ocha💘
Por supuesto
pq tan arreglado
ah si!
vas a una cita con
un guapote
🥳
Que noooo
Es solo una salida
de agradecimiento
Shoto💖
Si te ves bien
Que te vaya bien en
tu cita
😡
Tenya💝
Excelente Izuku
Te ves presentable
Recuerda ser amable
Y no olvides el suéter
que vas a devolver
Que te vaya increíble
en tu cita
😌
Ya bai con ustedes
Si no fuera por Iida Izuku realmente iba a olvidar el causante de su no-cita.
Se apresuró a quitarlo del tendedero, lo doblo perfectamente y lo metió en una bolsa.
Bien, ahora solo se peino un poco, se puso unos anillos y un collar, por último un poquitín de perfume.
—Listo. —Se miro orgulloso en el espejo
Ya eran las 2:40, si quería llegar a tiempo debía de salir ya porque vivía a casi 40 minutos del sitio donde vería a Bakugō.
Iba saliendo de su casa cuando le llegó un mensaje de aquel individuo grosero.
Bakugō Katsuki
Hey
Paso por ti
Envíame tu dirección
Holaaa
No es necesario
Bakugō-san
Vivo algo lejos😢
No importa
Paso por ti
¿Sería irresponsable enviarle su dirección a un chico desconocido con el que no había hablado jamás?
Tal vez.
Bakugō Katsuki
Bueno
[Ubicación]
En 30 minutos paso
Okis
Te espero
Bueno ahora no tenía que viajar en camión.
Se sentó a esperar en su sala viendo vídeos.
Habían pasado exactamente 30 minutos cuando recibió un mensaje diciéndole que ya estaba afuera.
Izuku respiro profundo y se miro de nuevo en el espejo.
Estaba nervioso la verdad.
Salió cerrando con seguro ya que su madre no estaba en casa.
Vio el auto plateado, muy bonito, parado justo frente a su casa y el chico ojirubí recargado en el auto, camino hacia el y sonrió haciendo una pequeña reverencia.
—Hola. —Saludó Midoriya.
—Hola. —Respondió y le abrió la puerta como todo un caballero—. Sube. —Le miro.
—Ah si. —Se apresuró a subir y se acomodo poniéndose el cinturón.
Bakugō cerro la puerta y se dirigió a subirse ahora él para comenzar a manejar a su destino.
—Aquí está tu suéter. —Dijo enseñando la bolsa—. La pondré aquí atrás. —Se volteo y la puso en los asientos traseros.
—Esta bien, espero te haya servido.
—Si bastante, gracias de nuevo. —Dijo apenado—. La verdad es que cuando salí de mi casa no se sentía frío y pues ya ves que ha estado caluroso y pues no cheque el clima de ese día.
—Mmm. —Asintió a lo que el peliverde decía.
—Y… ¿Cuántos años tienes?
—Veintitrés.
—Yo tengo veinte.
Bakugō lo volteo a mirar unos segundos.
—¿Estás en la universidad?
—Sip, voy en cuarto semestre ¿Tu?
—Acabo de salir este año, solo estoy esperando mi titulación.
—Wooow, que increíble. —Dijo asombrado—. ¿Que estudiaste?
—Ciencias de la Educación.
—¿Es para ser maestro?
—Si, ¿Tu que estudias?
—Estoy en la carrera de administración de empresas.
—Oh.
—¿Y entonces solo esperas tu título para poder ejercer?
—Si, y también presente para una plaza.
—Ala. ¿Y como te graduaste? ¿Por calificación o hiciste tesis? Creo que también hay la opción de hace un examen ¿verdad?
—Si, yo hice tesis por qué quiero hacer la maestría y el doctorado, aún que fácilmente pude graduarme por calificación. —Presumió.
Izuku sonrió.
—Que genial eres Bakugō-san. —Dijo realmente honesto.
—¿Y tú como vas en tus clases?
—Bien, llevo puros 10 y 9. —Dijo orgulloso—. No soy tan inteligente pero me esfuerzo mucho.
Bakugō sonrió levemente. —Que bueno.
—Ah. —Midoriya miro por la ventana al ver qué Bakugō se estaba estacionando—. ¿Ya llegamos?
—Si, dijiste que querías sushi. —Lo miro desabrochando su cinturón—. ¿Querías ir a otro lugar? Este es bastante bueno.
—Oh no no, está bien, es donde tu quieras. —Dijo rápido—. Pero ¿Tu si quieres sushi?
—Si. —Dijo simple y salió del auto.
Midoriya se iba a quitar el cinturón pero no podía, se había atorado.
—Ay no no no, que vergüenza. —Susurró tratando de quitarlo pero no podía.
Bakugō llegó al lado de Izuku y abrió la puerta.
—Ah. —Midoriya lo miro—. Me atore. —Dijo con la cara roja.
Bakugō soltó una risa burlona y se agachó para desatorar lo.
—Siempre se atora, no es tu culpa. —Dijo tratando de zafarlo—. Mierda ya debo de cambiar este estúpido auto. —Susurró enojado.
Izuku frunció el ceño, solo tenía la falla del cinturón ¿Por qué querría cámbialo si es tan genial ese coche?
—Ya. —Dijo y se quitó para que Midoriya pudiera bajar.
—Gracias.
Los dos ya estando abajo del auto se pusieron en marcha a entrar a ese bonito lugar.
Izuku noto que pues claramente estaba decorado de acuerdo a la festividad de ese día, se sonrojo un poco y entro al lugar cuando Bakugō le indico que entrara.
Siempre me abre la puerta, sera así con todos…?
Pensaba Midoriya.
—Waaa al parecer está lleno. —Dijo mirando alrededor buscando una mesa.
—Reserve, ven. —Le hizo un gesto con la cabeza para que lo siguiera a la parte de la terraza.
—¿A poco se podía? Había visto este lugar pero no sabía que se podía reservar.
—En realidad no. —Dijo como si nada.
—¿Mm? —Preguntó confundido.
—El dueño es mi papá. —Dijo sentándose para luego volver a pararse y moverle la silla a Izuku para que se sentará.
Izuku ladeó la cabeza y se sentó.
—No tienes que hacer esto. —Dijo riendo un poco—. Ya sabes, abrir la puerta por mi y eso… ¡Yo debería estar haciendo eso! por el favor que me hiciste la mañana pasada.
—Cállate, lo hago por qué quiero y ya. —Dijo con un leve sonrojo que Izu no alcanzo a notar.
El peliverde rió un poco.
—Okey.
Izuku vio a su alrededor, la vista era muy bonita, sonrió.
—¿Te gusta?
Midoriya volteo a ver a su acompañante y asintió.
—¡Si!, nunca había vendió a este lugar, solo había pasado algunas veces. —Sonrió.
—Cuando quieras venir de nuevo solo dímelo. —Dijo mirando la carta.
—¿Mm? — ¿De nuevo?
—Justo hoy hay una especialidad de la casa. —Lo miró—. ¿Quieres eso?
—Si… está bien. —Dijo sin saber realmente que era.
—¿Y de tomar?
El peliverde checo rápido la carta en la sección de bebidas.
—Pues quiero… mmmm… agua de limón.
—Okey.
Bakugō volteo a mirar adelante buscando a algún mesero rogando que no fuera ninguno de sus tontos amigos.
—¡Hola! muy buenas tardes, soy Kaminari Denki, el mesero que los estará atendiendo el día de hoy. —Dijo con una sonrisa.
Carajo.
—Hola. —Saludó el pequeño Izuku.
—La especialidad y una garra de agua de limón. —Ordenó Bakugō.
—Okey. —Anoto aunque ya sabía lo que le tenía que llevar—. ¡Enseguida vuelvo! —Se fue apresurado.
—Tch. —Resoplo Kat mirando a otro lado.
Izuku no entendió porque pero siguió mirando a la mesa.
—Y… vi en tu instagram que eres modelo.
—¿Ah? —Lo miró—. Si, es solo un pasatiempo.
—¿De verdad? las fotos eran increíbles y tú te veías increíble, aparte se ve todo muy profesional y genial. —Decía con entusiasmo—. ¿Y cuando seas maestro ya no serás modelo? y ¿Cómo se llama tu agencia? ¿Has trabajado con otros modelos? es que solo vi fotos donde salías tu.
—Eh pues, tenía pensado no hacerlo después de que esté como docente. —Dijo y al parecer eso decepcionó a su cita—. Pero… tal vez siga, aún no lo decido.
Izuku volvió a sonreir.
Vaya que ya lo tenía decidido pero… tal vez volver a pensarlo no estaría mal.
—La agencia de modelaje es de mi madre, se llama Dynamithg.
—¿Eeeh? así estás en instagram.
—Aja. —Hizo una mueca—. De niño…
—Él de niño se creía héroe, como en esa serie de All might, y su supuesto nombre era Dynamithg así que su mamá le puso así a su empresa. —Dijo un metiche mesero de cabello amarillo dejando platos en la mesa—. ¿Genial no?
—¿Eh? —Izuku se quedó confundido.
—Oye tu pequeño parásito de mierda. —Habló enojado—. Si no quieres que te lance del segundo piso lárgate ahora.
Denki se rió burlesco.
—Como diga mi cliente estrella. —Salió disparado de ese lugar.
Enseguida llegó otro mesero con lo que faltaba, uno de cabello rojizo.
—Perdonen a mi compañero, a veces es un metiche. —Dijo pero también se estaba riendo.
—Tu también lárgate pelos de mierda. —Advirtió enfadado.
—Que disfruten su comida.
Y se retiró.
—Ellos… son…
—Son unos estúpidos que se meten donde nadie les llama.
Izuku rió un poco.
—Deben de ser tu amigos ¿no? se ven divertidos.
—¿Ah?
—Bueno y siguiendo con el tema. —Miro la comida—. Wow se ve delicioso. —Dijo asombrado—. Bueno, me parece genial que tú madre le haya puesto así por ti. —Sonrió—. Debe de quererte mucho.
—Lo que sea. Come. —Indicó.
—Mmmj. —Asintió probando de esa rica comida.