El ruludo no sabia cuando fue el momento en el que se empezaron a juntar tanto con Felipe y su grupo, la verdad casi todos le caían bastante bien, y digo casi porque al de rulos, el castaño le seguía cayendo un poco mal, capaz ya no tanto como antes pero seguía siendo todo lo mismo.
este era su tercer día de vacaciones, hoy irían a recorrer un poco las calles de pinamar, los tres chicos estaban ya bañados y cambiados esperando al otro grupo que llegaran a por ellos. Esperaron unos minutos hasta que vieron como una Raptor F-150 color negro se estacionaba frente a el departamento.
— Ahí está la camioneta de Felipe, vamos -informo el ruludo mientras miraba por la ventana y se ponía de pie para poder agarrar sus cosas-
Los tres chicos salieron de el departamento, no sin antes asegurar que hallan cerrado y apagado bien todo. Cuando estuvieron frente a la camioneta saludaron.
— Y como vamos a entrar todos? -Por más que la camioneta fuera bastante amplia por dentro sería bastante difícil que entren 7 chicos-
—Van a tener que ir algunos alzados y otro adelante -contestó Esteban quien iba en la parte trasera del auto-
— Yo alzo a Matias, Esteban a Franscisco, Blas va adelante, Felipe maneja y a Juani no hace falta que lo alcen -explico con simpleza Enzo mientras los miraba, este también iba atrás junto a Esteban-
Todos hicieron lo que propuso Enzo sin quejas y cuando ya estaban todos subidos en el vehículo, Felipe se puso en marcha hacia el lugar al que habían planeado parar a comer. Juani miraba por la ventana, admirando las calles repletas de gente caminando de un lado a otro, nunca le había gustado el amontonamiento pero era lindo ver como la gente la pasaba bien y disfrutaba de sus vacaciones.
El vehículo paro en un semáforo y Felipe se dio vuelta para mirarlos. —Están cómodos? -pregunto para todos aun que su mirada estuviera fija en el ruludo-
— Si, estamos bien -contestó Franscisco por todos, luego la camioneta arranco nuevamente y en cuestión de minutos estuvieron ya en el restaurante-
Bajaron de la camioneta y comenzaron a caminar, estaban a unas cuadras ya que no habían conseguido lugar cerca, todos iban conversando de distintos temas, el de ojos azules iba un poco más apartado, no solía ser tímido pero había preferido ir un poco alejado de los demás, pero no demasiado para no llegar a separarse de su grupo.
— Ey, estas bien? -sintió como alguien preguntaba, Era Felipe.
— Si, vos? -levanto su cabeza para poder mirarlo y acomodó su pelo ya que debido a la brisa que se sentía se le había despeinado-
— Bien, aun que te veo medio desanimado, estas seguro que todo esta bien? -apoyó su mano en el hombro del menor mientras lo miraba con duda-
— Si, no pasa nada pipe -corrió la mano del mayor de su hombro y siguió caminando-
— Me dijiste pipe, te estoy empezando a caer bien eh -siguió al menor y posó su brazo por encima de los hombros del contrario-
— No, yo te dije Felipe, que vos seas sordo y escuches mal no es culpa mía -trato de negar lo que había dicho anteriormente sabiendo que sería un fracaso con lo terco que era Felipe-
— Admití que me amas, ya es hora
— No tenes a nadie mas para joder?
— Solo estoy esperando a que admitas que te caigo bien
- bueno, me caes un poco bien, ¿feliz? -el mas bajo rodeó los ojos para así dirigirse a pasos apresurados hacia sus amigos-