Caminos a Ti.

Da Kaos_Salv

289K 27.7K 19.4K

Madison sentía que su vida era bastante común y corriente, al menos, hasta el día en que su novio decide term... Altro

Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28

Capítulo 20

9.1K 907 594
Da Kaos_Salv

NOAH

Pese a que llevaba un buen tiempo en esto, aun no me podía acostumbrar muy bien a las luces de las cámaras impactar en mis ojos, siempre me ha sorprendido la capacidad que tienen las modelos y los verdaderos famosos para soportar estas luces infernales cegarte por un momento. Tomé mis gotas para los ojos apenas las fotos terminaron, siempre le iba a agradecer a Carrie sus consejos para las sesiones, hizo que esto fuera más fácil para mí, aunque creo que era yo el problema pues cuando recuperé un poco mi visión pude ver a Anastasia posando como si nada.

Ella había nacido para las cámaras al parecer. Supongo que había gente destinada a hacer este tipo de cosas.

—Lamento llegar tarde. —Me giré al reconocer la voz de la modelo que entraba casi corriendo al estudio, sus ojos casi como inercia se conectaron con los míos y me regaló una pequeña sonrisa, yo aparté la mirada algo nerviosa. No esperaba encontrármela aquí hoy.

—No te preocupes, ve a cambiarte. —La persona encargada de la coordinación de todo casi no le prestó atención y yo volví mi mirada a Anastasia quien me miró algo confundida antes de que el fotógrafo llamara su atención.

No veía a Carrie hace mucho, su melena había crecido y parecía algo cambiada, desprendía otro tipo de energías en comparación a la última vez que nos vimos. Supongo que le iba bien.

Quizás a la gente le iba bien cuando estaban lejos de mí. Cuando volví a ver a Madison ella se veía esplendida.

—¿Qué te pasa? —Anastasia se sentó a mi lado mientras trataba de abrir su botella de agua.

—No me pasa nada.

—¿Te han dicho que expresas demasiado con tu cara?, se nota en tu cara cuando algo te pasa. —Vi como seguía tratando de abrir la botella. —¿Tiene que ver con la modelo que llegó?, vi como se miraron, ¿se acostaron o algo?

—Es mi ex. —Le quité la botella para abrirla en su lugar, Anastasia prácticamente aplaudió cuando lo logré. —Y no pasa nada.

—Pensé que te gustaban mayores, con energías dominantes y auras misteriosas.

—¿Así ves a Madison?

—¿Quién dijo que hablaba de ella? —Vi su sonrisa burlona y yo solo rodeé mis ojos.

—No tengo un tipo específico. Además, Madison no es así, digo si es mayor, pero el resto... no importa. Y no conoces bien a Carrie.

—Bueno, pero a primera impresión ella no pareciera que fuera capaz de hacer desaparecer mi cuerpo y salir impune. —Miré a Anastasia. —Tu ex se ve como una... ¿ardilla? —Miré a la modelo que estaba a unos metros maquillándose rápidamente. —Madison se ve feroz.

—Bueno, quizás la ves así porque no eres su persona favorita en el mundo.

—Yo podría hacer que su pensamiento cambie si me das la oportunidad de hablar con ella. —Miré a Anastasia quien me sonrió. —Yo creo que podríamos ser grandes amigas. —Si comparaba a Christine con Anastasia probablemente ella tenía razón.

—Sabes que es complicado. No te he dejado de hablar porque siento pena por ti. —La molesté un poco dándole un ligero empujón con mi hombro.

—Todo esto porque me gusto un hombre. Un patético e insignificante hombre. —Anastasia se quejó. —Ni siquiera sabía que tenía pareja, si lo hubiera sabido las cosas serían diferente.

—Bueno, si no te hubieras metido con su ex, quizás nosotras no nos hubiéramos conocido.

—¿Eso quiere decir que puedo ser su madrina de bodas? —Hice una mueca. —¿Oficiar la ceremonia? —Me quedé en silencio. —Tengo tiempo para convencerte.

—Puedo preguntarle a Madison si le gustaría hablar contigo, pero no prometo nada.

—Genial, dile que pelear por un hombre como él no vale la pena, si hubiera sido por ti me podría odiar.

—Si, no le diré eso. —Dije rápidamente.

—Noah. —Carrie se acercaba a nosotras con una sonrisa. —No pensé que te encontraría aquí.

—Bueno, siempre he trabajado con esta marca. —Respondí cortamente. Vi como miró a la pelirroja.

—Hola, soy Carrie.

—Anastasia. —Mi acompañante le sonrió y ambas estrecharon sus manos.

—Nunca te había visto.

—Soy nueva en todo esto. Noah me ha estado ayudando.

—Veo que sigues intentando buscar talentos por ti misma, Noah. —Me encogí de hombros. —Noah también me ayudó a conseguir buenos contratos con marcas, así que puedes confiar en ella para esto.

—Yo no soy mánager de nadie. —Aclaré. —Solo le hago un favor.

—Es un pago por regalarle algunos tragos gratis. —Anastasia bromeó.

—Ya veo. —Noté como sus ojos cafés me juzgaron, reconocía esa mirada perfectamente. —¿Te ha llegado la invitación?

—¿Qué invitación?

—La de mi prima Isabel, me dijo que te envió un correo.

—¿Quién revisa en verdad su correo? —Me excusé. —Además, no pensé que Isabel me invitaría.

—Sabes que a sus padres les encanta mostrarle al mundo el dinero y el éxito que tienen. —Carrie se sentó a mi lado. —Tenía la esperanza de que fueras para no ir sola. —Se quejó. —Vine a Manchester porque este fin de semana será la boda, ¿no te gustaría que fuéramos juntas?

—No. —Dije cortamente. —Además, no tiene sentido que vayas si se llevan pésimo.

—Mis padres me lo han pedido casi como un favor. Y ahora será más humillante, hazlo como un favor. —Ella juntó sus manos. —No te lo pediría si no hubieras aparecido en mi camino como algo del destino.

—Paso. Además, no me parece correcto ir contigo siendo tu expareja, puede malinterpretarse y es lo que menos quiero en estos momentos.

—¿Qué hay de ti? —Carrie se inclinó para mirar a Anastasia. —¿Te gustaría ir a una boda con barra libre?

—Lo siento, trabajo los fines de semana. —La modelo debía estar verdaderamente desesperada como para pedirle un favor como este a una extraña.

Aunque me parecía tonto preocuparse tanto por lo que dirán en tu familia por ir o no ir acompañado a una boda, cuando la preocupación debería ser la pareja que se supone que celebraban.

—Eres una mala ex. —Carrie se quejó. —Una decepción para las lesbianas del mundo.

—No puedes pretender que luego de tanto tiempo solo puedes aparecer e invitarme a una boda, este es el mundo real. —Me levanté. —Vamos Anastasia, nosotras ya terminamos por hoy.

—Un gusto conocerte, Candance.

—Es Carrie.

—Eso. —Anastasia se despidió moviendo su mano antes de seguirme. —Una boda suena divertida.

—Supongo. Pero acompañar a mi ex a una, no. Suena como una terrible idea.

—Pensé que las lesbianas hacían esas cosas. —Le di una mirada. —Bien, lamento dejarme llevar por los estereotipos. Pero tampoco ayudan tanto.

—Si, no digas esas cosas en voz alta. —Entre al camerino que había para cambiarnos de ropa. —¿Necesitas que te lleve?

—Nunca puedo decirte que no, Noah. —Rodee mis ojos. —Siempre tan amable. —Me empecé a cambiar de ropa para irnos pronto, ella me imitó. —Tengo que ir a la Universidad de Manchester.

—¿Vas a matricularte?

—Claro que no, además ya están terminando el primer semestre, ese sería un gran lio. Y repito, la universidad no es para todo el mundo, yo nací para las cámaras. —Ella me hizo una pose, yo volví a rodar los ojos. —Voy a visitar a una amiga que empezó su maestría ahí, ella es super inteligente, es una genio en las matemáticas.

—No pensé que tuvieses amigas así. —Bromee provocando que ella frunciera el ceño.

—Claro que sí, no solo soy una chica linda. —Ella se posó frente a mi mirándome seriamente, Anastasia se lo tomó más personal de lo que esperaba y ni siquiera se preocupó por el hecho de que estaba en ropa interior. —Quizás no soy la mujer más lista, pero por algo puedo mantener una amistad con gente inteligente como tú o Jessica.

—Está bien, ahora quítate de mí vista. —Tomé sus hombros para apartarla con cuidado y miré en otra dirección. —No quise decir que creía que eres tonta o algo así.

—Toda mi vida me han tomado como una. —Ella se apartó para seguir cambiándose de ropa. —Y sé que no soy tan inteligente, pero tengo mi orgullo también.

—Lo siento, no volveré a hacer bromas de ese tipo. Y no creo que no seas inteligente, creo que hay diferente tipo de inteligencias, eres muy buena en cosas que yo no podría. —Mientras unía los botones de mi camisa miré a Anastasia que me dio una mirada. —¿Qué?, no te compraré un café de camino para disculparme. —Dije rápidamente.

—No te miraba por eso, tonta.

—Bien.

—Aunque creo que si merezco un café.

—Te espero afuera, apresúrate o te dejaré botada.

Cuando llevé a Anastasia hasta mi vieja universidad, la seguí con la mirada por un momento para ver a su amiga, me causaba algo de curiosidad la verdad. Era una mujer con su pelo trenzado y largo, su piel era morena, pude distinguir que llevaba anteojos y notar lo alta que era. Era una mujer muy linda, ella posó su mano sobre la cabeza de Anastasia para molestarla con su cabello antes de empezar a caminar, la pelirroja abrazó su brazo mientras empezaban a caminar, parecían bastante cercanas, aunque Anastasia era una persona que disfrutaba bastante el contacto físico.

Antes de iniciar mi camino a casa miré la hora en el tablero, aún era temprano y pensé en Madison, hace días no nos veíamos. Era difícil encontrar excusas para verla, no quería invadirla demasiado porque sabía que ahora tenía bastante trabajo y la excusa de poder llevarla a casa ya había quedado inutilizable pues había conseguido su propio auto.

Decidí pedir un poco de ayuda.

Club del chisme☕️

Noah: ¿Qué excusa puedo usar para ver a Madison?

Hunter💀: Solo háblale, sé directa

Hunter💀: duh

Hunter💀: Eres patetica

Julie🩷: No te demandaré

Julie🩷: Invítala a tomar un café, el día esta frio y es perfecto para eso

Noah: Gracias por tus grandes consejos JULIE

Noah: Te hubiera hablado directamente

Hunter💀: Yo solo juego a ser el policía malo

Hunter💀: Además llevo un día de mierda, ¿por qué no me llevas a mí por un café?

Julie🩷: Porque eres hombre

Noah: Porque eres hombre

Hunter💀: A veces temo que no bromeen con eso

Noah: ¿Bromear?

Dejé el chat con mis amigos hasta ahí para poder escribirle a Madison.

Noah: Hey, ¿te gustaría ir por un café?

Noah: Espero que estés bien

Noah: Lamento mis modales

Madison: Claro, llegaré pronto a la oficina, nos vemos ahí para ir al café de siempre

Noah: Llego pronto también.

Conduje hasta la firma de abogados pensando un poco en qué cosas podría hablar con Madison, me gustaría conocerla mejor y una de mis formas de socialización que siempre me ha funcionado es poder imaginar una conversación para prepararme ante cualquier cosa. Quizás tenía demasiada imaginación, pero hasta ahora era más una solución que un problema, nunca he sido muy buena hablando con la gente.

Cuando iba llegando a la firma pude ver a Madison caminar a la distancia con ese abogado, fue una especie de deja vu como si ya hubiera vivido esto, pues sentí el mismo malestar, sobre todo cuando él con cuidado tomó su cintura para cambiar de posición al caminar dejando a Madison a un lado de las paredes. No pude evitar morder mi lengua para evitar expresar algo en mi rostro, me dolió un poco, pero sabía que yo misma le había propuesto a Madison que pudiera conocer a más gente con tal de que no esperase algo que, quizás, yo no podría brindarle.

—Noah. —Madison me sonrió al verme cuando llegaron a la puerta de la firma. —Llegaste rápido.

—Hola, Madison. Estaba cerca. —Miré al hombre que me sonreía, algo en él no me gustaba. Era como si me diera una mala vibra, más allá de mis evidentes celos. —Hola.

—Hola Noah. —Él parecía recordar mi nombre, en mi caso era algo difícil recordarlo. —¿Quieres que lleve estas bolsas a tu auto? —Se giró a mirar a la pelirroja, entonces noté que cargaba algunas bolsas.

—No te preocupes, puedo llevarlas. Ya has hecho mucho por mi hoy. —Mi lengua dolía. —Las dejaré en mi oficina.

—Las llevo por ti.

—Gracias, Xavier. —Madison le sonrió antes de volver a mirarme.

—Te espero aquí. —Necesitaba un poco de aire para despejar mi cabeza.

—No tardo. —Ella entró y él me dio una sonrisa antes de seguirla, solté un largo suspiro tratando de no sobre pensar demasiado. Madison estaba en todo el derecho de salir con quien le diera la gana, pero él me hacía sentir algo insegura.

Xavier se veía exactamente como el hombre que Madison parecía querer en su vida. Yo era un desastre en comparación a él, me preguntaba si incluso en mi mejor momento podría ser suficiente para Madison. Incluso me preguntaba si no estuviera enferma podría ser lo que Madison quería. Sé que le gusto, pero eso no bastaba para tener una relación.

Cuando ellos salieron nuevamente, Xavier dejó un beso en la mejilla de la pelirroja y se despidió con un gesto de mí. El camino a la cafetería fue en silencio, todas las conversaciones que había planeado se fueron por los pensamientos que seguían en mi cabeza y Madison parecía estar revisando algo en su teléfono. No quería arruinar las cosas con ella, debía quitar las ideas de mi cabeza y poder demostrarle que quizás podía ser una buena opción para ella, debía demostrármelo a mi misma yendo más allá de mis propios temores.

—¿Sabías que los delfines se drogan que peces globos? —Cuando abrí la puerta de la cafetería para ella e hice ese comentario pareció ser suficiente para atraer su atención nuevamente.

—Veo que no pierdes la costumbre. —Sonreí cuando ella lo hizo casi como un reflejo. —No lo sabía.

—Los delfines no son para nada lindos, los tiburones sorprendentemente sí.

—¿Lo suficiente como para nadar con ellos en vez de delfines?

—¿Por qué no intentarlo?

—Debes estar loca para siquiera verlo como una posibilidad.

—La vida es una y es una completa aventura si te lo propones. —Ella me miró de una forma algo extraña, pero no dije nada. —Ve a sentarte, haré el pedido. —Madison asintió, aun recordaba que a ella le gustaba el café americano como el día en que la conocí.

Aunque claro, un año después ella no parecía ser la misma que en ese momento. Supongo que un año es suficiente para avanzar, bien, retroceder.

No pienses en eso ahora, Noah.

Debo mantener mi mente aquí.

—¿Qué otros datos conoces, Wikipedia? —Fue lo primero que preguntó apenas me senté frente a ella.

—Gracias a JLO existe Google Imágenes porque mucha gente busco su look en los Grammys del año 2000.

—No pensé que Jennifer López podía ser más icónica de lo que es.

—Los actores de voz que protagonizan a Mickey y Minnie están casados en la vida real.

—Una historia de amor poco común.

—En sus discusiones uno debe ser duro de roer. —Madison empezó a reír haciendo que mi corazón se agitara, ver a esta mujer reír de esa forma como si no pudiera controlarlo era un verdadero privilegio que me hacía desear poder apreciarlo por más tiempo. —Me gusta tu risa. —Madison limpió una lagrima que había dejado escapar.

—Es algo escandalosa.

—Es dulce. —Le sonreí y entonces pareció sentirse algo tímida por cómo sus mejillas se ruborizaron.

—¿Algún otro dato que quieras aportar?

—El hecho de que los hombres traten de hacer que las mujeres caminen hacia la pared en realidad no es demasiado caballeroso, considerando que antiguamente cuando tiraban los deshechos por la ventana en realidad era más probable que le cayeran a las mujeres que a los hombres. Incluyendo las macetas que podían caer. —Me arrepentí al decirlo sin pensarlo mucho, esperaba que ella no lo notara.

—Pensé que era lo opuesto.

—Si lo piensas con más detalle, en realidad las cosas caerían directamente a la mujer que va cerca de la pared que al hombre que va hacia la calle.

—Aunque ahora es un gesto que me parece bueno. —Ella apoyó sus codos sobre la mesa y su cabeza entre sus manos antes de inclinarse un poco.

—Claro. —Me sentí algo mal, tendría que tomarlo en consideración a futuro. Cuando volví a mirar a Madison ella me miraba con una pequeña sonrisa.

—Tú siempre lo haces, ¿lo has notado?, para no ser un hombre eres la persona más caballerosa que conozco, Noah. —Sentí mi cara hervir. Agradecí que una chica se acercará para dejar nuestras bebidas sobre la mesa. —Cuando tu cara se pone roja te ves muy linda.

—¿Quieres molestarme? —La acusé.

—Un poco, no es justo que tú siempre me pongas en esa posición. —Madison me miró directamente a mis ojos. —Aún tengo mis técnicas de coqueteo y sería un honor mostrártelas.

—¿Cómo estuvo tu día? —Traté de cambiar el tema para evitar sentirme atrapada.

—Lleno de aburridas reuniones. —Ella soltó un suspiro antes de revolver un poco su café pese a no tener azúcar. —Nada muy interesante.

—¿En serio? —La pelirroja me miró. —Algo interesante debió pasar hoy.

—Nada fuera de lo común. —¿Verse con Xavier era algo común? —Lo más interesante de mi día es poder verte, no todos los días te encuentras con una celebridad en una cafetería.

—No soy una celebridad.

—Tienes millones de seguidores, creo que es suficiente para ser una celebridad. Pero bueno, ¿Qué hay de tu día?

—Tuve una sesión de fotos.

—Exactamente como una celebridad.

—Bueno, quizás si tengo un poco de fama.

—Que humildad, normalmente pensaría que una persona con tu fama sería algo egocéntrica o que le gustaría mostrarle al mundo que es una estrella, pero eres diferente.

—La fama no me interesa demasiado, soy feliz con lo que hago y me da el dinero para vivir y ahorrar, veo la fama como parte de ello. Más como una consecuencia que algo bueno. —Admití. —No sé cómo lo hacen los famosos que ven sus nombres cada día en portales de noticias o si me siguieran paparazis por ahí. Debe ser horrible.

—Debe ser difícil llevar una vida así. —Ella coincidió. —¿De qué era la sesión de fotos?

—Una marca de ropa deportiva.

—¿Tu cara estará en alguna de esas vitrinas?

—Probablemente.

—Toda una celebridad.

—Que no lo soy. —Inflé mis mejillas algo frustradas, sentí como extendió su mano para apretarlas y hacerme botar el aire.

—Bien, no te molestaré más.

—Disculpa. —Unas chicas se acercaron y noté el teléfono en sus manos. —¿Podemos tomarnos una foto? —Miré a Madison que se veía divertida.

—Claro.

La diversión en la cara de Madison se desvaneció cuando pasó de ser un par de fotos a una gran cantidad, muchas veces la gente ni siquiera sabía quién era, pero por solo el hecho de que gente me pidiese fotos ellos le seguían como una acción en cadena. Miraba de vez en cuando a Madison, pero ella miraba su celular nuevamente, quizás ella también estaba ocupada. Luego de las fotos pude volver a sentarme frente a ella, su taza estaba vacía y los hielos de mi limonada estaban derretidos, no supe cuantos minutos fueron.

—Lo siento.

—No tienes por qué disculparte, es parte de tu trabajo, ¿no? —Asentí y aunque ella me sonrió, fue distinto. Quizás a ella no le gustaba mi trabajo, era entendible, esto puede ser una molestia en algunas ocasiones. —¿No te es incómodo tener a tanta gente sobre ti de vez en cuando? —Si algo agradecía de Madison, es que ella no parecía querer quedarse con sus preguntas en su cabeza.

—No, al menos no normalmente. No es tan terrible.

—Pero debe quitarte un poco de energía.

—Trato de no pensar en eso.

—¿Siempre les dices que sí? —Asentí. —¿Incluso si te incomoda?

—Si, solo finjo un poco. —Noté algo raro en Madison, o quizás yo lo creía. —¿Estás molesta?

—No, para nada. Solo preguntaba, lo siento. —Un pequeño silencio incomodo se formó. Y noté como su pantalla se iluminó, ella no tardó en responder.

Las cosas se sintieron incomodas.

Lo había arruinado con mi pregunta probablemente.

—Me preguntaba si tenías algo que hacer este fin de semana. —Quizás podría crear una nueva oportunidad sin tantos problemas.

—Oh, lo siento. Este fin de semana debo acompañar a Xavier a una boda. —Ella no pareció pensar demasiado en lo que dijo pues seguía con sus ojos en su teléfono, lo supe porque apenas terminó de hablar me miró. —Iré como su amiga.

—No tienes que explicármelo. —Traté de sonreírle. —Pareciera que el invierno es una nueva fecha para los matrimonios.

—Bueno, estamos cerca de navidad así que es una linda fecha también. —Madison dejó su teléfono a un lado. —Incluso creo que el blanco del vestido podría verse lindo entre la nieve cayendo.

—Suena como algo frio.

—Solo lo imagino a un lado de un gran ventanal, claro que no podrías hacer una boda al aire libre llevando un vestido de novia.

—Normalmente me imagino las bodas de ese estilo, no lo sé, nunca he pensado demasiado en eso y mis amigos aún no se casan. El ultimo matrimonio que asistí fue al de mis padres cuando tenía 14 años.

—Supongo que eres aún joven para pensar en el matrimonio. —Madison me dio una pequeña sonrisa, eso pareció decírselo más para ella.

—No es una idea que me disguste. —Dije rápidamente. —Digo, como idea general.

—Dices mucho digo cada vez que quieres aclarar algo.

—Me prestas mucha atención.

—Claro, le presto atención a todo lo que en verdad me interesa. —Tomé un poco de limonada para ocultar la boba sonrisa que se había formado en mi cara. —Por cierto, ¿Qué harás para navidad?

—Normalmente trabajo durante la mañana para hacer un stream y luego voy a casa de mis padres, Julie siempre se va la noche anterior y Hunter viaja a ver a su familia. ¿Qué hay de ti?

—Aún no lo sé, estaba hablando con mi madre para ver si nos veríamos esta navidad, pero decidió tomar ese turno en el hospital para ganar algo extra.

—¿Necesita hacer turnos extras?

—Desde que tengo me memoria siempre está tomando turnos extras para pagar todo.

—¿Son pobres?

—Bueno, una madre soltera con una joven con un futuro prometedor como yo no es algo de bajo costo. —Madison explicó. —Aunque el crédito universitario lo pago yo, mi madre pagó todo el resto y ahora ahorra para tener para su vejez porque se niega a aceptar cualquier cosa que venga de mí.

—Tu madre se escucha como una mujer genial.

—Lo es. —Madison tenía una expresión de orgullo al pensar en su madre. —Te preguntaba sobre las fiestas para saber si puedo entregarte un regalo.

—¿Tienes un regalo para mí?

—Claro. —Yo aún no le compraba nada, ni siquiera recordaba que estábamos cerca de la navidad. —Creo que puedo pasar durante la noche a dejártelo a tu casa, si te parece bien.

—¿No te gustaría pasar la navidad juntas? —Sugerí. —Sé hacer galletas de navidad muy buenas.

—¿Y tus planes con tu familia?

—Este año me parece mejor panorama pasar una navidad contigo, podríamos hacer una maratón de películas navideñas y vestir pijamas de la época.

—¿Estás segura?

—No podría perderme un panorama como este por nada del mundo. —La sonrisa de Madison creció.

—Bien, acepto.

—Es una cita.

—Es una cita. —Confirmó.

Las cosas se habían relajado mientras hablábamos de las cosas que podríamos hacer en navidad, yo solo tenía que asegurarme de hacer mi clásico stream navideño y luego de eso podría poner toda mi atención en Madison, a ella parecía gustarle todo este tipo de celebraciones. No es algo que pensarías al verla por primera vez, más bien era algo como que solo ella te permitiría explorar y me gustaba ser parte de ese grupo de personas.

Mientras ella hablaba noté que mi mano sobre la mesa estaba cerca de la de ella, un gran deseo de poder tomar su mano me invadió, pero la sola idea de intentarlo me daba algo de nervio. Sabía que mi relación con Madison se había saltado algunos pasos, pero imaginarme tomar su mano me parecía algo tan íntimo y temía que ella no quisiera lo mismo. Sería humillante y triste, creo que pase demasiado por esa etapa, pero en serio quería intentarlo. Poco a poco acerqué un poco más nuestras manos hasta que mis dedos se acomodaron lentamente entre los suyos, ella seguía hablando, aunque noté su mirada en nuestras manos. Con cuidado avancé hasta que nuestros dedos se vieron atrapados entre sí, mi corazón casi se escapa de mi pecho cuando Madison acomodó nuestras manos para que fuera más cómodo.

Este simple acto se sintió como el más íntimo y peligroso que había tenido con ella.

Luego del café la acompañé hasta su auto para asegurarme de que llegara sin inconvenientes, apenas se fue me fui directamente a un centro comercial, debía encontrar el regalo perfecto para ella y, lo más importante, pijamas navideños. Amaba la navidad, era una fecha que me emocionaba desde que era pequeña, me traía buenos recuerdos como cuando papá se disfrazaba de Santa en mi escuela para llevarle los regalos a los niños, era algo tonto si creía que no iba a identificar sus tatuajes. Santa no tendría tatuajes y se debería ver algo más viejo.

De una extraña forma, o quizás irónica, mi padre me había enseñado a disfrutar la vida un poco más.

—¿Qué son todas estas cosas? —Julie dijo sorprendida al entrar a la casa. —¿Compraste un árbol de navidad?

—Me di cuenta de que no teníamos ninguno. —Bien, quizás también compré un montón de decoraciones navideñas. Pero si íbamos a pasar la víspera de navidad en mi departamento debía sentirse navideño, ¿no?

—Porque nunca estamos aquí en navidad.

—Jo jo jo, feliz navidad, Julie. —Hunter apareció detrás de ella haciéndole sobresaltar y hacer que lo golpeara en su cara. —¡Hey!

—Me asustaste, tonto. Quítate esa tonta barba. —Hunter obedeció mientras ponía su mano sobre su mejilla que había capturado el castigo por asustar a mi amiga.

—Ustedes siempre me piden ser un poco más divertido y cada vez que lo intento resulto lastimado de una u otra forma. Si la gente no me aterrara de seguro tendría más amigas que ustedes. —Se quejó volviendo a tomar las esferas navideñas para seguir decorando el árbol.

—Lo siento, Hunter. —Julie lo abrazó por su espalda rodeando su cuerpo con sus brazos, Hunter se mantuvo quieto como siempre reaccionaba. —Pero no fue intencional.

—Solo por ser tú te perdonaré, si hubiera sido Noah le hubiera dado un nuevo caso a Madison para que defienda a esta niña violenta. —Rodee los ojos.

—¿Qué te he hecho?

—Nada, solo me gusta molestarte. —Él me sonrió y Julie lo soltó. —Por cierto, tengo algo importante que contarles. —La sonrisa de Hunter creció, parecía verdaderamente feliz lo cual era poco usual en él. —Conocí a una chica hoy.

—¿Será este el día en que por fin nos dejarás en paz? —Miré al techo del salón para molestarlo un poco.

—No es gracioso. —Hunter frunció el ceño. —Sé que me extrañarían demasiado.

—Solo sigue con la historia, has captado toda mi atención. —Julie parecía feliz, cualquier posible historia de amor la hacía reaccionar de esa forma.

—Fui a la universidad a buscar algunos papeles y certificados para postular unas becas cuando me encontré con una mujer que parecía algo perdida, como una buena persona me ofrecí a acercarla al mapa de la universidad. Hablábamos un poco y ella es algo así como super inteligente. —Hunter parecía algo risueño, desde hace años no lo veía así. —Me atreví a pedirle su número, pero no lo sé. —Las dudas hicieron expresión en su rostro. —Creo que no lo haré.

—¿Qué? —Julie tomó sus hombros para obligarlo a mirarla. —¿Por qué no?, puede ser el amor de tu vida.

—¿Y qué pasa si no?, estoy cansado de buscar y no encontrar a nadie. No puedo sentir un interés mayor en las personas. —Hizo una mueca. —Es como si algo estuviera mal conmigo.

—Pero has tenido relaciones antes y te veías super enamorado.

—Lo sé, eso es lo que no entiendo. Para las personas en general pareciera ser más fácil incluso tener citas casuales, —Hunter me miró. —supongo que no es para todos.

—Hunter, —Julie lo soltó y noté como su expresión corporal cambió cuando bajó sus manos para tomar las manos de Hunter entre las de ella. —¿has pensado sobre tu orientación sexual y romántica?

—No soy gay. —Dijo rápidamente. —Lo he intentado también, pero no me pasa nada con los hombres.

—Sabes que el plus dentro de LGBT es porque hay todo un mundo de la diversidad, ¿no?

—Claro que debe saberlo, me acompaño a una premiación LGBTQ+ en donde hablaron de eso.

—La verdad es que en ese momento estaba más preocupado de la cena que servían. —Golpee su cabeza. —A la próxima en verdad te demando.

—Hunter, ¿sabes que hay personas que simplemente no pueden establecer conexiones románticas o sexuales con las personas? —Detuve lo que estaba haciendo para mirar la reacción de mi amigo. —Y eso esta completamente bien.

—Yo si puedo tener sexo y enamorarme, Julie. —Él la miraba seriamente. —Es solo que no me dan ganas con las personas que he intentado conocer.

—Bueno, pero es que entre esas personas hay una variedad como la demisexualidad. Según entiendo es parte del espectro de la asexualidad, pero significa que para que una persona en verdad te guste y te atraiga sexualmente debes sentir una conexión más profunda, es como si necesitaras complementar tu interés romántico con el sexual en donde ambos se encuentren en un equilibrio. —Hunter se quedó en silencio, parecía que los engranajes en su cabeza empezaban a trabajar para explicarse a si mismo las palabras que Julie pronunció.

—Creo que ahora tengo más dudas que respuestas. —Mi amigo se fue a sentar al sofá. —Entonces si hay algo malo en mí. —Con Julie nos miramos y fui la primera en acercarme a Hunter, me puse de cuclillas frente a él para mirarlo.

—¿Hay algo en mi por ser lesbiana? —Sus ojos empezaban a cristalizarse.

—Claro que no, pero no es lo mismo.

—¿Por qué no?

—Porque... porque yo... no lo sé. Suena algo aterrador el ponerle un nombre a lo que me pasa. —Confesó dejando caer sus primeras lágrimas.

—Creo que lo mejor es que lo hables con un profesional, las palabras de Julie pueden guiarte a una respuesta, pero puede que no sea eso. —Tomé sus manos entre las mías. —Independiente de lo que sea, todo estará bien y seguirás siendo el mismo de siempre, Hunter. Incluso si nunca vuelves a enamorarte de alguien, o sentir deseo por alguien, seguirá estando bien. Eso no cambia la persona que eres hoy y que fuiste ayer, pero el saberlo puede hacer que la persona que seas mañana tenga un poco más de claridad y tranquilidad.

—Lo siento, Hunter. No pensé que podría afectarte. —Julie se sentó a su lado apoyando su cabeza en el hombro de mi amigo. —Pero Noah tiene razón, seguirás siendo el mismo. Además, si ya te aceptamos como heterosexual, quizás nos agrades más si eres parte de la comunidad. —Julie bromeó un poco haciendo reír a Hunter fácilmente, era como si la cercanía de Julie siempre podría transmitir tranquilidad y que todo estaría bien. Era una energía que ella desprendía desde que éramos pequeñas.

—Además, tu madre estará feliz de saber que no eres gay, ese era su mayor miedo de criarte entre tantas mujeres. —Hunter volvió a reír y solté sus manos para limpiar sus lágrimas. —Estamos aquí para ti, Hunter. Somos un equipo y si necesitas que te acompañemos en este posible proceso, puedes contar con nosotras. Quizás más con Julie, es mejor con las palabras, pero al menos puedo conseguirte un psicólogo experto en el tema.

—Siento que hablas confirmando algo que ya pensabas. —Hice una mueca. —Ustedes lo sabían antes que yo.

—Bueno, es normal que pasen estas cosas cuando no conoces todo lo que significa la orientación sexual y romántica. Cuando descubrí que me gustaban las mujeres estaba muy confundida porque pensé que debía ser lesbiana por ello, el concepto de la bisexualidad era algo complejo para mi porque solo me fijaba en chicas, pero luego me di cuenta de que los hombres me seguían atrayendo de una forma difícil. Era confuso, hasta que me tomé el tiempo de investigar un poco más e incluso me plantee ser pansexual, pero la verdad es que nunca me he relacionado con personas no binarias como para confirmar que pueda sentir algo por ellas. Es mejor no cerrarse a la idea de que quizás mañana las cosas cambien, no somos seres estáticos. Si fueras demisexual puedes verlo como una manera de relacionarte, siempre has sido cauteloso con las chicas que sales y has podido sentir esa conexión antes, en el futuro encontraras a una persona que te puede hacer sentir así, o quizás no, y no hay problemas más que las presiones sociales.

—Como si fuera poco. —Hunter soltó un suspiro y cubrió su rostro con sus manos.

—¿Hay algo que pueda hacer por ti para que te sientas mejor? —Julie preguntó con su clara sensación de culpa por hacer que Hunter se replantease su sexualidad.

—Quizás unas galletas navideñas y un poco de chocolate caliente. —Él quitó una de sus manos de su rostro para mirar a mi amiga por un segundo antes de volver a ponerla en el lugar que ocupaba. —Y que me dejen quedarme en su casa hoy. —Miré a Julie antes de soltar un suspiro, podía reconocer la mirada que me daba luego de años de amistad, ella se sentía culpable y quería consentir un poco a Hunter. La verdad es que tampoco pensaba negarme, sabía lo aterrador que era darte cuenta de estas cosas y, sobre todo, encontrarte pensando en eso solo.

No hay nada más aterrador que los pensamientos cuando estás solo.

Pasé el fin de semana preparando las cosas para hacer que el departamento se sintiera como un hogar en navidad, la verdad tomé de referencias las grandes decoraciones que mi padre siempre instalaba en casa, aunque claro que no podía poner grandes ciervos, pero conseguí un tren de juguete que podía rodear el árbol.

Pensé en comprar pequeños edificios para decorarlo, pero Julie me quitó mi tarjeta de crédito para que dejase de gastar pues me dijo que ya había gastado demasiado, incluyendo el regalo de Madison.

El sábado por la noche estaba agotada, pero me había comprometido con Anastasia para llevarla a su casa como la costumbre que habíamos tomado. Sé que no sonaba bien, pero ella me había acompañado meses en mi soledad y mi pésimo ánimo, no podía simplemente desecharla como si la hubiera utilizado. La consideraba una amiga, pero no se lo diría por ahora. Además, debía arreglar las cosas con Madison, Anastasia tenía un poco de razón al decir que no debería asumir con toda la responsabilidad solo por salir con un chico, al cual ni siquiera conocía lo suficiente para saber que tenía pareja.

Los hombres apestaban y eran el mayor problema.

Me preparaba para salir en busca de Anastasia cuando mi teléfono sonó, el nombre de Madison apareció en la pantalla. No dudé ni un segundo en responder, era tarde y se suponía que ella estaba en la boda a la cual había evitado todo el día evitar pensar para no torturarme psicológicamente.

—Madison.

—Noah, ¿estás ocupada?

—No en realidad, ¿necesitas algo? —Un silencio se formó. —Madison, ¿está todo bien?

—Noah, ¿puedes venir por mí?

—Envíame la dirección,salgo en seguida de casa.




Buenas buenas, la semana pasada me tome unas pequeñas vacaciones y ayer tuve problemas para subir el capítulo, pero aquí estamos 💛🧡.

Hace tiempo no les dejaba una nota ahora que lo pienso, pero solo lo hago para recordarles que cuando lleguemos a los 2000 en instagram tendrán el maratón que tanto piden 👀

Pero pobre de quien se atreva a decir que necesita más cuando lleguen a la meta y se publiquen porque les juro que esta historia es más extensa en cada capítulo en comparación a Notas Cruzadas

Eso, besitos y abrazos

Continua a leggere

Ti piacerà anche

232K 11.2K 66
Anna se muda a Inglaterra para comenzar una nueva vida, va a iniciar su primer semestre en la universidad y en el departamento vecino vive Charlotte...
6.7M 267K 69
Molly Johnson es una mesera y necesita juntar mucho dinero para salvar a su hermana. Axel Cavelli es un exitoso empresario y necesita una novia por t...
2.1K 140 42
Del odio al amor no hay más que un mordisco Primer libro de la Saga Venir
377K 28.4K 52
Drew y Blair son excelentes amigas y aunque tienen una gran confianza entre ambas, se ocultan sus más grandes secretos entre si con el fin de no romp...