“Alguien quien me da su vida y me da paz
Y eso no lo sabes.”
Sonreí y me miré al espejo, no estaba tan nerviosa pero sí impaciente.
— Amor, llegaremos tarde — me dijo Taehyung al entrar a la habitación.
Él se quedó quieto al verme, tardó unos segundos en reaccionar.
— Estás... hermosa.
Me sonroje, aunque el solía decirme cosas así muy a menudo, seguía siendo muchas cosas cuando lo decía.
— No quiero darles una mala impresión.
Él negó y se acercó, me pasó una mano por el pelo cuando estuvo frente a mí.
— Les vas a agradar, tranquila.
Pero yo no estaba tan segura.
Hace dos años Taehyung y yo comenzamos una relación oficial y pública. Desde entonces, él siempre ha sido así, tan paciente, tan detallista, tan lindo.
Hace dos meses él me pidió matrimonio, cosa que obviamente acepté.
Hoy conocería a sus padres y hermanos. Y les diríamos del compromiso.
Y estabas nerviosa, no quería causarles una mala impresión. Quería caerles bien.
— ¿Tus hermanos como son?
Él sonrió.
— Eun-jin es un poco difícil de tratar, está un poquito loca.
Le pegué en el hombro cuando noté que solo se burlaba, él rio.
— ¡Tae!
Él aún se reía.
— Perdón, perdón. Pero es que ya te dije, les vas a agradar, y ya los conocerás tú.
Suspiré. Me miré al espejo unos segundos más y agarré la mano de Taehyung, los dos salimos de la habitación.
Taehyung se acercó y tocó el timbre mientras tanto, yo jugaba con mis dedos nerviosa
— Hijo, ya era hora. Empezaba a creer que no vendrían. — le dijo su madre al abrir la puerta y saludarlo con un abrazo.
Miré a otro lado nerviosa.
Tenía miedo de no agradarle, ¿y si pensaba que no era la adecuada para su hijo? ¿Y si me odiaba?
— Cariño — me llamó él.
Alcé la cabeza, él tenía una pequeña sonrisa tranquilizadora. Él sabía que seguía nerviosa.
Tragué saliva y me acerqué, sin saber que hacer.
Taehyung agarró mi mano y apretó suavemente mis dedos tratando de tranquilizarme.
— Jennie, ¿no?
Eso me trajo recuerdo de cuándo lo conocí.
Él también debió pensarlo, porque me miró de reojo y sonrió.
— S-si...
Mierda.
Lo que me faltaba era eso. Tartamudear.
Sin embargo, la señora Kim no pareció prestar atención a eso. Solo sonrió y me abrazó, luego me hizo entrar a la casa dejando que el hijo cerrará la puerta.
— ¡Chicos, ya llegaron!
Una chica pelinegra que parecía unos dos años menor a Taehyung, salió de un pasillo y se acercó.
El señor Kim salió de lo supuse, sería la cocina, él nos miró de reojo con curiosidad.
— Jeon-gyu salió, creo que era importante. Llegará en media hora.
Supuse que Jeon-gyu era el otro hermano. Taehyung me había dicho que tenía dos hermanos.
— Ella es Jennie, la novia de tu hermano. Preséntate.
La chica, que supuse que sería Eun-jin, me miró y sonrió levemente.
— Soy Eun-jin, la hermana de este idiota — se presentó ella tendiéndome la mano.
Taehyung abrió la boca ofendido, pero su hermana no pareció prestarle la más mínima atención.
Sonreí y acepté su mano, parecía muy agradable. Aunque se dirigía hacia su hermano mayor de una forma muy curiosa.
— Soy Jennie, la prometida del idiota — me presenté con una sonrisa.
Taehyung me miró ofendido, aunque conmigo no pareció querer replicar, como con su hermana.
Por un momento olvidé que ellos aún no lo sabían.
Las reacciones fueron algo graciosas.
Eun-jin se sorprendió, obviamente, pero casi salta al techo, emocionada. El señor Kim estaba boquiabierto, casi parecía no saber que decir. La señora Kim se emocionó mucho y prácticamente se lanzó a abrazarme.
Taehyung sonreía como si ya hubiese sabido que iban reaccionar así.
Y justo cuando dije la palabra “prometida”, coincidió con el momento en que la puerta se abría y Jeon-gyu entraba. Él también estaba boquiabierto y nos miraba, casi parecía pálido.
— ¿Es verdad? — preguntó Jeon-gyu, como si pensara que escuchó mal.
Taehyung sonrió, le dijo algo a su mamá y ella me soltó. Para mí buena suerte, porque ya empezaba a quedarme sin aire.
Lo siguiente fue que Taehyung agarró mi mano, en la que tenía el anillo, justo con su mano en la que tenía su anillo, y las alzó haciendo que vean los anillos.
Eun-jin y la señora Kim volvieron a chillar emocionadas, casi parecía que les daría un paro.
El señor Kim y Jeon-gyu abrieron los ojos aún sorprendidos.
No puedo negar que estaba nerviosa, y me daba miedo sus reacciones. Quizás no les gustó la idea del compromiso.
Es decir, apenas me estaban conociendo y ya les soltamos de golpe lo del compromiso.
Dios, creo que debí esperar un poco.
— Eso es... — Jeon-gyu parecía estar alucinando.
El primero en reaccionar fue el señor Kim, que para mí sorpresa, se acercó y le dió una palmada en el hombro a Taehyung, luego me sonrió y me abrazó.
— Espero que él no te causé muchos problemas. Taehyung es un poco difícil de aguantar, pero es buen chico.
Sonreí.
Taehyung frunció el ceño ofendido, pero al verme sonreír, él también lo hizo.
Cuando nos separamos, el señor Kim nos felicitó y se hizo a un lado, dejándole el camino a Jeon-gyu.
— ¿Eso quiere decir que puedo llamarte cuñada?
Bueno, no esperaba que su reacción y primera pregunta fuera esa. Pero tampoco me disgustaba.
Taehyung rio y yo no pude evitar sonreír y asentir.
Jeon-gyu sonrió y me abrazó.
El resto de la tarde fue agradable, los hermanos de Taehyung eran geniales, aunque se reían mucho de su hermano. Y los señores Kim los regañaban a los tres por pelear delante de la nueva integrante de la familia, según el señor Kim.
La familia Kim era un poco curiosa y graciosa, pero sobretodo agradable.