Una última partida

By Alex_escritor08

110K 9.6K 3.2K

Eliza Jones y Stella Lambert son el prototipo de: "personas correctas en el momento equivocado", pues sus vid... More

Sinopsis
Prólogo
1. Clase de cultura general
2. Diferencia de horario
3. Pasar página
4. Una orden
5. Un regaño
6. Cambios de humor
7. Estupideces
8. Distracciones
9. Aceptar mi derrota
10. ¿Nuevo integrante?
11. Dilemas
12. La pañoleta
14. Cita ¿Doble?
15. Suplente
16. El regalo perfecto
17. Pendientes
18. Comida con los Lambert
19. Paisajes y disgustos
20. Montaña rusa de emociones
21. ¿Lo estoy haciendo bien?
22. El plan
23. Celos
24. Junta lésbica
25. Radar Gay
26. Sobrepensando
27. Raúl
28. Un gran hombre
29. Altas y bajas

13. Metiches

3.3K 362 64
By Alex_escritor08

Eliza

El día de hoy habíamos tenido un partido en la escuela Dimmsdale, no era tan importante, pero eso no quiere decir que no dieramos todo nuestro potencial.

Con las chicas decidimos venir a un bar a celebrar que aquel partido nos hizo subir un poco más en la tabla global. Emilia no andaba de buenos ánimos, tanto así que no dio mucho en el partido y la entrenadora la terminó sacando en el segundo tiempo, al parecer la situación con la presidenta si la está desconcentrando, espero que tomar unas cuantas copas la ayude a dejar de pensar en ella solo por esta noche, ya que yo igual necesitaba lo mismo.

Después de haber desayunado en su casa no había vuelto hablar con ella, hasta el miércoles en la tarde donde me envió un mensaje preguntándome acerca de su pañoleta, le dije que dejara de buscarla que la tenía yo, y creí que iba dejar de insistir, pero al parecer ese no era uno de sus planes.

Necesitaba un trago para relajar todo el cansancio académico que involucró esta semana, y dejar de pensar un momento a esa enana. Sentí refrescarme cuando la fría cerveza pasó por mi garganta.

Llevábamos un par de cervezas —no suficientes—, Emilia seguía con su segunda cerveza en su mano, algo me decía que así se quedaría toda la noche.

—¿Ya nos dirán realmente que pasa o haremos juego de preguntas y respuestas? —comentó Selene

—¿Qué pasa con qué? —preguntó Emilia

—Emilia, estamos en confianza —Janet señalo a todas—, puedes decirnos qué es lo que te abruma

—No me abruma nada

—Por favor, si no fuera así no te hubieran mandado a la banca en el juego de hoy

—Es suficiente —les di una mirada de advertencia—, su capitana no tiene nada ¿De acuerdo? Dejen de preguntar estupideces

—Bueno, empezando por estupideces, deberíamos de preguntarte primero a ti, Eliza, ¿Cierto? —fulmine a Dennis con la mirada

Sabía que estas hijas de puta no guardarían el secreto por mucho tiempo. Mire a Emilia, pero al aparecer no le estaba prestando atención a nuestra conversación y agradecí por eso. La vi alejarse de la mesa, seguramente iría al baño, una vez que estuvo lo bastante lejos mire mal a esa bola de estupidas.

—¿Qué mierda fue eso, Dennis? —ella soltó una carcajada

—Vamos Eliza, Emilia se tiene que enterar tarde o temprano

—¿Y enterarse de que? Según ustedes

—A ver, lo que hizo Dennis si estuvo mal, pero no es lo importante ahora —rodé mis ojos ante el comentario de Melissa— ¿Ya nos dirás qué pasa con la secretaria?

—Por enésima vez, no está pasando nada

—Ajá, y Selene y Dennis no parecen un matrimonio cada que discuten —comentó Gabriela con ironía, reímos ante la mirada que ambas le dieron

—No nos desviemos del tema —habló Selene— ¿Dónde te quedaste después de la fiesta?

—¿Por qué le preguntas eso? Es obvio que se quedó con la secretaria —comentó Janet

—Estaban haciendo el papeleo —las chicas rieron ante el comentario de Dennis, las mire mal a todas, no estaba de buen humor

—No van a dejar de joderme con eso ¿Cierto?

—Es tu culpa por hacer un grupo sin la capitana y contarnos eso —comentó Gabriela entre risas— ¿No pudiste solo enviarnos mensajes a cada una por separado?

—¿Sabes lo agotador que iba hacer eso? —negué— No iba a esperar a ver cual de ustedes se dignaba a contestar

—Igual es tu culpa

—Y que originalidad lo del nombre, eh —rodé mis ojos ante la risa de Dennis

—¡No sabía cómo ponerle! —exclame agotada de esta situación, las chicas estallaron de risa

—Ya, dejemos a Eliza en paz —sentí la mano de Melissa en mis hombros—, si ella quiere jugar al papeleo con la secretaria dejemos la jugar —volvieron a reír, moví mi hombro apartandolo de la mano de Melissa

—Estúpidas —le di un trago a mi cerveza

—Necesitamos el chisme completo, Eliza

—No hay ningún chisme, dejen de decir estupideces

—Entonces ¿Podemos decir que eres la amante de la secretaria? —fruncí mi ceño

—Stella no tiene novio

—¿Y el guitarrista? —rodé mis ojos

—Querrás decir intento de guitarrista —negué—. No es su novio

—Alguien esta celosa

—¡No estoy...! —suspire cansada— Piensen lo que quieran, ya me da igual

—Que guardado se tenia lo bisexual

—Tal vez es su evento canónico —ella volvieron a reír

Le di un trago a mi cerveza y no tardé en tomar otra, las estúpidas me estaban generando dolor de cabeza.

—¿En dónde estabas? —le pregunté a Emilia una vez que llegó a mi lado

—Por ahí

—Estas locas, se están burlando de mí desde hace medía hora

—Ya me tengo que ir

—¿Ya? —asintió— ¿Quieres que te acompañe? —negó

—No, gracias —asentí— ¿Quieres quedarte con las locas? —rodé mis ojos

—Puedo con ellas

—Cualquier cosa llámame, ¿de acuerdo? —asentí riendo

—Tú igual, si algo pasa me marcas

—No mates a nadie —reí

—Tratare

Se despidió de las chicas para luego salir del bar, fruncí mi ceño ante la mirada de todas.

—¿Qué?

—Tu sabes que le pasa a la capitana —rodé mis ojos

—Dejen de estar de metiches

—El chisme es chisme —comentó Dennis encogiéndose de hombros

—No les voy a contar qué pasa con mi mejor amiga, así que se pueden ir olvidando de eso —fruncí mi ceño al ver que ya no había más cervezas— ¿Quién va invitar la otra ronda?

—Tania —fruncí mi ceño, ella ni siquiera estaba aquí

—Lo haré, pero para Eliza ya no habrá —Tania venía llegando

—Ni quien necesite tu dinero —saqué un par de billetes de mi cartera—. Pidan otra

—Así se habla —Tania agarró mi dinero y colocó más del suyo—, ya regreso

—Creí que no vendría —habló Melissa

—Estaba haciendo unas cosas, me dijo que nos alcanzaría acá —comentó Janet

—¿Y tu novia Eliza? —mire mal a Tania cuando dejo la cubeta de cervezas en la mesa

—Joder con ustedes —le di un trago a mi cerveza—, que ella no es mi novia

—¿Entonces nos dirás que solo la llevabas en brazos para hacer un acto de caridad?

—Sí, exacto

—De acuerdo —le dio un trago a su cerveza—, no hay peor ciego que el que no quiere ver

—¿Podemos hablar de otra cosa que no sea yo?

Y por fin, lograron sacar otro tema que no fuera yo, al parecer Tania traía un chisme de su equipo de basquetbol y la bola de metiches se entretuvieron con ello.

Mire mi teléfono cuando notificó un mensaje, creí que sería Raúl preguntando si ya estaba en casa, pero no era él.

Stella: ¿Dónde estás?

Eliza: ¿Por qué? ¿Quieres hacerme compañía?

Stella: Necesito una información

Eliza: En el bar del centro, te mando la ubicación

Stella: Gracias

Debía dejar de tomar, ya estaba algo ebria como para dejar que Stella supiera dónde estaba.

—¿El novio ya está preguntando dónde estás? —negué dejando mi teléfono de lado

—A lo mejor sospecha que ya hay alguien en la jugada —ellas volvieron a reír

—Ya no les diré nada —le di un trago a mi cerveza, fruncí mi ceño al ver como me miraban— ¿Qué?

—Hola —di un pequeño brinco ante aquellas palabras

Mierda.

¿Por qué me tienen que pasar estas cosas?

—¿Qué haces aquí? —su ceño se frunció ligeramente

—A mí también me alegra verte

—¿Cómo llegaste tan rápido?

—Estábamos cerca —fruncí mi ceño

¿Estábamos?

—¿Emilia no está aquí? —mis cejas se alzaron ligeramente

Si ella no hubiera hablado, no me hubiera percatado de su presencia.

—Se acaba de ir hace un rato

—¿No sabes dónde puede estar?

—Supongo que ya debió de haber llegar a su casa —fruncí mi ceño cuando negó

—Venimos de allá, su mamá dice que estaba aquí con el equipo

Mire de reojo a Stella, su mirada estaba alejada de nosotras, mire a donde ella miraba, las chicas tenían unas sonrisas divertidas encima nuestro.

Mierda, lo que me faltaba.

Me aleje de las chicas y ellas no tardaron mucho en seguirme, logramos salir de aquel lugar

—Supongo que se quedó en el parque que está por su casa —las miré a ambas—, más seguro que ahí esté, no ha estado bien últimamente

Christine asintió escuchándome detenidamente, miró a Stella y ella se encogió de hombros.

—Gracias Eliza —asentí— ¿Te llevo a tu casa?

—No, no, tú tienes prisa, puedo hablar al chófer

—¿Te espero hasta que llegue tu chófer?

—Tienes prisa Christine y...

—Yo me quedo —ambas me miraron—, yo le hago compañía hasta que su chófer llegue

—¿Segura?

—Christine, tienes prisa —le recordó Stella

—De acuerdo

Nos dio una última mirada antes de regresar a su camioneta, una vez que se alejó vi a Stella tomar su teléfono.

—¿Quieres pasar? —dejo de teclear y alzó la mirada

—¿Ir contigo allí adentro?

—Si lo dices así, suena... un poco fuera de lugar —solté una risa—. Serán un par de cervezas, yo invito

Le mostré mi mejor sonrisa y ella rió negando, guardo su celular antes de aceptar.

—¿Para que busca la presidenta a Emilia?

—Quiere hablar con ella

—¿Ya van a arreglar las cosas?

—Sí, Christine no quería alargar más la situación y decidió buscarla hoy —le ayude con la silla—, supongo que sirvio decirle que no estaba jugando bien en el juego y que la mandaron a la banca

—¿En serio hiciste eso?

—Tengo que pasar el reporte de todo lo que pasa en el partido —tomó la cerveza que le di—, solo hice mi deber

—Bueno, al menos eso sirvió para ayudarla

—No hago todo mal cómo crees —solté una risa negado

—No he dicho nada —alcé mis manos en señal de paz

—Pero lo insinuas —solté una risa negando

Iba decir algo más, pero un molesto ruido nos interrumpió, mire mal a las chicas que tenían sonrisas estupidas.

Oh, no, aquí vamos de nuevo.

—¿Desde cuando son tan amigas?

—No la molestes Dennis —mascullé

—Nadie está molestando a nadie —se encogió de hombros—, solo es una pregunta cualquiera. Se nos hace extraño que la secretaría hable de más con alguien del equipo —su mirada se alejó de mí para mirar a la persona a mi lado—, si está empezando a integrarse más, debería hablarnos a todas ¿no creen?

—Para empezar dejemos las formalidades de lado —no puedo creer que Stella haya caído en eso—. Stella Lambert

—Así que sí —mire mal a Dennis ante la mirada que me dio

—No les tomes tanta importancia, les gusta meterse en lo que no les importa

—Somo iguales a ti, por eso somos amigas —ellas rieron ante el comentario de Gabriela, iba decirle algo, pero vi a Stella reírse de igual modo

—¿Algo que decir, secretaria?

—Creí que eso lo habíamos dejado de lado —solté una risa ante su mala cara

—¿Hay algún problema?

—Muchos en realidad, pero me da pereza nombrarlos ahora —no pude evitar reír ante eso

Seguimos charlando un buen rato, las chicas se metían entre ratos a nuestras conversaciones, pero para este punto ya no me importaba.

Sabía que debí haber dejado de tomar hace mucho, estaba comenzando a marearme.

Cuando la vi caminar hacia a mi me tomó por sorpresa, se sentó a mi lado y me dio una tierna sonrisa. 

—Creo que tome tanto que ya te estoy alucinando —sus cejas se alzaron ligeramente, sus verde recorrió mi cara y la comisura de su labio se elevo un poco

—Creo que ya has tomado demasiado —sentí mi cerveza alejada de mi mano

—Yo opino que fue lo suficiente para sentirte cerca

—Hora de irnos

¿Cuánto había tomado?

¿En verdad estaba aquí o era un invento mío?

Demonios, debí haberme ido hace un buen rato.

No me di cuenta que había salido de aquel lugar hasta que el aire fresco chocó con mi cara, me mareé y sentí mi mano apoyada en una pared.

—¿Estás bien? —asentí recuperando el equilibrio

—Sí, sí lo estoy —mire alrededor, veía la calle tranquila, pero a este punto no sé si realmente lo estaba viendo o era producto de mi imaginación— ¿Donde estamos?

—En la carretera —asentí—. Vamos, te dejo en tu casa

Sentí su mano rodearme la cintura, pero el tacto era muy alejado, no pregunté nada, me senté sin objetar nada y deje caer mi cabeza, escuche una puerta cerrarse.

—¿Ya te he dicho que luces muy hermosa? —soltó una pequeña risa asintiendo

—Empiezo a creer que solo me ruegas que vaya contigo a las fiestas por la forma en la que me visto —entrecerrar mis ojos divertida

—¿Y cómo es la forma en la que te vistes, según tú?

—Me arreglo mejor, luzco mejor ropa que la del diario —se volteo para quedar enfrente de mí—, me maquillo mejor

—Y aun así, prefiero verte al natural —me acerque más, logrando que ella cerrara sus ojos—. Me gustas mucho más así —murmuré cerca de sus labios antes de alejarme

—¡Eliza!

Abrí mis ojos como platos y lo primero que vi fue a ella, miré alrededor, estaba en una camioneta junto a ella.

—Lo siento, te quedaste dormida

—¿Dónde estamos?

—Cerca de tu casa —asentí—, tu teléfono estuvo sonando, tal vez era tu mamá

—Seguramente es Raúl —pase mi mano por mi cara—, luego me arreglo con él

Apartó su mirada de mi sin decir nada más, y no pude evitar mirarla de reojo, todo aun me daba vueltas, pero ya no dudaba en que era real.

—¿Por qué? —no fui consciente que la pregunta salió sola, hasta que sus ojos volvieron a escanear me

—¿Por qué, qué?

—¿Por qué siempre terminamos en estas situaciones?

Se dejó caer en el respaldo de la silla, me acomodé mejor para quedar a su altura.

—Porque no dejo de tomar cualquier oportunidad para estar cerca de ti

—Solo dice eso porque sabes que mañana no me voy a acordar ¿cierto?

—Tal vez —no pude evitar mirar esa sonrisa

Sus labios, sus preciosos labios.

Mierda.

—No hagas eso

—¿Hacer que?

—No te rías —su ceño se frunció ligeramente

—Creí que tenías autocontrol

—No lo tendré todo el tiempo, menos ahora que estamos solas y te tengo tan cerca...

No me di cuenta que me había acercado hasta que sentí su mano en mi cara.

—No haré esto, no cuando le perteneces a alguien más

Le perteneces a alguien más.

Aleje su mano de mi cara y la lleve hasta mi pecho.

—Jamás he dejado de pertenecerte —sus ojos verdes volvieron a tomar ese brillo—, siempre he sido más tuya que mía, Stella

—Como quisiera que lo que dijeras sea verdad —alejó su mano de mí—. Tienes novio ¿lo olvidas?

Raúl.

Sonreí al ver la carta y la pequeña flor que me había dado, y sin evitarlo lo bese.

El día de ayer había tenido otro de mis ataques de pánico, y como siempre, él estuvo a mi lado.

—Yo jamás te haré daño, Eliza —dejo un beso en mi cabeza—. Eres demasiado hermosa como para que alguien piense en hacerte daño

Y lo cumplio, él jamás ha hecho algo para dañarme, él jamás me ha lastimado física o verbalmente, él siempre ha sido tan bueno conmigo.

Y lo menos que puedo hacer, es devolverle el favor.

—Lo siento

Me baje de la camioneta y corrí hasta mi casa, casi caigo en el patio, pero seguí corriendo hasta entrar por la puerta principal, escuche a mis padres en la sala y les informé que había llegado y que tenía mucho sueño, cerré la puerta de mi habitación.

—No puedo hacerlo, Raúl no se merece esto

Sentí mi respiración pesada, mis ojos ardiendo, y me deslicé por la puerta.

Y, una vez más, volví a llorar, por ser mala persona, por no saber acomodar mis ideas, porque ninguno de los dos merece eso, y por no saber que estoy haciendo con toda esta situación.

Necesito ayuda.


⚽️

Mi chiquita😞

Perdón por ausentarme tanto, la escuela no me soltaba 😭.

Gracias a las personitas que comprenden mi situación, que me reconfortan cada día y que me dejan mensajitos lindos🫶🏻.

Los amo🫶🏻.

Insta: Alex_escritor08

Alex ⚽️

Continue Reading

You'll Also Like

84.5K 4.3K 53
Eva, una talentosa fotógrafa en ascenso, y Jase, un apuesto modelo, se cruzan en una fiesta caótica donde Jase, tras beber en exceso, cuenta con la i...
259K 13K 85
En esta historia conoceremos a Nala Cameron, una chica tierna, amable y tímida. Que se termina imprimado de un vampiro, el cual la termina enamorando...
5.7K 351 5
hola, esta es la primera vez escribiendo cosas así, así que si se ve algo mal o no puedo expresar bien alguna acción o palabra, pido disculpas. 🙇🏻‍...
482K 57.2K 73
Meredith desde que tiene uso de razón, conoce la existencia de Darek Steiner, aunque ha estipulado una regla bien marcada en su vida: NO ACERCARSE A...